Aunque alguno piensa que no debería de haberse hecho público

Los curas asturianos aplauden el gesto de su arzobispo de donar la paga extra de Navidad a los pobres

 

Los curas asturianos aplauden el gesto del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, de donar su paga extraordinaria a los pobres, en atención a la situación de crisis que vive la región, pero también señalan que no es una iniciativa nueva, ya que algunos sacerdotes lo vienen haciendo desde hace años. Y también indican que son «mileuristas» y que llegan «pelados» a fin de mes, por lo que los pobres notarían más la ayuda si quienes donasen su paga extraordinaria fuesen otros profesionales mejor pagados.

15/12/11 7:51 AM


 

(La Nueva España) Aun así, el gesto de Mons. Sanz Montes supone “una llamada a ser más generosos y adoptar un compromiso de solidaridad”, en opinión del sacerdote e historiador Javier Conde. “Es un gesto generoso y muy oportuno, aunque también es verdad que con eso no se va a arreglar la crisis”, añade el religioso. Se trata de una iniciativa que debería extenderse a toda la sociedad, “que gasta un montón en Navidades y debería acordarse de la gente que lo necesita de verdad”. Javier Conde va más allá y asegura que la solidaridad con los que menos tienen no debería ser una cuestión navideña, sino extenderse a todo el año.

El historiador se considera un privilegiado, puesto que cobra su jubilación de profesor, pero también indica que “la gran mayoría de los sacerdotes tiene un sueldo más bien modesto”, por lo que quizá fuese excesivo que donasen toda su paga y sólo debieran ceder una parte más pequeña.

Lo que también quiere dejar claro Javier Conde es que “con la misma fuerza con la que hay que resaltar el gesto del Arzobispo, habría que denunciar qué causó este desastre, que fueron los abusos del capitalismo financiero desaforado”. Y no duda en señalar que esas prácticas de capitalismo salvaje son “un pecado”.

José Manuel Feito, párroco de Santo Domingo de Miranda, en Avilés, opina que el gesto del arzobispo Sanz Montes “no es algo extraordinario, puesto que algunos sacerdotes ya lo vienen haciendo desde hace tiempo”. A Feito le gustaría que algo así no fuese noticia de portada en los periódicos, sino que se viese como algo natural. “Es lo normal que los cristianos se desprendan de sus bienes y los repartan, como hizo San Martín con su capa”, indica. Y más, un sacerdote, “obligado a ello si no por justicia, sí por caridad”. Este veterano sacerdote se pregunta qué cura negaría ayuda en su parroquia a una persona que lo necesitase.

El que fuera párroco de San Nicolás de Bari en Avilés, Ángel Garralda, de 87 años, asegura, por su parte, que “el gesto de Sanz Montes es muy franciscano -no en vano él mismo viene de esa orden- y muy acertado y acorde con estos tiempos de crisis económica en que vivimos”. Para este cura, “no estaría mal que gestos similares se extendiesen a todo el mundo, aunque también es verdad que los sueldos, no sólo los de los sacerdotes, no están para esos dispendios, después del desastre de los gobiernos de Zapatero y compañía”.

Claro que hay otra cuestión que impide que pudiese extenderse esa solidaridad. “La gente ya no sabe vivir con austeridad y se ha acabado con la clase media, que salvó en su día la transición a fuerza de trabajo y ahorro”, indica. “Hemos caído en el caos en lo ético, en lo moral, en lo económico y también en la familia”, finaliza.

El párroco de El Coto, en Gijón, y capellán del Sporting, Fernando Fueyo, opina, respecto a la invitación hecha por el Arzobispo a los sacerdotes de imitar su ejemplo, que “cada cura actuará como crea que debe”. A Fueyo no le ha gustado mucho ver algo así en titulares. “Sacarlo a la luz pública, aunque diga que no es para colgarse medallas, no me parece muy adecuado; aunque si cree que puede ser un acicate, lo respeto”, sostiene. Claro que la caridad con los pobres es algo que vienen practicando los sacerdotes desde hace tiempo. Eso sí, conviene en que “si se extendiese ese ejemplo a otras profesiones, se daría mucho más y los pobres saldrían más beneficiados”. La razón es clara, para este cura: “Los sacerdotes no es que tengamos un sueldazo, somos mileuristas y llegamos a fin de mes más bien peladitos”.