27.12.11

La Teología llamada de la Liberación cumple... demasiados años

A las 1:24 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Sujetos activos contra la fe
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Según cuentan algunos, porque de no ser así difícilmente nadie se acordaría de eso, ahora hace cuatro décadas que la llamada Teología de la Liberación empezó a caminar por el mundo.

Con esa edad, 40 años, lo normal es haber tenido hijos y, a lo mejor, hasta nietos. En realidad la Teología de la Liberación no ha podido dejar ninguna herencia porque, en esencia, la sostienen las mismas personas que, digamos, la crearon. Es decir, que no ha muerto como tal sino que, de acuerdo a sus teorías (eminentemente políticas) cuando desaparecieron los actores que las hacían posibles, la Teología de la Liberación se escondió. Ahora, al haber renacido cierto izquierdismo en muchas naciones de América Latina, pues vuelven a lo suyo.

El problema es que ahora existen personas que, desde el poder político, les pueden apoyar y tal cosa les da la ilusión de que se renueva su idea y se hace presente.

Pero en realidad, ¿Cuándo desapareció?: Boff, Cardenal, Casaldáliga et alii siempre han estado ahí, sin dar su brazo a torcer porque es muy posible que crean, con franqueza, que lo que dicen tiene visos de ser aceptable y aceptado. Es, por eso, una opción personal que no deberían querer imponer a las demás personas.

Pero, a pesar de las ilusiones y de las ganas que parece que tienen los teólogos de la Liberación y las personas que, desde la política e, incluso, la misma Iglesia católica, puedan apoyarles, la verdad es que a mí, particularmente, me parece que se trata, sólo, de un sueño de una noche de verano aderezado con una dosis muy grande de izquierdismo que, llevado al seno de la Iglesia católica, desvirtúa lo que la misma es y supone para el mundo.

Por eso extraña que algunos digan (Jesús Bastante, por ejemplo) que “Cuarenta años después, el espíritu de la Teología de la Liberación continúa, y muchos de sus postulados -la lucha por la igualdad, la dignidad, la opción preferencial por los pobres, el compromiso martirial- siguen estando vigentes”. ¡Qué risa!, porque dice que el espíritu de la TL sigue vigente… seguramente en la mente de aquellos que la crearon pensando que podían cambiar algo sirviéndose de la política rastrera de lo izquierdoso y tratando de tergiversar lo que de bueno podía haber en la misma para hacerlo servir a sus intereses mundanos.

No hay, pues, herencia alguna en la Teología de la Liberación porque aún no hubo defunción de tal teología. Muy al contrario, los mismos que la crearon siguen utilizando a los pobres como escabel desde donde ver el mundo espiritual desde su privilegiada posición de cabeza de ratón.

En una ocasión un defensor de la TL como es el teólogo Juan José Tamayo dijo, refiriéndose al inicio, hace ahora 40 años, de la misma, que “Su nacimiento tenía lugar en uno de los momentos de más alta temperatura utópica: despertar del Tercer Mundo, mayo del 68, primavera de Praga, revolución de los derechos civiles, Medellín, vigésimo aniversario de los declaración de los derechos humanos, revolución cubana, teoría de la dependencia, primavera eclesial con el Vaticano II y las diferentes Conferencias del Consejo Mundial de Iglesias”.

Y eso es todo: utopía pero utopía equivocada y cuando no manipulada pues si bien es utópico aquello que, en general, puede ir contra lo establecido porque pretende instaurar una forma de ser y proceder que entiende mejor y más benéfica, no es menor cierto que cuando se hace uso de una muy concreta ideología, la marxista, para cambiar lo que está mal hecho no hay utopía sino, más bien, exacto proceder concreto que, además, es mundano. ¿Y puede haber algo más alejado de la utopía que lo mundano?

En fin… espero que al soplar las velas de una supuesta tarta en la que haya 40 velas tengan en mente un deseo que cumplir. Pero, por favor, que no sea seguir incordiando.

Eleuterio Fernández Guzmán