Para evitar que sean robados

La Archidiócesis de Santiago pide a sus parroquias que guarden los tesoros artísticos en museos

 

El Arzobispado de Santiago pretende «animar» a los sacerdotes de las parroquias y a los vecinos a que accedan a guardar en museos o centros similares los «tesoros» artísticos «importantes» que se conserven en las iglesias con el fin de evitar su deterioro o que sean sustraídos. Según explican fuentes del Arzobispado, su pretensión es «animar» y no imponer. Las piezas que se trasladen deberán reunir dos condiciones: que «no sean utilizados para el culto» y que «no se pueda garantizar su mantenimiento adecuado».

06/02/12 9:38 AM


 

(El Faro de Vigo) No obstante, las autoridades eclesiásticas son conscientes del apego que suelen tener los vecinos por las piezas que se guardan en los templos parroquiales y también de que a algunos de ellos podría no parecerles bien prescindir de ellas. Por eso, al tiempo ven necesario desarrollar una labor de "concienciación" que sirva para transmitir que la finalidad de la medida es salvaguardar esos objetos. De momento, tampoco estaría claro cuál sería el destino de estas obras, si museos civiles o diocesanos, pero sí la pretensión: su protección.

Sugerencia policial

La Iglesia parece mostrarse así receptiva a una de las sugerencias realizadas por las fuerzas de seguridad y la Fiscalía Superior de Galicia que fueron planteadas al inicio de las negociaciones entre Xunta, Arzobispado y Fiscalía de cara a la elaboración de un protocolo, "Igrexa Segura", destinado a minimizar la exposición de las obras de arte religiosas a la posibilidad de hurtos. Aunque el Arzobispado aclara que no se tomarán ninguna iniciativa hasta que esté listo el manual de seguridad en el que trabaja la policía –que debería estar acabado este mes– las recomendaciones de los agentes recogidas entonces a grandes rasgos parecen haber convencido a los responsables eclesiásticos. Los agentes aconsejaban que, "en general", los objetos valiosos que no fuesen a ser utilizados se guardasen. Además, advertían de que las piezas de "gran valor" a las que no fuese posible aplicar medidas de seguridad "proporcionadas" constituían un "alto factor de riesgo", por lo que conminaban a su sustitución por réplicas de cara al público y que los originales se guardasen en lugares "debidamente protegidos", desde cajas de seguridad a museos.

Además, en cuanto se concreten los consejos de la policía –cuyos agentes ya han recibido autorización de las autoridades eclesiásticas para examinar las condiciones de seguridad de los templos–, el Arzobispado se plantea realizar cursos de reciclaje, "para párrocos y colaboradores", para explicarles cómo conservar el patrimonio. No solo con vistas a evitar posibles sustracciones, sino también para conseguir que las piezas se conserven en condiciones adecuadas. Además, se les dará cuenta de un protocolo de actuación si la peor de las posiblidades se hace realidad que incluirá cómo se usa el archivo fotográfico que la archidiócesis está elaborando con las obras de arte sacro que están bajo su jurisdicción.

Por otra parte, el proceso de inventariado, una de las primeras propuestas del protocolo "Igrexa Segura", está ya avanzado. No obstante, para su elaboración la Iglesia descarta contar con la ayuda de voluntarios, como estaba previsto, ya que, argumenta, para catalogar las obras se requiere el trabajo de expertos. De hecho, explican desde el Arzobispado, el objetivo ahora es "actualizar" el inventario realizado por el Ministerio de Cultura. El Arzobispado ha autorizado que una empresa especializada, costeada por la Xunta, lo ponga al día.

Una de las medidas con las que la Fiscalía gallega aspiraba a implementar el control de piezas de arte sacro sustraídas –además de mejorar la seguridad en las iglesias a través de un manual para los párrocos e inventariar todos los objetos de valor que constituyan su patrimonio para poder agilizar su identificación cuando sean recuperados– consistía en controlar las obras que fluyen a través de los canales comerciales.

Para la Federación Española de Anticuarios, que agrupa al sector –incluida la federación gallega–, la "mayoría" de los anticuarios del Estado trabajan desde la legalidad. De hecho, subraya Borja Ybarra, presidente la Federación Española, ésta "colabora" en "todo" lo que pueden con los grupos de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil y de la Policía. Así, por ejemplo, en su web publican todas las sustracciones de las que se les informa "pidiendo la colaboración" de todos los asociados. Además, recalcan, disponen de un "código deontológico" que establece "normas de conducta intocables" que provocan la "expulsión" de aquellos que las vulneran.

Por otra parte, la Fiscalía avanza que una de sus principales responsabilidades, la elaboración de un manual de seguridad que sirva como guía a los párrocos para disponer de unos "mínimos" métodos preventivos que no implicarán el desembolso de grandes cantidades de dinero, está en fase avanzada. De ella se encarga la policía judicial. Una vez que esté lista, la Fiscalía espera que la Consellería de Cultura, implicada en el protocolo "Igrexa Segura", se encargue de su publicación.

Por otra parte, desde el departamento que dirige Carlos Varela recuerdan que del primero de los pasos marcados, que consistía en el inventariado de los bienes eclesiásticos, debe encargarse el Arzobispado de Santiago. Fuentes de la Iglesia subrayan que la catalogación se halla en fase avanzada.