8.01.12

Las BBC civiles no podrán contra la Iglesia Católica

A las 6:30 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General
 

Nació para diferenciarse de la prensa en España como fuera. Usando un lenguaje panfletario, inventando asuntos, rezumando un anticlericalismo feroz, y alimentando a ese sector de España que le estorba la otra parte y que desearía vivir sola en la piel de toro.

Es un medio de comunicación escrito, llamado Público, que hace unos días ha presentado un concurso empresarial de acreedores. Es decir, que está al borde de cerrar y mandar a sus doscientos empleados a engrosar los más de cinco millones de parados.

Cierre o no, seguirá en el formato digital. En este canal aparecen unos datos que tomados al pie de la letra a la Iglesia Católica en España le quedan dos cortes de pelo antes de desaparecer del solar patrio, donde lleva implantada dos mil años.

Se trata de un informe donde asegura que los bautismos, bodas y comuniones han bajado tanto, tanto….que dentro de poco la Iglesia cierra por falta de clientes.

En el susodicho papel, donde no se citan fuentes fiables de ninguna parte, ni del Estado ni de la Iglesia, solamente se trata de meter una “esperanza” futura de encontrar la Religión Católica fuera de la circulación en una sociedad seguramente muy parecida a la soviética a la que adoran los nostálgicos de aquel régimen de terror.

En cambio, en el citado papelucho se desea implantar el puro y duro laicismo, en cuyo seno se está construyendo disponer, las BBC, de un bautismo civil, una boda civil y una comunión civil. Algo que se está haciendo como experimento en el municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid, regido por Izquierda Unida desde el año 1991.

Seguramente, los ideólogos de ese laicismo municipal se creen que su religión va a durar por los siglos de los siglos, que es el espejismo donde se han visto retratados todos los que han deseado que desaparezca la presencia de la Iglesia Católica a lo largo de los últimos dos milenios

Todos ellos se han marchado de la vida, la Iglesia ha permanecido y lo seguirá haciendo, mal que les pese a los escribientes del diario Público.

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Tomás de la Torre Lendínez