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Servicio diario - 23 de noviembre de 2011

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MIRANDO A ORIENTE

Persecución religiosa en Vietnam: protesta de periodistas católicos

Santa Sede

En la encrucijada, la Iglesia en África abre una nueva época

Benedicto XVI: En África he visto la frescura del 'sí' a la vida

Encuentro Mundial de las Familias

Hacia la cumbre de la familia católica en Milán

Mundo

Chile: Educación, juventud, prevención de abusos, trataron los obispos

Estados Unidos: Los obispos llaman a defender la libertad religiosa

Flash

Evangelidigitalización

Crece la Iglesia católica, en 34.000 fieles al día


MIRANDO A ORIENTE


Persecución religiosa en Vietnam: protesta de periodistas católicos
Llamamiento para defender los derechos de una parroquia
HANOI, miércoles 23 de noviembre de 2011 (ZENIT.org).- La Federación de la Prensa Católica Vietnamita expresó su protesta ante la comunidad internacional y condenó duramente los abusos de los medios de comunicación oficiales, así como de la policía y de las bandas organizadas presuntamente por el gobierno comunista de Vietnam, en el asunto de una parroquia a la que han sido confiscados terrenos de modo ilegal y contra la misma constitución vietnamita.

El 3 de noviembre de 2011, un grupo de casi cien personas, como aparecidas de la nada, irrumpieron en el atrio de la iglesia parroquial de Thai Ha, con dos altavoces en la mano, insultando a los religiosos, sacerdotes y feligreses, antes de agredirles físicamente.

Los intrusos insultaron, además, y amenazaron con matar a muchos sacerdotes y feligreses. Luego, de forma deplorable, usaron mazas para reducir a ruinas las propiedades de la Iglesia. Sólo abandonaron el lugar cuando las campanas comenzaron a sonar e innumerables personas de las parroquias vecinas llegaron a prestar socorro.

Quienes atentaron contra el orden, presuntamente orquestados, se fueron, pero la situación del día después, en la parroquia de Thai Ha, y en el convento redentorista, parecía haber empeorado,cuando las autoridades de Hanoi aumentaron la presión vindicativa contra el convento de los religiosos redentoristas, y la parroquia de Thai Ha.

Un pequeño ejército de la policía secreta, vestido de paisano, juntos a algunos guardias territoriales, observan y controlan los movimientos del interior y exterior de la iglesia, día y noche, con ayuda de videocámaras, instaladas estratégicamente en torno a la parroquia y al centro de las actividades.

Este violento atentado se parece al ataque sorpresa de 2008, cuyo objetivo fue también la parroquia de Thai Ha. El domingo 21 de septiembre de 2008, la capilla de los religiosos fue destrozada, incluyendo imágenes y libros. Además, “el grupo gritaba hasta desgañitarse algunos eslóganes amenazando con asesinar a sacerdotes, religiosos, fieles e incluso al arzobispo”, escribió Matthew Vu Khoi Phung, superior redentorista de Hanoi, en una carta de protesta enviada al Comité del Pueblo y a los departamentos de policía de Hanoi y el distrito de Dong Da, refiriéndose al entonces arzobispo de Hanoi Joseph Ngo Quang Kiet.
Como respuesta a esta acusación, el 11 de noviembre hubo un segundo atentado por parte de una multitud cada vez más numerosa. El gobierno vietnamita ha negado toda responsabilidad por estas acciones violentas atribuyéndolas a “gestos espontáneos” del pueblo, que ha actuado “para proteger a la sociedad e impedir a los católicos provocar el caos social”.

El último episodio terrorista contra la parroquia de Thai Ha fue fuertemente criticado por los responsables religiosos y las comunidades de Vietnam. Justo después del atentado, el arzobispo de Hanoi y el obispo de Kontum expresaron su solidaridad con los redentoristas y los feligreses de Thai Ha. Las congregaciones católicas del norte y del sur celebraron numerosas vigilias de oración, en comunión con la comunidad de Thai Ha.

En internet, muchos no cristianos expresaron su preocupación y solidaridad con la causa de Thai Ha, lo que contrarresta el efecto del masivo ataque de los medios de comunicación, a través de emisoras estatales, antes y después del incidente del 3 de noviembre, con el fin de engañar al público sobre los sacerdotes y los feligreses de Thai Ha, y su incesante búsqueda de la justicia y de la verdad. Durante años, los redentoristas y sus fieles han protestado por la requisa de su tierra, injustamente confiscada por el Estado.
Lo que repetidamente se ha etiquetado de “propiedad pública”, en las declaraciones del Estado, había sido comprada por los redentoristas en 1928, para construir un convento y una iglesia. El convento fue inaugurado el 7 de marzo de 1929, y la iglesia seis años más tarde.

Cuando los comunistas tomaron el control de Vietnam del norte, el gobierno local fue reduciendo, pedazo a pedazo, el terreno del convento y de la parroquia. El área ocupada se ha visto reducida de 61.455 metros cuadrados a 2.700.

