5.02.12

 

Lo he dicho, lo digo y lo diré mientras pueda. En el ADN del PSOE, desde su fundación está inscrito el totalitarismo, el laicismo radical, el anticlericalismo feroz. Y si alguien tenía alguna duda, solo tiene que escuchar lo que su nuevo secretario general ha dicho este sábado en el discurso con el que pedía el voto de su partido. Nadie puede llamarse a engaño. Rubalcaba ha sido claro, directo, contundente:

Si retrocedemos cada vez que la derecha llega al poder, y reconsidera todas las leyes, trata de imponernos su dogmas y revisa las normas con las que iniciamos la transición, el PSOE se va a plantear muy seriamente también la revisión de todos esos pactos y, en concreto, los acuerdos con la Santa Sede

¿Alguien cree que esas palabras han encontrado poco eco entre los allí presentes? Pues no. Resulta que han sido las más aplaudidas de su discurso.

El nuevo líder del PSOE tuvo la caradura de hablar de ruptura del consenso:

“si retrocedemos en todo, si quieren sistemáticamente romper todos los consensos, si quieren volver atrás 30 años, nosotros aceptaremos el reto, volveremos también a hace 30 años y nos replantearemos nuestras posiciones, que han sido sensatas en pos de la convivencia y cohesión social".

Es decir, para los socialistas el hecho de que en los últimos ocho años millones de españoles se hayan tirado a la calle para protestar contra sus leyes de ingeniería social no implica que no hubiera consenso sobre dichas leyes. Para el socialismo español el consenso es decir sí y amén al aborto, al matrimonio homosexual, a “su” educación para la ciudadanía, a su ideología de género, a etc. Y si no dices sí y amén a lo que quieren, estás rompiendo la paz social y la convivencia. Es más, amenazan con volver 30 años atrás. Es un detalle que digan 30 y no 76, que seguramente es lo que a muchos les pide el cuerpo.

Ruabalcaba ha amenazado con romper los acuerdos con la Iglesia si vuelven a gobernar y si al PP le da por cumplir con el programa electoral que ha recibido el refrendo de una mayoría de españoles. La jugada es peculiar. Relaciona claramente la posible política del PP con la Iglesia Católica, a pesar de que la mayoría de los principios no negociables marcados por Benedicto XVI no figuran, ni de lejos, en el programa de los populares. Todo lo que ha hecho el PP hasta ahora ha sido anunciar que volverá a la anterior ley del aborto -esa que nos trajo cien mil abortos al año- y asegurar que va a cambiar Educación para la Ciudadanía por Educación Cívica y Constitucional. Y en relación al matrimonio homosexual, esperarán a lo que diga el Tribunal Constitucional.

Pues bien, señores, esto es lo que tenemos. Ese es el verdadero rostro del socialismo en España -a menos que UPyD consiga ocupar parte de ese espectro político-. La candidata que ha perdido la votación de hoy dijo más o menos lo mismo, lo cual implica que el partido entero piensa que el principal enemigo ideológico que tiene delante es la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Hoy no nos amenazan con llenar las cunetas de mártires. Se conforman con romper los acuerdos del estado español con el Vaticano. Pero nadie dude que no se conformarán con esa medida. El PSOE usará todos los resortes que le permita el sistema democrático para machacar cualquier indicio de catolicismo en la vida política y social de este país. Y si es menester saltarse ese sistema, lo hará. Rubalcaba sabe mucho, muchísimo, de juego sucio y de cloacas del Estado. Téngalo en cuenta los católicos practicantes. Ténganlo en cuenta los obispos. Ténganlo en cuenta en Roma. Ténganlo en cuenta todos aquellos que, sin ser católicos, tienen algo de aprecio por España y por la libertad.

Luis Fernando Pérez Bustamante