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Servicio diario - 20 de octubre de 2011

Santa Sede

Santa Sede: El Gobierno actual, representante legítimo del pueblo libio

El Papa: Fe, honestidad y humildad, claves para la Iglesia en Australia

El Vaticano defiende la libertad de cambiar de religión

La Santa Sede destaca ante la ONU el vínculo entre desarrollo y desarme

Mundo

El Papa recibe la antorcha de la carrera por la paz en Tierra Santa

Congo: Más de treinta niños reconciliados con sus familias

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"Así os envío yo", lema del Domund 2011

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Discurso a favor del desarme del representante de la Santa Sede en la ONU


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Santa Sede: El Gobierno actual, representante legítimo del pueblo libio
Nota de su Oficina de Información tras la muerte de Gadafi
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 20 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- La Santa Sede considera el Consejo Nacional de Transición (CNT) como el representante legítimo del pueblo libio, indica una nota de su oficina de información publicada este jueves tras la muerte del coronel Gadafi.

“Dado que el CNT está ahora establecido de manera efectiva como Gobierno en Trípoli, la Santa Sede lo considera el legítimo representante del pueblo libio, conforme al derecho internacional”, indica el texto.

“En este sentido, es oportuno recordar que es práctica constante de la Santa Sede, al establecer relaciones diplomáticas, reconocer a los Estados y no a los Gobiernos”, explica.

“Por tanto, la Santa Sede no ha procedido a un formal reconocimiento del Consejo Nacional de Transición como gobierno de Libia”, añade.

“La Santa Sede ya ha tenido diversos contactos con las nuevas autoridades de Libia”, informa la nota.

“En primer lugar, la Secretaría de Estado, que tiene la responsabilidad de las relaciones diplomáticas de la Santa Sede, ha tenido contactos con la embajada libia ante la Santa Sede tras el cambio político en Trípoli”, precisa.

“Durante su reciente participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Dominique Mamberti, tuvo la oportunidad de tener un coloquio con el representante permanete de Libia en la ONU, Abdurrahman M. Shalgham”, continúa.

“Y más recientemente, el nuncio aposólico en Libia, monseñor Tommaso Caputo, que reside en Malta, viajó a Trípoli para una visita de tres días (del 2 al 4 de octubre) durante los cuales se encontró con el Primer Ministro del CNT, Mahmoud Jibril. Mons -informa el comunicado-. Caputo fue recibido también en el Ministerio de Asuntos Exteriores”.

“Con motivo de estos encuentros ambas partes destacaron la importancia de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Libia”, añade el comunicado.

Además, prosigue, “la Santa Sede ha tenido la oportunidad de renovar su apoyo al pueblo libio y a la transición”.

“La Santa Sede ha augurado a las nuevas autoridades todo éxito en la reconstrucción del país -añade-. Por su parte, los reponsables de la nueva Libia han comunicado el aprecio por los llamamientos humanitarios del Santo Padre y por el compromiso de la Iglesia en Libia, sobre todo a través del servicio en los hospitales y otros centros de asistencia de 13 comunidades de religiosas (6 en Tripolitania y 7 en Cirenaica).

El comunicado de reconocimiento de la nueva autoridad comienza destacando que “la noticia de la muerte del coronel Muahammar Gadafi cierra la demasiado larga y trágica fase de la lucha sangrienta por el abatimiento de un régimen duro y opresivo”.

“Esta experiencia dramática -continúa el texto de la Santa Sede- obliga una vez más a la reflexión sobre el precio de sufrimiento humano inmenso que acompaña la afirmación y la caída de todo sistema que no esté basado en el respeto y la dignidad de la persona sino en la prevalente afirmación del poder”.

La Santa Sede considera que “se debe por tanto ahora esperar que, salvando al pueblo libio de más violencia debida a un espíritu de revancha o venganza, los nuevos gobernantes puedan emprender lo antes posible la necesaria obra de pacificación y reconstrucción, con un espíritu de inclusión, sobre la base de la justicia y del derecho”.

También auspicia “que la comunidad internacional se comprometa a ayudar generosamente a la reedificación del país”.

Respecto a la “pequeña comunidad católica” de Libia, la Santa Sede afirma que “continuará ofreciendo su testimonio y su servicio desinteresado, en particular en el ámbito caritativo y sanitario”.

Además, añade la nota, “la Santa Sede se comprometerá a favor del pueblo libio con los instrumentos a su disposición en el ámbito de las relaciones internacionales, en el espíritu de la promoción de la justicia y la paz”.

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El Papa: Fe, honestidad y humildad, claves para la Iglesia en Australia
Audiencia con motivo de la visita ad Limina de los obispos del país
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 20 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Fe, honestidad y humildad son los elementos clave para la acción de la Iglesia en Australia, afirmó el Papa este jueves al recibir a los obispos del país con motivo de su visita ad Limina.

“Es cierto que la vuestra es una preocupación pastoral que se ha hecho más pesada por pecados pasados y errores de otros, lamentablemente incluidos sacerdotes y religiosos”, reconoció Benedicto XVI.

“Pero la tarea que recae ahora sobre vosotros consiste en reparar los errores del pasado con honestidad y apertura, para construir, con humildad y determinación, un futuro mejor para los afectados”, destacó.

“Por lo tanto -añadió-, os animo a continuar siendo pastores de almas que, junto a vuestros sacerdotes, estén siempre preparados para dar un paso más en al amor y la verdad por el bien de las conciencias del rebaño confiado a vosotros, tratando de preservar su santidad, enseñarles humildemente y conducirlos irreprochablemente por los caminos de la fe católica”.

Momentos de gracia

El Papa recordó después dos “momentos de gracia especiales” que la Iglesia en Australia ha vivido en los últimos años: la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en 2008 en Sydney y la canonización de la primera santa australiana, Mary MacKillop, en 2010.

“Bendecida por un gran éxito -dijo en referencia a la JMJ- tuvo un “impacto persistente”, como muestra el elevado número de vocaciones actuales al sacerdocio y a la vida religiosa.

“El Espíritu Santo no cesa de despertar en los corazones jóvenes el deseo de santidad y celo apostólico”, indicó.

Y exhortó a los obispos a “continuar fomentando el acercamiento radical a la persona de Jesucristo, cuya atracción les inspire a dar sus vidas completamente a Él y al servicio del Evangelio en la Iglesia”.

Respecto a la canonización, celebrada el 17 de octubre de 2010, habló de Mary MacKillop como “ejemplo de santidad y de dedicación para los australianos y para la Iglesia en todo el mundo, especialmente para las religiosas y para todos los que se dedican a la educación de los jóvenes”.

En circunstancias a menudo difíciles, constató el Pontífice, “Santa María permaneció firme, una madre espiritual amorosa para las mujeres y los niños a su cuidado, una maestra innovadora para los jóvenes y un modelo de energía para los que están preocupados con la excelencia en la educación”.

La importancia de la formación

La respuesta valiente de la santa a las dificultades presentadas durante su vida, explicó Benedicto XVI, puede ser fuente de inspiración también para muchos católicos de hoy que se disponen “a colaborar con la Nueva Evangelización y los serios desafíos que plantea la difusión del Evangelio en la sociedad en su conjunto”.

“Todos los miembros de la Iglesia necesitan ser formados en su fe, desde una catequesis de calidad para los niños y una educación religiosa impartida en sus escuelas católicas hasta los muy necesarios programas de catequesis para adultos”, indicó.

También “los sacerdotes y religiosos deben ser asistidos y alentados por una formación continua de los suyos, con una profunda vida espiritual en un mundo donde la rápida secularización nos rodea”, dijo.

El Papa destacó a los prelados la urgencia de “asegurarse de que todos los que están confiados a vuestro cargo entiendan, acepten y propongan la fe católica de forma inteligente y voluntariosa a los demás”.

“Vosotros, vuestros sacerdotes y vuestra gente dará testimonio de su fe con la palabra y el ejemplo de una forma convincente y atractiva -afirmó-. La gente de buena voluntad, viendo vuestro testimonio, responderá con naturalidad a la verdad, a la bondad y a la esperanza que vosotros representáis”.

Liturgia

Después recordó el “deber particular” de los obispos de preocuparse por las celebraciones de la liturgia. El Papa indicó que la nueva traducción del Misal Romano “pretende enriquecer y profundizar el sacrificio de alabanza ofrecido a Dios por su pueblo”.

“Ayudad a vuestro clero a acoger y valorar lo que se ha logrado, para que a su vez ellos puedan asistir a los fieles a acostumbrarse a la nueva traducción”, exhortó.

“Haced todo lo que podáis para ayudar a los catequistas y músicos en sus respectivas preparaciones para hacer de la celebración del rito romano en vuestras diócesis un momento de gracia y de belleza, que sea digno del Señor y espiritualmente enriquecedor para todos, añadió.

Año de la Gracia

En su saludo al Papa al principio de la audiencia, el presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, el arzobispo de Adelaide, monseñor Philip Edward Wilson, anunció que la Iglesia australiana celebrará un Año de la Gracia, desde Pentecostés de 2012 hasta la misma fiesta de 2013.

La idea, explicó, es “volver a partir desde Cristo”, informa L'Osservatore Romano en su edición de este viernes.

