Hay incluso literatura satanista

Una sociedad propiedad de los obispos alemanes se dedica a vender libros eróticos y esotéricos

 

La sociedad «Weltbild» con sede en Augsburgo, 100% propiedad de los obispos alemanes, es la mayor vendedora de libros en Alemania, y en venta on-line, es la segunda en el mercado alemán después de Amazon. Entre sus libros hay más de 2000 de temática erótica y más de 4000 sobre esoterismo. El volumen de negocios de la cadena de librerías de los obispos alemanes está en torno a mil setecientos millones de euros, pero el entorno del Papa está en contra de lo que está ocurriendo.

15/11/11 11:46 AM


 

(Guido Horst/Vatican Insider) De hecho, sabe bien que “Weltbild” no tiene ni siquiera la más mínima finalidad o inspiración católica y que, siendo un coloso entre los colosos, vende todo lo que los grandes operadores del sector ofrecen on-line, comprendido esoterismo, literatura budista e incluso satanismo y erotismo.  Si se quiere, en internet, en la página oficial de "Weltbild" se pueden encontrar más de 2000 artículos literarios, es decir, libros, sobre erotismo y más de 4000 sobre esoterismo.

Los socios de “Weltbild” son doce diócesis católicas alemanas y la “Verband der Diözesen Deutschlands” (VDD, es decir la Asociación de Diócesis Alemanas). Esta última es un consorcio de todos los obispados alemanes cuyo fin es ocuparse de cuestiones comunes de naturaleza jurídica y económica. Entre los titulares de la sociedad "Weltbild" se encuentran la diócesis de Augsburgo, Aquisgrán, Bamberg, Eichstätt, Fulda, Friburgo, el arzobispado de Múnich/Fisinga, Münster, Passau, Ratisbona, Tréveres y Wurzburgo.  El mayor número de participaciones lo poseen la Asociación de Diócesis Alemanas (el 24,2%), el Arzobispado de Múnich y Frisinga (el 13,2%) y la diócesis de Augsburgo (el 11,7%), pero de hecho, por medio de la Asociación de Diócesis Alemanas todos los obispados alemanes son propietarios en común de "Weltbild".

Por lo tanto, de treinta años a esta parte todas las diócesis alemanas apoyan activamente el modelo empresarial de "Weltbild": un connubio entre diócesis, dinero y poder, que ya ha durado treinta años. La Iglesia Católica en Alemania, con su "empresa familiar" se ha convertido en un líder en el sector de los medios de comunicación mass-media. Para llegar a este nivel, se han gastado millones y millones de óbolos y devoluciones fiscales de la Iglesia.

"Weltbild" para los obispos alemanes representa una especie de banco: en el curso de los años, ha recibido casi 182 millones de Euros provenientes de los impuestos destinados a la Iglesia.

Pero "Weltbild" no se limita a vender libros de erotismo, sino que posee también participaciones en muchas editoriales que producen literatura erótica y pornográfica. Así, por ejemplo, en 1998 "Weltbid" llevó a cabo la fusión de siete editoriales propias con cinco del grupo "Georg von Holtzbrinck" en el grupo "Droemer & Knaur", con sede en Múnich. "Droemer &Knaur" es una editorial moderna, que adapta su oferta a las corrientes del mercado y produce libros eróticos y pornográficos en cantidad. Los obispos alemanes actualmente poseen el 50% de "Droemer&Knaur", lo cual significa que ya no son sólo vendedores de material erótico y pornográfico (por medio de "Weltbild), sino que ahora son también productores.

Pero no es todo: entran  en juego otras participaciones societarias que podrían ser discutibles.  "Weltbild" posee una tercera parte del portal en internet "buecher.de", en el que se pueden comprar libros como "Graf Porno" (El Conde Porno), y "Porno für Paare" (Porno para parejas). Cuando la revista alemana "Buchreport" y la agencia de prensa austriaca on-line "kath.net" dieron a conocer estos hechos durante la edición de la feria del libro de Frankfurt, los católicos que dan su contribución económica a la Iglesia no se mostraron contentos en absoluto de saber lo que se hace con ese dinero.

También para el Papa se ha llegado al máximo: es un continuo río de noticias sobre la participación de la Iglesia en la venta y la producción de libros eróticos y pornográficos, pero entre los obispos está vigente la ley del silencio. Por lo tanto, ha sido Benedicto XVI quién ha tomado la iniciativa y ha tocado el tema el pasado lunes cuando recibió al nuevo embajador alemán en la Santa Sede, Schweppe, con motivo de la presentación de credenciales.  Benedicto XVI expresó su satisfacción por las relaciones entre El Vaticano y la República Federal Alemana – como, por otra parte, se suele hacer en estas ocasiones-, para luego pronunciar una frase para nada habitual en este contexto:  "Ha llegado el momento –ha afirmado el Papa Benedicto con gran firmeza- de detener de modo enérgico la prostitución, además de la amplia difusión de material de contenido erótico y pornográfico, también en Internet. La Santa Sede vigilará para que el compromiso contra este mal por parte de la Iglesia Católica en Alemania se realice de una manera más clara y decidida".