En Barcelona, menos de la mitad de la población se considera católica

La mitad de los católicos españoles no acude nunca o casi nunca a Misa

 

InfoCatólica publica los datos de una encuesta realizada en España por Paix Liturgique sobre el catolicismo y la práctica religiosa. Según estos datos, casi dos de cada tres españoles se consideran católicos, pero sólo una cuarta parte de esos católicos participa regularmente en la Misa. Estos porcentajes varían geográficamente y, en general, son mucho más bajos en el noreste de España y en particular en Barcelona. Según los datos de la encuesta, creen más y asisten más a Misa las mujeres que los hombres. Dentro de unos días, haremos públicos los datos de la encuesta referentes a la opinión de los españoles sobre la forma extraordinaria del rito romano.

04/07/11 10:43 AM


 

(Bruno Moreno/InfoCatólica) InfoCatólica publica en exclusiva los datos de una nueva encuesta realizada en España por Paix Liturgique a través de la empresa IPSOS, con preguntas a 2.000 personas de todo el territorio nacional. Hoy se hacen públicos los datos sobre el catolicismo en España y sobre la práctica religiosa de los españoles. Dentro de una semana, revelaremos los datos de la segunda parte de la encuesta, dedicada al conocimiento y la opinión de los españoles sobre el Motu Proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI y la posibilidad de celebrar la Misa en latín y según el Misal anterior al Concilio Vaticano II.

A la pregunta “¿Se considera usted católico?”, respondió afirmativamente el 63,3% de los españoles, es decir, algo menos de dos de cada tres españoles. Esta respuesta afirmativa fue mucho más alta entre las mujeres, un 69,3% de las cuales se consideran católicas, en comparación con sólo un 57,1% de los varones. Por grupos de edad, el porcentaje de católicos es más bajo entre la población más joven, ya que sólo un 45,1% de los jóvenes entre 15 y 24 años afirman ser católicos.

Si consideramos los porcentajes obtenidos para esta misma pregunta otras naciones de Europa, España queda en bastante mal lugar en comparación con otros países tradicionalmente católicos. Portugal tiene un porcentaje de católicos ligeramente superior al de España (un 66%), mientras que en Italia se declaran católicos casi cuatro de cada cinco italianos (el 78%). Sólo Francia, tras más de dos siglos de laicismo, obtiene un resultado peor que el de España, puesto que en el país galo se declara católica poco más de la mitad de la población (el 56%). En los países tradicionalmente protestantes o sólo parcialmente católicos, las cifras de personas que se consideran católicas son, como es lógico, menores: un 36% en Suiza, un 24% en Alemania y un 13% en el Reino Unido.

En cuanto a los resultados desglosados por zonas geográficas, cabe destacar que, en Barcelona, se ha cruzado una frontera psicológica. Por primera vez, más de la mitad de los encuestados (el 50,5%) afirma no ser católico, mientras que se reconocen como católicos algo menos de la mitad (el 49,5%). En Madrid, la otra gran ciudad con datos separados, el porcentaje de personas que se consideran católicas es del 57,1%, es decir, un porcentaje significativamente superior, aunque por debajo de la media española. Resulta difícil no sacar conclusiones sobre el efecto que el nacionalismo y el liberalismo doctrinal, tan presentes en muchos clérigos catalanes, hayan podido tener en la fe de los barceloneses.

Otra de las preguntas de la encuesta se refiere al porcentaje de practicantes entre las personas que se declaran católicas en la primera respuesta. Como es habitual, se ha elegido una pregunta sobre la asistencia a Misa para determinar si una persona es practicante o no. Resulta evidente que este hecho, en solitario, no es absolutamente determinante, pero puede dar una idea general de la cuestión. En España, la cuarta parte de los católicos, el 25,2%, asiste regularmente a Misa, mientras que el 24,9% sólo lo hace en solemnidades especiales. De entre los que participan regularmente en la Eucaristía, el 13,9 por ciento lo hace al menos una vez a la semana y el 11,3% entre una y tres veces al mes.

Por zonas geográficas, en Madrid asiste a Misa regularmente el 28,4% de los católicos, por encima de la media española, mientras que en Barcelona sólo lo hacen el 15,7%. Cabe destacar que la zona centro de España muestra un alto porcentaje de asistencia regular a Misa, pues un 44,9% de los católicos participan en ella al menos una vez al mes. Por edades, la menor asistencia regular no se da entre los jóvenes católicos de 15-24 años (con un 20,8%), sino entre los “menos jóvenes”, de 25-34 años (con un 17%).

Casi la mitad de los católicos, el 49,9% no participa nunca o casi nunca en la Misa. Este dato es más alto para los hombres, un 53,7% y algo más bajo para las mujeres, un 46,7%. En Madrid, son más los que nunca o casi nunca participan en la Eucaristía, un 61,4%. En Barcelona, el porcentaje de los que nunca o casi nunca van a Misa es menor que en Madrid, un 55,7%, dato influido por el altísimo porcentaje de aquellos que sólo van a Misa en las fiestas más importantes (un 28,7%, casi el triple que en Madrid). En el Noreste de España en general, el porcentaje de los que no asisten nunca o casi nunca a Misa es aún mayor, con un 61,9%.

Si comparamos estos datos con los de otros países, lo primero que llama la atención es que, en Italia, asisten a Misa al menos mensualmente un impresionante 51% de los católicos. A gran distancia de Italia, en el Reino Unido el 32% de los católicos asisten regularmente a la Eucaristía, un porcentaje significativamente superior al 25% de España. El porcentaje en Francia y en Portugal es el mismo, un 19%, algo inferior al 20% de Suiza. En Alemania, sólo el 10% de los católicos asiste a Misa regularmente, sin duda un fruto del liberalismo teológico y doctrinal.

En conjunto, son datos que deberían hacer pensar a la Iglesia en España, porque ignorar la realidad no lleva a nada bueno. Cada vez es más evidente la necesidad de la nueva evangelización de Europa en general y de España en particular. España sigue siendo mayoritariamente católica, pero esa mayoría es, en buena parte, teórica y con pocos resultados prácticos. Convendría también sacar conclusiones sobre las grandes diferencias en las cifras de creyentes y de católicos practicantes entre las diversas zonas geográficas.