La vida de Ratzinger, en cómic manga

"Nunca imaginé que llegaría a ser Papa"

Se levanta a las cinco y trabaja 17 horas diarias

Redacción, 08 de agosto de 2011 a las 13:57

 

Benedicto XVI "afirma" que trabaja 17 horas diarias, según un cómic distribuido por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2011, que se celebrará en Madrid del 16 al 21 de este mes de agosto. Fuentes de la JMJ han afirmado a Servimedia que los cómics serán distribuidos fundamentalmente en los lugares donde se van a alojar los peregrinos que acudan a este evento religioso.

El cómic, titulado "Habemus Papam!" y con estética "manga", cuenta con una tirada de 300.000 ejemplares, la mitad de ellos editados en castellano y la otra mitad, en inglés. La publicación narra detalles de la vida cotidiana de Benedicto XVI desde que fuera elegido Papa el 19 de abril de 2005.

El cómic, narrado en primera persona por el Pontífice, comienza con escenas de Juan Pablo II y de Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) cuando éste estaba al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

"Nunca imaginé que llegaría a ser Papa", afirma Benedicto XVI, quien recalca en una conversación con Juan Pablo II que deseaba jubilarse a los 75 años para escribir libros y difundir así "la Verdad de Cristo a otros".

A la muerte de Juan Pablo II, el cómic muestra a Ratzinger en el cónclave de elección de nuevo Papa suplicando que no quería estar al frente del Vaticano.
Posteriormente, la publicación se adentra en la vida cotidiana de Benedicto XVI. Así, se levanta a las 05.00 horas, celebra una misa dos horas después en su capilla privada, desayuna, lee la correspondencia y la prensa, trabaja en sus escritos y estudia los asuntos del día a día.

Dirigir el Angelus, almorzar, acudir a la Sala de Audiencias y recibir a invitados de todo el mundo son otros de los cometidos del Papa, que, "después de trabajar 17 horas", ve la televisión y tiene "un breve rato para oxigenarme tocando el piano".
El cómic narra después sus experiencias en las Jornadas Mundiales de la Juventud celebradas en Colonia (Alemania) en 2005 y en Sidney (Australia) en 2008.

(Rd/Servimedia)