El 6 de enero de 2008, los parroquianos protestaron contra un plan del Estado que preveía vender su terreno a algunos operadores inmobiliarios privados para obtener un beneficio. En respuesta, después de una serie de atentados, arrestos y finalmente procesos contra los feligreses, el gobierno convirtió el terreno en un parque público.

Por necesidad de tener más espacio, a causa del aumento de los servicios religiosos y de las actividades parroquiales, el clero y los fieles de Thai Ha no tienen más elección que pedir que se les devuelvan sus terrenos.

Para demostrar su derecho a gestionar la propiedad, el gobierno vietnamita no pudo presentar ningún documento legal que apoye su reivindicación ilegal sobre las áreas en disputa, ya que el terreno y las estructuras han sido requisadas a los católicos fraudulentamente.

La confiscación es ilegal incluso en la rigurosa ley vietnamita, un sistema de reglas que viola gravemente la convención internacional sobre los derechos de la propiedad privada.
La Federación de la Prensa Católica Vietnamita condena severamente y denuncia, a la comunidad internacional, el acto terrorista perpetrado contra la parroquia de Thai Ha y pide al gobierno de Vietnam que frene “los actos terroristas contra el monasterio y la parroquia de Thai Ha” y también “la persecución contra la Iglesia Católica y el resto de religiones”, así como “que refuerce la seguridad de los lugares de culto de todas las religiones”.

También, que respete “seriamente la ley promulgada por el mismo gobierno y restituya todas las propiedades confiscadas a la Iglesia católica y a las demás religiones de Vietnam” y respeto así mismo “absolutamente los derechos humanos y la libertad religiosa, como se afirma en la Carta de las Naciones Unidas”.

“Con nuestra completa fe en Dios, estaremos en comunión, compartiremos y acompañaremos a la parroquia de Thai Ha a través de su camino de sufrimiento”, afirman los periodistas católicos. Y concluyen pidiendo “a todos los congresos, a los gobiernos, a los partidos políticos de todas las naciones, a las organizaciones pro derechos humanos, a Amnistía Internacional, a la Comisión Internacional de Derechos Humanos, a todas las organizaciones que tienen un especial interés por la libertad y los derechos humanos en Vietnam, y a las agencias de comunicación del mundo, que nos apoyen en esta lucha por los derechos humanos y por la libertad religiosa en Vietnam”.

Según informaba la agencia Eglises d'Asie, de las Misiones Extranjeras de París, en la mañana del 18 de noviembre, sacerdotes y fieles de la parroquia de Thai Ha y de otras parroquias vecinas, realizaron una manifestación que atravesó buena parte de Hanoi. Los manifestantes, varios centenares, se reunieron ante la sede del Comité popular de la capital para protestar por el expolio del convento por las autoridades. El cortejo avanzó en orden, blandiendo pancartas con lemas como “Cuando se coge, hay que devolver”, “Protestamos contra las calumnias y las contraverdades de la televisión sobre la parroquia de Thai Ha”. Otros pasquines, bajo el dibujo de una capilla transformada en lugar de fiestas para los cuadros del Partido, llevaba el letrero: “¡No profanéis los terrenos y las propiedades religiosas!”. También se leía el artículo 70 de la Constitución vietnamita: “Los terrenos de las religiones están protegidos por la ley”. En torno al cortejo de manifestantes, intimidaba la presencia de numerosos agentes de la Seguridad y barreras metálicas.

Hacia las 9,00, algunos sacerdotes, entre los manifestantes, fueron invitados a encontrarse con las autoridades en la sede del Comité popular. El encuentro duró una media hora. El resto de los manifestantes se dirigió al gran lago de Hanoi, pasando ante la sede del periódico de la capital, el Ha Nôi Moi, cuyos artículos sobre el suceso de Thai Ha fueron fuertemente agresivos. A orillas del lago, sacerdotes fueron entrevistados por representantes de la prensa internacional. Hacia las 10,00, la manifestación pasó ante la catedral y la estatua de la Virgen en el atrio.

La manifestación, al parecer, fue improvisada para reaccionar al golpe de fuerza de las autoridades municipales en la noche del 16 al 17 de noviembre.

Tras el atentado, los responsables no juzgaron necesario cambiar el programa cotidiano de la parroquia y se celebraron las dos misas previstas, y numerosos fieles permanecieron en el lugar. Muchos más llegaron para ofrecer su ayuda a los religiosos. Se inició una noche de vigilia.

Hacia las diez de la noche, importantes fuerzas del orden con policías, agentes de Seguridad, milicianos, acompañados por perros policía, fueron movilizados para proteger las excavadoras y otros vehículos destinados a los trabajos de roturación del terreno para la construcción de la estación depuradora.

Según el testimonio de un parroquiano, recogido por Radio Free Asia, un gran número de personalidades del Partido comunista vietnamita acompañaban la operación policial.

Numerosos fieles de Thai Ha, inquietos, siguieron engrosando las filas de defensores de la parroquia. Muchos temían ver, como el 3 de noviembre pasado, a los mercenarios de la otra vez introducirse en el convento.

