ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 13 de noviembre de 2011

Santa Sede

Vivir en actitud de vigilancia

Voluntarios católicos sin dejarse manipular

Dios llora en la tierra

África, la explosión de los católicos

Mundo

La Iglesia contigo, con todos

Un rosario por Chile

Entrevistas

Nueva Evangelización, no reacción a desafíos sino anuncio de Cristo

Foro

Iglesia y emergencia educativa

Documentación

Invitación a una laboriosa y alegre vigilancia

Sólo el lenguaje religioso puede resolver los problemas de Oriente Medio


Santa Sede


Vivir en actitud de vigilancia
El papa en el Ángelus en plaza de San Pedro
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 13 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Como todos los domingos, esta mañana, a las doce de mediodía, se celebró el tradicional rezo mariano del Ángelus con Benedicto XVI, que se asomó a la venta de su despacho, en el Palacio Apostólico Vaticano, para orar con los fieles y peregrinos llegados a la plaza de San Pedro.

Antes de saludar a la virgen María con el rezo angélico, el papa comentó las lecturas del Evangelio de este domingo.

Dijo que la Palabra de Dios “nos advierte de la fugacidad de la existencia terrena y nos invita a vivirla como una peregrinación, manteniendo los ojos fijos en la meta, el Dios que nos creó, y desde nos hizo para sí mismo”.

Un “paso necesario para llegar la realidad última que es la muerte, seguido por el Juicio Final”, advirtió. Un día que el apóstol Pablo, dijo, recuerda que el Señor “vendrá como ladrón en la noche”. Por lo que invitó a “vivir en una actitud de vigilancia”.

Comentando la parábola de los talentos, el papa afirma que, de los tres siervos, dos se comportan bien, “porque traen el doble de la mercancía recibida”. “El tercero, sin embargo, esconde el dinero recibido en un agujero”.

El sirviente que mantuvo talento oculto en vez de hacerlo producir calculó mal, según el papa, “actuó como si su dueño no regresara” como si no tuviera que llegar el día en que le pedirían responsabilidades.

Citó a san Gregorio el Grande, que al comentar este pasaje evangélico escribe: “Por esto es necesario, hermanos míos, que pongáis todo cuidado en la custodia de la caridad, en toda acción que tengáis que realizar”.

“¡Sólo practicando la caridad, también nosotros podremos participar en la alegría de nuestro Señor!”, concluyó Benedicto XVI.

En las palabras posteriores al rezo del Ángelus, el papa recordó que este domingo es el Día Mundial de la Diabetes, “enfermedad crónica que afecta a muchas personas, incluso las personas jóvenes”, dijo.

Y prometió su oración por “todos estos hermanos y hermanas, y a a todos quienes comparten cada día su fatiga; así como por los profesionales de la salud y voluntarios que les asisten”.

Saludó cordialmente “a los peregrinos en lengua española que han participado en esta oración mariana del Ángelus”.

“En la liturgia de hoy –comentó a estos romeros--, la Palabra de Dios nos exhorta a la sobriedad, a la vigilancia y a una vida cristiana activa y diligente”.

“Los dones que el Señor ha depositado en nosotros —concluyó- son un tesoro que hemos de enriquecer cada día, como tierra fértil que da buenos frutos, y contribuir así a la edificación de la Iglesia y de la sociedad. Que la Virgen María nos acompañe en este servicio a la obra salvadora de Cristo. Muchas gracias y feliz domingo”.

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Voluntarios católicos sin dejarse manipular
Advirtió el papa al encuentro de servidores de la caridad Cor Unum
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 13 noviembre 2011 (ZENIT.org).-El papa recibió este viernes 11 de noviembre a obispos responsables de la pastoral del voluntariado y a representantes de los organismos caritativos de la Unión Europea, que participan en el encuentro promovido por el Consejo Pontificio Cor Unum, en el Año Europeo del Voluntariado.

“En estos momentos caracterizados por la crisis y la incertidumbre --dijo Benedicto XVI--, vuestro compromiso es motivo de confianza, ya que demuestra que el bien existe y crece entre nosotros”. “Para los cristianos, el voluntariado no es sencillamente una expresión de buena voluntad. Se basa en su experiencia personal de Cristo”, afirmó, añadiendo que la gracia “nos ayuda a descubrir dentro de nosotros el deseo humano de solidaridad y la fundamental vocación al amor”.

Señaló que, gracias a este servicio de caridad, “nos convertimos en instrumentos visibles del amor de Cristo en un mundo que anhela ese amor en medio de la pobreza, la soledad, la marginación y la ignorancia que nos rodea”.

“Desde luego, el voluntariado católico no puede responder a todas esas necesidades, pero no debemos desanimarnos”, exhortó el pontífice. Recordó que el deber de las autoridades públicas “es constatar y apreciar vuestra aportación sin manipularla, vuestro papel como cristianos es ser parte activa en la vida de la sociedad, intentando hacerla más humana y caracterizada cada vez más por la libertad, la justicia y la solidaridad verdaderas”.

Benedicto XVI recordó que este encuentro coincidía con la memoria litúrgica de san Martín de Tours, considerado modelo de caridad en Europa y en todo el mundo.

“En nuestra época, el voluntariado como servicio de caridad ha pasado a ser un elemento universalmente reconocido de la cultura actual. Sin embargo, --afirmó el santo padre- sus orígenes pueden verse en el interés cristiano por salvaguardar, sin discriminación, la dignidad de la persona creada a imagen y semejanza de Dios. Si esas raíces espirituales se niegan o se esconden y el criterio de nuestra colaboración pasa a ser puramente utilitario, la característica del servicio que prestáis corre el peligro de perderse, en detrimento de la entera sociedad”.

