27.09.11

 

Doña Ana Pastor ha confirmado que el Partido Popular derogará la nueva ley del aborto. Se supone que regresaremos a la ley anterior. Ante lo cual, yo creo que más que una derogación lo que se producirá es la aprobación de un nuevo proyecto de ley que sea un calco del pasado… o no, que diría Rajoy.

El argumento que da Pastor es que la ley actual no es justa y nadie la pidió. Pero ante semejantes razones, es imperativo preguntar a doña Ana si piensa que puede ser justa cualquier tipo de ley que permite matar a un ser humano que no ha nacido.

Si el PP estuviera verdaderamente dispuesto a acabar con el aborto en España, lo ideal sería volver a la situación previa a la primera ley pro-abortista. Pero como eso es pedir peras al olmo, podemos sugerir que la nueva legislación defina muchísimo mejor los supuesos despenalizadores. Es decir, que no haya un coladero como ocurría antes, lo cual llevó a que durante el gobierno del señor Aznar las cifras de abortos se dispararan. Si sólo pudieran abortar las mujeres violadas, y aquellas cuya vida sufre verdadero peligro de muerte en caso de seguir adelante con el embarazo, pasaríamos de cien mil abortos anuales a unos pocos cientos. Que seguirían siendo una barbaridad, pero algo habríamos avanzado.

En ese sentido, la idea de que es válida como excusa el supuesto de que el embarazo afecta a la salud mental de la madre, debería descartarse ya que es bien conocido que las mujeres que abortan tienden a enfermar psicológicamente después de cargarse a sus hijos. Es decir, si para evitar una enfermedad psicológica provocamos otra, apañados vamos. Y por medio nos hemos cargado a un ser inocente.

Tampoco debería de aceptarse los condicionamientos socio-económicos. El Estado puede y debe ayudar a toda mujer que tenga verdaderos problemas para llegar a fin de mes.

Es urgente que la nueva ley impida, e incluso penalice más contundentemente, el aborto de fetos que vienen con taras físicas y psíquicas. Un ser humano con síndrome de Down tiene tanto derecho a vivir como el resto. E idem ocurre con los que no tienen manos, piernas o cualquier otra minusvalía física.

Ni que decir tiene que la nueva ley habría de blindar la objeción de conciencia e impedir la financiación pública de los abortos.

¿Alguien cree que el PP hará todo eso? Yo sé que algunos de sus diputados, p.e Ángel Pintado, estarían dispuestos. Pero es Rajoy quien tiene que dejar bien claro cuáles son sus objetivos. Si se limitan a volver a la ley que permitía cien mil abortos al año, ese partido debería seguir siendo “invotable” por quienes crean que la defensa de la vida es fundamental a la hora de depositar la papeleta en la urna.

Luis Fernando Pérez Bustamante