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Servicio diario - 2 de octubre de 2011

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Santa Sede

El Papa a los profesores: Transmitid el amor al saber y a la verdad

Benedicto XVI: “Dios tiene un proyecto para sus amigos”

El Papa pide que se rece en octubre por los enfermos terminales

Dios llora en la tierra

Sierra Leona: ¿Hay un Dios justo?

Mundo

Panamá: Arzobispo alza la voz contra una propuesta de pena de muerte

España: Veinticinco años acompañando al pueblo rom

Análisis

Un recorrido por la libertad religiosa en el mundo

Flash

Web para el Consejo Pontificio para los Emigrantes y los Itinerantes

Angelus

Benedicto XVI: “Dios se pone en nuestras manos”

Documentación

Declaración de los obispos de EEUU para el mes del Respeto a la Vida


Santa Sede


El Papa a los profesores: Transmitid el amor al saber y a la verdad
Al saludar a los peregrinos francófonos después de rezar el Ángelus
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 2 de octubre de 2011 (ZENIT.org).– En este periodo de inicio del curso universitario, Benedicto XVI invitó a los profesores a formar a los jóvenes en la verdad y a transmitirles los conocimientos que les permitan realizar elecciones libres.

Tras rezar el Ángelus ante los fieles congregados este mediodía en la plaza de San Pedro, el Papa se dirigió a los fieles francófonos, invitando a los profesores “a transmitir el amor al saber y a la verdad a través de la enseñanza”.

“El conocimiento es importante, pero aún más la formación de la persona, para que pueda discernir dónde se encuentra la verdad y tomar así decisiones libres”, afirmó.

Dirigiéndose a los profesores universitarios, exhortó: “Educad también a los jóvenes en los valores morales y espirituales auténticos para que les ayuden a encontrar un sentido a su vida”.

Finalmente auspició que en este mes de octubre, la Virgen María, Nuestra Señora del Rosario, “acompañe a todas las personas comprometidas en la formación y en la educación”.

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Benedicto XVI: “Dios tiene un proyecto para sus amigos”
Recuerda, en su fiesta, la “incesante protección” de los ángeles
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 2 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Dios nos ama y tiene un proyecto para nosotros, al que sabremos corresponder permaneciendo siempre unidos a Cristo.

Lo recordó Benedicto XVI este domingo en su intervención antes de rezar el Ángelus con los peregrinos llegados para la ocasión a la plaza de San Pedro del Vaticano, un día después de volver de su estancia en la residencia estival de Castel Gandolfo.

El Pontífice comentó el Evangelio del día en el que Jesús dirige una amonestación “especialmente severa” a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos”.

“Son palabras que hacen pensar en la gran responsabilidad de quien en cada época, está llamado a trabajar en la viña del Señor, especialmente con función de autoridad, e impulsan a renovar la plena fidelidad a Cristo”, afirmó el Obispo de Roma.

Recordó que Jesús es la piedra angular que fue desechada “en la que se pueden apoyar con absoluta seguridad los fundamentos de cada existencia humana y del mundo entero”.

Y explicó el significado de la parábola de los viñadores infieles a los que un hombre confía su viña para que la cultiven y saquen los frutos.

“El propietario de la viña representa a Dios mismo, mientras la viña simboliza a su pueblo, así como la vida que Él nos dona para que, con su gracia y nuestro compromiso, hagamos el bien”, indicó el Papa.

Para ilustrarlo citó a san Agustín, recordando que “Dios nos cultiva como un campo para hacernos mejores”.

Después continuó explicando que “Dios tiene un proyecto para sus amigos, pero por desgracia la respuesta del hombre se orienta muy a menudo a la infidelidad, que se traduce en rechazo”.

“El orgullo y el egoísmo impiden reconocer y acoger incluso el don más valioso de Dios: su Hijo unigénito”, destacó.

Comparando a Dios con el propietario de la viña, afirmó que “Dios se pone en nuestras manos, acepta hacerse misterio insondable de debilidad y manifiesta su omnipotencia en la fidelidad a un designio de amor, que al final prevé también la justa punición para los malvados”.

En este contexto, el Pontífice exhortó a los fieles a permanecer “firmemente anclados en la fe en la piedra angular que es Cristo”, “como el sarmiento que no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid”.

“Sólo en Él, por Él y con Él se edifica la Iglesia, pueblo de la nueva Alianza”, recordó.
También señaló que el Señor “es siempre cercano y operante en la historia de la humanidad y nos acompaña también con la singular presencia de sus Ángeles, que hoy la Iglesia venera como “Custodios”, es decir, ministros de la divina premura por cada hombre”.

El Papa aseguró que “desde el inicio hasta la hora de la muerte”, la vida humana está rodeada de la “incesante protección” de Dios.

Al saludar a los peregrinos en lengua italiana al final de la oración mariana, el Pontífice se refirió a la beatificación de sor Antonia Maria Verna, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Caridad de la Inmaculada Concepción de Ivrea, que se celebraría esta tarde en Ivrea.

“Demos gracias a Dios –exhortó- por la luminosa figura de la nueva beata, que vivió entre los siglos XVIII y XIX, modelo de mujer consagrada y de educadora”.

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El Papa pide que se rece en octubre por los enfermos terminales
Intenciones confiadas al Apostolado de la Oración
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 2 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- En el mes de octubre que acaba de empezar, el Papa Benedicto XVI pide a los fieles que recen por los enfermos terminales.

Es la propuesta que dirige en las intenciones contenidas en la carta pontificia que ha confiado al Apostolado de la Oración, iniciativa seguida en todo el mundo por casi 50 millones de personas.

El Pontífice confía cada mes dos intenciones de oración, una general y otra misionera.

La general del mes de octubre dice: “Por los enfermos terminales, para que en sus sufrimientos sean sostenidos por la fe en Dios y el amor de sus hermanos”.

La intención misionera dice así: “Para que la celebración de la Jornada Misionera Mundial acreciente en el Pueblo de Dios la pasión por la evangelización y el apoyo a la actividad misionera con la oración y la ayuda económica a las Iglesias más pobres”.

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Dios llora en la tierra


Sierra Leona: ¿Hay un Dios justo?
Entrevista con monseñor Edward Tamba Charles, arzobispo de Freetown
FREETOWN, domingo 2 de octubre de 2011 (ZENIT.org).– Sierra Leona es un pequeño país en la costa occidental de África con una población de 5 millones de habitantes y una gran riqueza de recursos naturales, que incluye diamantes, oro, bauxita y mineral de hierro.

El país acaba de salir de una larga década de guerra civil, pero sigue enfrentándose a los desafíos de la reconciliación y la reconstrucción.

El programa de televisión “Dios llora en la Tierra“ de la Catholic Radio and Television Network (CRTN), en colaboración con Ayuda a la Iglesia Necesitada, ha entrevistado al arzobispo de Freetown, monseñor Edward Tamba Charles.