El 10 de noviembre, antes del atentado, se había celebrado una reunión entre un gabinete de abogados, un religioso de la parroquia y un responsable del hospital Dông Da, cuyo proyecto de construcción de una estación depuradora de aguas residuales, en un terreno de la parroquia, está en el origen del conflicto con los religiosos redentoristas.

Los religiosos pidieron ser informados sobre el proyecto de construcción de la estación depuradora para su estudio por la parroquia y que la capilla, en el interior del hospital, no fuera utilizada como lugar de diversión. Las peticiones parecían haber sido bien acogidas por la otra parte, pero se trataba, como han demostrado los acontecimientos, de una falsa impresión.

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Santa Sede


En la encrucijada, la Iglesia en África abre una nueva época
Sed sembradores de esperanza, dijo en la Audiencia el papa
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 23 de noviembre de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha dirigido este miércoles a los fieles congregados para la tradicional Audiencia de los miércoles, provenientes de Italia y de todo el mundo una catequesis centrada en su último viaje apostólico a Benín.

Dios “ha querido que volviera a África por segunda vez como sucesor de Pedro, con ocasión del 150 aniversario del inicio de la evangelización de Benín y para firmar y entregar oficialmente a las comunidades eclesiales africanas la exhortación apostólica postsinodal Africae Munus”, dijo Benedicto XVI al inicio de la catequesis.

En este importante documento, añadió, “he querido ofrecer algunas directrices para la acción pastoral en el gran continente africano”.

Al mismo tiempo, dijo haber querido rendir homenaje y rezar sobre la tumba “del inolvidable cardenal Bernardin Gantin, cuya memoria venerada está más viva que nunca en su país, que lo considera un padre de su patria y de todo el continente”.

El papa dió las gracias de nuevo al presidente de Benín “que con gran cortesía me ofreció un cordial saludo en su nombre y en el de todo el país”; “al arzobispo de Cotonú y a los demás venerados hermanos en el episcopado, que me han acogido con afecto”; “a los sacerdotes, los religiosos y las religiosas, los diáconos, los catequistas y los innumerables hermanos y hermanas, que con tanta fe y calor me han acompañado durante estos días de gracia”.

“Hemos vivido juntos una impresionante experiencia de fe y de renovado encuentro con Jesucristo vivo, en el contexto del 150 aniversario de la evangelización de Benín”, aseguró el pontífice.

Dijo haber ofrecido los frutos de la II Asamblea Especial para África “a los pies de la Virgen Santa, venerada en Benín especialmente en la basílica de la Inmaculada Concepción de Ouidah”. “Sobre el modelo de María, la Iglesia en África ha acogido la Buena Nueva del Evangelio, generando muchos pueblos a la fe”, añadió.

Ahora, exhortó, “las comunidades cristianas de África están llamadas a renovarse en la fe para estar, cada vez más, al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz”, reiterando el tema de la asamblea africana. “Se las invita a reconciliarse en su interior para convertirse en instrumentos gozosos de la misericordia divina, cada una aportando sus propias riquezas espirituales y materiales para el compromiso común”, dijo.

Un espíritu de reconciliación que es también indispensable “en el plano civil y necesita una apertura a la esperanza que debe animar también la vida socio política y económica del continente”, dijo recordando su encuentro con las instituciones políticas, el cuerpo diplomático y los representantes de las religiones.

Destacó también “la necesidad de construir una sociedad en la que las relaciones entre etnias y religiones distintas se caractericen por el diálogo y la armonía”, invitó a todos “a ser sembradores de esperanza en todas las realidad y ambientes”.

“Los cristianos son, en sí mismos, hombres de esperanza que no se pueden despreocupar de sus propios hermanos y hermanas” dijo el papa y recordó que afirmó esta verdad “a la inmensa multitud que vino para la celebración eucarística dominical en el estadio de la Amistad en Cotonú”.

Fue, aseguró, “un extraordinario momento de oración y de fiesta en la que tomaron parte miles de fieles de Benín y de otros países africanos, desde los más ancianos hasta los más jóvenes: un maravilloso testimonio de cómo la fe consigue unir a las generaciones y sabe responder a los desafíos de todas las épocas de la vida”.

“A todos ellos dirigí el llamamiento a ser constructores incansables de comunión, de paz y de solidaridad, para cooperar así en la realización del plano de Dios para la salvación de la humanidad”, afirmó el papa.

Recordó todavía impresionado su “encuentro con los niños y con el mundo del sufrimiento. En la iglesia parroquial de Santa Rita” donde pudo “gustar el gozo de vivir, la alegría y el entusiasmo de las nuevas generaciones que son el futuro de África”.

“En esta fase crucial para todo el continente, la Iglesia en África, con su compromiso al servicio del Evangelio, con el valiente testimonio de solidaridad activa, podrá ser protagonista de una nueva época de esperanza”, aseguró Benedicto XVI.

