Aboga por un cambio de cultura

El arzobispo de Granada pide a la sociedad española que cambie su mentalidad de pueblo subsidiado

 

El arzobispo de Granada, Javier Martínez, aboga por un cambio en la mentalidad de «pueblo subsidiado» de la sociedad española, especialmente en época de crisis económica, al tiempo que cuestiona el amplio número de jóvenes que aspiran a ser funcionarios, lo que ha califica como una «enfermedad social». El prelado incluyó esta afirmación en su homilía en la abadía del Sacromonte de Granada con motivo de la festividad de San Cecilio, patrón de Granada.

06/02/12 6:01 PM


 

(Agencias/InfoCatólica) El Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez presidió la Eucaristía, acompañado de los canónigos del Cabildo de la abadía, y en la que participó el alcalde, José Torres Hurtado junto con la corporación municipal. Durante su intervención, el arzobispo hizo referencia a la actual situación social y censuró a quienes “siempre” buscan que otros les solucionen sus problemas o que abran una empresa donde poder encontrar un trabajo.

“Hay que cambiar la mentalidad de ser un pueblo subsidiado, que siempre busca la solución en que me solucionen otros el problema”, dijo Martínez, quien recordó además las encuestas que hizo entre universitarios cuando estaba recién nombrado obispo. “Un porcentaje muy alto, cercano al ochenta por ciento, de los chicos buscaba ser funcionario. Eso es una enfermedad social”, consideró el arzobispo, al tiempo que advirtió sobre las diferencias entre jóvenes que abren una empresa en Estados Unidos o en España.

En su sermón, el arzobispo también señaló en este sentido que desde que ha empezado la crisis, la sociedad es heredera de “cierta tradición paternalista”, en la que todos esperan que los problemas los resuelvan las autoridades. Por todo ello, apostó por un “cambio de cultura”, lo que a su juicio también tiene que ver con la fe, y una “cierta capacidad de riesgo” que sería necesario recuperar como signo de la identidad cristiana.

Tras la Eucaristía, el Arzobispo, el abad, el alcalde y los miembros de la corporación municipal pasaron a visitar las Santas Cuevas y el horno de San Cecilio. Además, en la explanada, la banda municipal interpretó himnos de Granada, Andalucía y Nacional, animando el ambiente de fieles y romeros formado en la explanada de la abadía. Por la tarde se abrieron las Santas Cuevas del Sacromonte, en las que en el siglo XVI aparecieron las reliquias de los discípulos del Apóstol Santiago, San Cecilio, San Tesifón y San Hisicio, para ser visitadas gratuitamente. 

Una historia de mártires

El arzobispo recordó en su homilía que “somos hijos de una historia de mártires” y que “el Señor es capaz de sostener en el dolor, es capaz de sostener en la desgracia, es capaz de hacer posible afrontar la muerte en paz” gracias a “la certeza de la misericordia y el amor de Cristo que la muerte no tiene la última palabra sobre nosotros, y que por lo tanto perder a Cristo sería al mismo tiempo perder la vida. En cambio perder la vida por Cristo no es perder nada, porque Cristo es el dador y el sentido de la vida”. 

Mons. Javier Martínez continuó: “Sólo el amor es capaz de construir una sociedad como todos deseamos, una sociedad libre. (…) Una sociedad es libre, no porque alguien conceda esa libertad, una sociedad es libre cuando los miembros que la componen, los grupos humanos, las familias, los pueblos, cada uno, los individuos, cada uno libremente escoge una manera de vivir que contribuye al bien común”.

Por último, D. Javier habló del próximo Año de la fe: “El Santo Padre ha convocado para el octubre de este año un año de la fe. Es consciente de que gran parte de las dificultades por las que el pueblo cristiano pasa es que porque hemos dejado que en nuestro corazón se debilite la conciencia de fe. Tenemos que pedirle al Señor el don de la fe. Somos hijos de esa tradición cristiana, no sabemos como será el futuro. Lo que sabemos es que necesitamos a Dios y necesitamos a Jesucristo”.