“Este año intentaremos precisamente contemplar el rostro de Jesús y escuchar la voz en una nueva profundidad, en la certeza de que sólo Él puede guiarnos hacia el futuro y hacer de nosotros una sola cosa en la fe, en la esperanza y en la caridad”.

En este periodo, añadió, se implorará “un nuevo descendimiento del Espíritu Santo porque sólo él puede infundir nueva vida en la Iglesia”.

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El Vaticano defiende la libertad de cambiar de religión
En su mensaje a los hindúes en la fiesta del Deepavali
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 20 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- El Vaticano invitó a los hindúes a unirse junto a los cristianos en la promoción de la libertad religiosa, que incluye la libertad de cambiar de religión, y en la petición a los dirigentes nacionales para que tengan en cuenta la dimensión religiosa de la persona humana.

Con motivo de la fiesta del Deepavali 2011, que muchos hindúes celebrarán el 26 de octubre, el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso les envió un mensaje titulado Cristianos e hindúes: unidos en la promoción de la libertad religiosa.

El derecho a la libertad religiosa “implica la libertad de cada persona de profesar, practicar y propagar su religión o creencia, en público o en privado, solo o en comunidad, también implica la seria obligación por parte de las autoridades civiles, individuos o grupos de respetar la libertad de los demás -señala el texto-. Más aún, incluye la libertad de cambiar de religión”.

Y exhorta a los hindúes: “Esforcémonos en unir nuestras manos en la promoción de la libertad religiosa como responsabilidad compartida, pidiendo a los líderes de las naciones que no hagan caso omiso de la dimensión religiosa de la persona humana”.

En su mensaje, el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso subraya las implicaciones de la libertad religiosa y la importancia de defenderla.

La fiesta conocida como Deepavali, es decir, “fila de lámparas de aceite” se basa simbólicamente en una antigua mitología y representa la victoria de la verdad sobre la mentira, de la luz sobre las tinieblas, de la vida sobre la muerte y del bien sobre el mal.

La celebración dura tres días y marca el inicio de un nuevo año, la reconciliación familiar (especialmente entre hermanos y hermanas) y la adoración a Dios, recuerda el Consejo Pontificio en el comunicado con el que este jueves difundió el mensaje.

Este año, muchos hindúes celebrarán esta fiesta el próximo miércoles 26 de octubre.

El texto del dicasterio, firmado por su presidente el cardenal Jean-Louis Tauran, y su secretario, monseñor Pier Luigi Celata, pide atención hacia “aquellos miembros de la familia humana que han sido expuestos a prejuicios, propaganda de odio, discriminación y persecución a causa de su confesión religiosa”.

“La libertad religiosa es la respuesta a los conflictos por motivos religiosos en muchas partes del mundo”, indica el mensaje a los hindúes.

“En medio de la violencia provocada por estos conflictos, muchos anhelan desesperadamente la coexistencia pacífica y el desarrollo integral humano”, recuerda el dicasterio vaticano.

La libertad religiosa, prosigue el documento, “se cuenta entre los derechos humanos fundamentales arraigados en la dignidad de la persona humana”.

Respecto a sus implicaciones, subraya que “incluye necesariamente la inmunidad de la coacción de cualquier individuo, grupo, comunidad o institución”.

Cuando la libertad religiosa es respetada y promovida, “permite a los creyentes ser más entusiastas en la cooperación con sus conciudadanos en la construcción de un orden social más justo y humano”, destacan los firmantes.

“Pero donde y cuando se la niega, suprime o viola -añaden, citando el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Paz 2011-, “la afirmación de una la paz auténtica y estable para toda la familia humana” se ahoga y se frustra”.

En este contexto, el consejo pontificio exhortó a cristianos e hindúes a “unir nuestras manos en la promoción de la libertad religiosa como responsabilidad compartida, pidiendo a los líderes de las naciones que no hagan caso omiso de la dimensión religiosa de la persona humana”.

El mensaje recuerda finalmente que precisamente el día siguiente al que este año se celebrará el Deepavali, el 27 de octubre, “muchos líderes religiosos de todo el mundo se unirán al Papa Benedicto XVI en su Peregrinación a Asís, para renovar la promesa hecha hace veinticinco años, bajo el liderazgo del Beato Juan Pablo II, de crear canales religiosos de paz y de armonía”.

“Estaremos unidos espiritualmente con ellos, confiando en que los creyentes sigan siendo una bendición para el mundo entero”, concluye, antes de desear a los hindúes una gozosa celebración de Deepavali.

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La Santa Sede destaca ante la ONU el vínculo entre desarrollo y desarme
En una intervención de monseñor Chullikatt
NUEVA YORK, jueves 20 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York, el arzobispo Francis Chullikatt, destacó el “vínculo íntimo” que existe entre desarrollo y desarme.

En una intervención que pronunció el pasado 11 de octubre ante la Primera Comisión de la 66ª sesión de la Asamblea General de la ONU sobre desarme y seguridad nacional, criticó firmemente la carrera armamentística.

“En el marco de una sociedad edificada sobre el derecho, el desarme genera desarrollo, y el desarrollo humano integral tiene repercusiones profundas y beneficiosas sobre la construcción de la paz y la resolución de las cuestiones relacionadas con la seguridad”.

“Desde esta perspectiva, la Santa Sede afirma con firmeza su crítica a la carrera armamentística y pretende desarrollar su análisis en la esfera de las relaciones internacionales según el criterio de que la ley debe prevalecer siempre sobre la violencia”, añadió.

El representante de la Santa Sede indicó que “la comunidad internacional debe, por tanto, confrontarse con la urgente necesidad de poner un freno a esta deplorable carrera armamentística y promover un corte importante a los gastos militares”.

A la vez, reconoció que “este recorte podría ser posible sólo en un clima de menor miedo y mayor confianza”.

“Un recorte a los gastos militares podría dar mayor credibilidad a la prohibición de usar la fuerza en las relaciones internacionales, permitiendo, así, el poder asegurar un mayor respeto del derecho internacional y radicar la paz en la justicia”, afirmó.

Este recorte, tanto en las relaciones entre las naciones, como en el interior de cada nación haría posible “garantizar la seguridad en condiciones mejores y destinar las enormes sumas de dinero ahorradas a fines pacíficos”.

Hechos

“Desgraciadamente -constató-, el gasto militar en el mundo continua creciendo”. “Según las estadísticas más recientes -las del 2010- giraba en torno a los 1.630.000 millones de dólares americanos, con un crecimiento constante con respecto al año anterior (1.569.000 millones de dólares americanos)”, dijo.

“Este dato contradice de un modo evidente los Objetivos de Desarrollo del Milenio y, como hemos repetido en diversas ocasiones, contrasta claramente con la Carta de Naciones Unidas, que compromete a los estados con el mantenimiento “de la paz y de la seguridad internacional con el mínimo dispendio de los recursos humanos y económicos mundiales para el armamento”, denunció.

El arzobispo lamentó que en 2010 y en 2011 hubo “pocos progresos en el ámbito del desarme, del control de las armas y de la reducción o de la reconversión de los gastos familiares a favor del desarrollo pacífico de los pueblos”.

“Emblemático de esta preocupante situación es el hecho de que, desde hace demasiados años, la Conferencia sobre el Desarme parece atravesar una crisis que impide su actividad y su eficacia”, declaró.

También se refirió a factores positivos en este ámbito, como “la reducción estratégica real de las armas nucleares”.

Esta reducción, “sin embargo, para ser plenamente eficaz, debe ser apoyada por una perspectiva política clara y positiva”, subrayó.

“Los recientes desastres, especialmente el dramático episodio de Fukushima en Japón, nos obligan a realizar una reflexión seria y amplia sobre el uso de la energía nuclear tanto en el ámbito civil como en el militar”, dijo el representante de la Santa Sede.

A este respecto, continuó, “es necesario retomar el trabajo sobre el Tratado de prohibición del material fisible y al mismo tiempo es necesario poner remedio a la inexistente entrada en vigor del Tratado para la prohibición de las pruebas nucleares”.

Este documento incluye la obligación de abstenerse a realizar estas pruebas, así como el desarme nuclear, son las condiciones necesarias para persuadir a los estados que todavía no poseen armas nucleares a respetar las normas de la no proliferación.

Por otra parte, el representante de la Santa Sede apreció la cooperación de algunos Estados y ONG para dar prioridad a la asistencia a las víctimas en la Convención sobre las armas de racimo.

Comercio de armas

Monseñor Chullikatt se refirió en su intervención al “proceso del Tratado sobre el comercio de armas, para el cual el 2012 será un año importante, ya que la Conferencia prevista debería conducir a la redacción de un texto”.

“Las armas ligeras y de pequeño calibre no deben ser consideradas como una mercancía cualquiera que se pone a la venta en los mercados globales, regionales o nacionales -afirmó-. La producción, el comercio y la posesión de las mismas tienen implicaciones éticas y sociales”.

“Deben ser reglamentadas de acuerdo a principios específicos de naturaleza moral y legal”, señaló.

El observador permanente pidió “realizar todo esfuerzo necesario para prevenir la proliferación de todos los tipos de armas, que alientan las guerras locales y la violencia urbana y cada día asesinan a demasiadas personas en el mundo”.