“En África he visto la frescura del 'sí' a la vida, una frescura del sentido religioso y de la esperanza, una percepción de la realidad en su totalidad con Dios y no reducida a un positivismo que, al final, apaga la esperanza. Todo esto nos dice que en aquel continente hay una reserva de vida y de vitalidad para el futuro, sobre la que nosotros podemos contar, sobre la que la Iglesia puede contar”, concluyó.

Ver el texto completo de la Audiencia en: http://www.zenit.org/article-40978?l=spanish.

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Benedicto XVI: En África he visto la frescura del 'sí' a la vida
Sed sembradores de esperanza, dijo en la Audiencia el papa
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 23 de noviembre de 2011 (ZENIT.org).- A continuación les ofrecemos la catequesis que Benedicto XVI ha dirigido este miércoles a los fieles congregados para la tradicional Audiencia de los miércoles, provenientes de Italia y de todo el mundo. La catequesis de hoy se ha centrado en el último viaje apostólico que el papa realizó a Benín.

* * * * *

Queridos hermanos y hermanas, tengo todavía presentes las impresiones que me ha suscitado el reciente Viaje Apostólico a Benín, sobre el que quiero detenerme hoy. Surge de forma espontánea de mi corazón el dar las gracias al Señor, Él ha querido que volviera a África por segunda vez como sucesor de Pedro, con ocasión del 150 aniversario del inicio de la evangelización de Benín y para firmar y entregar oficialmente a las comunidades eclesiales africanas la Exhortación Apostólica post-sinodal Africae munus.

En este importante documento, después de haber reflexionado sobre los análisis y sobre las propuestas planteadas por la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en el Vaticano en octubre de 2009, he querido ofrecer algunas directrices para la acción pastoral en el gran Continente Africano. Al mismo tiempo, he querido rendir homenaje y rezar sobre la tumba de un ilustre hijo de Benín y de África, y un gran hombre de la Iglesia, el inolvidable cardenal Bernardin Gantin, cuya memoria venerada está más viva que nunca en su país, que lo considera un Padre de su patria y de todo el Continente. Deseo hoy repetir mi más vivo agradecimiento a los que han contribuido a la realización de mi peregrinación. Antes que nada estoy muy agradecido al señor presidente de la República, que con gran cortesía me ofreció un cordial saludo en su nombre y en el de todo el país; al arzobispo de Cotonou y a los demás venerados hermanos en el episcopado, que me han acogido con afecto. Agradezco, además, a los sacerdotes, los religiosos y las religiosas, los diáconos, los catequistas y los innumerables hermanos y hermanas, que con tanta fe y calor me han acompañado durante estos días de gracia. Hemos vivido juntos una impresionante experiencia de fe y de renovado encuentro con Jesucristo vivo, en el contexto del 150º aniversario de la evangelización de Benín. He ofrecido los frutos de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos a los pies de la Virgen Santa, venerada en Benín especialmente en la Basílica de la Inmaculada Concepción de Ouidah.

Sobre el modelo de María, la Iglesia en África ha acogido la Buena Nueva del Evangelio, generando muchos pueblos a la fe. Ahora las comunidades cristianas de África -como se destaca ya sea del tema del Sínodo así como del lema de mi Viaje Apostólico- están llamadas a renovarse en la fe para estar, cada vez más, al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. Se las invita a reconciliarse en su interior para convertirse en instrumentos gozosos de la misericordia divina, cada una aportando sus propias riquezas espirituales y materiales para el compromiso común. Este espíritu de reconciliación es indispensable, naturalmente, también en el plano civil y necesita una apertura a la esperanza que debe animar también la vida socio política y económica del continente, como tuve la oportunidad de destacar en el encuentro con las Instituciones políticas, el Cuerpo Diplomático y los Representantes de las Religiones.

En esta circunstancia, quise poner de relieve sobre todo la esperanza que debe animar el camino del continente, destacando el ardiente deseo de libertad y de justicia que, especialmente en estos últimos meses, anima los corazones de numerosos pueblos africanos. Destaqué también la necesidad de construir una sociedad en la que las relaciones entre etnias y religiones distintas se caractericen por el diálogo y la armonía. Invité a todos a ser sembradores de esperanza en todas las realidad y ambientes. Los cristianos son, en sí mismos, hombres de esperanza que no se pueden despreocupar de sus propios hermanos y hermanas: recordé esta verdad también a la inmensa multitud que vino para la celebración eucarística dominical en el estadio de la Amistad en Cotonú.