- Excelencia, en este momento se enfrentan a la inmensa tarea de la reconstrucción y la reconciliación tras una larga década de guerra civil que terminó en el 2002. ¿Por dónde empezar?

Monseñor Charles: Estoy de acuerdo con usted en que es una tarea inmensa y, al principio, no sabíamos por dónde empezar. Mi predecesor había dado los primeros pasos así que seguí adelante con la rehabilitación de la estructuras, de las vidas, curando los traumas y asesorando, así como a través del programa, en los colegios, de educación en la paz.

- ¿Puede explicarnos brevemente las causas de fondo de la guerra?

Monseñor Charles: Diría en primer lugar cuáles no fueron las causas. No fue una guerra religiosa; se trató más bien de la habitual guerra tribal africana. Fue ansia de poder. Algunos grupos querían tomar el poder y tener acceso a la riqueza del país, los inmensos recursos minerales que tenemos. La injusticia jugó también su papel en ello porque algunas personas que habían sido tratadas mal se unieron a uno o a otro de los combatientes para vengar lo que les habían hecho. Por ejemplo, en algunas zonas se arrasaron pueblos enteros. Más tarde, según se nos dijo, esto lo hicieron algunos que sentían que su propio partido los había engañado a la hora de elegir a sus jefes. Pensaron que todo el mundo debería perder así que quemaron las aldeas.

- Todos coinciden en el ámbito internacional en que esta guerra fue especialmente brutal: cortar piernas y brazos,... Pero la población es amante de la paz. ¿Se puede decir que el diablo tenía su día? ¿Cómo se puede explicar esto a nivel espiritual?

Monseñor Charles: Esta es una de las manifestaciones del misterio del mal. A veces, personas buenas, pacíficas y amables actúan de un modo que es difícil de explicar y esta ha sido nuestra situación. Se obligó a los jóvenes a salir y cometer atrocidades contra otras personas, en la mayoría de los casos gente inocente. A las víctimas se les disparó, se les amputaron los brazos, y a las mujeres embarazadas se les abrió el estómago para saber el sexo del bebe. Se volvió un juego entre jóvenes porque les drogaban los adultos. Y, sin embargo, como usted dice, la mayoría de los habitantes de Sierra Leona son amantes de la paz. En circunstancias normales odian la violencia. Así que esta es una de esas manifestaciones del misterio del mal que es difícil explicar.

- ¿Dónde estaba usted durante la guerra?

Monseñor Charles: Estaba en Sierra Leona cuando estalló la guerra en marzo de 1991. Y luego tuve que salir, en el mes de junio siguiente, a Roma por mis estudios. Estuve cinco años en Roma. Cuando volví en septiembre de 1996, la guerra seguía, por lo que no pude ir a mi región ya que los rebeldes habían capturado la zona y controlaban las minas de diamantes. No pude volver a casa durante mucho tiempo. Vi parte de la guerra y estuve allí hasta que terminó.

- ¿Se vio afectada su familia?

Monseñor Charles: Oh, sí. Nuestra aldea entera fue incendiada. Mi abuela fue asesinada. Ella era una de los inocentes de que hablábamos. No tenía nada que ver con el poder, o la lucha, y sin embargo fue asesinada a tiros. Fue asesinada en su propia habitación. El resto de la familia huyó a la vecina Guinea y estuvieron en un campo de refugiados durante muchos años hasta que terminó la guerra en el 2002.

- ¿Cómo no gritar pidiendo justicia? ¿No corre riesgo su fe al enfrentarse a este tipo de violencia y de mal sin sentido? ¿No se pregunta: dónde está Dios?

Monseñor Charles: Estoy de acuerdo con usted en que en esas circunstancias uno se siente tentado a decir: “¿Hay un Dios justo?”. Pero por mi fe profunda como cristiano y debería añadir, como africano, creo que Dios no es responsable de esto. Éste es un caso en el que debemos distinguir entre la justicia de Dios y las malas acciones del hombre; en este caso no ha sido Dios. Lo hicieron los seres humanos. Culpo a los adultos que les dieron aquellas fuertes drogas a los jóvenes para que fueran a cometer atrocidades, de modo que los adultos consiguieran lo que estaban buscando, el acceso al poder.

- Las víctimas y quienes cometieron aquello todavía viven en la misma sociedad. ¿Cómo se construye la reconciliación en este tipo de ambiente?

Monseñor Charles: Nuestro sentido de la justicia también deja lugar a la misericordia. De hecho, cuando se propuso un tribunal especial de la ONU, muchos en Sierra Leona sintieron que no era necesario porque no iba traernos de vuelta a los muertos, los amputados no iban a recuperar sus extremidades,... Se consideraba que lo que se había hecho no podía ser deshecho y, entonces, ¿qué buscaban? De acuerdo, los que lo hicieron, algunos de ellos, están entre nosotros, pero como le he dicho, muchos de ellos lo hicieron porque los adultos les drogaban. Algunos de esos adultos han sido llevados ante el tribunal especial para juzgarlos, otros todavía están siendo juzgados.

Lo que buscamos es su reintegración y seguir adelante. La vida debe continuar. Alguien puede decir: "Ustedes, los de Sierra Leona, tienen un sentido de la justicia muy extraño". Puede ser, pero queremos seguir adelante. Algunos de ellos han vuelto a sus aldeas. Ha habido procesos tradicionales de reconciliación. Pidieron perdón y fueron aceptados por la sociedad. Algunos de ellos se han incorporado a la policía y al ejército y han vuelto a la vida normal.

- ¿Está participando la Iglesia en este proceso de reconciliación?

Monseñor Charles: Sí, para garantizar que no vuelva a ocurrir y, por eso, tenemos programas de educación para la paz en nuestros colegios.

- ¿Cómo es en la práctica?

Monseñor Charles: Enseñar a los niños a relacionarse entre sí de modo pacífico, a respetar los derechos de los demás, y si hay algo malo, tener la valentía suficiente para pedir perdón. Hemos empezado con un programa piloto para los colegios católicos: primaria, primer ciclo de secundaria y segundo ciclo. Ahora algunas comunidades nos están pidiendo que lo extendamos a ellas. También llevamos adelante programas de sanación de traumas para quienes han sufrido experiencias terribles durante la guerra y tienen dificultades para reconciliarse con aquello. Se les acoge para ayudarles mediante consulta.

- Muchos de ellos son católicos o cristianos ¿Hay también musulmanes o de otras religiones?

