6.10.11
Vaticano: un "nuevo amor" por América Latina
Del Vatican Insider (ENG) (ITA)
Un “nuevo amor” por América Latina. Gestos, actitudes y hechos concretos demuestran que la Santa Sede busca impulsar un más intenso nivel de comunicación con la Iglesia latinoamericana, una cercanía que los católicos de aquellas tierras necesitan desesperadamente. Tras años de abandono práctico al “continente de la esperanza”, como lo bautizó Juan Pablo II, ahora las cosas empiezan a cambiar.
El próximo 7 de octubre Benedicto XVI recibirá en audiencia a la directiva del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), el máximo órgano de representación de los obispos de esa zona presidido por el mexicano Carlos Aguiar Retes. Es esa oportunidad se espera un discurso significativo del Papa, un mensaje que pueda estrechar lazos.Por múltiples razones y durante demasiado tiempo América Latina permaneció al margen de las grandes decisiones del actual pontificado. Son públicamente conocidas las legítimas prioridades de Benedicto XVI como pastor universal, ante todo su preocupación por la pérdida de fe en Europa, el “viejo continente”. Ellas han centrado en otras latitudes las baterías del obispo de Roma y sus principales colaboradores.
¿Resultado? Un alejamiento paulatino pero significativo de la región que concentra más de 40 por ciento de los fieles católicos en el mundo. Un fenómeno también alimentado por los descuidos de personalidades en la Curia Romana, con errores más o menos graves. Ejemplos sobran.
La primera audiencia pública de periodistas con el nuevo Papa, en 2005, no fue un inicio alentador. En esa ocasión el pontífice saludó en diversos idiomas menos el español. Una falla de sus colaboradores que sentó un lamentable antecedente.
A ese episodio se han sumado otros, como la lenta pero inexorable “desaparición” de prelados latinoamericanos de los puestos de primer nivel en la Curia pontificia, la escasa intervención del líder católico con mensajes públicos de aliento a los fieles y la falta de viajes apostólicos a esa parte del mundo. En más de seis años de ministerio Benedicto XVI visitó sólo una vez aquellas tierras (Brasil, 2007). Nunca pisó una nación de habla hispana, aunque tuvo la oportunidad en 2009 de viajar a México la rechazó.
Una situación que comienza a revertirse, sobre todo desde la llegada del cardenal Marc Ouellet a la prefectura de la Congregación para los Obispos y a la presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL). Un purpurado no europeo con una sensibilidad particular hacia el Continente Americano, del cual es originario. Aunque proviene de Canadá, en el extremo norte, habla perfectamente español porque vivió por muchos años en Colombia, donde fue profesor en el seminario de Cali y rector del seminario en Manizales.
Desde mayo pasado Ouellet cuenta con la colaboración de un apasionado en temas latinoamericanos, Guzmán Carriquiry Lecour, el primer fiel laico en ocupar el puesto de secretario de la CAL. Una apuesta relevante del Papa quien decidió crear dicho puesto, que no existía hasta ahora. Esto simplemente porque la constitución apostólica “Pastor Bonus” establece que los vicepresidentes de las comisiones pontificias sean prelados superiores.
Inyección de nuevo aire para la relación entre la Santa Sede y América Latina. Prueba de esto es la audiencia de Benedicto XVI con la directiva del Celam, luego que hace algunos meses sus múltiples empeños le impidieron recibir a la anterior cúpula de ese organismo que había solicitado verlo para despedirse.
A partir de este 6 de octubre los cinco dirigentes del Celam iniciarán una gira de trabajo de cinco días durante la cual sostendrán reuniones en 10 dicasterios de la Curia Romana. Será su presentación formal luego de haber sido elegidos en sus puestos en mayo pasado.
Encabezados por el presidente Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla y también cabeza de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), completan el grupo dos vicepresidentes, Rubén Salazar Gómez (Colombia) y Dimas Lara Barbosa (Brasil); un secretario general, Santiago Silva Retamales (Chile) y un responsable del comité económico, Carlos María Collazzi Irazábal (Uruguay).
Su agenda incluye encuentros en las congregaciones para la Doctrina de la Fe, de los Obispos, para el Clero y para la Disciplina de los Sacramentos así como en los pontificios consejos Justicia y Paz, para los Laicos y Comunicaciones Sociales. Obviamente tienen previsto un encuentro en la CAL.
En esas reuniones pasarán revista a los principales asuntos relacionados con la Iglesia en América Latina, como por ejemplo la “misión continental”: una estrategia pensada para revitalizar el catolicismo en la región y que fue lanzada por el mismo Papa durante su visita a Brasil en 2007.
Además compartirán sus preocupaciones respecto del avance de la violencia en sus países así como de los proyectos legislativos que impulsan la liberalización del aborto, las uniones entre personas del mismo sexo y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales. Será un momento propicio para medir el alcance de este “nuevo amor” por Latinoamérica.