Esta Misa del domingo fue un extraordinario momento de oración y de fiesta en la que tomaron parte miles de fieles de Benín y de otros países africanos, desde los más ancianos hasta los más jóvenes: un maravilloso testimonio de cómo la fe consigue unir a las generaciones y sabe responder a los desafíos de todas las épocas de la vida. Durante esta impresionante y solemne celebración, entregué a los presidentes de las Conferencias Episcopales de África la exhortación apostólica postsinodal Africae Munus –que firmé el día anterior en Ouidah- destinada a los obispos, a los sacerdotes, a los religiosos y a las religiosas, a los catequistas y a los laicos de todo el continente africano. Confiándoles a ellos los frutos de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, les pedí que la meditasen atentamente y que la viviesen en plenitud, para responder eficazmente a la comprometida misión evangelizadora de la Iglesia peregrina en el África del tercer milenio. En este importante texto, todos los fieles encontrarán las líneas fundamentales que guiarán y animarán el camino de la Iglesia en África, llamada a ser, cada vez más, la “sal de la tierra” y la “luz del mundo”. A todos ellos dirigí el llamamiento a ser constructores incansables de comunión, de paz y de solidaridad, para cooperar así en la realización del plano de Dios para la salvación de la humanidad. Los africanos respondieron con entusiasmo a la invitación del Papa, y en sus rostros, en su fe ardiente, en su adhesión convencida al Evangelio de la vida, reconocí, de nuevo, los signos consoladores de esperanza para el gran continente africano. Toqué con la mano estos signos, también, en el encuentro con los niños y con el mundo del sufrimiento. En la iglesia parroquial de Santa Rita, pude gustar el gozo de vivir, la alegría y el entusiasmo de las nuevas generaciones que son el futuro de África.

Ante las filas festivas de los niños, uno de los muchos recursos y riquezas del continente, destaqué la figura de san Kizito, un niño de Uganda, asesinado porque quería vivir según el Evangelio, y exhorté a cada uno de ellos a testificar a Jesús ante sus propios coetáneos.

La visita al Foyer “Paz y Alegría”, gestionado por las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa, me hizo vivir un momento de gran conmoción al encontrarme con niños abandonados y enfermos y me consintió ver concretamente cómo el amor y la solidaridad saben hacer presente, en la debilidad, la fuerza y el afecto de Cristo Resucitado. La alegría y el ardor apostólico que he observado en los sacerdotes, los religiosos, las religiosas, los seminaristas y los laicos, congregados en gran número, constituye un signo de segura esperanza para el futuro de la Iglesia en Benín. En la exhortación a todos a una fe auténtica y viva y a una vida cristiana caracterizada por la práctica de las virtudes, animé a todos a vivir la respectiva misión en la Iglesia con fidelidad a las enseñanzas del Magisterio, en comunión entre ellos y con los pastores, indicando especialmente a los sacerdotes la vía de la santidad, en la conciencia de que el ministerio no es una simple función social, sino que es el llevar a Dios al hombre y el hombre a Dios.

Momento intenso de comunión fue el encuentro con el episcopado de Benín, para reflexionar en particular sobre el origen del anuncio evangélico en su país, obra de los misioneros que generosamente dieron sus vidas, a veces de forma heroica, para que el amor de Dios fuese anunciado a todos. A los obispos he dirigido la invitación de poner por obra iniciativas pastorales para suscitar en las familias, en las parroquias, en las comunidades y en los movimientos eclesiales un constante redescubrimiento de las Sagradas Escrituras, como fuente de renovación espiritual y ocasión de profundización en la propia fe.

De este renovado enfoque de la Palabra de Dios y del redescubrimiento del propio Bautismo, los fieles laicos encontrarán la fuerza para testificar su fe en Cristo y en su Evangelio en la vida cotidiana.

En esta fase crucial para todo el continente, la Iglesia en África, con su compromiso al servicio del Evangelio, con el valiente testimonio de solidaridad activa, podrá ser protagonista de una nueva época de esperanza.

En África he visto la frescura del “sí” a la vida, una frescura del sentido religioso y de la esperanza, una percepción de la realidad en su totalidad con Dios y no reducida a un positivismo que, al final, apaga la esperanza. Todo esto nos dice que en aquel continente hay una reserva de vida y de vitalidad para el futuro, sobre la que nosotros podemos contar, sobre la que la Iglesia puede contar.
Este viaje mío ha constituido un gran llamamiento para África, para que oriente todos sus esfuerzos en anunciar el Evangelio a los que todavía no lo conocen. Se trata de un compromiso renovado para la evangelización, a la que todo bautizado está llamado, promoviendo la reconciliación, la justicia y la paz.

A María, Madre de la Iglesia y Nuestra Señora de África confío a todos con los que me he encontrado en este inolvidable Viaje Apostólico. A Ella le encomiendo la Iglesia de África. Que la intercesión maternal de María “cuyo corazón siempre está orientado a la voluntad de Dios, sostenga todo compromiso de conversión, consolide toda iniciativa de reconciliación y haga eficaz todo esfuerzo a favor de la paz en un mundo que tiene hambre y sed de justicia” (Africae munus, 175). Gracias.

[Traducción del original italiano por Carmen Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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Encuentro Mundial de las Familias


Hacia la cumbre de la familia católica en Milán
El trabajo y la fiesta, ya en las catequesis parroquiales
MADRID, miércoles 23 noviembre 2011 (ZENIT.org).- La séptima edición del Encuentro Mundial de las Familias se celebrará en Milán, Italia, entre mayo y junio de 2012, y estará organizada por la archidiócesis de Milán y el Consejo Pontificio para la Familia. Las parroquias del mundo empiezan a activarse para llegar al evento en plena forma espiritual. El encuentro promete ser una gran fiesta, tal como anuncia su lema: “La Familia: el trabajo y la fiesta”.

