10.01.12

Benjamín Forcano, “uno de los suyos”

A las 12:01 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Sujetos activos contra la fe
a Libros y otros textos.

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La liebre que levantó Carmen Bellver, blogger de Religión Digital y rara avis con dos dedos de frente en tal portal religioso, sigue dando saltos y, aunque alguno de ellos se lo hayan obligado a dar a una religiosa de avanzada edad (debe ser el sino de los progres) vale la pena decir algo sobre el tema porque no tiene desperdicio alguno lo escrito y publicado en ATRIO, otra página web que tal baila, y ahora también, claro, en Religión Digital.

María Victoria Gómez Morales dice, para empezar (que no está mal) que ha leído “por indicación externa” el artículo ya más que comentado de Bellver porque, a lo mejor, quien le haya indicado que lo leyera sabría de reacción de Morales y, por eso mismo, se le ha incitado a criticar lo dicho sobre Benjamín Forcano en la pluma de Carmen Bellver que es, todo hay que decirlo, muy comedido y sin pasarse mucho como, con toda seguridad, haríamos otros.

Pues bien, ahí van unas perlas del artículo de María Victoria:

Aunque haya sido mal interpretado y en ocasiones relegado o excluido, ha hecho una gran labor apostólica, ha viajado a numerosos países y ha sido profesor de Teología Moral en Roma, Salamanca, Madrid, Bogotá, ha impartido conferencias y cursillos en muchas partes, tiene numerosas publicaciones, ha impulsado Foros Religiosos y es uno de los cofundadores de la Asociación de Teólogos/as Juan XXIII y ha editado los 31 Congresos de Teología hasta hoy celebrados.

Es evidente que Benjamín Forcano habrá hecho todo lo que ha podido por defender su sentido de la teología. Todo lo que dice María Victoria me lo creo y seguramente habrá hecho mucho más. Pero, qué quieren que les diga, que sea uno de los fundadores de la Asociación de Teólogos (¡y teólogas!, claro… siempre el lenguaje políticamente correcto, como corresponde en alguien mundano) dice más bien poco a su favor. Es más, lo pone exactamente en el lugar que le corresponde de la teología católica: fuera de la misma.

Y aquí, cierto desnortamiento mundano:

“Me parece muy dura e injusta la manera con que habla de los teólogos actuales, habiendo entre ellos tantos que han destacado, aunque hayan sufrido contradicción, en su amor a la Iglesia pero desde puntos de vista nuevos, más evolucionados, más en consonancia con nuestra cultura de hoy y siempre en referencia y fidelidad al Evangelio.”

Esto trata de sostenerlo sobre un texto de San Vicente de Lerins

Me permito copiarle un texto de San Vicente de Lerins que para mí fue una fuente de paz y apertura en momentos en que mi inteligencia y lo que me enseñaban en una Teología tradicional, no concordaba y ponía confusión en mi espíritu. Le cito: “¿Es posible que se dé en la Iglesia un progreso en los conocimientos religiosos? Ciertamente que es posible, y la realidad es que este progreso se da. En efecto, ¿quién envidiaría tanto a los hombres y sería tan enemigo de Dios como para impedir este progreso?…. “Es conveniente, por tanto, que a través de todos los tiempos y de todas las edades, crezca y progrese la inteligencia, la ciencia y la sabiduría de cada una de las personas y del conjunto de los hombres, tanto por parte de la Iglesia entera, como por parte de cada uno de sus miembros

Me parece que quiere aprovecharse de lo dicho por San Vicente de Lerins para argumentar que es posible cualquier tipo de cambio en la doctrina si eso va bien con los tiempos que corren. Esto, en realidad, no es más que la adopción de una posición relativista en cuanto a lo que la fe católica es y light en cuanto a lo que debe transmitir y defender un católico laico y, al menos, en el mismo nivel (aunque más porque han de ser ejemplo de vida ejemplar) un religioso y, en este caso, una religiosa.

