18.07.11

Joven satánico asesina a su madre en un rito en Venezuela

A las 10:50 AM, por Luis Santamaría
Categorías : Satanismo

 

Según informa Noticia al Día, nuevas revelaciones surgieron sobre las razones que llevaron al joven venezolano Ahzby Mercado Rangel (de 22 años), a asesinar a su madre, en Maracaibo, capital del Estado de Zulia. El muchacho se había sumergido en el mundo de las drogas y comenzó a rodearse de amigos con atracciones hacía el oscuro mundo del satanismo. Sus nuevas amistades lo habrían inducido a practicar extraños ritos bajo estridentes sonidos de rock, dijo un pariente del homicida.

Ahzby habría actuado violentamente en contra de su madre por una discusión pero según reveló una fuente a Noticia al Día desde días antes del asesinato venía planificando hacerle daño a su progenitora, y habría escrito junto a una amiga la forma en la que la iba a matar.

El comisario Marcos Vivas, jefe del CICPC-Zulia, aseguró al diario que el joven le hizo tres perforaciones en la cabeza a su madre con un taladro. Familiares de la víctima, María Ismelda Rangel de Mercado, una comerciante del mercado Las Playitas, habrían asegurado que su hijo le hizo una especie de cruz invertida en la barbilla y otra en la sien, acción propia de quienes se inician en estos grupos satánicos.

La mujer fue hallada por su esposo e hija en toda la mitad del patio trasero techado de la vivienda y, cerca del cadáver, estaba el taladro aún destilando sangre, un cuchillo rudimentario partido en el mango y trozos de madera con la que presumen golpeó salvajemente a su madre.

Una fuente policial indicó que este crimen ocurrido a eso de las siete de la noche del pasado 2 de julio en la avenida 56 del barrio La Vanega (Maracaibo), específicamente en el segundo piso de la residencia donde habitaba Ahzby, sus padres y su hermana Chery, de 19 años, y que el mismo parecer formar parte de esas prácticas de ritos satánicos impulsados por grupos adictos a las drogas y con desequilibrios de personalidad.

Aunque el joven, llamado roquero por algunos vecinos por su extraña forma de vestir, llevaba una vida sin incidentes violentos, generalmente discutía con su madre porque ésta ejercía mayor autoridad sobre él. Ese día todo comenzó cuando María escuchaba su acostumbrada música cristiana y él la opacó con rock metálico al exagerado volumen que él acostumbraba a colocar el equipo de sonido.

El pasado 4 de julio, mientras sepultaban a María Ismelda en el cementerio La Chinita, reos del retén El Marite intentaron matar a Ahzby Mercado, pero lo salvó el personal de seguridad. La furia de los internos surgió después que el joven dijera que había asesinado a su madre por un mandato de Satanás. El detenido luego decía incoherencias y cambiaba de postura como si se tratase de un demente.

El 3 de julio el tribunal séptimo de control lo privó de libertad por el delito de homicidio calificado y al parecer habría ordenado se le practicaran pruebas toxicológicas, para determinar su adicción a las drogas, y exámenes psiquiátricos.

El horrendo crimen pareciera haberse producido bajo el mismo guión de la muerte de Mirian Padrón Vidal, asesinada por su hijo de 15 años, Nelson Castro, el 11 de agosto de 2005. El adolescente mató de varias cuchilladas a su madre y a la joven estudiante Lisseth Quintero. El doble homicidio se produjo en el apartamento 2A del edificio Tacarica, ubicado en una exclusiva zona de Maracaibo.

En esa oportunidad los investigadores policiales encontraron evidencias de que “Nelsito”, como se le llamaba al adolescente, practicó una serie de ritos satánicos antes de cometer los asesinatos.

Qué fue lo que pasó

Algunos vecinos, bajo la petición de permanecer en anonimato, contaron lo poco que sabían del trágico hecho. Lo ha contado el mismo diario, y lo reproducimos a continuación para saber cómo se desarrolló el suceso.

- Alrededor de la 1 de la tarde del 2 de julio, Ismelda escuchaba música cristiana, pues era su favorita, ya que era evangélica, cuando se escuchó una discusión con su hijo Ahzby. No había más nadie en la vivienda, sólo ellos dos. Una hora después, Ahzby quitó la música evangélica y puso lo que acostumbraba a escuchar desde que entró en la adolescencia: Heavy metal. Al parecer, según indicó uno de los habitantes, el estridente sonido era de la banda británica Iron Maiden y de la norteamericana Metallica, y se oía incluso a tres casas del sitio.

- A las 3 de la tarde el silencio reinó en el lugar. No se escuchó más nada, ni gritos por la discusión ni música.

- A las 5 llegaron Gilberto y su hija, de quien se oyó a viva voz: “¡La mató, papá, la mató!”, después de que siguieran un charco de sangre que los condujo hasta el cadáver de Ismelda, quien yacía, presuntamente, en la sala de la casa de dos pisos. A un lado estaba sentado Ahzby “como en estado de shock, ido de la realidad, sin llorar”, dijo un vecino que entró en la residencia al momento del hallazgo.

El joven que cometió el parricidio, entre las 3 y 5 de la tarde, nunca trató de escapar del lugar ni opuso resistencia después de que llegara a las 7 de la noche la Policía Científica, que fue avisada por una comisión del Cuerpo de Policía del Estado Zulia (Cpez) que resguardaba el lugar.