El Encuentro Mundial de las Familias se creó en 1994 de la mano del papa Juan Pablo II y se realiza cada tres años. Se ha celebrado en diferentes lugares. La primera edición tuvo lugar en Roma, Italia; después en Río de Janeiro, Brasil, en 1997; volvió a Roma, en 2000; en Manila, Filipinas, en 2003; en Valencia, España, en 2006, --la primera con asistencia de Benedicto XVI- y, por último, en Ciudad de México en 2009.

El VII Encuentro Mundial “La Familia: El Trabajo y la Fiesta”, en Milán del 30 de mayo al 3 de junio de 2012, propone un trinomio que parte de la familia para abrirla al mundo: el trabajo y la fiesta, son modalidades a través de las cuales la familia habita el “espacio social y vive el tiempo humano”, anunciaba Benedicto XVI en su carta de convocatoria.

“El trabajo y la fiesta están íntimamente relacionados con la vida de las familias: condicionan sus elecciones, influyen en las relaciones entre los cónyuges y entre padres e hijos, inciden en la relación de la familia con la sociedad y con la Iglesia. La Sagrada Escritura (Cf. Gn 1- 2) nos dice que familia, trabajo y día festivo son dones y bendiciones de Dios para ayudarnos a vivir una existencia plenamente humana”, añadía el papa.

“La experiencia cotidiana demuestra que el desarrollo auténtico de la persona comprende tanto la dimensión individual, familiar y comunitaria, como las actividades y las relaciones funcionales, al igual que la apertura a la esperanza y al Bien sin límites”.

“El próximo Encuentro mundial de las familias constituye una ocasión privilegiada –anunciaba el pontífice- para repensar el trabajo y la fiesta en la perspectiva de una familia unida y abierta a la vida, bien insertada en la sociedad y en la Iglesia, atenta a la calidad de las relaciones además que a la economía del núcleo familiar. El acontecimiento, para que sea realmente provechoso, no debería quedar aislado, sino colocarse dentro de un itinerario adecuado de preparación eclesial y cultural”.

El Secretariado de Pastoral Familiar y Defensa de la Vida de la diócesis de Almería, dirigido por Manuel Cuadrado, ha preparado para esta ocasión una serie de catequesis mensuales, con el fin de que, desde las distintas parroquias de la provincia, los fieles se conciencien, por un lado, de la necesidad de la Pastoral Familiar en sus respectivas comunidades; y por otro, para suministrar la información necesaria para acudir al próximo Encuentro Mundial de las Familias.

La página web del Obispado (www.diocesisalmeria.es), ofrecerá todo este material en un apartado propio del Secretariado de Pastoral Familiar y Defensa de la Vida. En esta sección se facilitarán materiales y enlaces de interés, con respecto a este evento.

En la Archidiócesis de Monterrey, México, se llevó a cabo en septiembre la sexta edición del curso anual de formación permanente de los obispos que integran la Conferencia Episcopal Mexicana. Este año participaron 85 obispos.

En ese marco, José Guillermo Gutiérrez , oficial del Consejo Pontificio para la Familia, presentó el encuentro mundial. En concreto, presentó las catequesis e invitó a los obispos a sumarse al camino de preparación que el papa exhortó a recorrer a nivel nacional, diocesano y parroquial.

Los obispos manifestaron gran interés e incluso muchos de ellos aseguraron su propia participación, junto con numerosas delegaciones de sus diócesis.

La Archidiócesis de Yucatán, por ejemplo, tiene ya un proyecto para que puedan asistir al menos unas cincuenta familias, mientras que la Archidiócesis de Monterrey, prevé que asistan doscientas familias.

De este modo, sumando las 96 circunscripciones eclesiásticas de México, seguramente a Milán asistirá una abundante representación del país azteca.

En Argentina, por ejemplo, entre otras iniciativas, el boletín semanal del Grupo Papuchos, un grupo de padres de alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Rosario, comparte con los padres las catequesis para la preparación del Encuentro Mundial de Familias. Empiezan, dicen, “a recorrer así el camino hacia Milán, con la esperanza de vivir este encuentro desde nuestra ciudad”.

El boletín, afirman, sigue creciendo: “El año próximo se celebrará el Encuentro Mundial de las Familias y más allá de que vayamos a Milán o no (el epicentro es en Italia, pero se celebra en todo el mundo) se nos ofrece una preparación especial, se nos invita a recorrer un camino de catequesis, que siempre viene bien y es una buena ocasión para refrescar lo que le enseñan a nuestros hijos en el Sagrado [colegio]. Lo dividimos en capítulos cortos y siempre que haya lugar en la hojita, lo vamos a compartir por aquí”.

Los encuentros mundiales de las familias se caracterizan por dos momentos: un congreso y un encuentro más popular. El primero, durante varios días, prevé encuentros, reuniones y congresos sobre un tema seleccionado por el santo padre. En particular se invita a los operadores pastorales a dichas citas.

