24.08.11

Legión de Cristo: un año de reforma (I)

A las 5:10 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Legionarios de Cristo
 

El pasado mes de julio y antes de la avalancha que significó la Jornada Mundial de la Juventud apenas concluida, algunos hechos significativos tuvieron lugar al interior de la congregación de los Legionarios de Cristo. El más importante: la salida del vicario general Luis Garza Medina de su puesto. Uno de los cambios más sustanciales tras el primer año de trabajo del delegado pontificio Velasio De Paolis.

Sobre la labor del purpurado existen posiciones diversas, dentro y fuera de la Legión. Para algunos ha realizado “maniobras inteligentes” de cara a la supervivencia del instituto religioso, para otros ha sido lento y demasiado condescendiente con la cúpula heredada desde tiempos de Marcial Macial Degollado pero aún en funciones.

El mismo De Paolis se quejó, durante una conferencia ante legionarios en Roma el 2 de julio, que los “disidentes” en la congregación son incapaces de ver los cambios y para ellos todo es negativo. Efectivamente, en este primer año de reforma, diversas cosas se han modificado. Para los críticos no es suficiente, pero las decisiones ahí están. Para referir sobre este tema y en respeto al derecho de réplica publicamos, en dos partes, el siguiente artículo. El debate está abierto.

Legionarios, un año con Delegado Pontificio. ¿Se ha hecho algo realmente?
Jorge Enrique Mújica, LC

Ha pasado un año desde el nombramiento por parte del Papa de un Delegado Pontificio para los Legionarios de Cristo. ¿Se ha hecho algo en estos doce meses? Este texto de análisis responde a esa interrogante de modo sistemático-cronológico.

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Aunque la carta oficial está datado el 16 de junio de 2010, fue un mes después, el 9 de julio, cuando la Santa Sede hizo publicó el nombramiento del hoy cardenal Velasio De Paolis, presidente de la Prefectura para los Asuntos económicos de la Santa Sede, como Delegado Pontificio para los Legionarios de Cristo. La determinación llegaba pocas semanas después de la conclusión de la visita apostólica que el Papa Benedicto XVI mandó para la congregación y que se realizó del 15 de julio de 2009 a marzo de 2010. El 1 de mayo de 2010, después de una reunión en Roma de los visitadores, la oficina de prensa de la Santa Sede publicó un comunicado (se puede consultar íntegro en el siguiente enlace).

La carta con la que Benedicto XVI nombraba al ahora cardenal De Paolis su delegado especificaba su función esencial y meta de trabajo: gobernar en su nombre a la Legión de Cristo «durante el tiempo que sea necesario para completar el camino de renovación y conducirlo a la celebración de un Capítulo General extraordinario, que tendrá como fin llevar a término la revisión de las Constituciones» (sic).

Es del 9 de julio de 2011 el decreto oficial del cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de Su Santidad, en el cual quedan especificadas las modalidades y precisiones con las que el Delegado Pontificio deberá ejercer su papel. Es ese decreto el que indica por primera vez que el cardenal De Paolis contará con cuatro consejeros personales que lo asistirán «en la realización de su trabajo, según las circunstancias y sus posibilidades y que pueden ser encargados para tareas específicas […]» (cf. Decreto del Secretario de Estado, II, 6). El número 7 de la misma segunda parte del decreto refiere otro punto importante: «Si en alguna ocasión se revelase la necesidad de estudiar y profundizar determinados temas, sea de personas o de cosas, el Delegado Pontificio podrá constituir comisiones de estudio con personal interno de la congregación de los Legionarios o con personas competentes externas».