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Dios llora en la tierra


África, la explosión de los católicos
Un misionero calcula un crecimiento del 7.000%
ROMA, domingo 13 noviembre 2011, (ZENIT.org) .- En sólo un siglo --de 1900 a 2000--, la población católica de África pasó de dos millones a 140 millones. El enorme crecimiento supone una enorme riqueza para la Iglesia, pero presenta una serie de desafíos pastorales. Benedicto XVI inicia su segundo viaje a África dentro de unos días, donde hará pública la exhortación apostólica del Sínodo especial para África 2009.

El programa televisivo Dios llora de la Catholic Radio and Television Network, en colaboración con la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada, buscó una opinión sobre los retos y promesas de la Iglesia en África. Mark Riedemann habló con el exsuperior general de los Misioneros de África, el francés padre Gérard Chabanon.

El padre Chabanon fue misionero en Tanzania hasta 1996. De 2004 a 2010, fue superior general de los Misioneros de África y vicerrector del Instituto Pontificio de Estudios Árabes e Islámicos en Roma.

Usted fue misionero en Tanzania más de veinte años. ¿Qué le llamó a esta vida?

--Padre Chabanon: Lo que me atrajo a la vida misionera, en primer lugar, fue la llamada de Dios a ser sacerdote, ya que yo era muy joven.

¿Qué edad tenía cuando decidió ser sacerdote, o se interesó en este camino?

--Padre Chabanon: Creo que desde que tenía once o doce años, sentía esta vocación. Entonces conocí --por casualidad, porque estaban viviendo en mi pueblo- a los jesuitas, que tenían su propio seminario teológico, y más tarde a los Misioneros de África, los Padres Blancos. Esto me ayudó a centrarme en África y en la vida misionera.

¿De qué tipo de grupos de fe estamos hablando en África y cuáles son mayoritarios?

--Padre Chabanon: Los cristianos son, sin duda, el grupo mayor en la mayoría de los países de África, excluyendo el norte, que es 100% musulmán. El islam es el grupo mayor después. Está en la mayoría de los países del este al oeste y el sur de África. Está también la religión tradicional africana, a la que no hemos prestado suficiente atención. Es muy importante y de alguna manera logra la adhesión y tiene un impacto en la vida diaria de muchos africanos, ya sean cristianos, musulmanes o no pertenezcan a ninguna religión establecida.
Si he entendido bien, hay un crecimiento en el cristianismo, el islam y en las religiones tradicionales africanas. ¿Significa esto que algunos tienen dos identidades: los cristianos mantienen algunas de sus prácticas religiosas tradicionales?

--Padre Chabanon: Hay un poco de eso, pero no es tan simplista. Es cierto que la religión tradicional africana es parte integral de la cultura de África. El catolicismo africano ha experimentado una explosión de crecimiento. ¿A qué se debe?

--Padre Chabanon: Hay varios factores decisivos en el desarrollo del catolicismo. Ahí está la educación. Los primeros misioneros enseguida crearon escuelas y en las escuelas enseñan la fe católica. También hubo preocupación por el progreso social: atención a la salud, la educación y el desarrollo de la agricultura y otros proyectos, lo que ayudó a los africanos. El africano vio que no era precisamente una conquista colonial. A veces se dice: “Los misioneros llegaron y nos dieron la Biblia y cogieron nuestra tierra”. En la mayoría de países de África, los misioneros tuvieron en cuenta, sobre todo, el bienestar de la población local. La gente se dio cuenta.

¿... un deseo de bienestar del individuo?

Padre Chabanon: Eso es. Así que creo que estos son los factores que ayudaron al crecimiento del catolicismo en África.

El crecimiento de la fe en África es extraordinario. ¿Diría que es una de las más importantes historias de misioneros sin contar?

--Padre Chabanon: Es cierto. Puede que no sea suficientemente conocida, pero es cierto que en, más o menos 150 años, ha habido un crecimiento muy importante y seguramente los misioneros y catequistas que trabajan con ellos deberían recibir un agradecimiento.

En 2050, tres países de África estarán entre los diez mayores países católicos del mundo: Congo, Uganda y Nigeria. ¿La Iglesia católica ha prestado suficiente atención al potencial de crecimiento que se avecina en África?

--Padre Chabanon: África está muy agradecida al papa Juan Pablo II y a sus numerosos viajes allí, porque atrajo la atención sobre África. Vino. Visitó. Estuvo con la gente. Habló con ellos. Trató de hablar en su propio idioma. Fue muy apreciado por eso y creo que dió una imagen muy buena a los africanos, que en realidad son parte y parcela de la Iglesia católica, y esto es importante.

¿La cuestión entonces es si el resto de la Iglesia presta suficiente atención a África?

--Padre Chabanon: Yo diría que hay problema debido a la impresión que los africanos causan a los europeos cuando vienen. Vemos aquí a veces enfrentamientos, malos entendidos y algunos partidos políticos minusvaloran mucho a los inmigrantes de África. Esto da una imagen falsa de lo que sucede. En segundo lugar, la mayoría de los medios de comunicación sólo hablan de África cuando hay un problema: el sida, la violencia étnica, los conflictos religiosos, la pobreza, etc. Esto da una imagen muy distorsionada y sentimos como misioneros la responsabilidad de dar una imagen positiva de África, lo que está sucediendo allí y la solidaridad que existe, el fuerte deseo de los africanos de resistir a todos estos males y a la violencia.

El Islam es un desafío para la Iglesia católica. Uno de cada tres africanos se considera musulmán. ¿Cómo responde la Iglesia católica a esta cuestión del islam?