El segundo momento, está más dedicado a los fieles e involucra a todas las familias de la diócesis anfitriona y del mundo. Comenzará el sábado con una vigilia de oración en presencia del santo padre, caracterizada por testimonios de vida y fe de las familias provenientes de diferentes países.

El domingo por la mañana finalizará el Encuentro con la Santa Misa que celebrará Benedicto XVI, frente a los cientos de miles de fieles de todo el mundo.

Las catequesis para este encuentro mundial pueden encontrarse en:

http://www.family2012.com/es/catequesis.php

Por Nieves San Martín

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Mundo


Chile: Educación, juventud, prevención de abusos, trataron los obispos
Mensaje al término de la Asamblea Plenaria
SANTIAGO DE CHILE, miércoles 23 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Al concluir en Punta de Tralca la 102 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), los obispos dieron a conocer su mensaje conclusivo a los fieles católicos y a la opinión pública. Tres los temas tratados: Educación, Juventud y prevención de abusos a menores.

El mensaje fue hecho público, en rueda de prensa, por el arzobispo de Santiago de Chile presidente de la Conferencia Episcopal Ricardo Ezzati SDB, acompañado por el obispo de Valdivia Ignacio Francisco Ducasse, recién electo secretario general de la CECh.
El documento lleva por título “Una Iglesia y un país que aprenden de su caminar”, y comienza agradeciendo muy especialmente la participación activa y entusiasta en esta asamblea de dieciséis jóvenes pertenecientes a diversas instancias eclesiales y sociales del país.

Hay que recordar que el país trasandino vive desde hace meses una gran conflictividad en las calles, debido a las protestas de los jóvenes sobre la calidad de la enseñanza y su encarecimiento.

Tres asuntos importantes centraron la especial atención de los pastores en este mensaje: hacia una educación de calidad e integral; Iglesia en estado de Misión Joven; unidades de prevención y acompañamiento.

En torno al proceso de “formulación de justas y postergadas demandas para mejorar la calidad de la educación, y asegurar su acceso a todos los niños y jóvenes”, los obispos reafirmaron que “no basta la inyección de recursos económicos, ni mejorar la infraestructura o cambiar leyes. Es necesaria, además, la formación integral de los estudiantes que los capacite como honestos ciudadanos y personas con valores humanos y trascendentes”.
Junto con destacar la necesaria y continua capacitación de los docentes y la cooperación entre la escuela y la familia, los obispos confían en que la disposición al diálogo de parte de diversos actores políticos, educacionales y sociales, así como de los mismos estudiantes, hará posible los acuerdos necesarios que lleven a políticas que favorezcan el bien común de la sociedad.

Los obispos reflexionaron en profundidad sobre la realidad de los jóvenes en Chile y en la Iglesia, en el marco de la Misión Joven que se vivirá en 2012.

“Queremos acoger los valores y proyectos que, desde sus diversas situaciones y culturas, los jóvenes nos proponen para lograr una sociedad más justa y para ser una Iglesia más sencilla, cercana y acogedora. Debemos contribuir a que sean verdaderamente protagonistas de la transformación que nuestras instituciones y comunidades necesitan para ser más fieles a su vocación, más coherentes con su misión, mejores servidoras y educadoras”, señala el mensaje.

Finalmente, respetando las decisiones de la justicia ordinaria, los obispos reafirmaron su plena adhesión a los dictámenes, voluntad y criterios del santo padre, la Santa Sede y la Iglesia respecto de los abusos a menores de edad: “Esperamos que la conformación de las unidades de prevención y acompañamiento a víctimas en las diócesis y congregaciones religiosas, sea también un nuevo signo de nuestra plena convicción de que no hay abuso tolerable en una Iglesia que es discípula de Jesucristo. El Episcopado en su conjunto compromete su mayor disposición para este propósito”.

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Estados Unidos: Los obispos llaman a defender la libertad religiosa
Discurso ante la subcomisión de Derechos Humanos del Congreso
WASHINGTON D.C, miércoles 23 noviembre 2011 (ZENIT.org).- El gobierno y el Congreso de Estados Unidos deben dar más pasos para proteger la libertad religiosa en el mundo: es el llamamiento lanzado por los obispos del país norteamericano, a través de la Comisión Justicia y Paz que preside el obispo de Las Cruces, Nuevo México, Ricardo Ramírez.

En un discurso ante los miembros de la subcomisión sobre África, Salud Global y Derechos Humanos, reunida en la sede de la comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Representantes de Estados Unidos, en Washington, el prelado destacó que “la libertad religiosa no es sólo falta de coacción por lo que respecta a la fe personal, sino que es también la garantía de poder practicar el propio credo individual y colectivamente, ya sea en el ámbito privado como en el público”.

Para monseñor Ricardo Ramírez, la libertad religiosa va más allá de la libertad de culto e incluye también la posibilidad para la Iglesia y para las demás organizaciones religiosas, de proveer servicios en el campo de la enseñanza, de la sanidad y de la asistencia social.