Por lo tanto, no se debería extrañar nada de nada que personas como Benjamín Forcano (u otras que aquí mismo se citan) hayan sufrido contradicción en muchas de las propuestas que ha hecho o hacen. Y esto porque, en todo caso, de trata de una contradicción a la han planteado y plantean tales personas en una, digamos, apuesta por atacar las generales de la ley católica. Y eso, como es fácil de comprender, no debería quedar nunca sin respuesta por parte de quien puede ponerla sobre la mesa de la teología. Y, claro, como a veces se les responde como merecen… pues eso no gusta a según qué exquisitos espíritus.

Y ahora, como ejemplo de lo aquí dicho, los teólogos que tienen por importantes María Victoria y los suyos:

… haber tenido conocimiento de tantos que fueron excluidos y que tanto bien hicieron a la gente que buscaba un horizonte más amplio, menos rígido, no tocado por el jansenismo que en España también ha tenido su fuerte influencia. Le nombro algunos: P. Lagrange, Teilhard de Chardin, Henri de Lubac, Chenu, Yves Congar, Gustavo Gutiérrez, Giulio Girardi, Eduardo Schillebeeckx, Leonardo Boff, Hans Küng, José Mª Díez Alegría, José Mª González Ruiz, Fernando Urbina, Xavier Pikaza, Julio Lois, Jon Sobrino, Ignacio Ellacuría, Bernhard Häring

¡Qué listado tan hermoso! ¡Qué relación tan grande de ortodoxia católica! ¡Qué dechado de defensores de la doctrina! ¡Qué gozo da ver, juntos, a teólogos tan preclaros y llenos del espíritu santo!…

Por cierto, de dos de estas personas, en concreto de Häring (que se opuso con todas sus fuerzas a Humanae Vitae de Pablo VI) y de Schillebeeckx dice el P. Iraburu en su obra “Infidelidades en la Iglesia” lo siguiente:

P. Häring (1912-1998), por citar el ejemplo de un disidente próspero, se jubiló como profesor de la Academia Alfonsiana en 1987. Todavía en 1989, exigía que la doctrina católica sobre la anticoncepción se pusiera a consulta en la Iglesia, pues acerca de la misma ‘se encuentran en los polos opuestos dos modelos de pensamiento fundamentalmente diversos’ (‘Ecclesia’ 1989, 440-443). Efectivamente, fundamentalmente diversos e irreconciliables.
Y aún tuvo ánimo para arremeter con todas sus fuerzas contra la encíclica Veritatis splendor (1993), especialmente en lo que ésta se refiere a la regulación de la natalidad: ‘no hay nada […] que pueda hacer pensar que se ha dejado a Pedro la misión de instruir a sus hermanos a propósito de una norma absoluta que prohibe en todo caso cualquier tipo de contracepción’ (‘The Tablet’ 23-X-1993).
En la conmovedora página-web que la Academia Alfonsiana dedica a Bernard Häring como memorial honorífico, mientras se escucha el canon de Pachelbel, puede conocerse que a este profesor ‘le llovieron honores y premios’ de todas partes, y que ‘es considerado por muchos como el mayor teólogo moralista católico del siglo XX’.

Otro caso similar, de disidente próspero, es el de E. Schillebeeckx, que, después de ser amonestado por la Congregación de la Fe en varias ocasiones (1979, 1980, 1986), publica años más tarde una antología de sus errores en el libro Soy un teólogo feliz (Sociedad Educación Atenas, Madrid 1994).

Y es que la disidencia católica no siempre es mal pagada…

En fin… no me negarán ustedes que ni a propósito se puede hacer una defensa tan mala de Benjamín Forcano que aportando los nombres de personas que, como él, hacen de su capa un sayo en cuanto a teología se refiere.

Y es que, en verdad, Forcano, para tales personas es “uno de los nuestros” pero, gracias a Dios es, para muchos otros, “uno de los suyos”. Y que así sea por más tiempo todavía.

Eleuterio Fernández Guzmán