Duro alegato de Benedicto XVI contra la mediocridad de la fe en su último acto en Zagreb

"No nos hagamos ilusiones. O somos católicos o no lo somos"

El Papa visitó la tumba de Stepinac, y destacó que supo resistir a todo totalitarismo

Jesús Bastante, 05 de junio de 2011 a las 18:44

 

"No nos hagamos ilusiones. O somos católicos o no lo somos". Con este duro alegato, tomado de una expresión del polémico cardenal Stepinac, concluyó Benedicto XVI su visita a Croacia, la primera de su Pontificado. El Pontífice hizo estas manifestaciones ante los obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas croatas con los que celebró en la catedral de Zagreb las vísperas, último acto de su visita de dos días al país balcánico con motivo de la Jornada Nacional de las Familias Católicas Croatas.

Benedicto XVI les dijo que la adhesión a Cristo significa guardar su palabra en todas las circunstancias y que la enseñanza moral de la Iglesia "que hoy frecuentemente no es entendida" no se puede desvincular del Evangelio.

"Uno de los mayores males de nuestro tiempo es la mediocridad en las cuestiones de fe. No nos hagamos ilusiones. O somos católicos o no lo somos. Si lo somos es preciso que se manifieste en todos los campos de nuestra vida", afirmó el papa, echando mano de una frase del cardenal croata beato Alojzije Stepinac, fallecido hace 50 años.

El Obispo de Roma tuvo palabras de aliento para los sacerdotes, ante los que reconoció que en la actual época "la escasez de presbíteros comienza a percibirse seriamente" y a los que exhortó a no desalentarse y a "enseñar, santificar y guiar" a los fieles.

Benedicto XVI les animó asimismo a ser fieles y a responder sin titubeo a Cristo.

Tras las vísperas, rezó ante la tumba de Stepinac, a quien le tocó vivir durante la dictadura de los ustachas, aliados de los nazis, y después en del comunismo.

Stepinac (1898-1960) fue juzgado y condenado por el régimen comunista yugoslavo del general Josip Broz "Tito" acusado de colaborar con los nazis y declarado mártir de la persecución comunista por la Iglesia Católica.

El 14 de febrero de 1992, el Parlamento croata le rehabilitó y el el 3 de octubre de 1998, en el santuario mariano de Marija Bistrica, Juan Pablo II le beatificó.

Benedicto XVI destacó hoy de Stepinac que fue un humanista que supo resistir a todo totalitarismo, "haciéndose defensor de los judíos, los ortodoxos y todos los perseguidos en el tiempo de la dictadura nazi y fascista y después durante el comunismo".

La Iglesia le considera un mártir que sucumbió por los malos tratos sufridos durante el proceso al que fue sometido en octubre de 1946, por los cinco años de trabajos forzados y los nueve de arresto domiciliario en su Krasic natal.

Benedicto XVI agregó hoy que su martirio indica "el culmen de las violencias" cometidas contra la Iglesia durante el "terrible" periodo de la persecución comunista, cuyo objetivo era "destruir" la Iglesia Católica.

Las vísperas y el homenaje a Stpinac fueron los dos últimos actos de un viaje de apenas 48 horas del papa Ratzinger, el segundo Pontífice que visita Croacia después de que Juan Pablo II lo hiciera en 1994, 1998 y 2003.

En estos dos días, Benedicto XVI defendió la entrada de Croacia en la Unión Europea como "algo lógico, justo y necesario", aunque reconoció que se puede entender que sectores de la sociedad se muestren escépticos ante esa entrada ya que Europa -explicó- "se ha convertido en un centralismo demasiado fuerte que no tiene suficientemente en cuenta la historia y la riqueza de los pueblos que la conforman".

El papa volvió a recordar las raíces cristianas del viejo continente y aseguró que si la conciencia, la religión y la moral se relegan al ámbito privado, como pretende "el pensamiento moderno más en voga", la crisis de Occidente "no tiene remedio y Europa seguirá perdiendo terreno".

En un importante discurso pronunciado en el Teatro Nacional ante políticos, académicos, intelectuales, empresarios y líderes religiosos dijo que la religión no está separada de la sociedad y que la conciencia es fundamental para una sociedad libre y justa.

Ante unos 50.000 jóvenes aseguró que Jesús "no es un embaucador" y les exhortó a no dejarse "desorientar" por las promesas atractivas de éxito fácil, de estilos de vida que privilegian la apariencia en detrimento de la interioridad.

Ante 400.000 personas que asistieron a la misa con la que celebró hoy el Encuentro Nacional de las Familias Católicas, pidió a las parejas de novios que no cedan a "esa mentalidad secularizada" que propone la convivencia como preparatoria, o incluso sustitutiva del matrimonio (parejas de hecho).

Asimismo denunció que en la sociedad actual el amor se reduce a la satisfacción de impulsos instintivos.

Benedicto XVI viajará en agosto próximo a Madrid, para presidir en la capital española la Jornada Mundial de la Juventud.

(Rd/Efe)