Por último, el mismo decreto ofrecía dos elementos más de suma importancia: 1) por una parte subraya, amplía –explicativamente hablando– y matiza la tarea que ya había anunciado el Papa al cardenal Velasio: «encaminar, acompañar y realizar la revisión de las Constituciones […] A la revisión de las Constituciones deben colaborar todos los miembros del Instituto, sea a nivel individual como comunitario, según un proyecto que desde el inicio se tendrá que elaborar y poner en acto. Por tanto, se ha de constituir lo más pronto posible una Comisión para la revisión de las Constituciones, en los diversos niveles del Instituto […] De la Comisión central para la revisión de las Constituciones será presidente el mismo Delegado Pontificio» (cf. II, 9); y, por otra, 2) le hace coordinador de la visita apostólica para los miembros consagrados del Regnum Christi (cf. II, 10).

Evidentemente, tanto la visita apostólica como el nombramiento de un Delegado Pontificio se enmarcaban en el contexto de los hechos ahora conocidos sobre la doble vida del P. Marcial Maciel y su repercusión en el interior de la vida de la Legión de Cristo.

A un año del inicio del trabajo asignado al cardenal De Paolis se pueden apreciar un conjunto de medidas que evidencian una serie de pasos decisivos en orden a alcanzar el objetivo trazado por el Papa Benedicto XVI en el proceso de renovación de esa familia religiosa.

Dado que el nombramiento de un Delegado Pontificio no conllevó la supresión de quienes ejercen el servicio de la autoridad en la congregación –signo de confianza por parte del Santo Padre–, otra serie de decisiones que forman parte de la gestión ordinaria de la Legión de Cristo también se han ido tomando en los últimos meses. Desde luego que unas y otras forman parte de la vida única de la Legión de Cristo. La dinámica de separar facilita distinguir los hechos que se han ido sucediendo a lo largo de estos últimos doce meses tanto por parte del delegado como del director general de la congregación (de suyo, el cardenal De Paolis participa en las reuniones del superior general de la Legión de Cristo, y éste no actúa sin antes haber consultado al Delegado Pontificio).

A continuación, en los dos niveles referidos, repasamos todos esos momentos para posibilitar una visión de conjunto que, al final, facilitará una adecuada y justa valoración.

I. Pasos del Delegado Pontificio

Tras la publicación de su nombramiento, el Delegado Pontificio se reunió por vez primera con el director general de la Legión de Cristo, P. Álvaro Corcuera, L.C., y algunos miembros del consejo general, el 10 de julio 2010. Ese mismo día presidió una concelebración eucarística en la capilla del centro de estudios superiores en Roma. Fue el primer contacto oficial y formal entre la congregación y su Delegado Pontificio.

Días más tarde, el 21 de julio, tuvo lugar la segunda reunión del Delegado Pontificio con el director general y el consejo general de la congregación. En esa reunión el cardenal Velasio hizo lectura del decreto arriba citado del Secretario de Estado y entregó una copia de la carta de su nombramiento por parte del Papa. Diez días después escribía una carta dirigida a todos los Legionarios de Cristo aclarando dos puntos relacionados con la «Vigencia y revisión de las Constituciones» y la «Autoridad y servicio de los superiores».

Semanas más tarde, tras la pausa del periodo de descanso que supone el verano, el 17 de septiembre de 2010, el director general de la congregación, el consejo general y los directores de los diferentes territorios en que está dividida la Legión de Cristo, se encontraban en Roma. Fue esta reunión la que permitió comenzar la andadura desde un mismo punto de partida en la misión que el cardenal De Paolis tenía como encomienda del Papa.

Unas semanas después, el 1 de octubre de 2011, el Vatican Information Service y Radio Vaticana anunciaban los nombres de los cuatro consejeros y el del visitador apostólico para los consagrados y consagradas del Regnum Christi, nombrados por Benedicto XVI. Se trataba de S.E. Mons. Brian Farrell, L.C., secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos; de Mons. Mario Marchesi, vicario general de la diócesis italiana de Cremona; del P. Gianfranco Ghirlanda, S.J., ex rector de la Pontificia Universidad Gregoriana; y del P. Agostino Montan, C.S.I., director de la oficina para la vida consagrada de la diócesis de Roma y vice-decano de la facultad de teología de la Pontificia Universidad Lateranense. La visita apostólica recaía en el arzobispo de Valladolid (España), mons. Ricardo Blázquez, quien ya había fungido como visitador para los legionarios de Cristo en España.