Monseñor Charles: Cierto, hay personas de otras religiones. No tenemos ningún problema con las demás religiones en Sierra Leona. De hecho, hace poco, Sierra Leona fue considerada como uno, sino el primero, de los países con mayor tolerancia religiosa. Tal vez deberíamos exportarla a otras partes del mundo. Sí, vivimos en paz. Nos relacionamos bien unos con otros, tanto musulmanes como cristianos -los musulmanes son mayoría- porque muchos de nosotros somos del mismo entorno familiar. Este trasfondo cultural común es muy útil.

- La Iglesia también se vio muy afectada: se asesinó a sacerdotes, se asesinó a religiosos. ¿Puede hablarnos un poco sobre esto y sobre cómo se ha restablecido tras este periodo?

Monseñor Charles: Hemos perdido un sacerdote, el padre McAllister, un padre del Espíritu Santo. Perdimos a un hermano de las Escuelas Cristianas. Perdimos a cuatro hermanas de las Misioneras de la Caridad, hermanas de la Madre Teresa. Perdimos a catequistas y a líderes de oración y a miles de miembros de la Iglesia.

- ¿Fue la Iglesia un blanco o sólo una parte del espectro de una violencia al azar?

Monseñor Charles: Yo diría que era parte de la violencia; destrucción indiscriminada de vidas y de propiedades. La Iglesia no fue un objetivo porque, como he dicho, esta no fue una guerra religiosa.

- ¿Y aun así todas las iglesias de su archidiócesis fueron destruidas?

Monseñor Charles: Sí, perdimos muchas iglesias, colegios y clínicas. Aquello que no fue destruido completamente quedó tan mal que resultó inútil.

- Su predecesor, el arzobispo Ganda, comprendió que había muy pocos recursos económicos y sugirió que las parroquias comenzaran con pequeños negocios al lado: una granja, una heladería, algo que las hiciera autosuficientes. ¿Tuvo éxito? ¿Sigue usted también esta estrategia?

Monseñor Charles: La idea era fascinante, pero pocos se animaron a llevarla adelante, sobre todo los sacerdotes que no estaban acostumbrados a los negocios o a la agricultura. Pero creo que debemos seguir, porque los recursos del extranjero se agotan. He dado la vuelta al mundo y sé que éste es el camino, el futuro de la Iglesia. Insistimos en la autosuficiencia como camino para la Iglesia en África. No tenemos más opción que promoverla.

Dicho esto, como he dicho antes, no muchos se animaron a ello y así la iniciativa se centra en unas pocas parroquias donde hay suficiente tierra para cultivar. Algunos sacerdotes hacen esto para subvencionarse aunque reciban del obispo un subsidio mínimo. En las ciudades tenemos iniciativas como restaurantes, pero no se está captando mucho todavía. Esperamos reorganizarlo para asegurar que sea rentable.

- A la hora de fijar sus prioridades pastorales, tiene en frente una serie de desafíos que van desde la reconstrucción de iglesias a la evangelización y los jóvenes. ¿Cómo sopesa usted sus prioridades?

Monseñor Charles: Como usted dice se trata de una decisión difícil, pero pondría la preferencia en la educación y también en el apoyo a los sacerdotes, que son mis primeros colaboradores; los sacerdotes que están en las parroquias y los futuros sacerdotes, para que tengamos más operarios en la viña del Señor. Una vez logrado esto, entonces comenzaría por ver dónde celebrar misa. Mire, en África, en ocasiones celebramos nuestras misas junto a un gran árbol; puede que desde ahí nos traslademos a una iglesia, pero sólo cuando podamos permitirnos construir una.

- Los jóvenes, ¿tienen esperanza en el Señor o en el cristianismo, o hay desinterés?

Monseñor Charles: Quizá haya uno o dos jóvenes que estén de verdad enfadados por la guerra y quieran dar la espalda a Dios, pero la mayoría son muy religiosos. Esa es una de las diferencias entre nosotros y el resto del mundo (Europa y América). Nuestras iglesias están llenas de jóvenes; en realidad constituyen la vitalidad de la Iglesia. Desde la guerra, las iglesias están verdaderamente llenas. La gente ha vuelto. De hecho, en algunos lugares donde comenzó el obispo, y tengo la intención de seguir, algunas iglesias han tenido que ampliarse porque se construyeron pensando en una comunidad pequeña. Desde la guerra los números han aumentado y, en una misa ordinaria de domingo, la gente tiene que sentarse fuera. En algunos lugares se han tenido que introducir una segunda o una tercera misa para acoger a los congregantes.

- ¿A qué atribuye este crecimiento de la Iglesia?

Monseñor Charles: Puede ser hambre de Dios, algo muy natural para nosotros los africanos. El cristianismo nos ha ayudado a construir sobre esta base. Somos un pueblo religioso y, por eso, nos volvemos primero a Dios cuando buscamos soluciones a nuestros problemas y puede que esa sea la razón por la que los jóvenes se han dirigido a la Iglesia tras la guerra.

Además, durante la guerra la Iglesia estuvo con el pueblo; los sacerdotes estaban en los campamentos de refugiados, yo mismo pasé algún tiempo en un campo de refugiados en mi ministerio con la gente y enterrando a los muertos. Tenía una camioneta destartalada que utilizaba, como una especie de coche fúnebre, para llevar a quienes morían y rezar por ellos. Algunos no eran ni siquiera católicos, pero no me importaba. Venían a mí: "Padre, necesitamos su ayuda", y lo hacía. Esto levantaba la credibilidad de la Iglesia. Una diócesis incluso creó una misión católica para los refugiados en Guinea. Enviaron sacerdotes desde Sierra Leona para ir a ejercer su ministerio entre nuestros hermanos y hermanas refugiados en Guinea. La Iglesia salió de aquello, diría, con la cabeza alta.

- El país es rico en recursos minerales: diamantes, oro y bauxita. ¿Ha sido esto una maldición o una bendición?

Monseñor Charles: ¡Una maldición! Como usted sabe, los extractores por todo el mundo dejan atrás mucha destrucción en término de daño al medio ambiente y pobreza, y los recursos minerales de Sierra Leona no han sido una excepción. Los primeros diamantes se descubrieron en los años treinta en mi propia región, en el distrito de Kono. Hoy día no hay agua corriente, no hay electricidad, carreteras en mal estado y todo lleno de agujeros abandonados tanto por las empresas mineras como por los rebeldes que, durante la guerra, tuvieron como objetivo esta zona porque querían algo que pudieran utilizar para comprar armas. Destruyeron muchas aldeas, destruyendo los edificios de forma deliberada porque querían establecer una mina a cielo abierto para poder extraer los diamantes para comprar armas. ¿Ha visto la película Diamante de Sangre? Intenta presentar una imagen de lo que ocurrió: diferentes grupos venden armas a ambas partes -a los rebeldes y al Gobierno- a cambio de diamantes.

- ¿Cómo cambiar esta maldición en una bendición?

