Católicos
16/08/2011

La basílica del Valle de los Caídos ha multiplicado por dos el número de asistentes a la misa dominical desde la reapertura

La abadía de la Santa Cruz, en el Valle de los Caídos, ha duplicado el número de asistentes a la misa de los domingos, en comparación con los datos del año anterior. Y una de las causas principales ha sido el cierre que sufrió la basílica así como las amenazas que ha recibido todo el complejo.


 

El cierre al culto durante un año se justificó en su día oficiosamente diciendo que había que proceder a unas supuestas reparaciones. También se argumentó que existían riesgos de desprendimiento de piezas de la efigie de la Piedad que preside la entrada principal de la basílica.

Según han confirmado a 'Religión Confidencial' fuentes cercanas a la comunidad de benedictinos, los feligreses muestran su respeto y su amor por este monumento acudiendo a las misas del domingo, pero también por medio de las numerosas cartas de apoyo que ha ido recibiendo la comunidad.

Mientras la abadía se encontraba cerrada por obras, la comunidad benedictina no quiso dejar de oficiar la misa de los domingos y optó por celebrarlas al aire libre.

Una vez que han vuelto a abrirse las puertas, más de dos mil personas suelen congregarse los domingos para oír misa en la abadía del Valle de los Caídos. Igualmente, los solemnes oficios de la pasada Semana Santa tuvieron una elevada cifra de asistentes y fueron retransmitidos por una televisión de ámbito nacional.