27.09.11

Los antipapa se frotan las manos

A las 12:50 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Sujetos activos contra la fe
Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Benedicto XVI

Hay una frase popular que dice que “Quien no tiene pan, sueña bollos” que, más o menos, quiere decir que a falta de algo que se quiere se imagina uno algo, aún, mejor que lo que se quiere. A lo mejor se hace para, así, creerse en buena situación porque, de todas formas, no se alcanza tampoco eso bueno que se quiere…

Pero esto más bien parece una técnica bastante infantil de proceder y, en fin, también se parece bastante al cuento de la aquella lechera que iba por el camino a vender la leche y se iba haciendo idea de lo que podía obtener con la venta de la misma y, de pronto, se le cae la lechera y todo su sueño se rompe.

Algo así pasa con el tema de Benedicto XVI y su posible dimisión.

No digo que no pueda ser posible porque es una posibilidad que por ser puede ser. Lo que resulta importante, creo yo, es que, en cuanto ha saltado la liebre de la misma, enseguida han disparado los de siempre para ver si la cazan o, al menos, para darle alguna que otra perdigonada. Y esto es bastante ruin e impresentable.

Es decir, cuando una noticia salta a la realidad, hay muchas formas de darla a conocer. Por ejemplo, en este caso se puede hacer hincapié en lo que ha dicho un periodista italiano (Antonio Socci, en “Libero”) acerca de la posible dimisión del Santo Padre (caso de Religión Digital) o, por el contrario, se puede incidir sobre la verdad de las cosa que es lo que ha dicho el portavoz de la Santa Sede, el P. Lombardi, desmintiendo lo dicho por el periodista citado (caso de esta casa de InfoCatólica).

No es, aunque pueda pensarse otra cosa, de poca importancia, la forma en la que se dicen las cosas porque puede llevar a engaño a más de una persona según se digan las mismas. Pero importa, vaya que si importa, también, el cómo se presenta lo que pasa pues define, a la perfección, a los presentadores de las mismas como aquí puede verse.

Como es bien sabido hay muchas personas que le tienen ganas al Papa. De las mismas a nosotros sólo nos interesan las que son propiamente creyentes católicas porque las demás, que pueden querer la eliminación física del Santo Padre porque pueden tener algún tipo de enfermedad mental o algo por el estilo, no podemos ocuparnos. Pero las otras sí que nos preocupan por el daño que pueden hacer.

Resulta, por eso, penoso y triste que haciendo uso de supuestas palabras buenas o de intenciones que pretenden serlo, estén manifestando unas ganas más que evidentes de que Benedicto XVI se retire a su casa a descansar los años que Dios quiera darle de vida que, esperemos, sean muchos. Y eso ha de ser así porque han sido demasiadas las veces que los mismos que ahora mismo transmiten la noticia de la supuesta-posible dimisión del Vicario de Cristo han atacado de forma inmisericorde al Santo Padre cada vez que la ocasión ha venido a cuento o, simplemente, por demostrar que estar en la Iglesia católica como si no se estuviera es posible.

No nos molestaría, por lo menos a mí, que Benedicto XVI, si lo creyese oportuno renunciase a su oficio cetrino pues, como indica el apartado 2 del Canon 332 del Código de Derecho Canónico “Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie”. Por lo tanto, nada que objetar a tal posibilidad aunque bien sabemos que hiciera lo que hiciera o haga lo que haga será mal visto por los de siempre.

Sin embargo, teniendo en cuenta el tipo de personas que ha planteado la dimisión de Benedicto XVI (entre nosotros, por ejemplo, los teólogos de la Asociación Juan XXIII que ya sabemos lo que piensan, dicen y expresan) y lo que se pretende con la misma que no es, precisamente, nada santo ni bueno sino, en todo caso, bastante perjudicial para la Esposa de Cristo, esperemos que el Santo Padre acabe de llevar a cabo la misión para la que el Espíritu Santo sopló a sus electores al igual que lo han hecho todos sus antecesores a excepción de muy pocos.

Al menos que su bien hacer siga produciendo efectos benéficos en la Iglesia católica y sus enemigos, que no son pocos, se sigan comiendo las uñas con cuidado, eso sí, de no envenenarse.

Por cierto, esto ha sido lo que Benedicto XVI hizo en su reciente vieja a Alemania. Lo ha publicado Radio María y parece prueba más que suficiente de lo que entiende Benedicto XVI por jubilarse o retirarse:

0. Entrevista de Benedicto XVI con los periodistas rumbo a Berlín
1. Ceremonia de bienvenida en el Castillo de Bellevue de Berlín
2. Visita al Parlamento Federal en el Reichstag de Berlín
3. Encuentro con los representantes de la comunidad judia en una sala dels Reichstag de Berlín
4. Santa Misa en el Estadio Olímpico de Berlín
5. Encuentro con los representantes de la comunidad musulmana en el salón de recepciones de la Nunciatura apostólica
6. Encuentro con los representantes del Consejo de la Iglesia Evangélica alemana en la sala capitular del convento de los agustinos
7. Celebración ecuménica en la iglesia del convento de los agustinos
8. Vísperas marianas en la Wallfahrtskapelle
9. Santa Misa en la Domplatz
10. Saludo a la población en la Münsterplatz de Friburgo de Brisgovia
11. Encuentro con representantes de las Iglesias ortodoxas en la Hörsaal del Seminario de Friburgo de Brisgovia
13. Encuentro con el Consejo del Comité Central de los católicos alemanes (ZDK) en la Hörsaal del Seminario de Friburgo de Brisgovia
14. Vigilia de oración con los jóvenes
15. Santa Misa en el aeropuerto turístico de Friburgo de Brisgovia
16. Rezo del Angelus Domini en el aeropuerto turístico de Friburgo de Brisgovia
17. Encuentro con católicos comprometidos en la Iglesia y en la sociedad en el Konzerthaus de Friburgo de Brisgovia
18. Ceremonia de despedida en el aeropuerto de Lahr

Pues eso… a esperar, señores jubiladores.

Eleuterio Fernández Guzmán