“De aquí la urgencia de adoptar algún instrumento legal, que la Santa Sede apoya plenamente, con medidas legalmente vinculantes para el control del comercio de armas y municiones convencionales a nivel global, regional y nacional”, precisó.

Y argumentó que “un comercio de armas no reglamentado y no transparente, además de la ausencia de sistemas eficaces de control del comercio de armas a nivel internacional, producen graves consecuencias humanitarias, retrasando un desarrollo humano integral, minando el Estado de derecho y aumentando los conflictos y la inestabilidad en todo el mundo”.

Además, “ponen en peligro los procesos de construcción de la paz en los distintos países y difunden una cultura de violencia y de impunidad”.

“El resultado del actual proceso para el Tratado sobre el comercio de armas pondrá a prueba la voluntad política de los Estados de asumir sus propias responsabilidades morales y legales, con el fin de reforzar ulteriormente el régimen internacional sobre el comercio de armas no reglamentado que existe actualmente”, declaró.

Y añadió que “su objetivo principal no debe ser sólo la reglamentación del comercio de armas convencionales o frenar el mercado negro de las mismas, sino sobre todo el de proteger la vida humana y construir un mundo más respetuoso con la dignidad humana”.

Ley, diálogo, amistad

Para la Santa Sede, “la paz debe ser construida a través del derecho y el derecho se puede concretar si en cada una de las cuestiones individuales prevalece la razón”.

“El “diálogo razonado” se funda en el reconocimiento de que, con el objetivo de construir una paz duradera, ¡la fuerza de la ley debe prevalecer siempre sobre la ley de la fuerza!”, dijo monseñor Chullikatt.

Y añadió que “la Santa Sede está convencida de la necesidad de basar los cimientos de la paz reconociendo la importancia del diálogo y reforzando las relaciones de amistad”.

“Este ha sido también el mensaje propuesto por la Jornada Interreligiosa de Asís de 2011, con el que el Papa Benedicto XVI, junto a una amplia coalición de líderes religiosos, desea poner de relieve la idea de que las religiones no representan un factor de conflicto, sino de pacificación entre los pueblos y que son capaces de realizar una importante contribución a la construcción de un humanismo integral que atribuya un lugar privilegiado a la dignidad trascendente de la persona humana”, explicó el arzobispo.

El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York afirmó ante la comisión que “la paz es también fruto de la justicia, la solidaridad y el desarrollo”.

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Mundo


El Papa recibe la antorcha de la carrera por la paz en Tierra Santa
La octava edición de los "JP Games" se desarrollará del 21 al 25 de octubre
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 20 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI recibió, este miércoles durante la Audiencia General en la plaza de San Pedro, la antorcha que se llevará durante el recorrido de la octava edición de los JP Games.

La carrera para promover la paz en Tierra Santa organizada por el Centro Deportivo Italiano y la Obra romana de peregrinaciones se desarrollará del 21 al 25 de octubre, informa L’Osservatore Romano en su edición de este jueves.

Durante el recorrido de los Juegos Juan Pablo II-Peregrinos de paz en Tierra Santa, varias personas portarán la antorcha, entre ellos la campeona paralímpica Giusy Versace y el ex futbolista Demetrio Albertini.

La carrera de los JP Games 2011, de 12 kilómetros, saldrá de Belén y se detendrá en el punto de control que divide los territorios israelí y palestino, para acabar en el auditorio del centro Nuestra Señora de Jerusalén.

En el checkpoint, un equipo israelí, otro palestino, otro de la asociación italiana de futbolistas y uno más compuesto por jóvenes de la Liga Pro jugarán un partido de fútbol.

Un grupo de campeones se ha unido a la manifestación prestando su imagen y voz para invitar a participar en esta iniciativa en honor a Juan Pablo II.

Según los organizadores, unir la peregrinación al deporte favorece el diálogo entre los pueblos y abre caminos a una posibilidad nueva para aquellos que viven en Tierra Santa.

El acontecimiento está patrocinado por el Consejo Pontificio para los Laicos, el CONI y el Departamento de Pastoral de tiempo libre, turismo y deporte de la Conferencia Episcopal Italiana.

Los juegos tendrán su culmen en la jornada del 22 de octubre, memoria litúrgica del beato Juan Pablo II y aniversario del inicio de su ministerio como vicario di Cristo.

Desde 2010 los JPII Games incluyen, además de la histórica carrera Belén-Jerusalén, también otras disciplinas deportivas.

En esta iniciativa de paz están implicadas instituciones internacionales y europeas, como el Cuarteto para Oriente Medio, el Parlamento Europeo y los Sport Makers italianos.

El Papa Juan Pablo II, él mismo un deportista, se encontró a menudo con el mundo del deporte durante su ministerio apostólico.

Durante el Jubileo de los Deportistas del año 2000, el pontífice polaco subrayó la “gran importancia de la práctica deportiva, porque puede favorecer la afirmación de valores importantes en los jóvenes, como la lealtad, la perseverancia, la amistad, el compartir, la solidaridad”.

La lógica del deporte, recordaba en 1984, es también la lógica de la vida: “Sin sacrificios no se obstienen resultados importantes, ni tampoco auténticas satisfacciones”.

“Todo cristiano está llamado a ser un válido atleta de Cristo, es decir, un testigo fiel y valiente de su Evangelio – recordaba –. Pero para conseguirlo es necesario perseverar en la oración, entrenarse en la virtud, seguir en todo al divino Maestro”.

Más información: www.jpiigames.com

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Congo: Más de treinta niños reconciliados con sus familias
El proyecto Bana ya Poveda enseña un oficio a niños de la calle
KINSHASA, jueves 20 octubre 2011 (ZENIT.org).- El proyecto Bana ya Poveda (Niños de Poveda), inspirado en la pedagogía del fundador de la Institución Teresiana, inició el curso con 71 menores.

Estos niños de la calle de Kinshasa, República  Democrática del Congo, se autodenominaron así al conocer la vida de san Pedro Poveda, que inspira a los educadores del proyecto e inició su actividad socioeducativa con niños de los cerros de Guadix, España, a principios del siglo XX.

“En el mes de septiembre –explica la fundadora del proyecto, María Isabel Sancho a los colaboradores- escolarizamos a cuarenta niños que se alojan en el centro y a treinta y uno que han sido reunificados en sus familias y a los que les seguimos pagando la escolarización”.

“Es una manera de asegurar que el niño no vuelva a la calle –continúa-. Los educadores les dan una hora de apoyo escolar diaria, en el centro, para facilitar la nivelación con los otros alumnos del colegio”.

La mayoría de ellos dejaron la escuela a edad muy temprana o nunca fueron a ella. Los problemas de adaptación al medio escolar son fuertes.

Además de las dificultades de los pequeños, los maestros no tienen preparación para acoger a niños con un alto nivel de desintegración social y de agresividad.

Por eso, este trimestre Bana ya Poveda ha planificado con el psicólogo talleres de formación sobre la comunicación no violenta.

Se han impartido ya a los educadores y están programados, de octubre a diciembre, los que se llevarán acabo con maestros de la escuela y con niños del centro. “Esperamos obtener buenos resultados”, comenta Sancho.

De enero a agosto de 2011, informa, “tuvimos la alegría de reunificar a 31 niños en sus familias biológicas respectivas, que no quiere decir el padre o la madre. La mayoría de nuestros niños son huérfanos”.

“El vínculo familiar para la reunificación se hace de acuerdo con el niño y con aquella persona de su entorno familiar que le es próxima afectivamente –explica-. Es con ella con quién se inicia la mediación”.

Son reunificaciones durables, porque se han dado el tiempo y la profesionalidad para hacerlo bien.

Antes de la reunificación, el niño pasa fines de semana y vacaciones largas con la familia de acogida para verificar el grado de implicación de ésta y de adaptación del menor.

“Es una satisfacción oír decir a los familiares que el niño ha cambiado muchísimo, como es el caso de Chris y ver a éste feliz con los suyos”, afirma.

Cinco de estas reunificaciones han sido fuera de la ciudad de Kinshasa. En estos casos, los menores son acompañados hasta su destino por el educador social del Centro, Jean Luc, que se encarga de ello.

“Se trata de viajes largos y costosos, porque el destino más próximo estaba a 800 kilómetros y los caminos aquí son muy difíciles”, relata la fundadora del proyecto.

Todas estas búsquedas suponen muchas idas y venidas hasta encontrar a la persona de referencia.

Ayuda en esta labor el que en África los lazos de familia y/o de tribu, aunque se hayan roto, persisten, y siempre hay alguien que reconoce el parentesco del niño, por algún dato.

A partir del mes de enero, han asociado al equipo de educadores a un abogado. Han visto la necesidad de trabajar más las causas de violación de los derechos de los niños.

A veces las vulneraciones llegan desde las propias fuerzas del orden, o de líderes de pequeñas sectas que proliferan en todos los barrios de Kinshasa, acusando al niño de brujo, con maltratos y vejaciones, y de los propios padres que los rechazan y abandonan.

Se han organizado sesiones de formación para los propios niños, los padres y líderes de barrio, para informar de los derechos de los niños y la responsabilidad de los adultos ante la ley de protección del menor, promulgada en la RDC.

