Los cristianos empiezan a responder a los ataques constantes
Nigeria entra en una espiral de violencia entre musulmanes y cristianos
Al menos 13 personas murieron ayer en choques entre cristianos y musulmanes en Nigeria, que causaron también numerosos heridos, según recuentos no oficiales divulgados por la prensa local. Según informan los diarios en red nigerianos, 12 personas fueron asesinadas ayer por la secta islamista Boko Haram, que asaltó una iglesia evangélica en Yola, capital del Estado de Adamawa (noreste), informó hoy el diario Vanguard. Por su parte, grupos de cristianos han asaltado una mezquita y la residencia de un líder espiritual musulmán.
11/01/12 7:29 AM
(Agencias) El grupo terrorista islamista, que en las últimas semanas ha matado a más de 70 personas en atentados y tiroteos contra objetivos cristianos, asesinó a tiros ayer a un agente de los servicios secretos nigerianos en el Estado de Borno (noreste), informó el mismo diario.
Grupos cristianos, por su parte, aprovecharon las manifestaciones de la huelga en protesta por el alza de precios de la gasolina, que hoy entra en su segunda jornada, para ajustar cuentas con las comunidades musulmanas.
Una muchedumbre asaltó ayer el palacio del Emir de Bauchi (norte), Alhaji Muhammadu Rilwanu Suleiman Adamu, hiriendo a numerosas personas, según el diario Daily Trust. El periódico nigeriano explicó que el ataque a la residencia del líder espiritual musulmán se produjo al término de una concentración por la subida de carburantes.
Una mezquita tambien fue atacada también en el Estado de Benin tras las concentraciones sindicales, causando al menos diez heridos.
El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, afronta uno de los momentos más complicados desde su reelección, el año pasado, como jefe del Ejecutivo.
A la ofensiva de los islamista de Boko Haram, que lucha por un Estado independiente regido por la ley Sharia en el norte del país, de mayoría musulmana, se ha unido ahora la huelga indefinida por su decisión de retirar los subsidios a los carburantes.
Las movilizaciones han causado al menos tres muertos (doce según el Vanguard) y han contribuido a alimentar las represalias entre cristianos y musulmanes.