10.12.11

Que tome nota el PP de lo que dice Rick Perry

A las 10:53 AM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Sociedad siglo XXI

 

El gobernador de Texas, Rick Perry, ha arremetido contra Obama por dedicar dinero de los contribuyentes a apoyar los derechos de los homosexuales por el mundo entero. El republicano ha dicho, y no le falta razón, que tal hecho va en contra de los valores tradicionales de su país. El problema es que esos valores hace mucho tiempo que dejaron de ser la guía no solo de EE.UU sino de muchos otros países. En realidad, muy pocas naciones occidentales están aguantando el envite contra las raíces cristianas que han formado parte de su esencia durante siglos.

Perry dice que una cosa es tolerar determinados estilos de vida y otra apoyarlos. A veces parece que estamos en uno de los extremos del péndulo de la historia en el que todo aquello que era perseguido tiempo atrás, incluso con saña malsana, hoy es promovido con necio entusiasmo. Por usar un pasaje evangélico, hemos pasado de tirar la piedra para lapidar a la adúltera a desproteger por completo a las víctimas del adulterio, que al menos en España ven como además de ser traicionadas se pueden encontrar con una sentencia de divorcio que les haga abandonar al hogar y perder la custodia de sus hijos.

EE.UU es una de las naciones donde hasta hace bien poco había leyes contra las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. De hecho, no sé si queda algún estado con ese tipo de legislación. La presencia de homosexuales sexualmente activos en el ejército ha estado prohibida hasta “anteayer". Pero también es la nación donde el lobby gay es más poderoso, sobre todo económicamente. Ahora bien, frente a dicho lobby existe una numerosa e igualmente influyente masa social que profesa en gran medida la moral cristiana. El puritanismo, en muchas ocasiones ahogado por un evidente fariseísmo, sigue impregnando buena parte de la vida social y política de esa nación. Allí si un político engaña a su cónyuge es bastante probable que tenga que salir de la vida pública. Piensan que quien no es fiel a su pareja no puede ser fiel a sus ciudadanos. No seré yo quien diga que están equivocados.

Con todo, lo que más me interesa de las declaraciones de Perry es la idea de que no se puede dedicar un solo centavo de los impuestos a promover una serie de valores que son rechazados por una parte importante de la sociedad. En España sabemos mucho de eso. Tanto que incluso pagamos con nuestro dinero la práctica de asesinatos legales en clínicas abortistas privadas.

El PP no ha tenido jamás, y probablemente no volverá a tener nunca, el poder político que tiene ahora. Gobierna la mayoría de las autonomías, así como la mayoría de las capitales y ciudades más importantes del país. Y en unos días Mariano Rajoy será presidente del gobierno de la nación. Dado que estamos en una crisis económica de dimensiones apocalípticas, los populares están ante una ocasión única de acabar con cualquier tipo de ayuda pública a abortistas, lobbies gays y personajes que hacen de la cultura una herramienta de propaganda política sectaria. Si el PP no quiere cortar ese grifo por convicción y por la defensa de los valores de gran parte de su base social, que lo haga por obligación ante la falta de recursos económicos. Pero que lo haga.

El camino a seguir lo ha marcado el gobierno del PP en Baleares. Pero no puede ser que en un mismo partido haya gente que deja de financiar a los profesionales de la muerte al lado de quienes quieren intercambiar abortos por atención a los ciudadanos de otra comunidad autónoma. Y desde luego, no puede ser que un gobierno autonómico asegure que va a financiar una red de ayuda a madres embarazadas y no lo haga. ¿Qué hará Rajoy desde la sala de máquinas del Estado? Solo Dios sabe. Estaremos atentos.

Luis Fernando Pérez Bustamante