7.06.11

Obispo Solsona

 

Bruno Moreno ha realizado una magnífica entrevista al obispo de Solsona, Mons. Xavier Novell, que hemos publicado hoy en InfoCatólica. Y aunque toda ella no tiene desperdicio, hay un párrafo en concreto que es para enmarcar:

En tercer lugar, tolerancia cero con la actitud de contemporizar con personas que permiten e impulsan la secularización interna de la Iglesia. A mi juicio, eso nos ha hecho un daño impresionante. Para no enfrentarnos, para que el obispo sea simpático, para que el sacerdote tal no se ponga en contra, los laicos, quedar bien… La secularización interna en el sentido de gente que está en grupos de Iglesia que no tiene experiencia de encuentro con Cristo, que tiene una versión de fe muy contemporizadora. Hay que tener siempre mucha comprensión, ayudando a estas personas, pero no confiándoles responsabilidades de movimientos, de grupos, de parroquias ni de nada de eso, porque eso, entre otras cosas, es lo que ha hecho que nuestras parroquias decaigan de modo espectacular.

No recuerdo a ningún obispo español hablando de forma pública y tan clara sobre el cáncer de la secularización interna en la Iglesia. Reconoce que nos ha hecho mucho daño, advierte que no se puede contemporizar con sus causantes, de quienes dice que deben ser objeto de cuidado pastoral a la vez que se les aleja de cualquier tipo de responsabilidad eclesial.

Los que llevamos AÑOS denunciando eso nos sentimos reconfortados por las palabras del, a día de hoy, obispo más joven de España. Ahora bien, entre los contentos al ver a un prelado poniendo los puntos sobre las íes, me figuro a los miembros de Germinans germinabit. Y precisamente ellos son objeto de un ataque injusto, aunque no es el primero, por parte de Mons. Novell. Dice:

Es verdad que hay alguna plataforma anónima, cuyos objetivos son críticos por sistema contra determinados obispos. En Barcelona está clarísimo, Germinans Germinabit. Yo no leo esta página, pero existe y hay muchísima gente que la lee. Muchas veces la Delegada de Medios me dice “Ha salido en Germinans” y me pasa el papel. Hay como un pacto de silencio y no se puede pronunciar este nombre. Cuando una plataforma no tiene rostro, es anónima, y tiene esa intención a mi juicio tan destructiva de atacar sistemáticamente al Arzobispo de Barcelona y a sus adláteres, entonces creo que no es una fuente de información fidedigna.

Convendrán ustedes conmigo que atacar aquello que no se conoce no tiene mucho sentido. Si Mons. Novell leyera Germinans, vería que la razón de su existencia es precisamente denunciar la espantosa situación de la archidiócesis de Barcelona causada por la secularización interna. Un desastre que en gran parte se debe a que durante años se han situado en puestos de muy alta responsabilidad eclesial a los reponsables de esa securalización. Don Xavier lo dice generalizando. Germinans lo dice poniendo nombres y apellidos a lo que él denuncia como causa de un grave daño a la Iglesia en Barcelona y, de paso, en Cataluña. Y con eso presta un servicio espectacular a su iglesia local. Así que, lo sepa o no, le guste más o menos, el obispo de Solsona es un obispo germinante, que es el apodo que ya reciben en Cataluña los curas y parroquias que comparten el objetivo de revitalizar sus iglesias locales desde la fidelidad al Magisterio.

¿Comete Germinans errores en esa labor? Sin duda, ¿quién no? Que tire la primera piedra quien nunca se equivoca. Pero en la balanza pesa infinitamente más el bien que han hecho. Lo he dicho, lo digo y lo diré mil veces. Si Germinans no existiera, habría que inventarlo. Y de hecho, si se repitiera su formato en otras diócesis o provincias eclesiásticas, a la Iglesia le iría mucho mejor. Es más, no olvidemos que en la web y blog de Germinans no todo es crítica. Dan mucha información, que además es fiable. Y allí hemos leído y estamos leyendo series de artículos sobre liturgia, historia del último concilio, etc, que son para guardar. Dom Gregori Maria es una joya en ese sentido.

La acusación del anonimato es la más recurrente. Pero a los que, como un servidor, hemos conocido de primera mano los “deletéreos” intentos de acallar la voz de Germinans, sabemos muy bien que ese anonimato es un seguro de vida eclesial, sobre todo para los sacerdotes que forman parte del proyecto. No sé si lo harán ellos, pero yo algún día daré todos los detalles de las presiones y jugarretas llevadas a cabo para acallar la voz de aquellos que, simple y llanamente, no se quisieron quedar de brazos cruzados mientras su iglesia local se iba por el sumidero de la secularización progre-nacionalista. Quizás eso no lo puede decir un obispo como Mons. Novell. Germinans sí. Nosotros también.

Luis Fernando Pérez Bustamante