1.02.12
El ministro de Educación yerra en Ecc
No estoy de acuerdo con la decisión del ministro de Educación de cambiar la Educación para la ciudadanía, por una gaseosa Educación Cívica Constitucional.
Creo que no debe haber ninguna asignatura de este tipo. Sobra en el curriculum académico. Lo digo por propia experiencia diaria entre los jóvenes de un instituto de secundaria.
Ayer tarde, los obispos españoles expresaron su alegría por la retirada de la Epc. Estoy con ellos. Porque es una asignatura adoctrinadora. Es el manual del perfecto socialista.
La nueva Educación Cívica Constitucional sobra, a mi parecer, por tres motivos esenciales:
1.- La obligatoriedad de esa asignatura ya la hace odiosa a unos jóvenes que se ríen de todo lo que suponga “dogmatismo ideológico”, aunque ahora sea muy constitucional, y menos partidista que antes. Si la pusieran opcional la asignatura moría por sí sola, por falta de clientes. Los jóvenes odian las imposiciones, si tienen tintes políticos más.2.- Los contenidos de la nueva iniciativa del ministro Wert son muy fácilmente manipulables, porque la misma Constitución Española está herida de muerte, desde que se permitieron los jirones jurídicos para el estatuto catalán.
¿Piensa, el señor ministro, que en autonomías como Cataluña o País Vasco van impartir su nuevo invento Ecc?. Si lo cree está situado mentalmente en el limbo.
La constitución europea no existe. Aquella que votamos parida por el expresidente francés Valerie Guiscard fue borrada por el protocolo de Lisboa, que también yace medio muerto, debido a que la Unión Europea está metida de hoz y coz en arreglar la crisis económica que todos sufrimos.
3.- El ministro Wert es un ciudadano que dice una cosa y hace otra. Afirmó que venía a terminar la cultura de la “subvención”. Más tarde, se presentó a los artistas de la ceja diciendo que era uno de ellos. Ya lo ha demostrado. Ayer les entregó doce millones de euros para actividades de danza, música, lírica, teatro y circo.
Por lo tanto, creo que con la crisis económica que vivimos conviene ahorrar esas subvenciones a los artistas de la ceja, y las horas lectivas obligatorias de la nueva asignatura dada a luz en la cabeza pensante del ministro Wert.
Los jóvenes españoles reciben en las diversas asignaturas que cursan los suficientes criterios ciudadanos y legales para ser personas normales, sin que le obliguen a tragarse un curso de un constitucionalismo mitad cadáver, mitad nacionalismo exarcebado en las comunidades donde gobiernan éstos últimos.
Para saber más hagan clic aquí.
http://www.libertaddigital.com/documentos/comparecencia-de-wert-41912480.html
Tomás de la Torre Lendínez