--Padre Chabanon: Es un gran desafío. El islam crece, no tanto como algunos medios dicen, pero está creciendo. Cuenta con el apoyo de los países ricos de Oriente Medio, ya sea Arabia Saudí o los Emiratos, que ayudan en el desarrollo y financiación de proyectos de base religiosa. Desde nuestro punto de vista, de los misioneros --y misioneros nacidos en Argelia, que es un país musulmán- el diálogo es una clave muy importante que tiene que ser desarrollado para ayudar a que musulmanes y cristianos convivan pacíficamente. He visto, por ejemplo, en Dar Es Salaam, Tanzania, familias de tres o cuatro, de los cuales uno o dos son musulmanes y el otro cristiano, viviendo en la misma casa. Comparten la misma cocina, incluso el baño, esto es algo que tiene que ser impulsado, la convivencia pacífica.

¿El “diálogo de vida”?

--Padre Chabanon: No sólo, aunque es importante. También debe haber diálogo religioso. Los conflictos en África, como en muchas partes, a menudo tienen una dimensión religiosa y en ocasiones son alimentados por sentimientos religiosos. Así que los cristianos y los musulmanes tienen que ser capaces de dialogar y entenderse mejor. Por supuesto que adolecen de la violencia, el terrorismo, pero estos actos son perpetrados por pequeños grupos de musulmanes y cristianos, incluso. Nigeria es un buen ejemplo. Yo estaba en Nigeria no hace mucho tiempo y me encontré con los obispos y gente que decía: “Puede ser que tengamos todos estos problemas, pero todavía podemos sentarnos, dialogar y resolver algunos de estos temas”.

Usted toca el tema de los conflictos. En las últimas décadas hemos visto, por desgracia, conflictos entre cristianos y musulmanes. ¿Es esta una tendencia creciente? ¿Es un problema que veremos cada vez más en el futuro, ya que estos grupos religiosos se expanden y misionan?

--Padre Chabanon: No creo que en África, sea esta la tendencia. En primer lugar, ya sea islam o cristianismo, como he mencionado antes, hay esta base de “africanidad”, como yo lo llamaría, muy fuerte y en esto hay un fuerte sentido de tolerancia para aceptar a los que son diferentes. Esto es parte de la vida africana y es una cualidad muy grande, que significa que los africanos son capaces de vivir con personas diferentes. La cuestión de los conflictos, creo, viene de la cuestión del poder.

Hemos hablado sobre los flujos de diferentes religiones en África. Uno de ellos es el rápido crecimiento de las iglesias pentecostales. El cardenal Policarpo Pengo de Tanzania habló de “éxodo” de jóvenes católicos hacia las Iglesias pentecostales. ¿Ve el mismo desafío? ¿Y si es así, qué está haciendo la Iglesia católica?

--Padre Chabanon: Es un problema real y sin duda difícil, porque estamos hablando de la comunidad cristiana, los pentecostales, que se llaman Iglesias cristianas. Es cierto que en muchos países se observa a personas que se desplazan hacia estas Iglesias. ¿Qué es lo que la Iglesia católica no está haciendo que atrae a los católicos hacia las Iglesias pentecostales? Yo creo que es la cuestión de la pobreza. Las iglesias pentecostales atraen a los demás cristianos, dándoles esperanza de que se harán ricos, que se van a curar, se les dará un trabajo, y su vida en la granja será buena.

¿Es el evangelio de la prosperidad?

--Padre Chabanon: El evangelio de la prosperidad, de los milagros y que sucederán rápidamente. Cuando se es pobre, cuando se está enfermo, cuando no se tiene dinero para ir a la enfermería o al hospital y comprar la medicina, ¿por qué no? Se hace muy atractivo. Ese es un aspecto de la atracción. Está también el modo en que los pentecostales se organizan en pequeñas comunidades, que son a menudo el resultado de un líder muy carismático, alguien que puede hablar muy bien. Así que usted ve aquí la cuestión de la cultura: El que habla muy bien el idioma, se ha aprendido la Biblia, puede citarla, toca el corazón y los problemas de la gente.

¿... y la palabra de Dios es muy respetada en África?

--Padre Chabanon: Claro, pero es por desgracia muy a menudo manipulada. Van a las comunidades, que son muy cálidas, muy fraternales, y cantan en su propio idioma, bailan en su propia cultura y la inculturación, con la que la Iglesia católica tiene dificultad todavía, los pentecostales la han hecho, y esto les hace atractivos para los católicos. Recuerdo que en Nairobi después de reunirnos con el secretario general de todas las iglesias protestantes, hablamos de este tema y dijo que no nos preocupáramos porque las personas tienden a ir a las iglesias a hacer “compras de ventanilla”, porque los pentecostales no tienen estructura. Su estructura es muy flexible.

¿Surge en torno a una persona?

--Padre Chabanon: Está basada en una persona y cuando hay un conflicto alguien inicia otra iglesia, por lo que hay divisiones repetidas. Así que, dijo el secretario, veo que la gente suele regresar a las Iglesias principales. Pero es un problema real, porque el diálogo no es fácil en el sentido de que ...

¿Diálogo con quién?

--Padre Chabanon: Exactamente. No hay una estructura. No hay una teología organizada. Es difícil y seguramente para muchos pastores y obispos es una cuestión importante y preocupante.

¿Cómo diría que ha cambiado su trabajo misionero con los años en África?

