19.11.11
Por medio de ACIPrensa supe que el Papa en el vuelo hacia la ciudad de Cotonou, Benin, señaló que “los fieles no deben imitar a las comunidades evangélicas o pentecostales sino preguntarnos qué podemos hacer para dar nueva vitalidad a la fe católica”.
El Papa también observó que “es siempre muy importante que prevalezca la iniciativa de las comunidades y de la persona. Y finalmente diría que hace falta una liturgia participativa pero no sentimental: no debe estar basada solo en la expresión de los sentimientos, sino caracterizada por la presencia del misterio en el cual entramos, por el que nos dejamos formar”, y que también que es importante “no perder la universalidad en la inculturación”.
No imitar a los evangélicos - pentecostales
Aunque el Papa no ha dicho mucho, yo entiendo que allí se está refiriendo especialmente al evangelismo pentecostal, que experimenta un crecimiento alarmante. Siendo aproximadamente 450 millones en todo el mundo, con un número en continuo crecimiento, siguen captando fieles de la Iglesia Católica y de otras comunidades protestantes tradicionales (luteranos, presbiterianos, bautistas, metodistas).
Se hace obvio que su propuesta, basada en experimentar los carismas del Espíritu Santo, en conjunto con un fuerte componente emocional, ha sido más eficaz a la hora de captar prosélitos, que las tradicionales comunidades protestantes (Los luteranos son solo 70 millones, los presbiterianos 55, los metodistas 75 y los bautistas 100) y que las sectas más recientes (los testigos de Jehová son 8 millones, los adventistas 16 y mormones 12).
Pero si bien el pentecostalismo se distingue por su carácter emocional, también lo suele hacer por la falta de profundidad y unidad doctrinal. Su componente principalmente fundamentalista combinado con su convicción de estar ungidos por el Espíritu Santo, les convierte en verdaderos convencidos de que lo que ellos interpretan de la Biblia es la voz de Dios hablando en su interior. No es extraño que se dividan con una velocidad mayor a otras comunidades protestantes, acusándose mutuamente de apostasía por no creer en la Trinidad y el bautismo en su nombre (como la Iglesia Pentecostal Unida que reune a un conjunto de iglesias modalistas que se apartaron de las asambleas de Dios, y ahora bautizan solo en el nombre de Jesús), en otras doctrinas protestantes como el rapto pretribulacional o alguna otra excentricidad aún de menor importancia. Aún así su fundamentalismo les ha permitido mantener mucha mayor coherencia doctrinal y moral en otros temas fundamentales como el aborto y la eutanasia a diferencia de sus predecesores protestantes.
Desorden y caos a falta del Magisterio
Es precisamente esta falta de profundidad doctrinal la que frecuentemente les hace muy vulnerables a cualquier novedad o viento doctrinal. No es de extrañar que la “experiencia” de Angélica Zambrano (comentada en el post anterior) se haya producido y divulgado precisamente entre pentecostales, ni mucho menos que tantos de ellos lo hayan tomado en serio. Es precisamente entre ellos donde han surgido los más llamativos excesos, como rechazar la medicina en favor de la curación de la fe (con consecuencias desastrosas), o la manipulación de serpientes en los cultos (con consecuencias también desastrosas).
Abundan las megaiglesias en donde el culto está orientado a la adoración, la alabanza y principalmente en la predicación del pastor que atribuye al Espíritu Santo unas manifestaciones que en algunas ocasiones parecen más apropiadas para un circo. Ni hablar de otras que han adoptado “corrientes de renovación” tan excéntricas y alocadas como el avivamiento de la risa, en el cual los creyentes no pueden parar de reír y se lanzan a convulsionar en el piso sin control.
En el siguiente ejemplo se puede ver al conocido pastor evangelista Cash Luna haciendo un show al que se prestan inclusive varios pastores de su propia iglesia:
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En este otro puede observarse al no menos conocido pastor Benni Hinn, pretendiendo aventar el Espíritu Santo a “chaquetazos”
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Este es un extracto de un vídeo más extenso elaborado por otros protestantes, denunciando los excesos pentecostales, en este caso, su avivamiento de la risa:
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Ahora un video impresionante de un culto pentecostal suministrado por un lector de este mismo post (actualizado posteriormente):
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Y así como estos circos muchos otros excesos que suelen servir a los ateos y no creyentes para ridiculizar al cristianismo en general.
