Su director critica el documento base de la Conferencia comunista

La revista de la Archidiócesis de La Habana vuelve a pedir una reforma política del régimen comunista

 

La revista de la Archidiócesis de La Habana, Palabra Nueva, considera que el presidente cubano, Raúl Castro, debería hablar de «actualización política», una vez que ha emprendido la económica, en el marco de la Conferencia Nacional que celebrará el Partido Comunista en enero. El último número de Palabra Nueva, publica un artículo de su director, Orlando Márquez, en el que critica que el documento base de la Conferencia comunista «carece de una visión de futuro, de un espíritu de proyección a mediano y largo plazos».

05/12/11 8:02 AM


 

(Efe/InfoCatólica) El partido único en Cuba celebrará el 28 de enero su primera Conferencia Nacional, en la que se esperan directrices tendentes al relevo generacional que reclamó Raúl Castro en el VI Congreso que el PCC celebró en abril, como abandonar paulatinamente sus cargos de dirección y limitar los mandatos políticos y estatales a un máximo de diez años.

En aquel cónclave, el PCC aprobó el plan de reformas económicas emprendidas por Raúl Castro, quien además resultó elegido como primer secretario de la organización en sustitución de su hermano Fidel, retirado del poder desde 2006 por enfermedad.

“El documento base parece más bien un intento de poner parches a los problemas del día a día, no una respuesta al reclamo de toda una sociedad cambiada y cambiante que busca asideros para un mañana que se percibe incierto”, opina Márquez en el editorial de la revista Palabra Nueva. Considera que los resultados de esa reunión del Partido Comunista de Cuba dependerán mucho de la postura que adopte Raúl Castro y añade que “a él correspondería hablar de actualización política, una vez que ha hablado ya de actualización económica”.

Orlando Márquez opina que la Conferencia del PCC se celebrará “en lo que podría ser el escenario más decisivo de la historia nacional”. “El momento actual indica una lucha distinta, un reacomodo de intereses que debe resultar en un estadio nuevo al que deberíamos llegar por el camino civilizado de la paz, la ley justa, el consenso y la solidaridad nacional”, afirma.

Cambio político

Señala el editorial de Palabra Nueva que “los partidos comunistas que adoptaron el modelo del Partido de la Unión Soviética –incluido el cubano–, no solo afirmaban su primacía como clase dirigente de toda la sociedad, sino que vinculaban matrimonialmente el Partido con el Estado, y la razón de Estado –en realidad del Partido, o de su grupo dirigente– se superponía a todo interés individual o social, cultural o económico, familiar o espiritual”. Para Márquez

“El pueblo cubano es uno, pero ese uno lo constituye un conjunto de seres humanos, personas con su propia opinión sobre las cuestiones sociales o su responsabilidad social, con sus convicciones políticas, económicas, religiosas, familiares… 

“El deber de la autoridad política, por tanto, es garantizar la convivencia de esas autonomías e intereses, tanto individuales como grupales, y orientarlos hacia el bien común, el desarrollo económico, el avance individual y social, y el crecimiento espiritual de toda la sociedad. 

“A la persona, sus nobles aspiraciones e intereses, su búsqueda del bienestar propio y familiar, o el del grupo que integre o desee integrar por motivos de interés, deben servir el Estado, así como las instituciones civiles y políticas”. 

Márquez hace una llamada a recuperar lo esencial del pensamiento de Martí, “la libertad humana, su humanismo”, resaltando “la independencia y autodeterminación del ciudadano frente al Estado, sin perder su vínculo con él” y concluye que “quizás sea tiempo de inclinar la balanza y ser ante todo un poco más martianos: es nuestro, es grande, sus ideas parten del ser humano y a él regresan, son universales y por tanto vigentes”.