Monseñor Charles: Bueno, necesitamos leyes buenas, pero sobre todo un mecanismo que asegure que las políticas se cumplen. Creo que aquí es donde está el problema en el Tercer Mundo. Una cosa es hacer buenas leyes, y otra cosa es llevarlas a la práctica, porque algunas compañías internacionales logran manipular el sistema para asegurarse de que consiguen lo que quieren y, en algunos lugares, si así lo requieren, incluso fomentan los conflictos para asegurarse el acceso a las zonas mineras.

- Estas son palabras duras.

Monseñor Charles: Son palabras duras, y es lo que está sucediendo al este del Congo.

- Su lema episcopal es Duc in Altum. ¿Cómo vive su lema episcopal hoy en Sierra Leona?

Monseñor Charles: En primer lugar, tengo que decir que es una declaración de confianza. Ya conoce la historia de Pedro. Pedro estuvo trabajando toda la noche y no pescó nada, y el Señor le dice: "Sal y echa tu red al fondo". Pedro, al principio, como hacía habitualmente, protestó, pero cuando lo hizo logró una captura enorme. Pensé que sería un buen modelo para mí. En primer lugar, yo no tenía intención alguna de convertirme en obispo, por lo que cuando me nombraron, ya sabe...

-Usted no lo eligió...

Monseñor Charles: No, así que necesité algo a lo que aferrarme y el papa Juan Pablo II utilizaba esa expresión muchas veces, cuando estaba en Roma, y después pensé que me vendría bien. Por eso la elegí como mi lema episcopal. Me exige confiar en el Señor. Al final, es obra del Señor. No es cuestión de esperar hasta tener todos los medios a mi disposición. Tengo que hacer lo poco que pueda confiando en el Señor. En ocasiones, he tenido experiencias que me han convencido de que había sido una buena elección, porque algunos días no se está seguro. Te despiertas y no estás seguro de qué dirección tomar y entonces el Señor te presenta una oportunidad, y haces algo útil por la gente.

- ¿Qué pediría a la gente del resto del mundo?

Monseñor Charles: Pedirles, antes de nada, que recen por nosotros. En segundo lugar quiero asegurarles nuestras propias oraciones. En las Iglesias de reciente creación nos entristece ver que las Iglesias que han contribuido y que todavía contribuyen a nuestro sustento están perdiendo el dinamismo que solían tener. Algunas iglesias están vacías. No hay vocaciones. Las parroquias se cierran y nos entristece. Así que rezamos para que no se pierda la fe. Esta es mi esperanza y mi oración por ellos y quizás, en el futuro, sean lo suficientemente valientes para aceptar misioneros de aquellas Iglesia que han levantado en África, Asia y por todo el mundo. Este es mi mensaje para ellos.

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Esta entrevista fue realizada por Mark Riedemann para "Dios llora en la Tierra", un programa semanal de Catholic Radio and Television Network en colaboración con la institución católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.

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En la red:

Para más información: www.WhereGodWeeps.org y www.acn-intl.org

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Mundo


Panamá: Arzobispo alza la voz contra una propuesta de pena de muerte
En medio de un debate para acabar con la inseguridad
CIUDAD DE PANAMÁ, jueves 29 de septiembre de 2011.  (ZENIT.org – El Observador).- Consultado por miembros del Congreso panameño, el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, calificó de "absurda" la propuesta de pena de muerte impulsada por el diputado Marco González, miembro del partido Cambio Democrático (CD) a raíz del  reciente asesinato de cinco panameños de ascendencia china.

"La pena de muerte no sólo se rechaza en el ámbito de la fe, sino por la dignidad del ser humano; la pena de muerte es absurda", dijo monseñor Ulloa después de sostener una reunión con el legislador Marcos González, en una campaña de promoción de la pena capital.

El prelado afirmó que "la pena de muerte no es la solución" a los problemas de seguridad del país en medio de percepciones sociales de una creciente criminalidad por hechos que han causado consternación entre la población. 

De todos modos, el arzobispo de Panamá calificó de positivo el debate al convocar a los diversos sectores del país a un amplio diálogo sin imposiciones para alcanzar acuerdos sobre cómo poner fin a la inseguridad.

"No podemos imponer las cosas", dijo monseñor Ulloa mientras que el diputado Marco González afirmó que seguirá adelante con su iniciativa de establecer la pena de muerte o la cadena perpetua en Panamá. 

“La Iglesia acompaña a las víctimas y esperamos que se haga pronta justicia… aquí viene todo el que se siente víctima (...), pero también escucha al victimario que desea tener una nueva oportunidad”, dijo el prelado panameño.

Monseñor Ulloa advirtió que la postura de la Iglesia merece respeto, así como la del proponente de la ley, “pero en esta circunstancia vemos que no es la solución la pena de muerte”, aseguró. 

Dijo, finalmente, que el tema de "seguridad no es sólo del Gobierno… todos debemos involucrarnos”.

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España: Veinticinco años acompañando al pueblo rom
Celebradas las XXVI Jornadas de Pastoral Gitana
POZUELO DE ALARCÓN, jueves 29 septiembre 2011 (ZENIT.org).- Más de un centenar de personas entre gitanos y payos, presididas por monseñor Ciriaco Benavente, presidente de la Comisión de Migraciones celebraron, desde la tarde del día 23 hasta el mediodía del día 25 de septiembre en la casa de ejercicios de Cristo Rey, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), las tradicionales Jornadas Nacionales de Pastoral con los Gitanos, que cumplieron veinticinco años.

En España viven unas setecientas mil personas que pertenecen al pueblo gitano, de los cuales muchos son inmigrantes recientes provenientes de países del este de Europa, y se calcula que son unos ocho millones en todo el continente.

La Iglesia española ha apostado desde siempre por el servicio a esta población, creando los instrumentos adecuados para ello desde el departamento de Pastoral Gitana de la Conferencia Episcopal.

También prestó un gran servicio educativo con la escuela puente y con la constitución de un Secretariado Gitano que hoy es la Fundación Secretariado Gitano, con una notable oferta educativa, informativa, de orientación y apoyo a las personas de etnia rom.

Al celebrar este año las XXVI Jornadas de Pastoral Gitana, los asistentes contaron con la presencia de todas las personas que, durante veinticinco años, han dirigido el departamento encargado de este campo pastoral dentro de la Conferencia Episcopal Española.

Las emotivas intervenciones de los directores fueron de la mano de otras de los participantes con más historia dentro de esta pastoral, payos y gitanos, que durante este tiempo, entregaron su tiempo y su trabajo en esta difícil parcela de la promoción y evangelización del pueblo gitano, de su cultura y sus valores.

El testimonio de algunas de estas personas que han sido y siguen siendo un referente por su trayectoria en este campo pastoral contribuyó a estimular a los actuales agentes de pastoral en un compromiso renovado con vistas a una nueva evangelización.