--Padre Chabanon: Si se piensa en el principio, el contexto ha cambiado drásticamente. Yo diría que desde 1868, finales del siglo XIX, hasta ahora, hemos experimentado una transición de la época colonial a la globalización, en muy poco tiempo. Los cambios son muy espectaculares, sobre todo entre los jóvenes africanos. Los misioneros tenemos que ajustarnos a esta situación siempre cambiante. La globalización hoy trae muchas posibilidades, pero también ha traído algunos efectos negativos, los peores aspectos de nuestra civilización y cultura occidental se han trasladado a África sin explicación ni antecedentes históricos para entender por qué. Se imponen simplemente, sobre todo a través de los medios de comunicación.

Los Padres Blancos tienen muchas vocaciones locales en África. ¿Cómo crece la comunidad de África?

--Padre Chabanon: Del 80% al 85% de nuestros candidatos vienen de África. Ahora tenemos más o menos doscientos hermanos africanos. La mayoría de nuestras casas de formación están en África. Es un avance muy importante para nuestra congregación, que era predominantemente de Europa y Canadá desde el principio, hasta convertirse en una realidad africana. Podemos ver que poco a poco los jóvenes africanos asumen la mayor parte de las responsabilidades y se están convirtiendo en líderes de nuestra sociedad, y esto gracias a la formación, ya que es uno de los mayores desafíos en África para la Iglesia hoy, ofrecer una auténtica formación a los sacerdotes. Usted ha mencionado que los seminarios están llenos, pero puedo oir a muchos obispos pedir “formadores”, personas que puedan acompañar el desarrollo espiritual de los jóvenes seminaristas, y en cuanto a nosotros tratamos de mantener nuestros seminarios pequeños, porque creemos que es importante conocer a los seminaristas, para ayudarles a discernir su vocación y darles la mejor formación para que cuando vuelvan a África, a donde están citados, puedan dar lo mejor de sí mismos.

¿Prevé usted que los sacerdotes africanos sean misioneros de Occidente, en vista de la disminución de las vocaciones en Europa Occidental y Estados Unidos?

--Padre Chabanon: Ya están en Europa, al menos, un gran número de sacerdotes y religiosos de África están trabajando y ayudando. No creo que los sacerdotes o religiosos africanos sean la respuesta a los problemas de Europa o América, pero creo que es muy importante contar con esta colaboración y el intercambio de experiencias.

* * *
Esta entrevista fue realizada por Mark Riedemann para Dios llora, un programa semanal de televisión y de radio producido por Catholic Radio and Television Network, junto a Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Para más información: www.ain-es.org; www.aischile.cl.

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Mundo


La Iglesia contigo, con todos
España celebró el Día de la Iglesia Diocesana
MADRID, domingo 13 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Con motivo del Día de la Iglesia Diocesana, celebrado este domingo 13 de noviembre, en todas las diócesis de España, con una colecta para subvenir a las necesidades de la comunidad católica local, el cardenal arzobispo de Madrid Antonio María Rouco, hizo pública una carta titulada con el lema de la Jornada, “La Iglesia contigo, con todos”.

En su carta, el cardenal Rouco explica que “desde los comienzos del cristianismo, la Iglesia ha vivido junto a los hombres, a quienes ha sido destinada. La palabra parroquia significa precisamente –casa junto a otras- porque la Iglesia se entendió a sí misma como la Casa de Dios situada junto a las casas de los hombres. En las asambleas litúrgicas todos tenían cabida, como atestigua la carta de Santiago, dando siempre predilección a los pobres y necesitados y evitando la acepción de personas”.

Recuerda que “la Iglesia está siempre a favor del hombre, y es compañera de camino del hombre necesitado de Dios y del apoyo de sus hermanos”.

El lema de la Jornada –explica- “insiste en que este vivir con el hombre no es de manera gregaria. Subraya el contigo, porque cada hombre es único ante Dios y ante la Iglesia. Dios nos ama de modo personal a cada uno de nosotros y la Iglesia extiende su amor a cada persona en particular por la que ha muerto y resucitado Cristo”.

Los problemas del hombre individual –ya sean de orden espiritual o material--, subraya el arzobispo de Madrid “afectan a la Iglesia porque lo considera un miembro de su cuerpo, según la enseñanza de san Pablo sobre la Iglesia, Cuerpo de Cristo”.

Por ello, afirma, la Iglesia Diocesana, “al pedir oraciones y ayuda material para el mantenimiento de su misión apostólica en el mundo, piensa en el hombre concreto, y en el conjunto de sus miembros: la Iglesia contigo, con todos”.

Cualquiera que se acerque a una comunidad cristiana, señala el cardenal Rouco, “experimentará que para la Iglesia los hombres no son números, sino personas concretas que son tratadas en particular atendiendo a sus problemas, situaciones vitales, necesidades concretas”.

Este trato individual, explica, es, al mismo tiempo, colectivo: “Velar por las necesidades de cada uno supone organizar la vida de la Iglesia con instituciones que promuevan la vida de cada persona: parroquias, colegios, universidades, seminarios, organizaciones caritativas. Todas estas realidades se dirigen ciertamente al bien común que es el conjunto del bien individual. Cuando se tiene sentido de Iglesia y se vive la Iglesia como una comunión de fe y de amor, se despierta espontánea la necesidad de ayudar y de compartir nuestros bienes –espirituales y materiales- con los demás para hacer posible el bien de todos”.

“Quiero agradecer a tantos y tantos cristianos que viven la caridad cristiana con delicada generosidad, especialmente en estos tiempos en que la crisis económica sacude violentamente a tantas personas y familias. Lo que hacéis con los más pobres lo hacéis con Cristo y Él os premiará con generosidad. Os premia ya aquí, si sabéis verlo, con la alegría de la caridad”, añade el pastor de Madrid.

