16.10.11

Benedicto XVI: caridad, esperanza y fe

A las 1:57 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Legionarios de Cristo, El Vaticano
 

Primero fue “Deus caritas est” (Dios es amor), la primera encíclica de Benedicto XVI en 2005. Después vino “Spe salvi” (La esperanza salva), la segunda en 2007. Hoy el pontífice completó su “trilogía” anunciando la convocatoria a un especial “año de la fe”. No se trata de episodios aislados. Ahora aparece claro ante los católicos el intenso programa espiritual propuesto por un Papa que, al asumir su ministerio, reconoció no tener otro plan más allá de seguir a Cristo.

Fe, esperanza y caridad son las virtudes teologales, pilares del cristianismo. Joseph Ratzinger les ha dado una lectura nueva. En sus discursos y enseñanzas, pero sobre todo en sus escritos, los ha explicado y actualizado, insertándolos en un proceso dinámico ofrecido como la respuesta de fondo a las angustias del hombre moderno.

No se trata de teología inentendible, sino de valores universales para los feligreses de a pie. Basta con leer las encíclicas, simples y con ejemplos concretos. Totalmente comprensibles. El mensaje es sencillo: el amor de Dios transforma la vida, la esperanza da sentido ante las dificultades y la fe impulsa a compartir esa alegría con los demás. Todo engarzado en un profundo círculo virtuoso.

Por ello no es casualidad que el Papa haya decidido anunciar el “año de la fe” este día, en la misa con la cual clausuró –en El Vaticano- el primer encuentro mundial de “nuevos evangelizadores”. Lo hizo durante la homilía, ante una Basílica de San Pedro llena. Su principal preocupación es la apostasía del mundo occidental, donde cientos de miles de personas están perdiendo la fe y rompiendo aquel proceso espiritual virtuoso. Porque si no se cree, la esperanza sobra y el amor, aunque se busque, difícilmente se encuentra.

Según lo anunciado este jubileo comenzará el 11 de octubre del 2012, en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre del 2013, solemnidad de Cristo Rey del Universo. Los alcances de la iniciativa que no es totalmente original –en 1968 se celebró una similar bajo Pablo VI – estarán explicados en una carta apostólica, que será publicada en los próximos días. Una pregunta surge natura ¿escribirá una nueva encíclica?.

Por lo pronto el Papa explicó hoy que el “año de la fe” busca “dar un renovado impulso a la misión de toda la Iglesia de conducir a los hombres fuera del desierto en el cual muy a menudo se encuentran hacia el lugar de la vida, la amistad con Cristo que nos da su vida en plenitud. Será un momento de gracia y de compromiso por una cada vez más plena conversión a Dios, para reforzar nuestra fe en él y para anunciarlo con gozo al hombre de nuestro tiempo”.

Serafines susurran.- Más dudas que certezas suscitó la entrevista del sacerdote legionario Thomas Williams al blog de la revista Our Sunday Visitor (OSV) sobre la situación en la agencia católica de noticias Zenit. En este blog hicimos una primera referencia a la respuesta del ex director editorial de esa plataforma, Jesús Colina, a los dichos del religioso.

El periodista demostró, con una carta del director general de la Legión Álvaro Corcuera, que una de las afirmaciones de Williams sencillamente no corresponde a la verdad. Aquella según la cual tras la muerte de Marcial Maciel, fundador de la congregación, ningún legionario lo puso como modelo. La misiva, mandada a todos los jefes de equipo del Regnum Christi el 24 de marzo de 2008 (después de la muerte de Maciel) comprueba lo contrario. Porque cita en varias partes la “herencia espiritual” del inmoral sacerdote. ¿Cómo es posible que Corcuera se atreviese a escribir dichas referencias cuando sabía que “nuestro padre” era un pederasta, mentiroso, manipulador y un largo etcétera?

Según la versión “oficial” del ex vicario Luis Garza Medina y la cúpula de la Legión, ellos tuvieron plena certeza de los crímenes del fundador en el otoño de 2006, meses después de la sanción vaticana contra el sacerdote publicada en mayo de ese año. Entonces –afirman-, a partir de ese momento, la política institucional habría sido de “no alimentar la veneración a la memoria de Maciel”.

Pero esa explicación es débil. Aunque las exequias del sacerdote fueron privadas en Cotija (México), existen otras pruebas que demuestran cómo al interior del movimiento sí hubieron gestos para salvar la memoria de un abusador de menores. La prueba aportada por Colina fue tan contundente que al mismo Thomas Williams no le quedaron argumentos para replicar. Sólo pudo responder “reconozco que estoy en el error”. Por todo esto dijimos aquí que la polémica en torno a Zenit abrió la “caja de pandora”, con muchas sorpresas en su interior.

También referimos otras contradicciones de Williams. La más burda de ellas tiene que ver con el involucramiento de los Legionarios de Cristo en la agencia de noticias. Según el sacerdote la congregación participó desde el inicio del proyecto (1997). Reconoció además que su estrategia fue esconder lo más posible su mano. Dijo que “quizás, en retrospectiva, no era la mejor manera de hacer las cosas, pero sí lo parecía en ese momento”.

Más adelante sostuvo que en los recientes “esfuerzos hacia una mayor transparencia” se puso, a la vista de todos, la participación directa de los legionarios en Zenit. Pero cuando se le preguntó, renglones abajo, cómo será la relación del instituto religioso con la agencia de ahora en adelante, explicó: “seguirá siendo la que siempre ha sido: detrás de escena, con apoyo y consejo. Será más claro en el sentido de que la gente estará más al tanto de la participación de la Legión”.

La contradicción es grande como una casa: primero me arrepiento de la estrategia inicial, así justifico un cambio que, a final de cuentas, no modifica nada porque resulta que la participación de los legionarios seguirá siendo la misma. ¿Entonces? ¿Sólo a mí me parece una argumentación forzada y retorcida? Más sencillo hubiera sido anunciar que la congregación manejaba la agencia con un comunicado en la página de internet y listo. Así todos contentos. Con eso se hubiera evitado la salida de Jesús Colina y su equipo. ¿O la verdadera intención de toda esta maniobra era quitarse de encima a esos periodistas por “incómodos? ¿Será? Perdón, quizás pienso mal.