“Hemos dado gracias a Dios por estos años y por las correspondientes Jornadas en un clima de oración, fraterno, festivo y lleno de momentos de reflexión”, señala el comunicado final del encuentro.

“Hemos constatado -añade- que hay mucho por hacer en este campo, que sigue habiendo graves deficiencias en lo social, en la educación de los niños, en la promoción de la mujer y en la dinamización pastoral, para cumplir el deseo de nuestro querido papa Benedicto XVI, que hacemos nuestro: “¡Nunca más vuestro pueblo sea objeto de hostigamiento, de rechazo y de desprecio! Por vuestra parte, ¡buscad siempre la justicia, la legalidad, la reconciliación y tratad de no ser nunca causa de sufrimiento de los demás!”.

“Queremos seguir acompañando a este pueblo en sus gozos y dolores, a las familias y a los jóvenes, de forma que sigan sintiendo el amor de Dios y de la Iglesia”, continúa el comunicado.

Los agentes de pastoral gitana expresan también su deseo de que “la pastoral con los gitanos goce en nuestras Iglesias del reconocimiento que merece, que cuente con los recursos personales y materiales necesarios”.

Y todo ello, a fin de que, en la comunidad eclesial, se haga realidad lo que reiteradamente ha sido proclamado por los papas en relación a los gitanos: “Vosotros en la Iglesia no estáis al margen, sino que de alguna manera, estáis en el centro, vosotros sois el corazón de la Iglesia”, les dijo Pablo VI en 1965.

Y nuevamente lo ha recordado este año Benedicto XVI: “También yo hoy repito con afecto: ¡Estáis en el corazón de la Iglesia! Sois una amada porción del Pueblo de Dios peregrinante y nos recordáis que 'no tenemos aquí abajo una ciudad permanente, sino que buscamos la futura” (Hb 13,14). También a vosotros ha llegado el mensaje de salvación, al que habéis respondido con fe y esperanza, enriqueciendo la comunidad eclesial de creyentes laicos, sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas gitanos”.

Al pueblo gitano no le falta un modelo de santidad: en el encuentro se proyectó un documental sobre el beato Ceferino, El Pele, que dio la vida por la fe.

RTVE, la televisión pública, emitió el domingo 25 de septiembre el programa El Día del Señor desde Pozuelo de Alarcón, con la asistencia de todos los participantes de las jornadas, en una celebración acompañada por cantes y música flamenca.

Por Nieves San Martín

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Análisis


Un recorrido por la libertad religiosa en el mundo
El Departamento de Estado norteamericano publica su informe anual
WASHINGTON, D.C., domingo 2 de octubre de 2011 (ZENIT.org).– El pasado 13 de septiembre el Departamento de Estado estadounidense publicaba su último Informe sobre Libertad Religiosa Internacional. A pesar de que su título es Informe 2010, sólo cubre los últimos seis meses del año, de manera que las futuras ediciones cubrirán el periodo de información de cada año completo.

En la presentación del informe, Michael H. Posner, secretario adjunto de la Oficina para la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo, afirmaba que vuelven a ser considerados países de especial preocupación los mismos ocho que en la última edición del informe: Birmania, China, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Arabia Saudí, Sudán y Uzbekistán.

No obstante, hay muchos países en los que hay graves violaciones de la libertad religiosa, añadía Posner. Señalaba que hay una preocupación especial por la situación de los cristianos en Siria, donde la inestabilidad y la violencia están conduciendo a numerosas violaciones de los derechos humanos.

Al tratar de libertad religiosa, Pakistán, Irak, Vietnam, Egipto eran algunos de los países señalados como graves infractores.

El informe comenzaba señalando la diversidad de formas con las que se restringe la libertad religiosa:

- Represión activa por parte del Estado e impunidad. En países como Irán y Corea del Norte, la religión está bajo un control estricto como parte de un esfuerzo más amplio por dominar la vida política y social en general. Otros Estados, como Eritrea, acosan a la gente hasta tal punto que los creyentes tienen que renunciar a su fe o abandonar el país.

- Ataques violentos de los extremistas. En ocasiones, los grupos extremistas empeoran la situación, como cuando el año pasado al-Qaeda hizo llamamientos para lanzar ataques violentos contra las minorías religiosas de Oriente Medio. En el 2010 hubo ataques contra lugares sagrados sufíes, chiítas, ahmadiyadíes y cristianos y contras sus fieles en Pakistán, observaba el informe. Nigeria también sufrió un aumento notable de la violencia, tanto contra cristianos como contra musulmanes. En febrero de este año hubo un nuevo episodio de violencia que se estima que causó 96 muertes.

- Leyes contra la apostasía y la blasfemia. Estas leyes suelen utilizarse para discriminar a las minorías religiosas. La blasfemia y la conversión del islam, o apostasía, pueden ser castigadas con la muerte en Afganistán, Irán, Pakistán y Arabia Saudí. Se invoca también con frecuencia para obtener ventajas en las disputas o enfrentamientos personales por la posesión de propiedades.

- Antisemitismo. Según el Departamento de Estado, el año pasado hubo una continuación o un incremento del antisemitismo en todos los continentes. Los actos han ido desde la profanación de cementerios a la negación del Holocausto y la publicación de libros y caricaturas.

- Prohibiciones a la vestimenta y expresión musulmana. La prohibición de prendas religiosas en público ha seguido en algunas partes de Europa y se ha introducido también en Francia. Los tribunales franceses ratificaron la ley y en abril de este año se impusieron las primeras sanciones por la nueva ley.

- Prohibiciones derivadas o relacionadas con la seguridad. Algunos países han aprobado o están considerando aprobar leyes que restrinjan la libertad religiosa basándose en la necesidad de proteger la seguridad nacional. Algunos Gobiernos han restringido las actividades de grupos que consideran amenazas.

Por países

En la parte dedicada a Birmania, el informe comentaba que el Gobierno sigue controlando las reuniones y actividades de prácticamente todos los grupos religiosos. Además, las denominaciones religiosas tienen que pedir permiso antes de celebrar cualquier gran evento público. Según el Departamento de Estado, las autoridades niegan con frecuencia la aprobación de las solicitudes para celebrar las fiestas tradicionales cristianas o musulmanas.

También es difícil obtener la aprobación oficial para construir nuevas iglesias o lugares de culto y, en algunos casos, las autoridades bloquean incluso la restauración de los edificios existentes. Los censores del Gobierno siguen aplicando restricciones a la publicación local de la Biblia, el Corán y otros textos cristianos y musulmanes.

La promoción del budismo por parte del Gobierno ha llevado a casos de huérfanos y jóvenes sin techo que han sido dados en acogida a monasterios budistas en vez de a grupos cristianos, para evitar la influencia de los misioneros.