Además se debe consentir a las personas motivadas religiosamente y a las comunidades de fieles el poder participar en los debates públicos sobre temas políticos para contribuir así en el bien común.

Después de haber citado algunos países donde la libertad religiosa no está asegurada, o sufre atentados y violaciones, monseñor Ricardo Ramírez, recomendó que los miembros del Senado de Washington autoricen nuevamente a la Comisión de Libertad Religiosa a nivel internacional y al Departamento de Estado para que consideren la posibilidad de poner bajo observación a países y contextos en los que la libertad religiosa sufre atentados cada vez más frecuentes.

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Evangelidigitalización
Blog especializado en fe católica e internet
MADRID, miércoles 23 noviembre 2011 (ZENIT.org).- El 16 de noviembre, se puso en línea “Evangelidigitalización”, un blog especializado, el primero en lengua castellana, en el estudio y divulgación de la relación entre fe católica e internet, en el contexto de la nueva evangelización.

Un año después de la institución del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, una de cuyas tareas específicas es “estudiar y favorecer el uso de las formas modernas de comunicación, como instrumentos para la nueva evangelización” (cf. motu proprio Ubiqumque et Semper, artículo 3, n. 4), este espacio se presenta como proyecto no institucional de apoyo en respuesta específica a ese objetivo.

El neologismo “evangelidigitalización” quiere indicar el “lugar” de acción, la actividad a realizar, la meta a alcanzar y la dinámica metodológica a seguir propia de las redes sociales, dicen sus impulsores.

El blog “Evangelidigitalización” (http://evangelidigitalizacion.blogspot.com) desarrollará un trabajo en dos líneas: por una parte profundizará teóricamente y, por otra, divulgará proyectos exitosos en ámbito confesional católico, tratando de evidenciar los puntos positivos de las diferentes iniciativas estudiadas de modo que el resultado pueda servir de base de apoyo para otros eventuales proyectos.

Tanto en el área de la investigación como en el de la difusión hay tres ejes orientadores: ayudar a “entender”, “hablar” y “explicar” la relación entre el así llamado pensamiento digital, internet en general, y la fe católica.

“Evangelidigitalización” cuenta con varios satélites de apoyo en redes sociales como Twitter (http://twitter.com/web_pastor), Facebook (http://www.facebook.com/evangelidigitalizacion), Flickr (http://www.flickr.com/mujicalc), con especial énfasis en las imágenes de fe y provida), Paper.Li (http://paper.li/web_pastor/1317588643), un periódico con una variada selección de temas en la línea del proyecto) y Tumblr (http://evangelidigitalizacion.tumblr.com/), centrado especialmente en la reproducción de videos.

Dos herramientas de especial valor en este proyecto son los enlaces a blogs afines en lengua inglesa, española e italiana, y la serie de vínculos tematizados en sintonía con la idea original del proyecto.

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Crece la Iglesia católica, en 34.000 fieles al día
Algunas expresiones del cristianismo se fragmentan en denominaciones
MADRID, miércoles 23 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Según el estudio anual Status of global missions, realizado en 2011, la Iglesia católica suma 1,16 millardos (millardo=mil millones) de fieles en todo el mundo y cada día 34.000 personas se suman a la misma.

Los datos del informe –difundidos por la agencia Análisis Digital– afirman que en total en el mundo hay dos millardos de personas, del total de siete millardos, a las que nunca se les explicó el mensaje del Evangelio.

Otros 2,68 millardos lo escucharon alguna vez o lo conocen en cierta medida, pero no son cristianos.

“Aunque Jesucristo fundó una sola Iglesia y poco antes de morir oraba ‘que todos sean uno’, cada vez hay más denominaciones cristianas: eran 1.600 al empezar el siglo XX, 34.000 al empezar el siglo XXI y 42.000, en el actual año 2011”, indica el estudio.

Una fragmentación creciente entre las denominadas iglesias carismáticas, de las que habría que cuestionar un mensaje que a veces se aleja del evangélico, prometiendo éxito y poder, como ya analizó Benedicto XVI, en su reciente viaje, al referirse al fenómeno en África, y como lo muestra en España la denominada Iglesia Evangélica de Filadelfia, muy popular entre la población de etnia gitana.

En Andalucía, el padre de la niña Mari Luz, asesinada en circunstancias trágicas, Juan José Cortés, primero inició un intento de entrada en política, y ahora funda su propia “iglesia” que lleva su nombre. Los protestantes carismáticos suman 612 millones en el mundo.

Los protestantes tradicionales suman 426 millones y crecen en veinte mil al día. Las Iglesias ortodoxas suman 271 millones de bautizados y aumentan en conjunto cinco mil al día.

Los anglicanos --extendidos sobre todo en África y Asia--, suman 87 millones, con tres mil más cada día.

Los que el estudio llama “cristianos en el margen” (testigos de Jehová, mormones, etc, cuyo cristianismo es cuestionado por algunas de sus afirmaciones doctrinales y sus prácticas) suman 35 millones y crecen dos mil al día.

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