Y concluye animando a toda la comunidad diocesana a que esta Jornada “sea la ocasión de vivir la comunión de bienes que identifica a la Iglesia desde sus orígenes”. “Sed generosos y ayudad a la Iglesia en todas sus necesidades, de modo que el testimonio de vuestra caridad estimule a los demás a imitar vuestro ejemplo y la Iglesia muestre su condición materna, acompañando al hombre en el camino de la vida, contigo, con todos”.

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Un rosario por Chile
Campaña de oración con la colaboración de jóvenes presos
SANTIAGO DE CHILE, domingo 13 noviembre 2011 (ZENIT.org).- El interior de la cárcel de Puente Alto, una de las más peligrosas y superpobladas de la capital chilena, fue el simbólico lugar elegido por el arzobispo de Santiago de Chile monseñor Ricardo Ezzati para celebrar, el pasado viernes 11 de noviembre, una eucaristía, con la cual dio inicio a una iniciativa espiritual denominada “Un rosario por Chile”.

El rezo diario del rosario por intenciones específicas como pedir para que en la sociedad imperen los valores cristianos, orar por la santidad de los sacerdotes, rogar para que los políticos legislen a favor de la familia y la vida, como unirse a las intenciones que para cada mes propone el santo padre, son las motivaciones de campaña espiritual.

Vistiendo el palio arzobispal –símbolo del buen pastor- que recientemente le entregó en Roma el papa Benedicto XVI, ingresó el líder de la iglesia chilena hasta el altar situado en el patio central de la sección juvenil del recinto penitenciario.

Allí le esperaban representantes de diversos sectores de la sociedad chilena que son parte de esta campaña espiritual… miembros de instituciones benéficas, profesionales de los medios de comunicación, padres y madres, empresarios y un variopinto conjunto de personas.

También estaban allí, dispuestos a vivir la fiesta eucarística, decenas de jóvenes privados de libertad, quienes diariamente confeccionan los rosarios símbolo de esta iniciativa promovida desde el sitio web http://www.unrosarioporchile.cl.

“Ustedes tienen un soporte de bien puesto por Dios en sus almas”, destacó monseñor Ezzati en su homilía, al señalar que el rosario nos permite conocer este ‘soporte’ y el rostro de la madre del Salvador, la santísima virgen María, porque “sin una mamá la vida no tiene sentido”, sentenció.

La ceremonia finalizó con la bendición de un conjunto de rosarios, símbolo de miles que comenzarán a ser distribuidos desde la próxima semana en diversas parroquias de Chile.

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Entrevistas


Nueva Evangelización, no reacción a desafíos sino anuncio de Cristo
Habla el subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos Guzmán Carriquiry
ROMA, viernes 11 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Una jornada de reflexión de estudio de diálogo sobre el sínodo y la nueva evangelización para la transmisión de la fe desde una perspectiva latinoamericana se realizó este viernes 11 de noviembre, en las estructuras de la Comisión Pontificia para América Latina.

Para ello se reunió la comisión pontificia con sus miembros y consejeros. Estuvieron presentes cardenales como Sandri y Cañizares; monseñor Brugués, secretario de la Congregación de Educación Católica y monseñor Sánchez Sorondo. Se invitó a oficiales latinoamericanos de la curia romana, a rectores de los colegios pontificios, a los superiores y religiosas latinoamericanos en Roma, y a dirigentes latinoamericanos de movimientos y nuevas comunidades.

El subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos Guzmán Carriquiry indicó, en entrevista a ZENIT, que se plantearon los desafíos y los retos para América Latina recordando el precioso patrimonio que es la tradición católica el mosaico de devociones populares. Allí se planteó a la nueva evangelización no en cuanto respuesta a las amenazas de la secularización, de las sectas, o de quienes consideran la fe como una anomalía. Sino en cuanto fidelidad a Cristo, a la Iglesia y al anuncio del mensaje cristiano.

¿Sobre qué se ha hablado en esta jornada, cuantas personas participaron?

--Guzmán Carriquirry: Fuimos un grupo de cincuenta personas que ha dedicado toda la jornada a profundizar este tema para ponerse en camino sinodal, que quiere decir camino hecho juntos, camino de comunión. Y además porque toca la nueva evangelización que Juan Pablo II lo planteó en América Latina.

¿Y el tema central, el leitmotiv?

--Guzmán Carriquirry: Hoy monseñor Fisichella dio la primera conferencia sobre la Nueva Evangelización explicándola según el magisterio de la Iglesia. Recordó que la primera cita sobre Nueva Evangelización fue en la conferencia de Puebla, inmediatamente después del viaje a Polonia, y Juan Pablo II lo retomó en Puerto Príncipe, en 1983. El 12 de octubre de 1984, camino al novenario del año de preparación al V Centenario de la Evangelización del Nuevo Mundo, el papa dijo que se necesitaba una Nueva Evangelización como aquella de los orígenes, con el mismo potencial de santidad, celo misionero, etc.

¿O sea que el término está relacionado con Latinoamérica?

--Guzmán Carriquiry: Salió un estudio muy profundo, incluso analítico en algunos momentos en los que recorrió el proceso de la acuñación del término Nueva Evangelización. Desde el Concilio Vaticano II, pasando por la Evangelii Nuntiandi de Pablo VI, y ahora el pontificado de Benedicto XV con la creación del dicasterio para la Nueva Evangelización. Hizo una especie de estudio del concepto de la Nueva Evangelización en el magisterio de la Iglesia, con una referencia fuerte a América Latina.

¿Bien, pero el desafío concreto?

--Guzmán Carriquirry: La segunda cosa fue plantear los desafíos y los retos para América Latina, la afirmación de que el patrimonio más precioso de estos pueblos es la tradición de fe católica. Y que esa tradición está vigente entre nosotros. A través de tantos y tantos bautizados pero también a través de los tesoros de ese gran mosaico que es la religiosidad popular.