Por otro lado, adherirse o convertirse al budismo sigue siendo una ley no escrita para quienes quieran ascender en los cargos del Gobierno y en la jerarquía militar.

Al mismo tiempo, el Gobierno mantiene un estricto control de los monjes budistas para asegurar que no promueven los derechos humanos o políticos. Tras las manifestaciones a favor de la democracia en el 2007, varios monjes budistas fueron arrestados y el año pasado muchos de ellos seguían en prisión.

En cuanto a China, el informe comenzaba observando que sólo se permite el culto a aquellas denominaciones religiosas que están englobadas dentro de las cinco asociaciones religiosas patrióticas aprobadas por el Estado (budistas, taoístas, musulmanes, católicos y protestantes).

Otros grupos, como los católicos leales al Vaticano, no pueden registrarse como entidades legales. En algunos sitios, las autoridades han acusado a los miembros de las denominaciones no oficiales de delitos como la celebración de actividades religiosas ilegales o de alterar la estabilidad social.

"El nivel de respeto del Gobierno por la libertad religiosa según la ley y en la práctica ha bajado durante el periodo cubierto por el informe", señalaba el Departamento de Estado. Los líderes musulmanes de la región autónoma de Xinjiang Uighur y los líderes budistas tibetanos han informado de que la discriminación aumentó el año pasado.

Quienes quieran entrar en un seminario oficial tienen que obtener el apoyo de su asociación religiosa patriótica. El Gobierno exige además a los estudiantes que demuestren su "confianza política". Los temas políticos forman parte también de los exámenes de los estudiantes de todas las escuelas religiosas.

Durante el periodo analizado en el informe, las autoridades han seguido vigilando, y en ocasiones acosando, tanto a las denominaciones registradas como a las no registradas. Algunos líderes y seguidores religiosos han sido arrestados o sentenciados a penas de cárcel por sus actividades religiosas.

En cuanto a Vietnam, el informe indicaba que hay muchas noticias de abusos de la libertad religiosa. Por ejemplo, muchos católicos y protestantes señalan que los cristianos sufren una discriminación no declarada cuando intentan acceder a cargos gubernamentales.

Algunos creyentes sufren acoso o represión, especialmente si pertenecen a grupos que no tienen reconocimiento oficial. Algunas de las medidas adoptadas por las autoridades incluyen obligar a la Iglesia a dejar de reunirse, el cierre de las iglesias no registradas, y presionar a los individuos para que renuncien a sus creencias religiosas.

Hubo graves conflictos el año pasado entre los feligreses de la iglesia católica de Dong Chiem, que protestaban por la demolición en enero de una gran cruz de hormigón. La multitud de varios centenares de personas fue atacada por la policía, que utilizó gases y golpeó a una docena de individuos.

El informe añadía que, dos semanas después, un religioso católico fue golpeado por la policía hasta quedar inconsciente por intentar entrar en la parroquia cerca de donde la cruz fue demolida. Más tarde, en febrero, un grupo de monjas y otros católicos de Ho Chi Minh City que peregrinaron hasta la parroquia fue acosado por la policía y se le negó la entrada.

Necesarias más medidas

Aunque el Departamento de Estado confirmaba su compromiso con la defensa de la libertad religiosa, la Comisión para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) expresaba su decepción de que no se hubieran añadido más países a la lista de países de especial preocupación.

"La repetición de la actual lista sigue manteniendo omisiones flagrantes, como Pakistán y Vietnam", afirmaba Leonard Leo, presidente de la USCIRF, en un comunicado de prensa el 13 de septiembre.

En su propio informe anual, publicado a principio de año, la USCIRF recomendaba que el Secretario de Estado mantuviera la lista existente de ocho país, pero también que añadiera a la lista Egipto, Irak, Nigeria, Pakistán, Turkmenistán y Vietnam.

Dejando a un lado las diferencias de opinión en la lista de países de especial preocupación, lo que está claro por el último informe es que a demasiados países se les permite salirse con la suya negando un derecho humano básico, la libertad religiosa.

Por el padre John Flynn, LC

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Flash


Web para el Consejo Pontificio para los Emigrantes y los Itinerantes
 
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 2 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- De ahora en adelante, el Consejo Pontificio para los Migrantes y los Itinerantes tendrá su propia web en la dirección www.pcmigrants.org.

“La fácil consulta de este medio informático -explica una nota del dicasterio vaticano- podrá ser útil para todos los que, por diversas razones, están interesados o implicados en el articulado fenómeno de la movilidad humana”.

“Podrán percibir -concluye- la visión cristiana y el cuidado pastoral de la Iglesia en el encuentro con los refugiados y los emigrantes, los apátridas, los nómadas, los marinos tanto en la navegación como en los puertos, los empleados en los aeropuertos o en los aviones, los que trabajan o viven en la calle, los viajeros por motivos de piedad, estudio u ocio, así como los peregrinos, los estudiantes internacionales y los turistas (cf. Pastor Bonus, art. 150-151)”.

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Angelus


Benedicto XVI: “Dios se pone en nuestras manos”
Hoy durante el rezo del Ángelus
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 2 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación las palabras que Benedicto XVI dirigió este domingo desde la ventana de su estudio del Palacio Apostólico Vaticano a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro con motivo del Ángelus.

***

¡Queridos hermanos y hermanas!
El Evangelio de este domingo se cierra con una amonestación de Jesús, particularmente severa, dirigida a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos del Pueblo: “Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos” (Mt 21,43). Son palabras que hacen pensar en la gran responsabilidad de quien en cada época, está llamado a trabajar en la viña del Señor, especialmente con función de autoridad, e impulsan a renovar la plena fidelidad a Cristo. Él es “la piedra que los constructores desecharon”, (cf. Mt 21,42), porque lo han juzgado enemigo de la ley y peligroso para el orden público, pero Él mismo, rechazado y crucificado, ha resucitado, convirtiéndose en la “piedra angular” en la que se pueden apoyar con absoluta seguridad los fundamentos de cada existencia humana y del mundo entero. De esta verdad habla la parábola de los viñadores infieles, a los cuales un hombre había confiado su propia viña para que la cultivaran y recogieran los frutos. El propietario de la viña representa a Dios mismo, mientras la viña simboliza a su pueblo, así como la vida que Él nos dona para que, con su gracia y nuestro compromiso, hagamos el bien. San Agustín comenta que “Dios nos cultiva como un campo para hacernos mejores” (Sermo 87, 1, 2: PL 38, 531). Dios tiene un proyecto para sus amigos, pero por desgracia la respuesta del hombre se orienta muy a menudo a la infidelidad, que se traduce en rechazo. El orgullo y el egoísmo impiden reconocer y acoger incluso el don más valioso de Dios: su Hijo unigénito. Cuando, de hecho, “les envió a su hijo –escribe el evangelista Mateo- … [los labradores] agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron” (Mt 21,37.39). Dios se pone en nuestras manos, acepta hacerse misterio insondable de debilidad y manifiesta su omnipotencia en la fidelidad a un designio de amor, que al final prevé también la justa punición para los malvados. (cf. Mt 21,41).