La carta del Delegado del 19 de octubre: reflexiones sobre el camino

Dieciocho días más tarde, el 19 de octubre, el Delegado escribía una nueva carta a todos los Legionarios de Cristo y miembros consagrados del Regnum Christi. Se trataba de una misiva donde el cardenal Velasio De Paolis agradece la cercanía de cuantos le han escrito por diferentes motivos y aborda en cuatro puntos áreas relacionadas con 1) la «Conclusión del cuadro para el acompañamiento», 2) «Noticias y valoraciones», 3) «Algunos puntos específicos de mayor importancia» y una «Reflexión conclusiva».

En el primer punto aclara que «…con el nombramiento del Delegado Pontificio la Legión no es puesta bajo un «comisario», sino que es acompañada en su camino a través del Delegado Pontificio. De hecho –precisa a continuación– el Decreto Pontificio reconoce y confirma a los superiores actuales […] Esto significa […] que los superiores permanecen en sus cargos según las Constituciones; y por otra parte, que la primera instancia para tratar los problemas de la Legión misma son los superiores, a los cuales los religiosos están invitados a dirigirse en primer lugar».

Posteriormente elucida que su nombramiento tampoco «es […] el de un visitador apostólico, que tiene la misión fundamental de encontrarse con personas, recoger informaciones para tener un cuadro de la situación real y ofrecer a la Autoridad competente sugerencias y propuestas a modo de soluciones para resolver las situaciones no conformes con el ideal evangélico de la vida religiosa»; por tanto «…el camino ulterior ya no consiste en el de un visitador o comisario, sino en el de acompañar el camino de renovación, particularmente en vistas de un Capítulo Extraordinario que tendrá que elaborar un texto constitucional que se ha de someter a la Sede Apostólica». En ese sentido, apunta que es una tarea de los legionarios, especialmente de los superiores que «están llamados a organizar, estimular, suscitar y comprometer a todos, activa y ordenadamente, en esta renovación […] Este es también el auxilio principal que el Delegado Pontificio está llamado a ofrecer». En ese mismo punto refiere que con el nombramiento de sus cuatro consejeros se «activa plenamente» su tarea como Delegado Pontificio.

En el segundo punto informa acerca de algunos encuentros con superiores del instituto y anuncia formalmente, por vez primera, la creación de tres comisiones: «para la revisión de las constituciones», de «acercamiento de quienes de diversas maneras elevan pretensiones en relación con la Legión» y una más «para los problemas de orden económico». Al fin de este segundo punto pondera la necesidad de tomar el tiempo necesario» para concluir el camino, calculándolo en «de al menos dos o tres años o incluso más».

El tercer punto se subdivide a su vez en tres. En el primero titulado «Hechos del fundador y reacciones de los Legionarios» recuerda que «la Legión ha sido aprobada por la Iglesia y no puede no ser considerada como una obra de Dios, al servicio de su Reino y de la Iglesia. Las responsabilidades del fundador no pueden ser transferidas simplemente a la Legión de Cristo».

El segundo sub-punto de este tercer apartado toca a los «Superiores actuales y su responsabilidad» donde expone la distinción que supone tener noticia de las denuncias contra el fundador y tener pruebas fundadas de ellas, incluso certezas. En la tercera subdivisión, sobre «El carisma de la Legión», observa que pese a la falta de clara «distinción entre normas constitucionales y normas de derecho» que pudieron dañar la individuación del carisma de la congregación, éste «resulta suficientemente claro y preciso».

