9.01.12

Desde el año pasado se viene anunciando el estreno de «Cristiada», la super-producción mexicana que recrea la persecución de la Guerra Cristera. Yo pensaba que era todo más inminente, pero habrá que esperar. Las últimas noticias oficiales, del 13 de septiembre de 2011, son que ya están en fase de montaje.

A la espera habrá que añadir otra interesante película sobre persecución a los católicos: la guerra de la Vendée, un auténtico genocidio, tan desconocido en España como la Cristiada mexicana o la política de exterminio de los protestantes en Irlanda.

Quizá ese desconocimiento se deba a la buena prensa que goza la Revolución Francesa, que para la progrez es «origen de la modernidad, bien absoluto sin mezcla de mal», bueno algo de mal habría, pero seguro que el fin les justifica los medios, y los católicos somos malos, remalos.

A raíz de la entrada en vigor de la «Constitución Civil del Clero», que limitaba la libertad religiosa y de culto, campesinos, sacerdotes y nobles deciden luchar por sus libertades, por su rey y por Dios. Y ya se sabe cómo actúan los «liberales», en Francia, en España o en cualquier sitio. Lo resume bien Alfonso Aguiló (yo, prometo extenderme en otra ocasión, el tema lo merece):

En agosto de 1793, la Convención de París expidió un decreto disponiendo que el Ministerio de la Guerra enviase materiales inflamables de todo tipo con el fin de incendiar bosques, cultivos, pastos y todo aquello que arder pudiera en la comarca. «Tenemos que convertir La Vendée en un cementerio nacional», exclamó el general Turreau, uno de los principales responsables de la matanza.

Como narra Hans Graf Huyn, fueron violadas las monjas; cuerpos vivos de muchachas soportaron el descuartizamiento; se formaron hileras con los niños para ahogarlos en estanques y pantanos; mujeres embarazadas se vieron pisoteadas en lagares hasta morir, y en aldeas enteras los vecinos perecieron por beber agua que había sido envenenada. Casi ciento veinte mil habitantes de La Vendée fueron asesinados, y arrasadas decenas de miles de viviendas.

La cuestión de fondo de aquel enfrentamiento –como observa Jean Meyer– no estuvo en la disyuntiva entre monarquía o república, ni fue un conflicto entre estamentos, sino que consistió más bien en la decidida intención de extirpar esas creencias sin reparar en medios.

Impregnados de la espiritualidad de San Luis de Montfort, y vestidos con rosarios y emblemas del Sagrado Corazón, sus sacrificios dieron como resultado un sinnúmero de mártires.

En este caso la película no tendrá un gran presupuesto, y, según la productora, quizá salga primero en DVD a principios de febrero. El reparto es «muy joven» (una media de edad de 21 años) y sin muchas estrellas: 250 extras de parroquias de USA.

Ojalá sirva para que conozca más el testimonio, martirio, de esos hermanos mayores. Es de suponer que al menos en Francia servirá de acicate.

A ver si alguna productora española se anima, para suerte o desgracia tenemos material en nuestra patria.