Firmemente anclados en la fe en la piedra angular que es Cristo, permanezcamos en Él como el sarmiento que no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid. Solamente en Él, por Él y con Él se edifica la Iglesia, pueblo de la nueva Alianza. Al respecto escribió el Siervo de Dios Pablo VI: “El primer fruto de la conciencia profundizada de la Iglesia sobre sí misma es el renovado descubrimiento de su vital relación con Cristo. Cosa conocidísima, pero fundamental, indispensable y nunca bastante sabida, meditada y exaltada”. (Enc. Ecclesiam suam, 6 agosto 1964: AAS 56 [1964], 622).

Queridos amigos, el Señor es siempre cercano y operante en la historia de la humanidad, y nos acompaña también con la singular presencia de sus Ángeles, que hoy la Iglesia venera como “Custodios”, es decir, ministros de la divina premura por cada hombre. Desde el inicio hasta la hora de la muerte, la vida humana está rodeada de su incesante protección. Y los Ángeles coronan a la Augusta Reina de las Victorias, la Bienaventurada Virgen María del Rosario, que en el primer domingo de octubre, precisamente en estos momentos, desde el Santuario de Pompeya y desde el mundo entero, acoge la súplica ferviente para que sea abatido el mal y se revele, en plenitud, la bondad de Dios.

[Después del Ángelus, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas, esta tarde en Ivrea, sor Antonia María Verna, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Caridad de la Inmaculada Concepción de Ivrea será proclamada Beata. El rito será celebrado por el Cardenal Tarcisio Bertone, mi secretario de Estado. Demos gracias a Dios por la luminosa figura de la nueva Beata, que vivió entre los siglos XVIII y XIX, modelo de mujer consagrada y de educadora.

También este año, a comienzos de octubre, mes misionero, el Servicio de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Roma promueve la misión llamada “Jesús en el Centro”. Aseguro mi oración por esta iniciativa, que se dirigirá en particular a los numerosos chicos y chicas de la zona de Ponte Milvio.

[Después saludó en distintas lenguas. En francés, dijo:]

Saludo cordialmente a los peregrinos francófonos, y particularmente a los marfileños residentes en Italia. En estos días del inicio del curso universitario, quisiera invitar a los profesores a transmitir, a través de la enseñanza, el amor al saber y a la verdad. El conocimiento es importante, pero aún más la formación de la persona, para que pueda discernir dónde se encuentra la verdad y tomar así decisiones libres. Educad también a los jóvenes en los valores morales y espirituales auténticos para que les ayuden a encontrar un sentido a su vida. ¡En este mes de octubre, que la Virgen María, Nuestra Señora del Rosario, acompañe a todas las personas comprometidas en la formación y en la educación! Les bendigo de corazón. Buen domingo a todos.

[En inglés, dijo:]

Saludo cordialmente a todos los peregrinos de lengua inglesa y a los visitantes presentes en este Ángelus. De forma particular extiendo mi saludo cordial a los participantes en el II Congreso Internacional de la Divina Misericordia en Cracovia, y a los estudiantes del Iona College, Australia. El Evangelio de la liturgia de hoy nos induce a rezar por todos los que trabajan en la viña del Señor, especialmente allí donde se enfrentan a la violencia y a las amenazas a causa de su fe. Que Dios les conceda, y a todos nosotros, la fortaleza en nuestro servicio a Él y al prójimo. ¡Que Dios os bendiga a todos!

[En español, dijo:]
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana, en particular al Grupo de Carabineros de Chile. En la liturgia de este día, Dios es presentado por el profeta Isaías como un agricultor enamorado de su viña, a la cual entrega su corazón, sentimientos, pensamientos, fatigas y desvelos para hacerla más bella y fecunda. Se nos está invitando así a dar buenos frutos, ya sea como labradores o como viña, pues es nuestro deber devolver a Dios Padre todo lo que somos o lo que tenemos, y que Él nos ha regalado. Que la intercesión de la Santísima Virgen María nos alcance esta bendita gracia. Feliz domingo.

[En croata, dijo:]

Saludo de corazón y bendigo a todos los peregrinos croatas, especialmente a los fieles de la misión católica de Kelkheim. Queridos amigos, ¡hemos comenzado el mes dedicado a la beata Virgen María! Os exhorto a rezarle diariamente en vuestras familias para que la bendición de Dios permanezca con vosotros. ¡Alabados sean Jesús y María!

[En polaco, dijo:]
Saludo cordialmente a los polacos. Con un saludo particular me dirijo a los organizadores y los participantes en el Congreso Internacional de la Divina Misericordia, que se celebra estos días en Cracovia-Lagiewniki. Muy queridos, reforzad vuestra confianza en el Señor a través de la reflexión común y la oración para que llevéis eficazmente al mundo el alegre mensaje de que “la Misericordia es fuente de esperanza”. Que Dios os bendiga.

[En italiano, dijo:]
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua italiana, en particular a los fieles procedentes de Corte Madama in Castelleone y de Sant’Arcangelo di Romagna, así como a los arqueros de la Federación Italiana Tiro con Arco. Animo el esfuerzo de las instituciones y las asociaciones de voluntariado para abatir las barreras arquitectónicas. ¡Os deseo a todos un feliz domingo!

[Traducción del original italiano por Patricia Navas

©Libreria Editrice Vaticana]

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Documentación


Declaración de los obispos de EEUU para el mes del Respeto a la Vida
“La Religión y la Moralidad son esenciales para la supervivencia de una sociedad que ama la libertad”
WASHINGTON D.C., domingo 2 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- A continuación les ofrecemos la declaración del cardenal Daniel DiNardo, arzobispo de Houston y presidente del Comité para las Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, publicada el pasado lunes con ocasión del mes del Respeto a la Vida, que comienza hoy domingo 2 de octubre.

* * *

Este mes de octubre, la Iglesia Católica de Estados Unidos celebrará el mes del Respeto a la Vida, una tradición anual de la que es su cuadragésimo año. Comenzando el 2 de octubre de 2001 -con el Domingo del Respeto a la Vida-, los católicos de toda la nación se unirán para testimoniar la igualdad inherente y valor trascendental de cada ser humano.

En incontables liturgias y eventos daremos gracias a Dios por el don de la vida humana y rezaremos para que nos dé su guía y sus bendiciones en nuestros esfuerzos por defender a los miembros más vulnerables de la familia humana.

