No lo fue el Patriarca Maxim

Once de los actuales obispos ortodoxos búlgaros fueron agentes secretos durante el comunismo

 

Once de los 15 obispos del clero supremo de la Iglesia ortodoxa búlgara, todos ellos en activo, fueron agentes de la policía secreta del régimen comunista, según una investigación de una comisión creada por el Parlamento búlgaro. Esta comisión, «Darzhavna sigurnost», creada en 2007 para investigar y destapar los archivos de la antigua policía comunista, asegura que todos los clérigos de la actual jefatura, excepto el patriarca Maxim, que tiene 97 años, colaboraron con el departamento responsable de la «oposición y lucha contra la diversión política».

18/01/12 6:30 AM


 

(Efe) Todos ellos escribían informes a sus comandantes sobre miembros de la iglesia, así como sobre amigos y familiares bajo la sospecha de que podían actuar como agentes extranjeros.

En su página web, la comisión revela además que los dos dirigentes de la comunidad religiosa musulmana eran también agentes secretos del aparato de represión del régimen comunista que gobernó al país hasta fines de 1989.

La revelación de los nombres de los colaboradores con la seguridad comunista se efectúa conforme a una legislación que permite la publicación de las identidades, aunque no prevé sanciones.

Desde su creación, la Comisión ha desvelado la relación que muchos diputados, e incluso el presidente, Georgi Parvanov, y varios diplomáticos en activo, tuvieron con los servicios comunistas.