Documento del Foro “Calidad y Libertad de la Enseñanza” sobre el profesorado

“Nuestra sociedad no puede progresar si no valora adecuadamente a su profesorado”

El estudio concluye que hoy el profesor debe ser “mediador” del aprendizaje

Redacción, 09 de junio de 2011 a las 18:52

 

Javier Valle López, vicedecano de Ordenación Académica y Desarrollo de las Titulaciones de la Universidad Autónoma de Madrid; Juan Velarde Fuentes, presidente del Foro Calidad y Libertad de la Enseñanza; Juan Antonio Ojeda Ortiz, secretario general de Escuelas Católicas (FERE-CECA y EyG); y Ángel Miranda Regojo, relator del documento, han presentado hoy el último documento elaborado por el "Foro Calidad y Libertad de la Enseñanza", titulado "El Profesorado, clave de una educación de calidad".

En esta nueva publicación del Foro, promovido por Escuelas Católicas e integrado por un equipo de profesionales de la educación y la cultura, se aportan pistas operativas para que el reconocimiento social del profesorado de nuestros centros educativos se fundamente en la calidad y mejora continua de sus procesos de formación inicial y continua, y en el convencimiento de que trabajar por esa calidad es garantía de buenos resultados presentes y futuros para nuestros jóvenes.

Tras analizar la realidad del profesorado en España, el estudio concluye que éste es un elemento esencial de la calidad de cualquier sistema educativo y para ello es necesario que la Administración estatal y las autonómicas garanticen la calidad y el rigor de la formación inicial de nuestros maestros y profesores, velando, en particular, porque el practicum mejore notablemente la formación del futuro profesorado y favorezca la máxima rentabilidad de la experiencia del profesorado en ejercicio.

A todo ello se debe unir la "urgencia" de reforzar la imagen y consideración social del profesores y de negociar el Estatuto del Funcionario Docente que establezca vías y contenidos de una auténtica promoción profesional. En opinión de los autores del documento la mejora de la valoración social del profesorado es "condición indispensable" para aumentar la calidad educativa y promover la actualización y renovación vocacional de quienes ya están en ejercicio y de los futuros maestros. "Nuestra sociedad no puede progresar si no valora adecuadamente a quienes tienen la vocación y responsabilidad de educar a las jóvenes generaciones", se afirma.

No obstante, desde Foro se sugiere que recuperar la imagen social del docente pasa por el incremento de la visibilidad pública de la dimensión vocacional de su misión y de su trabajo educativo, que se facilitaría si en los procesos de selección, formación y evaluación de los candidatos a ser profesores fuéramos capaces de aplicar criterios basados en: mejores expedientes académicos, motivaciones personales y profesionales, disponibilidad de aprendizaje continuo, compromiso con querer ser "mejor profesor" cultivando hábitos de autoevaluación y de búsqueda permanente de la mejora continua, etc.

Del profesor instructor al profesor mediador del aprendizaje

Centrándose en la figura del profesor, y teniendo en cuenta la deriva europea de la educación en competencias básicas de los alumnos, se constata que se camina más hacia un "educador mediador" que, más allá de la mera comunicación o instrucción de los saberes, asume el papel de "proponer" y "acompañar" el aprendizaje de los alumnos. Deja de ser un "comunicador de información" para ser un "generador de conocimiento".

Asimismo, para mejorar los niveles de calidad personal y profesional del profesorado el estudio apunta a la conveniencia de que tanto durante la formación inicial, como durante la formación continua, se establezcan indicadores competenciales que pongan en evidencia capacidades y actitudes personales.

El documento extrae además algunos interrogantes que le parecen objeto de reflexión. Por ejemplo, los autores se preguntan cómo es posible que se ponga en crisis, casi de forma permanente, los criterios de calidad educativa o el buen quehacer de la gran mayoría de los educadores; por qué se aplican preconceptos negativos hacia los diferentes estamentos escolares; por qué la figura del maestro y del profesorado de los primeros niveles educativos carece de un prestigio social adecuado; cómo es posible que las familias que confían la educación de sus hijos a una escuela, en caso de conflicto, rechacen el proyecto educativo de ese centro que ellos eligieron; por qué existe una idea generalizada del poco trabajo del profesorado y de excesivas vacaciones; por qué la calidad de nuestra escuela es tan escasa que tiene que cambiar el sistema educativo cada siete u ocho años; por qué no se ve la escuela como un agente fundamental de construcción y transformación social...

Para dar respuesta a esos interrogantes el Foro propone:

• Estimular en las nuevas generaciones la opción por la misión y vocación docente.
• Hacer posible una formación competencial de nuestro profesorado abierta a la generación y gestión del conocimiento y a la mejora de calidad educativa de los centros.
• Tomar en serio y a fondo la renovación de los sistemas y de las estructuras de formación del profesorado de acuerdo con los nuevos modelos que inspiran las recomendaciones de las instituciones europeas y, en particular del proyecto "Europa 2020".
• Impulsar ámbitos de verdadera reforma en la articulación entre la teoría y la práctica de la carrera docente de nuestros futuros profesores o del profesorado novel.
• Comprometer a fondo, incluso con estímulos económicos adecuados, a los centros donde los futuros profesores realizan sus prácticas, de cara a la planificación, acompañamiento, desarrollo y evaluación de las mismas.
• Seleccionar, preparar y reconocer con ventajas laborales a los tutores-mentores que acompañan las prácticas en los centros.
• Establecer cauces de intercambio nacional e internacional de buenas prácticas en la formación y la mejora de la calidad del profesorado.
• Fomentar la creación y el dinamismo de redes de cooperación a la mejora de la formación y de la imagen social de los docentes con la participación de las Administraciones educativas, las universidades, los centros educativos y las diferentes fuerzas sociales.
• Aprovechar las enormes posibilidades y ventajas tecnológicas para crear redes virtuales y plataformas digitales que sean puntos de encuentro entre los centros de formación y los centros de prácticas, generadores de una comunidad virtual de aprendizaje.
• Promover acciones de mejora del tratamiento de la realidad escolar en los medios de comunicación en defensa de la calidad y libertad de enseñanza.
• Asumir, de una vez, que la mejora de la calidad de la educación de los ciudadanos basada en la excelencia personal profesional y social del profesorado nos permitirá transformar la situación de "crisis" que nos toca vivir en "oportunidades" de futuro.