Expresaremos nuestra oposición a la injusticia y crueldad del aborto en nombre de las víctimas cuyas voces han sido silenciadas. Al mismo tiempo, recordaremos a los supervivientes del aborto, las madres y los padres que lloran la pérdida de un hijo insustituible, que la misericordia de Dios es más grande que la humana, y que pueden encontrar el perdón y la paz a través del sacramento de la Reconciliación y el Proyecto Rachel Ministry de la Iglesia.

El tema elegido para el programa del Respeto a la Vida de este año es Yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia (cf. Jn 10,10). En esta breve explicación de su misión, Jesús habla de la esperanza de la vida eterna, que se restaurará a través de su muerte y resurrección, y de nuestra vida terrena.

Siguiendo el mandamiento nuevo de Jesús de amor desinteresado, nuestras vidas pueden enriquecerse y llenarse de alegría y de paz. Por el contrario, tratar a los demás como medios u obstáculos de nuestros propios objetivos, sin aprender nunca a amar con generosidad, es un modo muy pobre de vivir.

Ver la vida como un juego de sumas, en las que el avance de los propios intereses requiere dejar de lado las necesidades de los demás, puede llevar a olvidarnos de quien es especialmente débil, indefenso o que necesita nuestra ayuda. Los niños no nacidos, los ancianos que algunos consideran una “carga” para nuestro sistema sanitario, el supuesto “exceso” de embriones en las clínicas de fertilidad, las personas con discapacidad, las víctimas de los accidentes con daños cognitivos que requieren de asistencia para alimentarse,... cada uno de ellos corre el riesgo de ser considerado “una vida indigna de vivirse”.

La promesa de Jesús de “una vida en abundancia” es especialmente conmovedora hoy, cuando nuestra cultura y, a menudo, nuestros gobiernos promueven los valores contrarios a la felicidad y al verdadero bien de las personas y de la sociedad. Nos enfrentamos a los intentos de expulsar a Dios y al discurso religioso de la vida pública. Esto promueve la propuesta peligrosa de que el ser humano no disfruta de un estatus especial en virtud de lo que Dios dio a la humanidad.

Algunos intentan eliminar a la gente y a las organizaciones cuyos motivos son religiosos de los programas públicos, obligándoles a violar sus propias convicciones morales y religiosas o a dejar de servir a los necesitados. Las mismas fuerzas, ayudadas por la publicidad y los medios de comunicación, promueven una visión egoísta y degradante de la sexualidad humana, exaltando lo positivo de una actividad sexual sin amor o sin compromiso. Esta visión del sexo como “libre” de compromisos y de consecuencias no deja espacio para la apertura a la nueva vida.

Se promueven los anticonceptivos incluso entre los adolescentes como si fueran esenciales para el bienestar de la mujer y el aborto se defiende como un plan “necesario” por si los anticonceptivos fallan. Y estos fallan. Los estudios demuestran que muchas mujeres que buscan abortar, utilizaron anticonceptivos el mes que se quedaron embarazadas. Una y otra vez, los estudios demuestran que el incremento del acceso a la anticoncepción no reduce los porcentajes de embarazos no planeados y de abortos.

Ambas tendencias -una visión distorsionada de la sexualidad y un desprecio del papel de la religión- aparecen en la última decisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos de que se demanden los “servicios preventivos” en prácticamente todos los planes de salud privados y que se recoge en la nueva ley de la salud. El Departamento ha mandado que estos servicios incluyan la esterilización quirúrgica y todos los fármacos y dispositivos anticonceptivos aprobados por la FDA- incluyendo el abortivo Ella, muy parecido a la píldora abortiva RU-486.

La decisión es errónea en varios niveles. Los servicios preventivos están dirigidos a la prevención de enfermedades (por ejemplo, vacunas) o a la detección precoz para poder dar un tratamiento urgente (por ejemplo, en la búsqueda de diabetes o cáncer). Pero el embarazo no es una enfermedad. Es la forma normal y saludable en la que cada uno de nosotros venimos al mundo. Lejos de prevenir enfermedades, los anticonceptivos tienen serias consecuencias para la salud, por ejemplo, el aumento del riesgo de la transmisión de enfermedades sexuales, como el SIDA, el aumento del riesgo de cáncer de pecho por el exceso de estrógenos y los coágulos sanguíneos que provocan embolias debido a la progesterona sintética. La obligatoriedad de dicha cobertura no muestra respeto a la salud ni a la libertad de la mujer, ni respeto a las conciencias de aquellos que no quieren formar parte de estas iniciativas problemáticas.

La exención del “empleado religioso” ofrecida por el Departamento es tan estrecha que no protege a casi nadie. Las instituciones católicas que prestan asistencia sanitaria y otros servicios a los necesitados podrían verse obligados a despedir a sus empleados no católicos y a no atender a los pacientes pobres o de otras confesiones. Se ha dicho que el mismo Jesús o el buen samaritano de la parábola famosa, no sería “suficientemente religioso” para entrar en la exención, ya que insistió en ayudar a otras personas con diferente credo.

A todos estos esfuerzos equivocados para promover falsos valores entre nuestra juventud y silenciar la voz de la verdad moral en el ámbito público, y privando a los creyentes de sus derechos protegidos en la Constitución de vivir de acuerdo a sus convicciones religiosas, se debe oponer resistencia a través de la educación, la opinión pública y sobre todo la oración.

Los fundadores de nuestra nación entendieron que la religión y la moral eran esenciales para la supervivencia de una sociedad amante de la libertad. John Adams expresó esta convicción, afirmando: “No tenemos un Gobierno armado capaz de luchar contra las pasiones humanas desenfrenadas sino es con la moral y la religión. Nuestra Constitución fue realizada por un pueblo moral y religioso. Es totalmente inadecuado para el Gobierno de cualquier otro”.

Los católicos no deben rehuir la obligación de afirmar los valores y principios que consideramos esenciales para el bien común, comenzando por el derecho a la vida de todo ser humano y el derecho de todo hombre y mujer a expresarse y vivir según sus creencias religiosas y sus conciencias bien formadas.

Como nos recordó el Papa Benedicto XVI el año pasado en sus discursos ad Limina a los obispos visitantes, “una sociedad debe ser construida sólo en base a un respeto incansable, una promoción y una enseñanza de la naturaleza trascendente de cada ser humano”. “Esta naturaleza común está por encima de todas las diferencias de edad, raza, fuerza, o condiciones de dependencia, preparándonos para ser una única familia humana bajo la mirada de Dios”.

Durante este mes del Respeto a la Vida, al celebrar el gran don divino de la vida, rezaremos y reflexionaremos sobre cómo, cada uno de nosotros, puede renovar su compromiso y testimonio para “respetar, promover y enseñar la trascendente naturaleza del ser humano”, y así apuntalar las bases de nuestra sociedad que realmente lo necesita.

[Traducción del inglés por Carmen Álvarez]

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