El presidente Goodluck Jonathan pide paz y unidad

Ataques de secta islámica causan graves daños en la Catedral de Maiduguri en Nigeria

 

«La Catedral de St. Patrick se ha visto seriamente dañada, con ventanas y puertas destruidas, el edificio entero ha sido sacudido desde sus cimientos por la violencia de la explosión« dice a Fides Mons. Oliver Dashe Doeme, Obispo de Maiduguri, al norte de Nigeria. El martes varias bombas estallaron cerca de la Catedral, en una serie de ataques que se atribuyen a la secta islámica »Boko Haram«.

09/06/11 8:22 AM


 

(Fides/InfoCatólica) Las explosiones se produjeron en poco después de que el gobernador de Borno, Kashim Shettima, visitase un edificio gubernamental situado muy cerca del templo. El balance de los atentados es de 14 muertos y 17 heridos graves. "La situación en Maiduguri es muy tensa", dice Mons. Doeme, recordando que sólo "hace dos semanas, otra iglesia católica fue blanco de un ataque con explosivos, así como una escuela secundaria”.

Boko Haram significa en lengua hausa "la educación occidental es un pecado". La secta ha sido responsable de varios ataques en el norte de Nigeria. Este grupo, que quiere que se extienda la aplicación de la ley islámica en Nigeria, ha estado llevando a cabo ataques casi diarios en Maiduguri y lugares cercanos durante los últimos meses. Sus objetivos han sido soldados, policías, funcionarios de prisiones y políticos, pero también líderes religiosos y tradicionales contrarios a su ideología. Esta semana, presuntos miembros de Boko Haram asesinaron a tiros en su casa de Biu (en el estado de Borno) al jeque Ibrahim Birkuti, un importante clérigo musulmán muy crítico con ese grupo armado.

El pasado 29 de mayo, durante la investidura de Goodluck Jonathan como presidente de Nigeria, tras su victoria en las elecciones por el 59% de los votos, tres artefactos explosivos artesanales provocaron diez muertos y veinte heridos cerca de la base militar de Bauchi. Los fallecidos eran todos civiles. Boko Haram es muy activa en el noroeste del país, sobre todo en los estados de Borno, Yobe y Bauchi.

La violencia se ha recrudecido por la reelección del presidente cristiano Goodluck Jonathan, en unas elecciones que los organismos internacionales han estimado como las más limpias y democráticas que se han realizado en el país. Pero los musulmanes afirman que un presidente musulmán tiene que ser elegido por respeto al acuerdo tácito de que los presidentes rotarán entre el sur cristiano del país y el norte musulmán.

Los incidentes, de carácter político pero también religioso, han costado la vida a unos 800 nigerianos . La mayoría de los ataques se produjeron en la zona norte del país, de mayoría musulmana. Iglesias, casas y posesiones de cristianos fueron quemadas en jornadas de violencia que las autoridades no supieron contener.

Durante su discurso de investidura, Jonathan hizo un llamamiento a la unidad de un país que, pese a su enorme riqueza, vive momentos difíciles. “Todos juntos vamos a unificar nuestra nación”, dijo, “y mejorar el nivel de vida de toda nuestra población, del norte al sur, del este al oeste. No dejaremos que nadie explote las diferencias religiosas o lingüísticas para enfrentarnos a unos contra otros”.