Iglesia-Estado
19 de diciembre del 2011

El primer ministro británico, David Cameron defiende en Oxford la necesidad de la moral cristiana

David Cameron, primer ministro británico, pronunciaba este fin de semana un discurso en Oxford con motivo de la celebración del cuarto centenario de la Biblia del rey Jaime. El político conservador no tuvo reparo en hacer algunas declaraciones que, en otros países de la Unión Europea, habrían levantado ampollas.


 

Cameron criticó abiertamente la neutralidad moral y se quejó de que "durante demasiado tiempo no hemos querido diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal". Y añadió que los valores cristianos son cruciales para Reino Unidos. Destacó responsabilidad, trabajo duro, compasión y humildad.

Las palabras de Cameron tienen especial importancia porque no es, como su predecesor en el puesto, el laborista Tony Blair, que vivió un profundo acercamiento a la Iglesia durante sus años en Downing Street, un creyente practicante. De hecho, en su discurso reconoció que "me siento comprometido, aunque sea poco practicante, con la Iglesia Cristiana de Inglaterra, que alberga los valores y principios de mi fe" pero añadió que se siente lleno de dudas.