Por último, en el cuarto punto general, invita a renovar el espíritu de oración, tras reconocer que «la gran mayoría de los legionarios ha sabido leer la historia de la propia vocación, no tanto en relación con el fundador, sino en relación con el misterio de Cristo y de la Iglesia, y renovar su propia fidelidad a Cristo en la Iglesia, en la Legión […]. La estrella polar de la fidelidad a la Iglesia y de la obediencia al Papa les ha preservado de desalientos fáciles y abandonos». Por estos días, el Santo Padre anunciaba la creación de nuevos cardenales para el consistorio del mes de noviembre del mismo año. «Mons. Velasio De Paolis», cuyo servicio específico en la curia romana como presidente de la Prefectura para los asuntos económicos de la Santa Sede ha sido tradicionalmente cardenalicio, se encontraba entre los nuevos purpurados.

Las primeras resoluciones: la ampliación del consejo general y la erección de una comisión para la revisión de las Constituciones

Una serie de reuniones entre el Delegado Pontificio, sus consejeros personales, el director general de la Legión de Cristo, y el consejo general de la congregación, se comenzaron a tener de forma todavía más frecuente a partir del mes de noviembre. Fruto de esas reuniones, especialmente de las de los meses de noviembre e inicios de diciembre de 2010, donde participaron también los directores territoriales, serían:

1) la decisión de ampliar extraordinariamente el consejo general –en cuanto que las Constituciones actuales de la Legión sólo prevén cuatro consejeros elegidos por el Capítulo General ordinario–. Esta determinación estaba acompañada por una iniciativa más novedosa aún: los dos nuevos consejeros serían elegidos por el mismo Delegado tras una consulta a todos los religiosos de votos perpetuos de la congregación y a los religiosos que hayan renovado al menos una vez sus votos temporales.

2) La erección de una «Comisión central para la revisión de las Constituciones» presidida por el mismo Delegado. La comisión estaría compuesta, de acuerdo al decreto del cardenal Velasio, del 10 de diciembre de 2010, por los siguientes miembros: P. Gianfranco Ghirlanda, S.J., P. Agostino Montan, S.C.I., P. Roberto Aspe, L.C., P. Anthony Bannon, L.C., P. José García Sentadreu, L.C., y P. Gabriel Sotres, L.C. Los padres Eduardo Aranda, L.C., y Andreas Schöggl, L.C., serán los secretarios. El proceso de revisión prevé tres niveles (general, territorial y local) para canalizar la reflexión individual y comunitaria. Las cuatro áreas principales a tratar serán 1) Identidad y misión; espiritualidad y vida religiosa; 2) Gobierno de las personas y administración de los bienes; 3) Formación; y 4) Apostolado.

 

El Decreto sobre los criterios y disposiciones relacionados con la persona del P. Marcial Maciel, L.C.

En su proceso interno, 2010 cerraría para la Legión de Cristo con el decreto del director general con algunos criterios y disposiciones relativas a la figura del fundador. El decreto regula –entre otros– asuntos relacionados con la persona del P. Marcial Maciel en los siguientes puntos:

1) Modo de referirse al P. Marcial Maciel que, «En la correspondencia oficial y en las publicaciones institucional» será «fundador de la Legión de Cristo y del Movimiento Regnum Christi» o «Padre Maciel»;

2) «Fotografías»: «deben ser retiradas de los lugares públicos, en nuestros centros de formación y de apostolado, y en las obras de apostolado»;

3) «Fechas relativas a su persona»: el día de aniversario luctuoso, 30 de enero, será un día ordinario, pero de oración. La misa se ofrecerá por su alma. Los aniversarios de su nacimiento, bautismo y ordenación sacerdotal ya no serán celebrados como día de fiesta en la congregación;

4) «Escritos personales y transcripciones de sus conferencias»: no serán ofrecidos al público de modo institucional ni estarán a la venta, por lo mismo no se leerán en ejercicios espirituales, lecturas en el comedor, etc. Sin embargo, su contenido puede utilizarse en la predicación sin mencionar la fuente. Los legionarios y miembros consagrados que libremente quieran consultarlos podrán hacerlo. (Continúa…)