12.07.11

¿Es que esto no da asco?

A las 12:18 AM, por Eleuterio
Categorías : General
 

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Cuando entré en Redes Cristianas para ver qué se cocía en tan perturbadora página leí algo que, francamente tengo que decirlo, no me podía creer. No es que fuera nada extraño en tal nido supuestamente religioso sino que, me parecía, me parece, que habían llegado demasiado lejos.

Han vuelto, vuelven, por donde suelen cuando tienen que poner en solfa a Benedicto XVI. Ahora ha tocado, otra vez digo, la Jornada Mundial de la Juventud de la que queda poco más de un mes para que se celebre porque, a pesar de muchos, será una celebración de fe.

La cosa tiene poca explicación y, en realidad, no hay por dónde cogerla. Ver lo que son capaces de hacer unas personas que se dicen católicas es para quedarse con la boca abierta y, luego, pensar acerca de la estulticia a la que pueden llegar algunos.

Ahí va el título del engendro: “Manifestación ante la visita papal el 17 de agosto en Madrid a las 20 horas”. Y el subtítulo o aclaración: “Madrid Laico-Europa Laica, Redes Cristianas y 62 organizaciones más al 5/7/201”.

Luego, claro, viene el texto del, digamos, manifiesto de la manifestación incordiante: “Pese a las fechas se anima a participar en la MANIFESTACIÓN a todos los que están contra esta forma de visitar un país a costa de los impuestos de toda la ciudadanía, como si se tratase de un Jefe de Estado, que se permite injerencias en los asuntos internos y políticos de nuestro país, que llega con toda clase de boato en tiempos de crisis,… Utilizando los centros públicos como albergues gratuitos para quienes vengan a verlo,….

100 millones de euros que costean grandes empresas, el Estado, la administración autonómica y local.

Si quiere venir que venga costeado por sus fieles".

Ahora resulta que Benedicto XVI no es un Jefe de Estado cuando, al parecer, sí lo es: del Estado Vaticano. Por ahí fallan que, para empezar no está nada mal.

Ahora resulta que Benedicto XVI viene a España a entrometerse en los “asuntos internos y políticos”. Esto es muy propio de ciegos voluntarios y de aquellos que tratan de sacar de donde no hay.

Ahora resulta que Benedicto XVI, Vicario de Cristo en la Tierra, tiene que viajar como si fuera un pobre andrajoso para demostrar que cree en Dios. Y esto no es más que pura y asqueante demagogia.

Ahora resulta que los fieles han de hacerse cargo de los gastos que ocasiona el viaje de Benedicto XVI a España. Supongo que se referirán a los gastos que puedan hacer las instituciones públicas porque las empresas privadas que participan lo hacen porque les da la gana y con su dinero. Y, sin embargo, decir esto supone manifestar una gran ignorancia porque son fieles católicos (mayoría aplastante de españoles y, por lo tanto, de contribuyentes a las arcas públicas) los que, en efecto, sufragan el gasto que ocasiona cuando, además, es mucho más alto el beneficio que conlleva una visita como la de un Papa y, más aún, hoy día. Pero esto es como cuando se dice que el Estado entrega dinero a la Iglesia católica y se calla el que deja de gastar el mismo por la labor que hace la misma. Pura, también, demagogia.

Y, sobre esto, a mí me gustaría que, por lo mismo, los fieles católicos no tuviéramos que sufragar todas las mamarrachadas (subvenciones a gays, lesbianas, pagos de abortos, educación para la borreguería, etc.) que también salen de las arcas públicas. Seguro que son muchos, muchos pero que muchos más millones de euros.

En fin… no hay más que ver qué tipo de asociaciones se adhieren a tan “justa” causa: ateos, socialistas, partidarios de la República (que en España ya sabemos lo qué quiere decir), Izquierda Unida, etc. Es decir, lo mejor de cada casa… de Satanás.

Por cierto, yo no sé si van a hacer, los tales manifestantes, lo mismo que hicieron en Valencia, en 2006 ante la visita de Benedicto XVI por el tema de la familia, unos individuos que, en bicicleta y como su madre los había traído al mundo (pero bastante más creciditos y creciditas) se pasearon por las calles de la capital de la Comunidad Valenciana. Y esto lo digo porque fui testigo directo del paseo escasamente pudoroso de aquellas personas que, más que otra cosa, produjeron risa entre aquellos que íbamos al lugar del encuentro con el Santo Padre. A lo mejor la cosa no llega a tanto porque muchos de los que se adhieren a la manifestación aquí traída seguro que están entrados en años y no me los imagino de según qué forma.

Aunque, de verdad, no estaría mal la idea. Así, dejarían al desnudo sus verdaderos ideales.

Y lo peor es que muchos de estos se dicen cristianos e, incluso, católicos. ¡Tururú!

Eleuterio Fernández Guzmán