Por querer cobrar los impuestos de los donativos que recibe la secta

El Tribunal de Estrasburgo dictamina que Francia ha violado los derechos religiosos de los Testigos de Jehová

 

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado que Francia violó los derechos religiosos de los Testigos de Jehová, al reclamar 57,5 ​​millones de euros en impuestos que la congregación cristiana asegura estar exenta de pagar. Francia, que considera a los Testigos de Jehová una secta peligrosa, le ordenó en 1999 a pagar los impuestos derivados de las donaciones que recibió entre 1993-1996 de sus miembros, alrededor de 250.000 en territorio galo.

01/07/11 1:46 PM


 

(Reuters) El tribunal, con sede en Estrasburgo, ha señalado que el pago de dichos impuestos privaría a los testigos de Jehová de la mayor parte de sus fondos en Francia, impidiendo a los seguidores los medios para ejercer su fe.

"Efectivamente, ha habido interferencia en el derecho a la libertad de religión del demandante", ha señalado el tribunal en su veredicto, al que Francia puede apelar.

El tribunal retrasa cualquier decisión sobre los daños, pidiendo a ambas partes intentar llegar a un acuerdo sobre una solución. La Iglesia denunció el caso ante el Tribunal Europeo después de que su recurso de apelación contra el fallo impuesto fuera rechazado por el máximo tribunal administrativo de Francia.

El Tribunal Europeo no se ha pronunciado sobre el estatus y la exención de impuestos de los Testigos de Jehová -algo para lo que no tiene competencias, según Francia-, y ha basado su fallo en lo que entiende como mala aplicación de la legislación fiscal francesa.

Problemas desde 1995

Fundados en EEUU en el siglo XIX, los Testigos de Jehová han funcionado desde el año 1900 como una asociación religiosa, si bien ha tenido problemas después de que una comisión parlamentaria declarase que era una secta en 1995.

París comenzó a vigilar las actividades de los grupos religiosos que considera sospechosos después de que los 16 miembros de la Orden del Templo Solar fueran hallados muertos en el sureste de Francia, en un aparente suicidio colectivo.

Los Testigos de Jehová, que no pueden participar en actividades políticas, en el reclutamiento militar ni aceptar transfusiones de sangre según sus reglas, insisten en que sólo quieren ser tratados por las autoridades de la misma manera que otras religiones cristianas.