En junio pasado, el centro se vio implicado en la denuncia de una red de tráfico de menores en la que desaparecieron algunos niños acogidos en el Centro Bana ya Poveda, víctimas de este tráfico.

Tras secuestrar a los menores, los entrenan en el robo intimidándoles con amenazas y torturas si no vuelven por la noche con el botín fijado de antemano.

Son alojados en condiciones infrahumanas y vigilados durante el día, en los puestos donde los dejan, recibiendo continuamente consignas gestuales, por parte de los adultos que los vigilan.

“Lo triste del caso –comenta María Isabel Sancho- fue la falta de respaldo de autoridades locales y ONG internacionales que trabajan en la región para la protección del menor”.

En el centro continúa también la formación laboral. Son siete los jóvenes formados y que viven de su actividad laboral en talleres propios, seis de arreglo y fabricación de zapatos y dos de corte y confección. Otros dieciséis trabajan como asalariados.

Una empresa sevillana, GRUPO IC, aporta una ayuda desde hace seis años para financiar esta partida del Proyecto “que no es poca”, comenta Sancho. “Nos han asegurado que, a pesar de la crisis, continuarán apoyándonos”, dice satisfecha.

El nuevo taller de agricultura comienza a dar sus frutos. “Es ya un gran éxito que ocho jóvenes habituados a la vida de la gran ciudad y de la calle, se hayan adaptado a la vida del campo y hayan encontrado gusto al trabajo de la tierra”.

“Ha habido una buena cosecha de mandioca, tomates, berenjenas y pimientos”, comenta.

El problema es la distribución: “De momento buscamos compradores de boca a oreja, pero el desafío está en buscar un mercado local fijo. El perito en desarrollo lo está estudiando con los mismos jóvenes”.

El alma del proyecto, en el que ha implicado a jóvenes educadores congoleños, a su familia en España, amigos y colaboradores de este país y de la Institución Teresiana internacional, agradece la iniciativa que tuvieron un grupo de amigos de Santander de elaborar un Proyecto que titularon Desayuno solidario.

Lo divulgaron entre amigos y conocidos y ya es una realidad: contribuyen al desayuno anual de todos los niños del Centro (10€) por día los cincuenta niños: cuarenta alojados y diez que van a los talleres.

María Isabel Sancho concluye su mensaje dando “mil gracias a todos los que hacéis realidad este sueño de los niños de encontrar un futuro en sus vidas”.

Por Nieves San Martín

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Internacional


"Así os envío yo", lema del Domund 2011
Los misioneros españoles, clave en la evangelización global
MADRID, jueves 20 de octubre 2011 (ZENIT.org).- El próximo domingo, 23 de octubre, se celebra en toda la Iglesia católica la Jornada Mundial de las Misiones.

El lema para este año, Así os envío yo, hace referencia al mandato misionero de san Juan: “Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo” (Jn 20,21).

Obras Misionales Pontificias (OMP) presentó la jornada de este año, el martes en rueda de prensa.

El Domingo Mundial de las Misiones (Domund) es el día en que toda la Iglesia universal reza y colabora económicamente a favor de la actividad evangelizadora de los misioneros y misioneras.

Los llamados “territorios de misión” no disponen de personas ni de recursos económicos para su labor evangelizadora. Mediante el Domund, la Iglesia trata de cubrir estas carencias y ayudar a los más desfavorecidos a través de los misioneros.

El donativo que se entrega a las misiones es recogido en la dirección nacional de las OMP y enviado a territorios de misión. Sólo se permite utilizar un máximo del 10% en la administración de estos bienes y en la animación misionera.

Además del donativo en la Jornada del Domund, se pueden domiciliar aportaciones periódicas, utilizar la tarjeta VISA-DOMUND o realizar transferencias por Internet (www.domund.org).

El lema de este año está tomado del mensaje de Benedicto XVI, donde comenta la afirmación evangélica: “Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo”.

Ese envío implica a todos los bautizados y comunidades cristianas en una misión destinada a todo y a todos, en especial a los que aún no le conocen y a quienes se han alejado de la fe.

La misión afecta a toda la humanidad y a todas sus dimensiones; no está limitada por tiempo ni por espacio, hasta la plenitud de los tiempos.

Los objetivos de la campaña de este año son: iniciar a los fieles en la apertura al mundo, donde cada persona está llamada a conocer y acoger el Evangelio; reconocer que el misionero es enviado por Dios a través de la comunidad cristiana, y que en él se refleja la universalidad de nuestra fe; participar en actividades de las comunidades eclesiales para el Domund; colaborar económicamente para responder a las necesidades materiales de los misioneros y las misiones; e intensificar la oración y el sacrificio por los misioneros –sacerdotes, religiosos y laicos– que este año serán enviados a la misión.

Vivero de misioneros

Desde la llegada de los primeros misioneros a América en el siglo XVI, son miles las mujeres y hombres que partieron de España dejando su hogar y su tierra para llevar el Evangelio.

El número total de misioneros españoles se estima en más de catorce mil. De ellos, el 53% son mujeres y el 47% hombres.

El continente con mayor presencia de misioneros españoles es América, con el 70%. Le sigue África, con el 15%. Europa, un 8%. Asia cuenta con un 7% de las misioneras y misioneros españoles. En Oceanía hay una veintena.

Todas y cada una de las diócesis españolas cuentan con misioneros en el mundo. Cada año parten de España cerca de 150 misioneros de las órdenes, congregaciones, institutos seculares, movimientos y asociaciones misioneras presentes en territorios de misión.

Las diócesis con mayor número de misioneros son Pamplona-Tudela, Burgos, Madrid y León. Las religiosas de diversas congregaciones son el 50% de los misioneros españoles en misiones. Los sacerdotes misioneros suman el 10%.

Hablan los evangelizadores

“Acabo de venir de Salanga, un pueblo a 42 kilómetros de la misión, donde hemos celebrado 14 bautismos y 3 bodas de los bautizados. Toda una fiesta en la más grande sencillez. Ayer por la noche tuvimos también otros 12 bautismos en Baugou”, dice Marcos Delgado de la Sociedad de Misiones Africanas, en Benín.

“Llevo por estas tierras más de 35 años. Mi trabajo es dirigir una universidad jesuítica en pleno territorio maya, Quetzaltenango, con más de seis mil alumnos, y el fin primordial de nuestras obras educativas siempre ha sido la formación integral de los alumnos”, afirma José María Ferrero, SJ, en Guatemala.

“Nos toca acompañar a este pueblo en esta difícil situación, que sobre todo hace sufrir a los más desfavorecidos”, reflexiona Arantza Bajineta, sierva de María de Anglet, en Costa de Marfil.

“Desde hace ocho años estoy en San Clemente (Pisco), intentando ayudar en la construcción de casas y personas después del terremoto del 2007”, comunica María Visitación Zuazu, misionera Dominica del Rosario, Perú.

“Tengo 81 años, de los cuales he pasado 46 en Zimbabue y con un cáncer a cuestas, por fortuna ya operado y sin metástasis. Sigo ayudando a mis pobres mandando dinero y ropa y lo que sea”, explica José García, del Instituto Español de Misiones Extranjeras.

“Apenas hace cuatro meses que llegué a mi misión, por lo tanto, por ahora estoy conociendo la realidad y aprendiendo el idioma camboyano”, dice Gema Extremo, hija de María Auxiliadora.

“Algunos me dicen si no me jubilo, porque ya es hora; contesto que mientras mi cuerpo aguante seguiré al pie del cañón y moriré con las botas puestas, si es que Dios lo permite”, dice Consuelo Doménech, misionera de Cristo Jesús, en Japón.

Presencia global

Los misioneros españoles están presentes en 115 países. En África, la mayor presencia está en República Democrática del Congo, Mozambique y Guinea Ecuatorial. En América: Perú, Venezuela y Argentina. En Asia: Japón, La India y Filipinas.

Fuera de España hay 103 obispos españoles que ejercen su ministerio como pastores de comunidades de diversos países.

Las ayudas que Obras Misionales Pontificias envía a misiones se dividen en dos grandes partidas: ayudas ordinarias (25.751.897,69 euros) para el sostenimiento de los misioneros, y ayudas extraordinarias (48.186.025,38 euros), para construcciones, vehículos, emergencias y formación.

A esto hay que añadir 17.598.371,55 euros destinados a seminarios y centros de formación de misioneros. La suma total destinada a misiones este año fue de 91.536.294,62 euros.

Característico de Obras Misionales Pontificias es que lo recaudado en un año se envía a misiones al año siguiente en su totalidad, una vez descontados los gastos de animación misionera y de gestión que nunca superan el 10%.

Gracias a la generosidad de España, se pudieron entregar a misiones 16.950.952 euros que fueron para África, 12.234.859,51 euros; América, 1.232.394,79 euros; Asia, 2.838.166,28 euros: Europa, 71.491,36 euros; Oceanía, 574.040,07 euros.

Los países que recibieron más ayudas de España fueron Camerún, Tanzania, Madagascar, Angola, Sri Lanka, Guinea Ecuatorial, Zambia, Costa de Marfil, Trinidad y Tobago.

Tomar en serio la vida humana”

En su mensaje para esta jornada, hecho público por Benedicto XVI el 6 de enero de 2011, el Papa reflexiona sobre la globalidad del mensaje cristiano.

