Les pide que se «abran a los valores de nuestro pueblo»

El Cardenal Rouco invita a los inmigrantes católicos a ocupar el lugar que les corresponde en la Iglesia

 

Al hacer pública una carta con motivo de la Jornada Mundial de las Migraciones que la Iglesia celebra el próximo domingo con el lema «Salgamos al encuentro…abramos las puertas», el cardenal y arzobispo de Madrid, S.E.R. Antonio María Rouco Varela, ha invitado a los inmigrantes católicos a «ocupar el lugar que les corresponde» en la Iglesia, en la sociedad y a que se «abran a los valores de nuestro pueblo».

11/01/12 7:23 AM


 

(Efe) El cardenal ha trasladado su deseo de que las comunidades cristianas sean constructoras de unidad integradora, "capaces de abrazar a todos por encima de las diferencias de nuestros orígenes". A su vez, cree que las comunidades cristianas han de afrontar el "desafío" de salir al encuentro para ayudar a los inmigrantes a mantener firme su fe, "aun cuando falte el apoyo cultural que existía en el país de origen, buscando también nuevas respuestas pastorales, métodos y lenguajes para una acogida siempre viva de la Palabra de Dios".

"Estamos, pues, ante el reto en orden a afrontar la tarea histórica de hacer posible una sociedad nueva y una convivencia profundamente humana, sobre la base, eminentemente evangélica, del mutuo reconocimiento como hermanos", agrega.

Igualmente considera que el compromiso misionero de las comunidades se ha de centrar "sobre todo en la familia", ayudando a que "se creen también para las familias inmigrantes las condiciones válidas para la plena realización de los valores fundamentales".

En este sentido el cardenal ha opinado que no se puede considerar a los inmigrantes como extraños. "Somos muchos los que en nuestra sociedad madrileña estamos caminando juntos. Todos estamos llamados a desarrollar una convivencia verdaderamente humana basada en la fraternidad. Son nuestros vecinos, son nuestros conciudadanos, son nuestros diocesanos y nuestros feligreses, son nuestros hermanos", ha considerado.

El prelado ha recordado también que en un mundo cada vez más globalizado, los inmigrantes han contribuido a crear una sociedad cada vez más intercultural y multiétnica, "con problemáticas nuevas, no sólo desde un punto de vista humano, sino también ético, religioso y espiritual".

Así, este cúmulo de circunstancias suscita nuevas situaciones pastorales que las comunidades parroquiales no pueden por menos de tener en cuenta y que exigen una "respuesta imaginativa". Por ello, invita a "trabajar para que no les falte a los trabajadores inmigrantes y a sus familias el cuidado pastoral ordinario, el anuncio de Jesucristo, la luz y el apoyo del Evangelio, que abre a los hombres horizontes de salvación y de esperanza".

Al mismo tiempo, el arzobispo de Madrid señala que los inmigrantes han sufrido un profundo cambio cultural con el desplazamiento geográfico y el paso de un mundo rural a un mundo urbano, y del sector agrícola y ganadero al sector industrial y de servicios, que significa un cambio de civilización. Dicho cambio, considera, conlleva "graves implicaciones para las personas y para su vida de fe".