En la escena del crimen, los detectives recolectaron trozos de madera con sangre, por lo que presumen que la golpeó con un palo, y un taladro ensangrentado, al cual le realizan pruebas para comprobar si fue usado también para matar a Ismelda, cuyo cuerpo presentó varios hematomas y múltiples heridas punzopenatrantes efectuadas con un cuchillo.

La noticia de que el joven había matado a su madre corrió como pólvora por el barrio, y en poco tiempo llegaron unas 30 “lacras” —según los calificaron los vecinos— para lincharlo, pero varios habitantes, al igual que los oficiales del Cpez, se opusieron y lograron controlar la situación.

Una familia unida

Quienes declararon ante los medios aseguraron que la familia estaba muy unida, y nunca se les pasó por la mente que algo así pudiese ocurrir. Moradores de la zona dijeron que Ahzby era “rockero, siempre vestía de negro, con cadenas, y en algunas ocasiones lo vieron hablando solo”. Sin embargo, “no era callejero, y aunque no hablaba mucho, siempre saludaba a todos, y trabajaba con su padre y madre en el local de venta de ropa que tienen en Las Playitas”. Además, estudiaba en Urbe.

A Ismelda la describieron como una “mujer bondadosa, amable, cristiana, siempre, junto a esposo también cristiano, a la iglesias evangélicas La Cruz o a Un Solo Jesús”. Sobre Gilberto contaron que se crió “en La Vanega, pues tiene más de 45 años en el barrio, es comerciante y tiene un local de ropa en Las Playitas”. Desde hace un año están vendiendo la casa para irse a vivir en una granja que poseen en Okinawa, pero no han conseguido compradores. Los cuatro “siempre andaban juntos, eran muy unidos”.

La Policía Científica informó de que Ahzby, después de que le hicieran exámenes de sangre y orina, fue trasladado al Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas “El Marite”, donde permanece recluido.

El Diablo le pidió que la matara

Los investigadores le preguntaban una y otra vez: “¿por qué mataste a tu madre?”, y él repetía: “porque una voz del más allá me habló y me ordenó que lo hiciera. Mi Dios me habló y me pidió que la matara”. Lo cuenta María Teresa Luengo en el diario El Universal.

“Esto tiene que ser obra del demonio”, exclamaban vecinos, mientras la policía ingresaba en la casa y resguardaba el área, tras el hallazgo del cadáver. Las averiguaciones del Cicpc indican que el muchacho atacó a su madre a golpes y la agredió con palos y tacos de madera. Después tomó un cuchillo con el que le destrozó el pecho y la cara a puñaladas, luego con un taladro le causó otras heridas en la cabeza como si fuese una cruz. Primero le perforó de la cabeza al mentón y después en la sien, lo que hace suponer que es uno de los ritos por parte de quienes se inician en el culto al satanismo.

La escena era terrible y “no se entiende tanta crueldad”, refiere José Vásquez, quien vive a pocas casas de donde ocurrió el hecho. Tras conocerse la noticia, un grupo trató de linchar al joven cuando los policías se lo llevaban detenido. Al llegar al retén, todo se complicó aún más para Ahzby. Su conducta agresiva obligó a que durante los primeros días lo mantuvieran esposado. Para presentarlo ante el Tribunal 7 de Control fue necesario reforzar la seguridad porque trató de escaparse. El Ministerio Público solicitó pruebas psicológicas y toxicológicas para determinar si estaba bajo efectos de alguna sustancia cuando cometió el crimen.

En la sede de Medicina Forense, sólo oraba y cantaba como si estuviese en la iglesia evangélica a donde su mamá trataba de llevarlo todas las semanas, a lo cual se negaba y era una de las causas por las que discutía con ella. Allí comentó que estaba arrepentido, pero después se reía.

La comisaria Odalis Caldera, secretaria de Seguridad del Zulia, dijo que aunque ha bajado un poco su conducta violenta sigue aislado, porque este recinto fue creado con capacidad para 600 reclusos, actualmente hay 1.597 y es muy confuso el estado mental del joven, como para ingresarlo a un pabellón.

Aclaró que no han recibido denuncias de alguna secta satánica o grupo dedicado a cometer delitos. Reiteró que los casos de violencia se han incrementado porque antes había temor a denunciar.

Funcionarios del retén también esperan resultados para conocer sus cambios de personalidad y el comportamiento violento del joven. Aparentemente, una de las causas por las que un grupo de presos trató de arremeter contra el muchacho, es porque repetía que había asesinado a su madre por un mandato de Satanás, hablaba incoherencias y actuaba como un demente.

En el barrio la mayoría refiere que era una familia muy tranquila. Hay quienes comentaron sobre una secta denominada “Amigos de Lucifer” que ha usado redes sociales para captar jóvenes, pero esto no ha sido confirmado ni negado por los investigadores del caso. La casa tiene ya un aviso de venta, desde el día del crimen está sola y los vecinos aseguran que de noche se escuchan gritos y ruidos. Hay miedo por lo que consideran “energía maligna”.

Del joven poco se sabe; era introvertido. Siempre andaba con ropa negra, era fanático del rock, no le conocían novia, estudiaba Diseño y se dedicaba a la venta de ropa en el mercado Las Playitas, donde ayudaba a su padre. Una familia de clase media respetada en el sector.