“La evangelización es un proceso complejo y comprende varios elementos -explica-. Entre estos, la animación misionera ha prestado siempre una atención peculiar a la solidaridad”.

Recuerda el Papa que este es también uno de los objetivos del Domund. “Se trata de sostener instituciones necesarias para establecer y consolidar a la Iglesia mediante los catequistas, los seminarios, los sacerdotes; y también de dar la propia contribución a la mejora de las condiciones de vida de las personas en países en los que son más graves los fenómenos de pobreza, malnutrición sobre todo infantil, enfermedades, carencia de servicios sanitarios y para la educación. También esto forma parte de la misión de la Iglesia”.

Y subraya que “al anunciar el Evangelio, la Iglesia se toma en serio la vida humana en sentido pleno”.

A este respecto cita al Pablo VI cuando afirmaba que no es aceptable “que en la evangelización se descuiden los temas relacionados con la promoción humana, la justicia, la liberación de toda forma de opresión, obviamente respetando la autonomía de la esfera política".

"Desinteresarse de los problemas temporales de la humanidad significaría 'ignorar la doctrina del Evangelio acerca del amor al prójimo que sufre o padece necesidad' -señaló en Evangelii nuntiandi- no estaría en sintonía con el comportamiento de Jesús, el cual 'recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la buena nueva del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias'”.

Y concluye Benedicto XVI pidiendo que “la Jornada mundial de las misiones reavive en cada uno el deseo y la alegría de 'ir' al encuentro de la humanidad llevando a todos a Cristo”.

Mensaje papal Domund 2011

Por Nieves San Martín

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Actualidad


Europa: Tribunal de Justicia protege al embrión humano desde la concepción
Histórica sentencia en un caso de patentes biotecnológicas
LUXEMBURGO, jueves 20 octubre 2011 (ZENIT.org).- El Tribunal Europeo de Justicia, con sede en Luxemburgo, ha dictado una histórica sentencia a favor de la dignidad del embrión humano desde la concepción. Se trata de una decisión emitida a instancias de la organización ecologista Greenpeace, en un caso de patentes biotecnológicas.

La sentencia declara que una invención biotecnológica no debe ser protegida jurídicamente cuando para su proceso haya requerido la previa destrucción de embriones humanos o el uso de los mismos como materiales de base.

En definitiva, no podrá ser patentado un proceso que implique la extracción de una célula madre de un embrión humano, ni siquiera en la etapa de blastocito (célula embrionaria no diferenciada), ya que este proceso implica la destrucción del embrión.

El caso que ha dado lugar a la sentencia se originó a raíz de la decisión del Tribunal Federal de Justicia de Alemania, a instancias de la organización ecologista Greenpeace, de someter la patente desarrollada por Oliver Brüstle, en 1997, al Tribunal Europeo, para que fuera éste el que interpretase la expresión “embrión humano”, a la que se refiere el art. 6 (2) (c) de la Directiva de la Unión Europea 98/44/EC sobre la Protección Jurídica de la Invenciones Biotecnológicas.

Ahora, la sentencia del Tribunal de Luxemburgo se ha pronunciado en el sentido de que la Directiva protege todos los estadios de la vida humana, al excluir al embrión humano de la protección de las patentes.

El fallo proporciona así una correcta definición del “embrión humano” como un “organismo capaz de iniciar el desarrollo de un ser humano”, ya sea el resultado de la fecundación o el producto de una clonación.

En concreto, el fallo de la sentencia confirma que la legislación europea relativa a la protección jurídica de las invenciones biotecnológicas debe interpretarse en el sentido de que constituye un “embrión humano” todo óvulo humano a partir del estadio de la fecundación, todo óvulo humano no fecundado en el que se haya implantado el núcleo de una célula humana madura, y todo óvulo humano no fecundado estimulado para dividirse y desarrollarse mediante partenogénesis (reproducción basada en el desarrollo de células sexuales femeninas no fecundadas).

Además, la sentencia excluye que pueda ser patentado un invento que haya implicado la destrucción previa de embriones humanos o su utilización como materia prima, sea cual fuere el estadio en el que éstos se utilicen.

La asociación española Profesionales por la Ética celebró esta decisión del Tribunal Europeo “desde el convencimiento de que la protección de la vida humana requiere, en el contexto de las actuales investigaciones biotecnológicas, una definición amplia de lo que debe entenderse por embrión humano”. 

De este modo, además –añade-, “se refuerza el carácter ético de dichas investigaciones y, en definitiva, la mejor y más eficaz opción por las células madre adultas.

En opinión de la asociación, “la negativa de la patente a la investigación con células embrionarias en Europa hace que, a partir de esta histórica sentencia, dicha línea de investigación resulte mucho menos atractiva desde el punto de vista de los intereses financieros que, en buena medida, la sostenían”.

Ver el texto completo de la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia en el caso Brüstle vs. Greenpeace de 18 de octubre de 2011.

Para saber más: http://www.profesionalesetica.org/.

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Entrevistas


¿Qué hay dentro de ZENIT?
La buena noticia contada por quien la busca cada día
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 20 octubre 2011 (ZENIT.org).- Estamos sentados en un bar en vía de la Conciliación de Roma. Frente a nosotros, la columnata de la Basílica de San Pedro. El sol resplandece en el cielo azul. Esperamos el Ángelus de Benedicto XVI. El lugar emana olor a café y cruasanes calientes.

Estoy junto a tres católicos muy originales, de tres continentes: un sacerdote estadounidense, un joven administrador delegado y un escritor libanés que estudia y enseña teología.

El sacerdote estadounidense es James Mulford, viene de Baltimor, Maryland, y acaba de ser nombrado editor de la agencia de prensa internacional ZENIT. A su lado, Alberto Ramírez, natural de Barcelona que vive en Madrid. Alberto es el director ejecutivo de ZENIT. Y Robert Cheaib, un escritor que se encarga de la edición en árabe de ZENIT. 

La semana pasada, se publicaron artículos que suscitaban dudas sobre la transparencia administrativa y arrojaban sombras sobre el futuro de ZENIT. Por este motivo, he dirigido algunas preguntas a los tres amigos.  

-¿Qué me decís del futuro de ZENIT?

P. James Mulford: Puedo asegurar que ZENIT seguirá informando, publicando y difundiendo desde Roma las noticias relativas al pontífice, las actividades de la Santa Sede y las obras animadas por la Iglesia católica en el mundo.

Alberto Ramírez: Recientemente, se ha dado una animada renovación del personal que hace ZENIT, pero no temo por el futuro. Por el contrario, tengo mucha confianza porque disponemos de un grupo de periodistas, traductores y escritores sólidos y preparados.

Estoy seguro que no sólo garantizarán la calidad del servicio sino que lo mejorarán con la aportación de nuevas ideas y proyectos.

Se están uniendo al grupo jóvenes y talentosos escritores que me hacen imaginar grandes metas. Como director ejecutivo, estoy muy atento a la integración y a la formación de jóvenes periodistas católicos. Son estos los que prepararán el futuro.

- ¿Es verdad que ZENIT se convertirá en un “boletín de los Legionarios de Cristo” y se usará sólo para promover los intereses de la congregación?

P. Mulford: ¡Absolutamente no! Nuestro empeño es seguir con la misma independencia y libertad editorial que caracterizó a ZENIT en el pasado y que los lectores conocen.

Nuevos y antiguos lectores podrán juzgar por ellos mismos viendo los contenidos y la calidad de los servicios informativos. Confundir las características del editor con los fines y la libertad de ZENIT no es correcto.

El director de Radio Vaticano es jesuita. El director de la Editorial Vaticana es salesiano, y no creo que estén utilizando su posición para promover los intereses de los institutos de procedencia. De hecho, están al servicio de la Iglesia universal por una gran causa.

Por este motivo, pedí a mi congregación que se comprometiera a que ZENIT pudiera realizar con autonomía y libertad su misión.

He leído en un blog que, después de quince años, “ZENIT pertenece a la Iglesia”. Estoy más que de acuerdo. Desde el principio, ZENIT promovió siempre la comunicación social, ayudando a los lectores a formar parte de algo más grande: la Iglesia universal.

- ¿Quiénes son y de dónde vienen las personas que trabajan en ZENIT?

A. Ramírez: ZENIT dispone de profesionales laicos provenientes de una docena de países diferentes. También la espiritualidad y la formación es muy diversa.

Tenemos miembros del movimiento de Schoenstatt, laicos consagrados de la diócesis de París, miembros del Opus Dei, del Camino Neocatecumenal, de Regnum Christi, etc.

Es una larga lista que muestra que ZENIT refleja la gran variedad de la Iglesia católica de hoy. Y no sólo, debéis saber que el webmaster de nuestra estructura no es católico.

Gracias a él ZENIT se difunde diariamente en el mundo, y esta persona está desempeñando este trabajo desde hace al menos diez años con gran dedicación.

P. Mulford: Cuando consideramos a los nuevos candidatos, estamos muy interesados en su formación intelectual y su capacidad de escribir bien.

Para nosotros es importante que sean capaces de entender el lenguaje del papa. Que estén preparados para comprender y explicar a los lectores los documentos que la Iglesia publica.