Eso se expresa también en la sabiduría de vida, en la pasión por la justicia, en muchas expresiones de la vida y de la cultura de nuestro pueblo. Por eso los obispos en Aparecida afirmaban que la tradición católica es cimiento fundamental de la  identidad original y unidad de América Latina.

Indudablemente la tradición es muy importante.

--Guzmán Carriquirry: Sí, pero ya no podemos contentarnos con el recuerdo romántico de la primera evangelización. De allí el apelativo de continente católico en medio de los océanos de secularización. Nuestra tradición católica está viviendo en América Latina un fuerte proceso de erosión. El papa Benedicto XVI en Aparecida habló de un proceso de debilitamiento de la fe en América Latina.

¿Cuáles son los factores negativos?

--Guzmán Carriquirry: Ciertamente está por una parte la marea de secularización que invade por doquier las redes urbanas, de América Latina. Está la emigración de muchos católicos bautizados en la Iglesia hacia otras comunidades cristianas y sectas. Sobre todo allí donde la Iglesia está ausente o no ofrece respuesta suficiente a las necesidades religiosas porque disminuida por la propia autosecularización.

Después también los poderes internacionales y comparsas locales que consideran la vigencia católica en América Latina como una anomalía que hay que cambiar. Más profundamente todavía la presencia capilar del hedonismo y relativismo que va socavando la tradición cristiana y el ethos cultural de nuestro pueblo.

¿Y ante de las dificultades cuál es la respuesta?

--Guzmán Carriquirry: Todo eso no es el mayor peligro y reto. La Nueva Evangelización indicó monseñor Fisichella no es una respuesta a las amenazas que tenemos. No, el problema mayor de la Iglesia es siempre el de ser cada vez más fiel a su Señor: en la celebración en el anuncio del mensaje y la propagación de la fe. La Nueva Evangelización brota no como una reacción sino de la entraña misma del ser cristiano, de la misión de la Iglesia. Por ello, lo fundamental es una Iglesia continuamente evangelizada para poder ser ardientemente evangelizadora.

¿Cuáles son las necesidades?

--Guzmán Carriquiry: Dentro de ese cuadro se plantearon muchas cosas. La necesidad de contar con más sacerdotes y más santos, de la formación para la nueva evangelización en la cultura de nuestro pueblo. Se habló de la tarea fundamental de la evangelización de la juventud, de los paradigmas educativos y evangelizadores de las jornadas mundiales de la juventud y el camino de los jóvenes latinoamericanos hacia Rio de Janeiro. De la evangelización de la familia hoy muy desafiada cuestionada y agredida, como la primera casa y escuela de comunión. Comenzando por el testimonio de la belleza de un amor fiel, fecundo y feliz como parte del matrimonio y del hogar familiar. Se habló también de la corresponsabilidad de los laicos en la formación de las nuevas generaciones, de los líderes laicales que estén presentes en todos sectores de la vida pública, académica, de las comunicaciones sociales,  política, etc.

Y se intercambiaron muchísimas experiencias y propuestas para la evangelización en América Latina, lo que se traduce hoy en misión continental. 

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Foro


Iglesia y emergencia educativa
Por monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, domingo 13 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Publicamos el artículo de monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de Las Casas, México, con el título Iglesia y emergencia educativa.

*****

VER

Estamos reunidos 120 obispos del país en la asamblea ordinaria de otoño, con sacerdotes y laicos expertos en educación, pues éste es el tema central, con el objetivo de “que todos los miembros de la Iglesia en México asumamos, como responsabilidad propia y prioridad pastoral, colaborar de manera efectiva, desde nuestra misión, en la respuesta a la emergencia educativa por la que nuestra Nación y la Iglesia se encuentran transitando”. El lema es: Educar evangelizando y evangelizar educando.

Abordamos la educación no sólo escolar formal, sino también la llamada informal, que toma en cuenta la que se recibe en la familia, en la comunidad, en las tradiciones, en los medios de comunicación, en los grupos eclesiales.Por emergencia educativa entendemos los retos que, en las escuelas, en la cultura y en la vida, se plantean a la formación de personas maduras, libres, solidarias, justas y fraternas, debido al cambio de época que vivimos, la pobreza, la desigualdad social, el desempleo, la migración, la violencia, el crimen organizado, las nuevas tecnologías, la desintegración familiar, la secularización, el relativismo, la deserción religiosa, etc.

No faltan quienes todavía siguen criticando que los obispos abordemos el tema de la educación, como si esto lesionara el laicismo oficial. Su aversión a la Iglesia les motivaría a que ésta desapareciera de la historia. ¡Qué mente tan obtusa y reducida! Quisieran un mayor totalitarismo educativo de Estado. Conozcan otras experiencias y legislaciones de países más democráticos, y verán que nos falta aquí mucha más libertad religiosa.

JUZGAR

En Aparecida, los obispos dijimos: “América Latina y El Caribe viven una particular y delicada emergencia educativa. En efecto, las nuevas reformas educacionales de nuestro Continente, impulsadas para adaptarse a las nuevas exigencias que se van creando con el cambio global, aparecen centradas prevalentemente en la adquisición de conocimientos y habilidades, y denotan un claro reduccionismo antropológico, ya que conciben la educación preponderantemente en función de la producción, la competitividad y el mercado. Por otra parte, con frecuencia propician la inclusión de factores contrarios a la vida, a la familia y a una sana sexualidad”(328).

