Asociaciones piden que se retiren la Basílica y la Cruz

El ministro Jáuregui cree que la tumba de Francisco Franco es incompatible con el futuro del Valle de los Caídos

 

Los restos mortales de Francisco Franco podrían ser retirados de la Basílica del Valle de los Caídos, si la comisión de expertos lo propone. Lo anunció ayer el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, quien no ocultó que le «encantaría» que el traslado se hiciera efectivo antes de que terminara la legislatura. Las asociaciones de «recuperación de la Memoria Histórica» reclaman que se retiren también la Abadía benedictina y la Cruz de 150 metros que preside el monumento.

15/06/11 8:32 AM


 

(La Razón / ABC / Agencias) En declaraciones al programa de televisión Al rojo vivo, de La Sexta, Ramón Jáuregui aseguró que "probablemente sea incompatible desde la perspectiva de los expertos en el futuro del Valle y del uso sacro de la basílica" que Francisco Franco continúe enterrado allí. El ministro de la Presidencia añadió que "si esa recomendación se hiciera, tendríamos que negociar que los restos se depositaran en el panteón de El Pardo, que es donde está su viuda", Carmen Polo. 

Si los familiares de Franco se negaran, el Gobierno tomará la decisión, aunque es partidario de llevar a cabo el traslado previo acuerdo. De hecho, ya ha mantenido contactos "extraoficiales". A Jáuregui le «encantaría» que se hiciera efectivo antes del fin de la presente legislatura, porque "ya es hora" de que "un icono de la represión del nacional-catolicismo se convierta en un lugar para todos, de memoria reconciliada" para que "los españoles que fueron herederos de los republicanos puedan ir allí y, si quieren rezar, rezar".

La comisión que decidirá el futuro del Valle está presidida por Virgilio Zapatero y Pedro González-Trevijano. Los vocales son: los miembros del Consejo de Estado Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Amelia Valcárcel Bernardo de Quirós; los catedráticos Carme Molinero, Alicia Alted, Carmen Sanz y Ricard Vinyes; el profesor Manuel Reyes; el antropólogo social Francisco Ferrándiz, del CSIC, e Hilari Raguer i Suñer, historiador y monje de la Comunidad Benedictina de Montserrat.

La familia de Franco y el abad de la Basílica

La hija de Francisco Franco, Carmen Franco, se mostró ayer contraria a que los restos de su padre sean retirados del Valle de los Caídos y negó que el Gobierno se haya puesto en contacto con ellos para hablar del traslado. "Me parece mal, la opinión de la familia es que se quede allí, que es una basílica", explicó Carmen Franco, quien aseguró que la familia se ha enterado por la prensa de los planes del Gobierno.

En su primera misiva firmada como Yo, el Rey, Su Majestad solicitaba por escrito, en el año 1975, al Padre Abad de la Basílica que Franco fuera enterrado en el Valle de los Caídos. Fue la primera decisión real por decreto de Zarzuela

Según el artículo 16 de la Ley de Memoria Histórica, el Valle de los Caídos es considerado "lugar de culto y cementerio público". Por lo tanto, pese a las consideraciones de Jáuregui, el Ejecutivo necesitaría una autorización previa del abad de la Abadía de la Santa Cruz, Fray Anselmo Álvarez. "Nuestra decisión está supeditada a la de la familia", afirma el superior de la comunidad. La legislación establece que para exhumar cadáveres es necesaria la autorización familiar.

Asociaciones en defensa del Valle de los Caídos

Pablo Linares, presidente de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, criticó duramente las declaraciones de Jáuregui. "Me parece una falta de prudencia y de respeto. El Gobierno depende del Consejo de Expertos, que es un órgano consultivo, no ejecutivo. Exigimos que tenga para el Valle de los Caídos el mismo trato que tiene para con el edificio de Bellas Artes, en cuya checa si se asesinó y torturó. Nos veremos en los tribunales".

La Fundación Francisco Franco también presentaría una denuncia si el Gobierno procediera a la exhumación del cadáver de Franco. "Aquí hay un delito que es el de profanación", afirman desde la asociación. "Es un sepulcro de una Abadía Pontificia. La última palabra es del Abad y de la familia".

Ridao y Bono

Otros no consideran indispensable la autorización familiar. El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, se mostró ayer partidario de de exhumar los restos mortales "incluso independientemente de la opinión de la familia". Ridao señaló, además, la "conveniencia" de que también los restos de Primo de Rivera sean retirados para que el Valle de los Caídos "no sea un mausoleo".

El presidente del Congreso, José Bono, afirmó que el momento de luchar contra Franco, al que calificó de "autoritario y totalitario", acabó en 1975, cuando murió. "Que hagan lo que crean procedente", dijo, y añadió que habría que tratar a los vivos "de la manera más correcta posible" y a los muertos "con el tratamiento que la historia aconseja".

Asociaciones afines a la "recuperación de la Memoria Histórica"

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica espera que tanto los restos del dictador como los del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, "sean entregados a sus familiares para que dispongan de ellos como consideren oportuno". Así se ha expresado Emilio Silva, quien lamentó la incongruencia que supone el hecho de que "quienes defendieron la democracia se encuentren en fosas comunes y quienes la destruyeron en grandes mausoleos".

Sobre la complicada tarea de transformación el "gran símbolo del nacional catolicismo" en un lugar de memoria democrática se ha pronunciado José María Pedreño, presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria. Pedreño no cree que la solución pase por la reforma del recinto sino por la "desaparición" del mismo. "Dejar su destino en manos de expertos no conlleva una salida democrática ya que seguirá siendo un resto del fascismo y un lugar de peregrinación fascista", ha señalado, para después señalar las dificultades de cambiar los frescos de la basílica, "llenos de símbolos de falange y del carlismo".

Convertir el recinto en un lugar aconfesional que conserve el recuerdo de las víctimas es algo en lo que coinciden las asociaciones. Silva añade que el papel de la jerarquía de la iglesia católica en la dictadura "fue el de cooperador y encubridor de las violaciones de derechos humanos del régimen y no es comprensible que el Valle se conserve como lugar de culto católico". A juicio de Pedreño, el futuro del Valle pasa también por la retirada de todo lo religioso: "Mientras haya una basílica sagrada y una cruz que representa el nacional catolicismo el Valle de los Caídos mantendrá su carácter original".