Es verdad que nuestros suscriptores representan un amplio espectro de la población en general, pero sabemos también que hay lectores sofisticados que esperan mucho de nuestro servicio.

- Padre James, usted no es nuevo en ZENIT. Fue uno de los primeros que empezaron esta aventura ¿Encuentra ZENIT cambiada respecto a cuando empezó sus publicaciones hace quince años?

P. Mulford: Es verdad, Antonio. ¿Te acuerdas de los primeros días, cuando la redacción de ZENIT estaba compuesta por sólo dos o tres personas, y mandábamos el servicio con un solo ordenador?

Nuestros lectores iniciales eran unos cuatrocientos. Hoy disponemos de cerca de una docena de servidores que envían unos catorce millones de servicios periodísticos cada mes.

En el último año, nuestra página en la red fue visitada por seis millones de visitantes únicos, de 213 países.

Cuando nació ZENIT, la tecnología disponible era muy diferente. El Vaticano no estaba todavía en internet y los mayores sitios católicos se contaban con una mano. Y, gracias a Dios, hemos crecido. Hoy ZENIT actúa a nivel internacional. Es una organización sin ánimo de lucro presente en siete países, y si incluimos a colaboradores y voluntarios, son más de cien las personas que contribuyen a producir y difundir ZENIT cada día.

A. Ramírez: Soy uno de los más jóvenes del equipo de ZENIT. Hace cerca de un año, cuando llegué, me impresionó el espíritu de servicio a la Iglesia que anima a las personas que trabajan aquí. Para quienes hacen ZENIT no es un simple trabajo sino una verdadera misión y un compromiso personal de cada uno para servir.

- ¿Cómo logra ZENIT cubrir su presupuesto sólo con los donativos de sus lectores?

 A. Ramírez: Creo que esto es parte del milagro. ZENIT siempre ha sido de sus lectores. Ellos son la razón por la que se sigue saliendo cada día, y, gracias a su apoyo, hemos sido capaces de crecer y ampliar con nuevas lenguas y servicios.

Por el momento, estamos tratando de modernizar nuestros métodos de recogida de fondos y de diversificar las fuentes de sostenimiento. Tenemos muchas ideas.

Pero, al margen de las aportaciones que lleguen mediante donativos, patrocinios, compras, peregrinaciones, eventos o cualquier otra cosa, al final, ZENIT será siempre sostenida por quienes comparten la misión de dar a conocer y difundir en cada esquina del mundo las buenas noticias que provienen de las actividades de la Iglesia católica.

Esperamos lograr reforzar ZENIT con estructuras semejantes a las de una empresa, sin renunciar a nuestras raíces o sin subordinar nuestra misión a la mera comercialización. ZENIT es mucho más que una empresa editorial.

- ¿Cómo se explica el gran desarrollo de ZENIT en las diversas lenguas?

A. Ramírez: Bueno, no hay que olvidar que la Iglesia tiene más de un millardo de fieles que hablan todas las lenguas del mundo.

Publicamos cada día un servicio en siete idiomas, pero sabemos que ZENIT se traduce al menos a una docena de otras lenguas por parte de sacerdotes, seminaristas, religiosos, voluntarios de asociaciones caritativas, miembros de grupos de oración o simples feligreses.

A menudo, recibimos mensajes de correo electrónico que preguntan cuándo estará ZENIT disponible en nuevos idiomas.

Recientemente, hemos recibido numerosas peticiones de que se promuevan la edición polaca, rusa y china.

Estamos incluso pensando en desarrollar manuales para quien quiera traducir ZENIT a su lengua materna. Veremos. Si alguien quiere ayudarnos en esta empresa, que nos escriba y nos lo diga.

P. Mulford: ZENIT se publicó originariamente en lengua española y se difundió en concomitancia con el Sínodo de los Obispos para América Latina de 1997.

Escribimos y publicamos un servicio diario durante unos seis meses, sin disponer ni siquiera de una página web. Era sólo una newsletter que distribuíamos por correo electrónico.

Un año después, pusimos en marcha un servicio semanal en inglés. No mucho después, un sacerdote italiano salesiano que desempeña su misión en Brasil nos ofreció la posibilidad de hacer una edición en portugués. Luego, siguieron las otras lenguas, francés, alemán, italiano y árabe.

- ¿Cómo se logra hacer una edición en árabe?

Robert Cheaib: Fue una operación de mucho coraje. A pesar de las evidentes dificultades objetivas, en sólo cinco años la edición en árabe de ZENIT se ha convertido en punto de referencia en el mundo árabe, tanto para los cristianos como para los fieles de las demás religiones.

- ¿Quiénes son los lectores de la edición en árabe de ZENIT?

Robert Cheaib: Nuestros lectores son patriarcas de las Iglesias orientales (también los no católicos), obispos y embajadores en los países árabes, sacerdotes, religiosos y religiosas, catequistas, y fieles que quieren estar informados para ahondar el conocimiento de su fe.

Además, y este es nuestro mayor éxito, muchos que profesan la fe islámica leen ZENIT. La gente está descubriendo que ZENIT no es un órgano de información que trata de hacer proselitismo, sino que es un instrumento de diálogo y un lugar de encuentro para todos los hombres de buena voluntad.

- ¿Qué comentarios hay desde las comunidades árabo-cristianas en Oriente Medio y en otras partes del mundo?

Robert Cheaib: Son entusiastas. Recuerdo aún las palabras de monseñor Issam John Darwich, obispo melquita de Sydney, quien, durante el Sínodo de los Obispos para Oriente Medio, dijo: “Para mí, ZENIT es una verdadera experiencia de comunión con mi madre Iglesia”.

También durante el Sínodo, monseñor Joannes Zakaria, obispo de Luxor, Egipto, definió ZENIT como “mi Evangelio cotidiano”.

- ¿Cuáles son los frutos de este trabajo en el campo ecuménico e interreligioso?

Robert Cheaib: Hemos notado que, entre los suscriptores, hay muchos nombres típicamente musulmanes. Se demuestra que hay un gran deseo de conocer a la Iglesia católica consultando las fuentes originales y no a través de canales que podrían distorsionar su significado.

En cuanto al diálogo ecuménico, tenemos muchos lectores de la Iglesia ortodoxa de Aleppo que a menudo colaboran con nuestro servicio publicando noticias y artículos, enriqueciéndolo de este modo con la renombrada tradición patrística de las Iglesias orientales.

- ¿Cómo lográis financiar la edición en árabe?

Robert Cheaib: Debo sobre todo dar las gracias a los suscriptores de las otras ediciones de ZENIT, porque, si no fuera por ellos, no habríamos podido iniciar la edición en árabe.

No somos todavía económicamente autosuficientes, aunque los donativos están aumentando. Esperemos que algún árabe rico, al leer esta entrevista, nos ofrezca su ayuda.

Muchos hablan de la “primavera árabe”, pero no debemos olvidar que la primavera es tiempo para la siembra, y ZENIT está diseminando una semilla que traerá grandes frutos en el futuro. Estoy convencido que tenemos una misión especial que cumplir en el mundo de hoy.

- Alberto, ¿qué sorpresas nos reserva ZENIT?

A. Ramírez: En pocas semanas, tendremos un nuevo sitio. Hemos tratado de simplificar algunas cosas, haciéndolo más fácil de usar y, esperamos, un poco más atrayente. Estamos estudiando también un proyecto para añadir nuevas funciones en el futuro.

P. Mulford: Internet ha evolucionado y por tanto también ZENIT debe ir al paso. Hay muchas nuevas tecnologías que no existían cuando empezamos hace quince años y que ahora hay que añadir al servicio.

En la web estamos viviendo un momento de auténtico renacimiento tecnológico. Nunca en la historia la humanidad tuvo a su disposición un instrumento tan potente para comunicar.

El problema será lograr educar y formar al hombre para que sepa usar con sabiduría las nuevas tecnologías, sin caer en la tentación de mitificarlas.

- ¿Otros proyectos?

A. Ramírez: Sí, muchos. Permaneced conectados a ZENIT y mantened la mente abierta a nuevos y grandes horizontes. Estamos pensando en algunas novedades interesantes que os sorprenderán.

P. James Mulford, LC, editor:  jm@zenit.org
Alberto Ramírez, director ejecutivo: direction@zenit.org
Antonio Gaspari, coordinador editorial: antonio@zenit.org
Robert Cheaib, coordinador de la edición árabe de ZENIT: robert@zenit.org

Por Antonio Gaspari

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Documentación


Discurso del Papa a los obispos de Australia en visita ad Limina
Vuestra tarea actual: reparar los errores del pasado con honestidad y apertura
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 20 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso que Benedicto XVI dirigió a los obispos de Australia al recibirles este jueves en el Vaticano con motivo de su visita ad Limina.

***

Queridos hermanos obispos,

estoy encantado de daros mi cálida bienvenida con ocasión de vuestra visita ad Limina Apostolorum. Esta peregrinación a las tumbas de san Pedro y san Pablo os regala una importante ocasión de reforzar los lazos de comunión en la única Iglesia de Cristo. Este momento es, además, una oportunidad privilegiada de reafirmar nuestra unidad y afecto fraternal que debe siempre caracterizar las relaciones en el Colegio de los Obispos, con y bajo el Sucesor de Pedro. Deseo agradecer a monseñor Wilson sus amables palabras que me ha dirigido en vuestro nombre. Mis cordiales saludos a los sacerdotes, religiosos y religiosas, y a los fieles laicos de Australia. Os pido que les aseguréis mis oraciones por su paz, prosperidad y bienestar espiritual.