“La educación humaniza y personaliza al ser humano cuando logra que éste desarrolle plenamente su pensamiento y su libertad, haciéndolo fructificar en hábitos de comprensión y en iniciativas de comunión con la totalidad del orden real. De esta manera, el ser humano humaniza su mundo, produce cultura, transforma la sociedad y construye la historia” (330).

“La Iglesia cree que los niños y los adolescentes tienen derecho a que se les estimule a apreciar con recta conciencia los valores morales y a prestarles su adhesión personal” (482).

ACTUAR

¿Quieres que en el país no haya violencia, inseguridad, consumo y tráfico de drogas, asesinatos, extorsiones y secuestros? Edúcate y educa. ¿Quieres que haya justicia y armonía social, equidad y paz, respeto, amor y esperanza? Edúcate y educa.

¿Quieres que tus hijos no sean violentos, agresivos, irresponsables, mentirosos, flojos, ladrones? Edúcate y educa. ¿Quieres que sean amables, obedientes, respetuosos, colaboradores, generosos, y que aprendan a ser auténticamente libres? Edúcate y educa.

¿Quieres que los niños, adolescentes y jóvenes, desde la escuela aprendan valores integrales que les señalen caminos y les formen como los ciudadanos que el país requiere para vivir mejor, para una profunda calidad de vida? Enriquezcamos la educación formal escolar con una mayor apertura a la formación cívica, ética, social, familiar y trascendente.

¿Quieres que los medios de comunicación no sean deformadores de los buenos principios que la familia y las iglesias nos esforzamos en transmitir? No seas pasivo, sino interactúa con esos medios, expresa tu opinión, rechaza programas erotizados y violentos.

Por fidelidad al Evangelio, estamos llamados a evangelizar educando, y a educar evangelizando. ¡Haz lo que te corresponde!

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Documentación


Invitación a una laboriosa y alegre vigilancia
El papa comentó en el Ángelus la parábola de los talentos
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 13 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Como todos los domingos, esta mañana, a las doce de mediodía, se celebró el tradicional rezo mariano del Ángelus con Benedicto XVI, que se asomó a la ventana de su despacho, en el Palacio Apostólico Vaticano, para orar con los fieles y peregrinos llegados a la plaza de San Pedro.

Estas son las palabras del Papa en la introducción de la oración mariana.

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Antes del Ángelus

¡Queridos hermanos y hermanas!

La Palabra de Dios de este domingo --el penúltimo del año litúrgico- nos advierte de la fugacidad de la existencia terrenal y nos invita a vivirla como una peregrinación, manteniendo la mirada en la meta, en aquél Dios que nos ha creado y, porque nos ha hecho para sí (cfr San Agustín, Conf. 1,1), es nuestro destino último y el sentido de nuestro vivir. Paso obligado para llegar a tal realidad definitiva es la muerte, seguida del juicio final. El apóstol Pablo recuerda que “el día del Señor vendrá como un ladrón de noche” (1 Ts 5,2), es decir sin previo aviso. La conciencia del retorno glorioso del Señor Jesús nos impulsa a vivir en una actitud de vigilancia, esperando su manifestación en la constante memoria de su primera venida.

En la conocida parábola de los talentos –que narra el evangelista Mateo (cfr 25,14-30)--, Jesús relata la historia de tres siervos a los que el amo, en el momento de partir para un largo viaje, les confía sus fondos. Dos de ellos se comportan bien, porque hacen fructificar los bienes recibidos el doble. El tercero, en cambio, esconde el dinero recibido en un agujero. Al volver a casa, el amo pide cuentas a los servidores de lo que les había confiado y, mientras se complace con los dos primeros, se queda desilusionado con el tercero. Aquél servidor, en efecto, que mantuvo escondido el talento sin revalorizarlo, hizo mal sus cálculos: se comportó como si su amo ya no fuera a regresar, como si no hubiera un día en el que le pediría cuentas de su actuación. Con esta parábola, Jesús quiere enseñar a los discípulos a usar bien sus dones: Dios llama a cada hombre a la vida y le entre talentos, confiándole al mismo tiempo una misión que cumplir. Sería de tontos pensar que estos dones se nos deben, así como renunciar a emplearlos sería menoscabar el fin de la propia existencia. Comentando esta página evangélica, san Gregorio Magno nota que a nadie el Señor le hace falta el don de su caridad, del amor. Escribe: “Por esto es necesario, hermanos míos, que pongáis todo cuidado en la custodia de la caridad, en toda acción que tengáis que realizar” (Homilías sobre los Evangelios9,6). Y tras precisar que la verdadera caridad consiste en amar tanto a los amigos como a los enemigos, añade: “Si uno adolece de esta virtud, pierde todo bien que tiene, es privado del talento recibido y es arrojado fuera, a las tinieblas” (ibidem).

¡Queridos hermanos, acojamos la invitación a la vigilancia, a la que tantas veces nos llaman las Escrituras! Es la actitud de quien sabe que el Señor volverá y querrá ver en nosotros los frutos de su amor. La caridad es el bien fundamental que nadie puede dejar de hacer fructificar y sin el cual todo otro don es vano (cfr 1 Cor13,3). Si Jesús nos ha amado hasta el punto de dar su vida por nosotros (cfr 1 Jn 3,16), ¿cómo podríamos no amar a Dios con todas nuestras fuerzas y amarnos de verdadero corazón los unos a los otros? (cfr 1 Jn 4,11) Sólo practicando la caridad, también nostros podremos participar en la alegría del Señor. Que la Virgen María sea nuestra maestra de laboriosa y alegre vigilancia en el camino hacia el encuentro con Dios.

