Roma
19 de noviembre del 2011

En su segunda jornada en Benín, Benedicto XVI recuerda el día de su primera comunión y visita la casa de las Misioneras de la Caridad

Benedicto XVI continúa su viaje por Benín. Durante la segunda jornada en el país africano el Santo padre ha visitado la casa de las Misioneras de la Caridad en Benín y ha recordado delante de cientos niños el día de su primera comunión, "uno de los más felices de mi vida", ha dicho.


 

Este sábado Benedicto XVI ha visitado la casa que las Misioneras de la Caridad tienen en Benín. Se llama "Paz y alegría" y en élla viven de manera estable decenas de niños que han sido abandonados.

La superiora de la casa y el arzobispo de Cotonú han recibido a  Benedicto XVI. Además, a modo de bienvenida, algunos niños han bailado y cantado para el Papa.

Luego, en la iglesia de Santa Rita, ha hablado a más de 800 personas, la gran mayoría niños. Junto a ellos, el Papa ha recordado con cariño el día de su primera comunión: "El día de mi primera comunión fue uno de los más bonitos de mi vida".

También ha hablado del sentido de la eucaristía, les dijo que al comulgar se debe "recibir a Jesús con amor y atención".

El Papa ha explicado a los niños cómo se reza  y les ha pedido que hablaran de Dios a los demás. Ha dicho que es un tesoro que hay que saber compartir con generosidad.

Por último Benedicto XVI ha recordado la necesidad de rezar el rosario. Por eso, al final del encuentro el Papa ha regalado un rosario a cada uno de los niños presentes.

Durante sus viajes, Benedicto XVI suele reservar un momento para encontrarse con niños desfavorecidos.