Como señalaba en su discurso, la Iglesia en Australia está marcada por dos momentos de gracia de los últimos años. En primer lugar, la Jornada Mundial de la Juventud fue bendecida con un gran éxito y, junto a vosotros, vi como el Espíritu Santo movía a los jóvenes reunidos en vuestra tierra natal, provenientes de todo el mundo. También me enteré por vuestros informes del continuo impacto de esta celebración. No sólo Sydney, también el resto de diócesis del país dieron la bienvenida a los jóvenes católicos de todo el mundo que venían a profundizar su fe en Jesucristo junto a sus hermanos y hermanas de Australia. Vuestros sacerdotes y fieles vieron y experimentaron la vitalidad juvenil de la Iglesia a la que todos pertenecemos y la importancia perenne de la Buena Noticia que debe ser proclamada nuevamente a cada generación. Creo que una de las consecuencias a destacar del evento está todavía por verse en los numerosos jóvenes que están discerniendo sus vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. El Espíritu Santo no cesa de despertar en los corazones jóvenes el deseo de santidad y celo apostólico. Debéis continuar fomentando el acercamiento radical a la persona de Jesucristo, cuya atracción les inspire a dar sus vidas completamente a Él y al servicio del Evangelio en la Iglesia. Asistiéndoles, ayudaréis a otros jóvenes a reflexionar seriamente en la posibilidad de una vida en el sacerdocio o consagrada. También reforzaréis un amor semejante y una fidelidad inquebrantable en los hombres y mujeres que ya han aceptado la llamada del Señor.

La canonización el año pasado de Santa María de la Cruz MacKillop fue otro gran evento en la vida de la Iglesia australiana. Sin duda, ella es un ejemplo de santidad y de dedicación para los australianos y para la Iglesia de todo el mundo, especialmente para las religiosas que trabajan en la educación de los jóvenes. En circunstancias, a menudo muy difíciles, Santa María permaneció firme, una madre espiritual amorosa para las mujeres y los niños a su cuidado, una maestra innovadora para los jóvenes y un modelo de energía para los que están preocupados con la excelencia en la educación. Ella está justamente considerada por sus compatriotas australianos como un ejemplo de bondad personal que vale la pena imitar. Santa María está hoy dentro de la Iglesia por su disposición a la voluntad del Espíritu Santo y por su celo por el bien de las almas que atrajo a muchos otros a seguir sus pasos. Su fe vigorosa, traducida en una acción dedicada y paciente, fue su regalo a Australia; su vida de santidad es un maravilloso regalo de vuestro país a la Iglesia y a todo el mundo. Que su ejemplo y oraciones inspiren las acciones de padres, religiosos, maestros y demás personas que se preocupan del bien de los niños, de protegerlos de todo daño y de que tengan una educación de calidad para un futuro próspero y feliz.

La respuesta valiente de Santa María MacKillop a las dificultades que tuvo que enfrentar a través de su vida quizás inspire a los católicos a colaborar con la Nueva Evangelización y los serios desafíos que plantea la difusión del Evangelio en la sociedad en su conjunto. Todos los miembros de la Iglesia necesitan ser formados en su fe, desde una catequesis de calidad para los niños, y una educación religiosa impartida en sus escuelas católicas hasta los muy necesarios programas de catequesis para adultos. Los sacerdotes y religiosos deben ser asistidos y alentados por una formación continua de los suyos, con una profunda vida espiritual en un mundo donde la rápida secularización nos rodea. Es urgente asegurarse de que todos los que están confiados a su cargo entiendan, acepten y propongan la fe católica de forma inteligente y voluntariosa a los demás. En este sentido, vosotros, vuestros sacerdotes y vuestra gente dará testimonio de su fe con la palabra y el ejemplo de una forma convincente y atractiva. La gente de buena voluntad, viendo vuestro testimonio, responderá con naturalidad a la verdad, a la bondad y a la esperanza que vosotros representáis.

Es cierto que la vuestra es una preocupación pastoral que se ha hecho más pesada por pecados pasados y errores de otros, lamentablemente incluidos sacerdotes y religiosos; pero la tarea que recae ahora en vosotros consiste en reparar los errores del pasado con honestidad y apertura, para construir, con humildad y determinación, un futuro mejor para los afectados. Por lo tanto, os animo a continuar siendo pastores de almas que, junto a vuestros sacerdotes, estén siempre preparados a dar un paso más en al amor y la verdad por el bien de las conciencias del rebaño confiado a vosotros (cf. Mt 5:41), tratando de preservar su santidad, de enseñarles humildemente y conducirlos irreprochablemente por los caminos de la fe católica.

Finalmente, como obispos, sed conscientes de vuestro especial deber de cuidar la celebración de la liturgia. La nueva traducción del Misal Romano, que es el fruto de una destacable cooperación de la Santa Sede, los obispos y expertos de todo el mundo, pretende enriquecer y profundizar el sacrificio de alabanza ofrecido a Dios por su pueblo. Ayudad a vuestro clero a acoger y valorar lo que se ha logrado, para que a su vez ellos puedan asistir a los fieles a acostumbrarse a la nueva traducción. Como sabemos, la sagrada liturgia y sus formas están escritas profundamente en el corazón de cada católico. Haced todo lo que podáis para ayudar a los catequistas y músicos en sus respectivas preparaciones para hacer de la celebración del rito romano en vuestras diócesis un momento de gracia y de belleza, que sea digno del Señor y espiritualmente enriquecedor para todos. En este sentido, así como en vuestros esfuerzos pastorales, conducid a la Iglesia en Australia hacia su patria celestial bajo el signo de la Cruz del Sur.

Con estos pensamientos, queridos hermanos obispos, os renuevo mis sentimientos de afecto y de estima, os encomiendo a todos a la intercesión de santa María MacKillop. Asegurándoos mis oraciones por vosotros y por los que se encomiendan a vuestro cuidado, estoy encantado de impartiros mi Bendición Apostólica como prenda de gracia y de paz en el Señor. Gracias.

[Traducción del original inglés por Carmen Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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Mensaje vaticano a los hindúes en la fiesta del "Deepavali"
"Cristianos e hindúes: unidos en la promoción de la libertad religiosa"
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 20 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el mensaje de, bajo el título de Cristianos e hindúes: unidos en la promoción de la libertad religiosa, el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso ha dirigido a los hindúes con motivo de la fiesta de Deepavali 2011.

***

Queridos amigos hindúes,

1. El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso está encantado de mandaros sus cordiales felicitaciones en la celebración del Deepavali del 26 de octubre de este año. Que Dios, fuente de toda luz, ilumine vuestros corazones, hogares y comunidades para una vida de paz y de prosperidad.

2. Manteniendo nuestra tradición de compartir una reflexión en esta ocasión, proponemos este año el tema de la Libertad Religiosa. Esta cuestión está ocupando el centro de los escenarios de muchos lugares, llamando nuestra atención hacia aquellos miembros de la familia humana que han sido expuestos a prejuicios, propaganda de odio, discriminación y persecución a causa de su confesión religiosa. La libertad religiosa es la respuesta a los conflictos por motivos religiosos en muchas partes del mundo. En medio de la violencia provocada por estos conflictos, muchos anhelan desesperadamente la coexistencia pacífica y el desarrollo integral humano.

3. La libertad religiosa se cuenta entre los derechos humanos fundamentales arraigados en la dignidad de la persona humana. Cuando se pone en peligro o se niega, el resto de derechos humanos está en peligro también. La libertad religiosa incluye necesariamente la inmunidad de la coacción de cualquier individuo, grupo, comunidad o institución. Aunque este derecho implica la libertad de cada persona de profesar, practicar y propagar su religión o creencia, en público o en privado, solo o en comunidad, también implica la seria obligación por parte de las autoridades civiles, individuos o grupos de respetar la libertad de los demás. Más aún, incluye la libertad de cambiar de religión.

4. Cuando es respetada y promovida, la libertad religiosa permite a los creyentes ser más entusiastas en la cooperación con sus conciudadanos en la construcción de un orden social más justo y humano. Pero donde y cuando se la niega, suprime o viola, “la afirmación de una la paz auténtica y estable para toda la familia humana” se ahoga y se frustra (cf. Papa Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 2011). Hay muchos ámbitos en los que se puede hacer una contribución específica al bien común, como la defensa de la vida y la dignidad de la familia, la buena educación de los niños, la honestidad en la conducta diaria y la preservación de los recursos naturales por mencionar algunas. Esforcémonos en unir nuestras manos en la promoción de la libertad religiosa como responsabilidad compartida, pidiendo a los líderes de las naciones que no hagan caso omiso de la dimensión religiosa de la persona humana.

5. El mismo día que vosotros celebráis Deepavali este año, muchos líderes religiosos de todo el mundo se unirán al Papa Benedicto XVI en su Peregrinación a Asís, para renovar la promesa hecha hace veinticinco años, bajo el liderazgo del Beato Juan Pablo II, de crear canales religiosos de paz y de armonía. Estaremos unidos espiritualmente con ellos, confiando en que los creyentes sigan siendo una bendición para el mundo entero.