Después del Ángelus

Queridos amigos,

Se celebra hoy la Jornada Mundial de la Diabetes, enfermedad crónica que aflige a muchas personas, incluso jóvenes. Ruego por todos estos hermanos y hermanas, y por cuantos comparten cada día su fatiga; como también los profesionales de la salud y los voluntarios que les asisten.

Hoy la Iglesia italiana celebra la Jornada de Acción de Gracias. Mirando a los frutos de la tierra que también este año el Señor nos ha donado, reconocemos que el trabajo del hombre sería vano si Él no lo hiciera fecundo. “Sólo con Dios hay futuro en nuestros campos”. Mientras damos gracias, comprometámonos a respetar la tierra que Dios nos ha confiado.

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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española que han participado en esta oración mariana del Ángelus. En la liturgia de hoy, la Palabra de Dios nos exhorta a la sobriedad, a la vigilancia y a una vida cristiana activa y diligente. Los dones que el Señor ha depositado en nosotros son un tesoro que hemos de enriquecer cada día, como tierra fértil que da buenos frutos, y contribuir así a la edificación de la Iglesia y de la sociedad. Que la Virgen María nos acompañe en este servicio a la obra salvadora de Cristo. Muchas gracias y feliz domingo.

[Traducción del italiano por Nieves San Martín]

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Sólo el lenguaje religioso puede resolver los problemas de Oriente Medio
Discurso del rabino jefe de Israel, Yonah Metzger, ante el papa
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 13 de noviembre de 2011 (ZENIT.org).- A continuación les ofrecemos, por su interés y reflejo de un día histórico, el discurso que el rabino jefe de Israel, Yonah Metzger, dirigió a Su Santidad el Papa Benedicto XVI al ser recibido por este en audiencia el jueves 10 de noviembre de 2011.

* * * * *
Su Santidad,

Valoramos mucho esta única e histórica oportunidad en la que nosotros, los líderes de las comunidades religiosas de Israel, un país que es santo para todos nosotros, nos hemos unido para reunirnos con usted.

Tierra Santa comprende muchas religiones, y creo que no hay otro lenguaje capaz de resolver los problemas de Oriente Medio que no sea el lenguaje de la religión, hablado por sus líderes; después de todo, el amor a esta tierra deriva de los sentimientos religiosos.
Agradecemos al Todopoderoso que la tierra de Israel pueda servir de ejemplo para el mundo entero por la manera en que las muchas y distintas religiones viven y se relacionan mutuamente. Hacemos esto con un espíritu de absoluta libertad religiosa y observancia, y en un espíritu de mutuo respeto y consideración.

Su Santidad,

Durante su impresionante y emocionante visita a Tierra Santa, me acordé de una de las muy famosas profecías --la de Ezequiel capítulo 37, la profecía de los huesos secos. Allí el Todopoderoso le promete: “Yo abriré vuestras tumbas, os haré salir de ellas, y os haré volver, pueblo mío, a la tierra de Israel. Y así sabréis que yo, el Señor, lo he dicho y lo haré”.

Creemos que esta dirigida a nosotros. Yo soy hijo de una familia que fue aniquilada en su mayor parte durante la Shoah en Polonia y en Alemania. El resto de estos judíos regresaron como huesos secos a nuestro país después de la guerra. Creemos que sólo gracias al Espíritu Divino pudieron volver y participar en la reconstrucción de la tierra, cumpliendo así las palabras del profeta.

En la actualidad, también nos encontramos en una cita histórica. Esta noche, el 10 de noviembre de hace 73 años, nuestras sinagogas fueron destruidas durante la Kristallnacht, la noche de los cristales rotos. Este terrible suceso, durante el que las manos de los nazis destruyeron cientos de sinagogas, rollos de la Torah y otros libros sagrados, marcó el principio del Holocausto, la peor tragedia de nuestra historia. Sólo terminó después de la muerte de seis millones de personas, entre las que muchas eran mujeres y niños, cuyo crimen era ser judíos.

Desgraciadamente, el Satán del odio no descansa. Los que niegan el Holocausto alzan sus cabezas en público, cuando aún hay entre nosotros supervivientes que todavía lucen el número tatuado en su brazo, un prueba viviente de la atrocidad. Sin embargo, los que lo niegan no paran, y un presidente de un país al este del Éufrates continúa prometiendo que nos aniquilará a nosotros y a nuestro estado.

Desgraciadamente, el mundo escucha y reacciona con una charla irrelevante y sin sentido. La misma reacción que tuvo cuando los nazis subieron al poder. Este atronador silencio sólo animó más a los conspiradores maliciosos para seguir adelante con sus planes.
Nosotros, los líderes religiosos de Tierra Santa hemos venido a probar, de una vez por todas, que podemos vivir en paz, que lo hacemos en el respeto mutuo y el aprecio, en libertad para servir a nuestro Señor de acuerdo con las palabras del profeta: cada uno siguiendo sus creencias.

Nosotros, el Consejo de Líderes Religiosos de Tierra Santa, en el estado de Israel, deseamos, a través de usted y de los líderes religiosos de otros países, que por favor difundan este mensaje de respeto y de reciprocidad a sus países. No hay razón por la que los hijos de Abraham no puedan vivir en paz los unos con los otros. ¿Por qué deberíamos causar tristeza a nuestro Señor del Cielo?

Esperamos que nuestro país sea un lugar donde el mensaje de paz y las profecías de la Biblia se cumplan.

Su Santidad,

Apreciamos su amable hospitalidad y su bendita actividad por la paz mundial. Continuaremos rezando unidos para que las palabras de Isaías se cumplan: “Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra...” y en las palabras de los salmos: “El Señor fortalece a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz”. Amen.

[Traducción del inglés por Carmen Álvarez]

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