JMJ MADRID 2011

El Papa ya está en Madrid

Jóvenes de todo el mundo esperan la llegada del Papamóvil

 

Madrid, 18 de agosto de 2011. A pesar de no estar viendo a Benedicto XVI, su inminente llegada se palpa en el ambiente festivo que se respira por las calles de Madrid, por donde pasará el Papamóvil. Riadas de jóvenes inundan las inmediaciones de la Calle Príncipe de Vergara y de la Avenida de América, parte del recorrido de llegada del Santo Padre.

1-_Expectantes_ante_la_prxima_llegada_del_Papamvil

Las calles son como una paleta de colores gracias a las banderas procedentes de todos los países del mundo, desde Estados Unidos hasta Corea, pasando por Polonia y llegando a Kenia. Además, los edificios participan también de esta policromía pues están decorados y ambientados para la ocasión con multitud de pancartas de todos los colores y con miles de mensajes.

Entre toda la multitud nos encontramos con Arséne, un joven peregrino de Burkina Fasso que afirma que “tiene los nervios a flor de piel por ver al Papa,  es la primera vez que lo va a ver y confía en que solo el verlo le transforme y de fuerzas para seguir adelante con su fe allá en África”.

¡Esta es la juventud del Papa!

2-_Las_calles_abarrotadas_de_gente_esperando_el_Papamvil

A pesar de la espera y la lluvia intermitente, los jóvenes no amainan la fuerza de sus cantos y bailes. Hoy, los lemas más escuchados son “Ésta es la juventud del Papa” y “Benedicto amigo, España está contigo”, muestra de que “los jóvenes españoles y de todo el mundo tienen fe y esperan en Cristo, la fe está viva” tal y como afirma Cristina Muñoz, una joven voluntaria que participa por primera vez en una Jornada Mundial de la Juventud.

La máxima emoción llega cuando pasa el Santo Padre, cuando los peregrinos, que llevan horas esperando, se abalanzan sobre las vallas para poder saludarlo y gritar su nombre. Conforme pasa el Papamóvil miles de globos de los colores de la bandera Vaticana dan vida al recorrido, así como el pasamanos de banderas que va pasando entre todos los peregrinos, aumentando la alegría e ilusión que se respira.

Con la llegada del Santo Padre, Madrid se convierte en la sede mundial del mundo joven y la fe católica.