Visitó la diócesis de San Marino-Montefeltro

Benedicto XVI pide respeto y protección de la familia «tal y como Dios la ha constituido»

 

Benedicto XVI recordó ayer que actualmente la institución familiar «es puesta en discusión» y no se le reconoce incluso «su valor irrenunciable», durante un discurso pronunciado ante las autoridades civiles y políticas de la República de San Marino. A los jóvenes, el Papa les explicó que las respuestas del mundo de hoy «pueden dar un momento de felicidad, de exaltación, de éxtasis, pero que no llevan a la verdadera alegría de vivir, aquella que nace de quien construye sobre la roca y no sobre la arena».

20/06/11 7:54 AM


 

(AnálisisDigital/InfoCatólica) Destacando que "los más débiles" son los que sufren "las consecuencias" de la crisis familiar, especialmente "las jóvenes generaciones, más vulnerables y por ello más expuestas a la desorientación" y "a la esclavitud de las dependencias", el Papa subrayó que la familia "tal y como Dios la ha constituido" es el principal sujeto "que puede favorecer un crecimiento armonioso y hacer madurar personas libres y responsables, formadas en los valores profundos y perennes".

Por esta razón, la Iglesia intenta que las legislaciones civiles "promuevan y tutelen siempre la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural" e insiste en que "se dé a la familia el debido reconocimiento y un apoyo real". En este sentido, el Papa recordó que la Iglesia debe respetar "la legítima autonomía que todo poder civil debe disfrutar" pero también "colaborar al servicio del hombre, en la defensa de sus derechos fundamentales que están inscritos en su propia naturaleza".

Además, Benedicto XVI aseguró que "gracias a la identidad cristiana se puede construir una sociedad atenta al verdadero bien de la persona humana, a su dignidad y libertad y capaz de salvaguardar el derecho de todo pueblo a vivir en paz". "Estos son los verdaderos principios de la sana laicidad, en cuyo interior deben actuar las instituciones civiles, en su defensa del bien común" ha afirmado el Pontífice.   

Después de pronunciar su discurso, saludó a los organizadores de esta visita y se dirigió a la Basílica de San Marino para venerar las reliquias del patrón de la República y, posteriormente, el Papa se dirigió a la ciudad italiana de Montefeltro para presidir un encuentro con más de 4.000 jóvenes pertenecientes a la diócesis de San Marino-Montefeltro (norteste de la península itálica) congregados en la Plaza de Victorio Emmanuel. 

Con los jóvenes en Montefeltro

Ante más de 4.000 jóvenes congregados en la Plaza de Victorio Emmanuel, el Pontífice ha recordado que "los datos científicos y los instrumentos tecnológicos no pueden sustituir el mundo de la vida, de los horizontes de significado y de libertad" así como "la riqueza de las relaciones de amistad y de amor". 

El Papa ha recordado también que "una de las ilusiones que se han producido en la historia" ha sido "pensar que el progreso técnico-científico, de forma absoluta, habría dado las respuestas y soluciones a todos los problemas de la humanidad". No obstante, el Pontífice ha asegurado que "nada ni nadie habría podido cancelar las preguntas sobre el significado de la vida, porque están inscritas en el alma humana y sobrepasan la esfera de las necesidades". 

Sin embargo, el Papa ha asegurado que "no se trata de despreciar el uso de la razón o de rechazar el progreso científico" sino "de entender que cualquiera de nosotros no está hecho sólo de una dimensión 'horizontal' sino que comprende también la dimensión vertical". 

En este sentido, ha invitado a los jóvenes a aprender "a reflexionar, a leer no de forma superficial, sino que en profundidad vuestra experiencia humana" y les ha asegurado que "descubriréis, con maravilla y alegría, que vuestro corazón es una ventana abierta al infinito".

Benedicto XVI ha recordado a los jóvenes que en Cristo "podéis encontrar la respuesta a las preguntas que acompañan vuestro camino" porque "el encuentro con Jesús no se resuelve en una adhesión a una doctrina o una filosofía" sino que "lo que Él os propone es compartir su propia vida". 

Tras rezar un padrenuestro con los jóvenes e impartir la bendición apostólica, el Papa ha saludado a algunos jóvenes y ha regresado al Vaticano en helicóptero.