Os deseamos cordialmente una gozosa celebración de Deepavali.

Cardenal Jean-Louis Tauran
Presidente

Arzobispo Pier Luigi Celata
Secretario

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Discurso a favor del desarme del representante de la Santa Sede en la ONU
Un recorte a los gastos militares podría dar mayor credibilidad a la prohibición de usar la fuerza
NUEVA YORK, jueves 20 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la intervención sobre desarme y seguridad internacional pronunciada por el observador permanente de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York, el arzobispo Francis Chullikatt, el pasado 11 de octubre ante la Primera Comisión de la 66ª sesión de la Asamblea General de la ONU sobre el punto 87.

***

Señor Presidente,

La paz debe ser construida a través del derecho y el derecho se puede concretar si en cada una de las cuestiones individuales prevalece la razón. El “diálogo razonado” se funda en el reconocimiento de que, con el objetivo de construir una paz duradera, ¡la fuerza de la ley debe prevalecer siempre sobre la ley de la fuerza!

A este respecto, el mensaje de la Santa Sede siempre ha sido fuerte y claro. La Santa Sede está convencida de la necesidad de basar los cimientos de la paz reconociendo la importancia del diálogo y reforzando las relaciones de amistad. Este ha sido también el mensaje propuesto por la Jornada Interreligiosa de Asís de 2011, con el que el Papa Benedicto XVI, junto a una amplia coalición de líderes religiosos, desea poner de relieve la idea de que las religiones no representan un factor de conflicto, sino de pacificación entre los pueblos y que son capaces de realizar una importante contribución a la construcción de un humanismo integral que atribuya un lugar privilegiado a la dignidad trascendente de la persona humana.

En este contexto, la paz es también fruto de la justicia, de la solidaridad y del desarrollo. Existe un vínculo íntimo entre el desarrollo y el desarme; en el marco de una sociedad edificada sobre el derecho, el desarme genera desarrollo, y el desarrollo humano integral tiene repercusiones profundas y benéficas sobre la construcción de la paz y la resolución de las cuestiones relacionadas con la seguridad.

Desde esta perspectiva, la Santa Sede afirma con firmeza su crítica a la carrera armamentística y pretende desarrollar su análisis en la esfera de las relaciones internacionales según el criterio de que la ley debe prevalecer siempre sobre la violencia. Desgraciadamente, el gasto militar en el mundo continua creciendo, según las estadísticas más recientes -las del 2010- giraba en torno a los 1.630.000 millones de dólares americanos, con un crecimiento constante con respecto al año anterior (1.569.000 millones de dólares americanos). Este dato contradice de un modo evidente los Objetivos de Desarrollo del Milenio y, como hemos repetido en diversas ocasiones, contrasta claramente con la Carta de Naciones Unidas, que compromete a los Estados con el mantenimiento “de la paz y de la seguridad internacional con el mínimo dispendio de los recursos humanos y económicos mundiales para el armamento” (Carta de las Naciones Unidas, art. 26).

La comunidad internacional debe, por tanto, confrontarse con la urgente necesidad de poner un freno a esta deplorable carrera armamentística y promover un corte importante a los gastos militares. Claro que este recorte podría ser posible sólo en un clima de menor miedo y mayor confianza. Un recorte a los gastos militares podría dar mayor credibilidad a la prohibición de usar la fuerza en las relaciones internacionales, permitiendo, así, el poder asegurar un mayor respeto del derecho internacional y radicar la paz en la justicia, ya sea en las relaciones entre las naciones, ya sea en el interior de cada nación; además hace posible garantizar la seguridad en condiciones mejores y destinar las enormes sumas de dinero ahorradas a fines pacíficos.

Es, por tanto, necesario además de urgente que la comunidad internacional dedique su atención a estas cuestiones y que, consecuentemente, actúe de acuerdo a los importantes y laudables objetivos que se ha planteado.

Señor Presidente,

Estas reflexiones adquieren mayor importancia si se observa que en 2010, como también en 2011, ha habido pocos progresos en el ámbito del desarme, del control de las armas y de la reducción o de la reconversión de los gastos familiares a favor del desarrollo pacífico de los pueblos. Emblemático de esta preocupante situación es el hecho de que, desde hace demasiados años, la Conferencia sobre el Desarme parece atravesar una crisis que impide su actividad y su eficacia.

La situación, sin embargo, no carece de algún signo de esperanza. Un factor positivo revelado en 2010 fue la reducción estratégica real de las armas nucleares. Sin embargo, para ser plenamente eficaz, debe ser apoyada por una perspectiva política clara y positiva. Los recientes desastres, especialmente el dramático episodio de Fukushima en Japón, nos obligan a realizar una reflexión seria y amplia sobre el uso de la energía nuclear tanto en el ámbito civil como en el militar. A este respecto, es necesario retomar el trabajo sobre el Tratado de prohibición del material fisible y al mismo tiempo es necesario poner remedio a la inexistente entrada en vigor del Tratado para la prohibición de las pruebas nucleares: la obligación de abstenerse a realizar estas pruebas, así como el desarme nuclear, son las condiciones necesarias para persuadir a los Estados que todavía no poseen armas nucleares a respetar las normas de la no proliferación.

Hay también algunos aspectos positivos en el ámbito de las armas convencionales. Me refiero en particular a la Convención sobre las armas de racimo, firmemente apoyada por la Santa Sede, además del concepto fundamental, comprendido en la Convención, de la primaria importancia de la asistencia a las víctimas. En este contexto es necesario darle el mérito a la preciosa labor desarrollada, junto a algunos Estados, por algunas ONG. Esta cooperación debería ser valorada cada vez más y considerada un signo alentador de la vitalidad del compromiso de la sociedad civil con los valores de la justicia y de la paz.

Señor Presidente,

Hay otra observación que la Santa Sede desea realizar y es en referencia al proceso del Tratado sobre el comercio de armas, para el que el 2012 será un año importante, ya que la prevista Conferencia debería conducir a la redacción de un texto. En este contexto, las armas ligeras y de pequeño calibre no deben ser consideradas como una mercancía cualquiera que se pone a la venta en los mercados globales, regionales o nacionales. La producción, el comercio y la posesión de las mismas tienen implicaciones éticas y sociales. Deben ser reglamentadas de acuerdo a principios específicos de naturaleza moral y legal. Es necesario realizar todo esfuerzo necesario para prevenir la proliferación de todos los tipos de armas, que alientan las guerras locales y la violencia urbana y cada día asesinan a demasiadas personas en el mundo. De aquí la urgencia de adoptar algún instrumento legal, que la Santa Sede apoya plenamente, con medidas legalmente vinculantes para el control del comercio de armas y municiones convencionales a nivel global, regional y nacional.

La Santa Sede ha reconocido, a menudo, la gran importancia del actual proceso para el Tratado sobre el comercio de armas, ya que afronta de forma especial el grave coste humano producido por el comercio ilícito de armas. Un comercio de armas no reglamentado y no transparente, además de la ausencia de sistemas eficaces de control del comercio de armas a nivel internacional, producen graves consecuencias humanitarias, retrasando un desarrollo humano integral, minando el Estado de derecho, aumentando los conflictos y la inestabilidad en todo el mundo, ponen en peligro los procesos de construcción de la paz en los distintos países y difunden una cultura de violencia y de impunidad. Por esto, debemos tener siempre presentes las graves repercusiones que el comercio ilegítimo de armas tiene sobre la paz, sobre el desarrollo, sobre los derechos humanos y sobre la situación humanitaria, y especialmente, su fuerte impacto sobre las mujeres y los niños. Estas cuestiones pueden ser resueltas de modo eficaz sólo a través del compartir las responsabilidades por parte de todos los miembros de la comunidad internacional.

El resultado del actual proceso para el Tratado sobre el comercio de armas pondrá a prueba la voluntad política de los Estados de asumir sus propias responsabilidades morales y legales, con el fin de reforzar ulteriormente el régimen internacional sobre el comercio de armas no reglamentado que existe actualmente. El hecho de prestar atención al inmenso número de personas afectas y sufrientes a causa de la difusión ilegítima de armas y municiones debería desafiar a la comunidad internacional a llegar a un Tratado para el comercio de las armas eficaz y viable. Su objetivo principal no debe ser sólo la reglamentación del comercio de armas convencionales o frenar el mercado negro de las mismas, sino sobre todo el de proteger la vida humana y construir un mundo más respetuoso con la dignidad humana.

La Santa Sede está convencida de que un Tratado sobre el comercio de armas puede dar una contribución importante a la promoción de una cultura de la paz verdaderamente global, a través de la cooperación responsable de los Estados, en colaboración con la industria de armas y en la solidaridad con la sociedad civil. Desde esta perspectiva, los esfuerzos actuales para adoptar un Tratado para el comercio de armas podría convertirse verdaderamente en un signo propicio de la voluntad política de las naciones y de los Gobiernos, tan necesaria, que asegure más paz, justicia, estabilidad y prosperidad en el mundo.

[Traducción de la versión italiana publicada en L'Osservatore Romano realizada por Carmen Álvarez]

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