11.12.11

Arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin

 

Me parecen unas declaraciones relevantes. Según informa el diario irlandés Irish Independent, el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, ha instado a los «católicos no practicantes» a que tengan la madurez necesaria para salirse de la Iglesia.

Señala que crece el número de «católicos a la carta», el de los que simplemente acuden a los «sacramentos sociales»: bautismo, primera comunión o el matrimonio, pero nada más.

En documental que se emitirá hoy en la RTE dice:

Se requiere madurez en aquellas personas que quieren que sus hijos sean miembros de la Iglesia y también madurez a aquellas que dicen «yo no creo en Dios y no debería aferrarme a los signos de la fe cuando realmente no creo»

Parece que se pondrá en marcha un plan para reafirmar –en el doble sentido del término– a los padres que quieren el bautismo para sus hijos.

Con la que está cayendo en Irlanda en las relaciones de parte de la sociedad con la Iglesia me parecen una actitud virtuosa, fuerte, sabia y prudente y un buen principio para arreglar la situación: conversión, apostolado, formación y … llamar a las cosas por su nombre.

Así que, sin muchos más datos, me parece no sólo correcto, me parece acertadísimo. No se trata de catarísmo, de que la Iglesia sea una comunidad de perfectos, no es eso. La iglesia militante es comunidad de pecadores. Pero la mentira no hace ningún bien a nadie, ni a la Iglesia, ni al individuo. Si una persona no es católica, o ha dejado de serlo, es un excelente comienzo reconocer la situación, identificar qué es lo que falta. A partir de ahí se puede construir. Lo otro es un sinsentido.

En la Iglesia cabemos todos, santos y pecadores (por si alguno todavía tiene dudas, yo estoy en el segundo grupo). Caben ladrones, violadores, asesinos, embusteros, adúlteros, parricidas, pederastas, el corazón del Señor es inabarcable. En cambio no tienen sitio, porque no quieren, quienes consideran que todo eso es bueno, o no creen en el perdón de los pecados, en la Presencia real en la Eucaristía, en los dones de Nuestra Madre, la Resurrección, etc, etc.

¿Qué sentido tiene que se sigan considerando católicos? Nadie les echa, el arzobispo de Dublín sólo les pide que sean maduros y reconozcan lo que son, quizá excelentes personas, mejores que él, sin duda, pero no católicos. Que no se engañen a sí mismos, se hacen daño.

Ahora bien, dicho lo dicho, espero que se empiece por los «descatolizadores». Sacerdotes y religiosos, pseudoteólogos, que comenzaron antes a transitar por esa senda, y que en una sociedad por razones históricas muy clerical, como es la irlandesa, arrastraron tras de sí a muchos fieles.

Esos «descatolizadores» viven de eso, necesitan la simulación y no se irán ni con agua hirviendo. En muchos casos la cizaña está tan crecida que no hay riesgo de cortar también trigo.

Ojalá se atreva y el ejemplo del pastor irlandés cunda. La valentía es contagiosa.