7.07.11

John Corapi, el perro que vuelve a su vómito

A las 12:12 PM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad

 

El mundo de la blogosfera católica de EE.UU lleva unas semanas en estado de conmoción ante lo que está ocurriendo con el P. John Corapi, sacerdote mediático que se hizo famoso, entre otras cosas, por su impactante testimonio de conversión. Todo indicaba que estábamos ante una vida tocada y transformada por la gracia de Dios, que encarnaba a la perfección aquello que dice la Escritura en Efesios 5,8: “Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor“.

Es por ello que cuando se hizo público que una mujer que trabajó para él le había acusado de inmoralidad sexual, muchos pensamos que era el típico caso de persona despechada por haber sido despedida que intenta hundir la credibilidad de su ex-jefe. El sacerdote negó las acusaciones, pero su obispo le ordenó abandonar su ministerio público mientras se sustanciaba la cuestión.

Hace unos días el propio Corapi anunció que dejaba el sacerdocio mediante un escrito que estaba lleno de quejas sobre la manera en que se estaba conduciendo su expediente dentro de la propia Iglesia. Decía que no se respetaba la presunción de inocencia, que no se le permitía tener acceso al contenido exacto de las acusaciones para poder preparar su defensa, etc.

Sin embargo, la Society of Our Lady of the Most Holy Trinity (SOLT), congregación a la que pertenecía Corapi, hizo público hace dos días un comunicado demoledor en el que da todo tipo de detalles sobre la actuación del sacerdote. Lo que más llama la atención es que ofreció 100.000 dólares a la mujer que le ha acusado para que guarde silencio. Ese dato, por sí solo, es lo suficientemente significativo como para que todos se hagan una idea de por dónde van las cosas. A eso hay que añadir que el comunicado asegura que este hombre ha llevado y lleva una vida de inmoralidad sexual, consumo de alcohol y drogas e incremento patrimonial incompatible con el voto de pobreza que hacen todos los miembros de la SOLT. La lista de propiedades de John Corapi impresiona.

Si todo esto se confirma, y la nota de la SOLT creo que ha servido para dejar las cosas en su sitio, estamos ante una persona, John Corapi, que ha engañado a todos durante los últimos años. Yo sólo tengo una duda. ¿Hubo una conversión real o todo fue una representación teatral desde el principio? Me inclino a pensar que John Corapi sí fue tocado por la gracia de Dios. Creo que el Señor le sacó de la vida de pecado y le puso en el camino de la salvación y de la verdad. Creo incluso que el testimonio de Corapi ha sido fuente de gracia para otras vidas. Pero al mismo tiempo, vuelvo a señalar que la Escritura describe perfectamente lo que ha ocurrido con esta alma:

Porque si, después de haberse alejado de la impureza del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se enredan nuevamente en ella y son vencidos, su postrera situación resulta peor que la primera. Pues más les hubiera valido no haber conocido el camino de la justicia que, una vez conocido, volverse atrás del santo precepto que les fue transmitido. Les ha sucedido lo de aquel proverbio tan cierto: “el perro vuelve a su vómito” y “la puerca lavada, a revolcarse en el cieno".
2ª Pedro 2,20-22

Sirva su anti-testimonio como un aviso para todos aquellos que creen que el camino de la salvación no tiene vuelta atrás. Sirva de aviso para aquellos sacerdotes -vale igual para los seglares- que se lanzan al estrellato mediático sin tener en cuenta que eso les convierte en claro objetivo del enemigo de nuestras almas. Sin gracia nadie puede resistir el pecado, pero si el pecado puede convertirse en un escándalo para la Iglesia, demos por seguro que las tentanciones serán mucho mayores. Eso sólo se puede combatir desde una vida de oración, penitencia y cruz. No es fácil vivir así cuando los focos, las cámaras y los micrófonos te rodean, pero lo que para el hombre es imposible, Dios, en su gracia, lo hace posible.

No quiero acabar este artículo sin dejar de pedir una oración por este hombre. Mientras viva podrá arrepentirse de todos sus pecados. Obviamente jamás podrá volver a ejercer el ministerio sacerdotal de forma pública. Pero, ¿qué es eso si se compara con la pérdida de la salvación? Que Dios se apiade de su alma y le abra la puerta al arrepentimiento y el perdón.

Luis Fernando Pérez Bustamante