Contexto de las palabras del Papa
El Papa hace su observación en su viaje a Africa, un continente que por sus elementos culturales hace que la propuesta del pentecostalismo sea muy atractiva a la población. Pero yo diría que sus palabras también son aplicables a muchas otras partes del mundo, y basta observar el crecimiento de sectas como “Pare de sufrir”, una nueva variación del pentecostalismo en Brasil y otros países latinoamericanos. Porque el hecho de que algunos de estas formas de espiritualidad pueda atraer a muchas personas, no por eso vamos a transformar nuestra fe en un espectáculo circense, con la excusa de evangelizar.
Percibo que esta observación debe ser tomada en cuenta por movimientos como la Renovación Carismática Católica, con la cual he estado vinculado de uno u otro modo por casi 20 años. Cierto que nunca he visto ninguno de los excesos que se ven en algunas de esas iglesias pentecostales, pero los excesos ocasionales que pueden verse tentados a caer pueden derivar en una adulteración de la fe. Aunque siempre está allí la tentación nunca hay que olvidar que Dios es un Dios de orden y no de confusión. Está lejano el caso del montanismo pero no por eso vamos a dejar de aprender de nuestra historia.
Unidad en la diversidad
Por supuesto, no es más católico un miembro del Opus Dei que otro de la Renovación carismática o del Camino neocatecumenal, siempre que se adhieran a todos y cada uno de los dogmas de fe, porque su catolicidad no depende de la forma en que la fe sea expresada (mientras sea lícita). Nuestros movimientos pueden tener diferentes carismas y vocaciones pero servir a un mismo Señor y esto es precisamente lo que llamamos “unidad en la diversidad”.
Que hacer…
Maravillosa es la obra que Dios a hecho en su Iglesia a través de la renovación carismática, y hoy aproximadamente el diez por ciento de los católicos en todo el mundo son católicos carismáticos, sin embargo yo recomendaría tener en muy en cuenta la advertencia del Papa, en mi opinión sobre todo en los siguientes puntos:
1. Evitar devaluar la liturgia
En esto el Papa ha sido claro. Debe ser “una liturgia participativa pero no sentimental: no debe estar basada solo en la expresión de los sentimientos, sino caracterizada por la presencia del misterio en el cual entramos, por el que nos dejamos formar”.
2. Evitar los canticos protestantes
No lo ha dicho el Papa exactamente, pero considero que es uno de los errores más frecuentes en la Renovación Carismática, existiendo tanta música católica de calidad.
Aunque en algunas ocasiones los cantos protestantes puedan ser bellos, llenos de espiritualidad, no están exentos de estar imbuidos con la ideología protestante. Algunos pueden ser inocuos pero otros no lo son tanto y no todo el mundo está preparado para darse cuenta. Debemos promocionar nuestra propia música mientras protegemos a aquellos que no están tan sólidamente formados. Aunque en esos cantos podamos encontrar puntos en común con nuestra fe (como la fe en Cristo) en algunos casos se adultera casi imperceptiblemente el mensaje del evangelio.
El doctor Fernando Casanova (precisamente ex pastor evangélico) tiene una charla muy instructiva y clara sobre este punto. Recomiendo a todos escucharla:
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4. Recordar que la fe es mucho más que un sentimientoYo he visto muchas personas abandonar la Iglesia porque se sentían más a gusto en alguna de estas comunidades protestantes. “Son más alegres”, “Sus reuniones son más animadas”, “Saltan, Brincan, Bailan”. Fueron captados no tanto por la doctrina que esas comunidades predicaban, sino por el factor emocional, y luego ya dentro de ellas fueron adoctrinadas, y gracias a su poca formación doctrinal fueron incapaces de detectar los errores que les enseñaban.
De nada le sirvió a los miembros de aquella secta suicida haberse sentido emocionalmente muy unidos, así como de nada le ha servido a todos los padres testigos de Jehová que dejaron morir a sus hijos por negarles una transfusión de sangre. De nada le sirvió tampoco a los padres que negaron medicinas a sus hijos y les dejaron morir, tentando a Dios para fueran sanados por la fe. Son ejemplos extremos pero que expresan una simple verdad: De nada sirve estar en una Iglesia muy “emocional” que no esté en la verdad, porque el error afecta de una y otra manera, en algunos casos más en otros menos, pero siempre lo hace.
3. Evitar un ecumenismo mal entendido
En otras ocasiones he hablado de lo desastroso que puede ser un ecumenismo mal entendido, causado por una deficiente formación doctrinal y apologética, y que termina cayendo en relativismo que diluye la fe. Me consta como una comunidad de oración de la Renovación carismática católica terminó siendo una iglesia evangélica, y la persona que lo dirigía su pastora.
Yo sugeriría evitar asistir a cultos protestantes. Como he dicho anteriormente, no todos estamos preparados para detectar los errores en sus enseñanzas, por lo que sería una imprudencia, aparte de que los católicos no tenemos nada que hacer allí.