El 90% de los fetos con esa enfermedad son abortados

Éxito total de la operación de un feto con espina bífida en un hospital de Barcelona

 

Especialistas del Hospital del Vall d'Hebrón se han convertido en el primer equipo del mundo en operar, con una nueva técnica basada en parches de colágeno y elastina, a un feto de 24 semanas con espina bífida. Esta intervención ha hecho posible el nacimiento del bebé sin las graves secuelas de la enfermedad. La mayoría de estos casos acaban en aborto provocado, aunque existen alternativas quirúrgicas. El éxito del equipo médico de hospital de la Ciudad Condal puede salvar muchas vidas en el futuro.

03/11/11 7:19 AM


 

(Agencias/InfoCatólica) La pequeña Esther nació hace cinco meses y ya come bien, se ríe, busca con la mirada a sus padres por toda la casa y empieza a tener los sentidos como los de un niño normal. Pero de no ser por una operación practicada en plena gestación, la niña habría nacido con espina bífida, que le hubiera mermado de por vida su movilidad.

El mielomeningocele, más conocido como espina bífida, es una malformación congénita que afecta al cierre de la columna vertebral y la médula espinal. Hace que el liquido amniótico esté en contacto con el sistema nervioso, lo que provoca su deterioro y genera alteraciones del aparato locomotor y urinario, así como hidrocefalia y otros síntomas.

La intervención consistió en abrir el útero como si fuera una cesárea, a media gestación, para poder acceder a la espalda del feto y corregir la malformación aislando con el parche y un posterior sellado la médula del líquido amniótico.

La nueva técnica ya ha sido aplicada dos veces por el mismo equipo médico en Italia pero ahora ha sido llevada a cabo con éxito por primera vez en un hospital español.

Nueve de cada diez abortan si se detecta espina bífida

La nueva técnica abre posibilidades para los bebés que padecen esta dolencia. “Es un gran paso que da esperanzas a los padres para que tengan a sus hijos”, subrayó la coordinadora de la unidad de espina bífida del Vall d'Hebron, Ampar Cuixart.

Actualmente, nueve de cada diez parejas que aguardan un bebé al que se le detecta este tipo de lesión opta por matarle antes de nacer.

El tratamiento clásico del mielomeningocele consiste en el cierre del defecto nada más nacer, pero entonces el daño ya está hecho, los nervios ya se han deteriorado y no funcionan.

El embarazo de Esther se prolongó después de la operación durante diez semanas más, hasta que el 22 de mayo llegó al mundo mediante cesárea.

El bebé ha nacido con buena movilidad y ha mantenido el nivel neurológico que tenía al diagnosticar el problema. Se espera que cuando cumpla el año pueda andar con normalidad, ya que su desarrollo es normal. También habrá que esperar para ver si puede contener los esfínteres.