10.02.12
Eppur si muove - ¿La Iglesia ha sido un obstáculo para el progreso, la igualdad, la libertad y la justicia?
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A lo largo de la historia, ya milenaria, de la Iglesia católica, han pasado muchos imperios humanos y muchas personas se han encumbrando por encima de los demás seres humanos y los han dominado.
Como es de imaginar, ha habido muchos aspectos del desarrollo humano que, en determinadas ocasiones, se han opuesto a lo que la Iglesia católica decía al respecto de algún que otro aspecto. Por lo tanto, lo único que se le puede imputar a la Esposa de Cristo es, en todo caso, el hecho de aplicar a sí misma y a donde podía llegar con su espiritual influencia, lo que es su doctrina que, además, no es siquiera suya sino de su fundador, un tal Jesucristo.
Sin embargo, a muchas personas les ha podido parecer que, visto en general, la Iglesia católica ha sido “un obstáculo” insalvable para “acceder al progreso, a la igualdad, a la libertad y a la justicia” en, pongamos, España. Es posible, incluso, que las mismas personas tengan por cierto que ha sido lo mismo en todo el orbe porque la Iglesia católica no tiene por común actuación hacer como le viene en gana con su doctrina sino que tiene una y una sola.
¿Es cierto, entonces, que la Iglesia católica ha sido o es un obstáculo para determinados aspectos de la vida social, económica, política o cultural?
En general, se acusa a la Iglesia católica de ser medieval y, por tanto, oscurantista; represiva y, por lo tanto, contraria a la libertad; enemiga de los avances y, por tanto, retrógrada. En fin… todo lo peor que de una institución de pueda decir se dice de la Esposa de Cristo. Y, claro, de tales siembras a veces se recogen determinadas cosechas malintencionadas y malsanas en contra de quien tanto mal, al parecer, hace.
Esto es, para empezar, una forma prejuiciosa de actuar porque, muy al contrario es la verdad de las cosas: el cristianismo y, aquí, la Iglesia católica ha procurado, para la humanidad, unos avances que podemos considerarlos como decisivos para el desarrollo de la misma. Es más, la civilización en cuanto tal no se entendería sin Cristo y sin sus discípulos. Otra cosa muy distinta es que lo que se tenga por “avances” a los que se pueda oponer la Iglesia católica no son, sino, ejemplos de perversiones del mundo y de retrocesos a época muy antiguas de la humanidad.
Por ejemplo, ¿no se opuso la Iglesia católica a la esclavitud?, ¿no se desarrolló la Universidad partir de la Bula papal Parens scientiarum de 1231, que otorgaba los estatutos a la Universidad de Paris?, ¿no fueron las órdenes religiosas las que establecieron centros de enseñanza para los más pobres y desfavorecidos?, ¿no fue en la Universidad de Salamanca donde se sentaron las bases del Derecho Internacional por obra de teólogos como Francisco de Vitoria con lo que supuso para la vida común de los seres humanos?, ¿no es tal rasgo uno que lo es de humanización a destacar?, etc., etc., etc.
Yo pregunto, entonces, lo siguiente:
1.- ¿Por qué la Iglesia católica ha sido, si es que ha sido, un obstáculo para acceder al progreso?
2.- ¿Por qué la Iglesia católica ha sido, si es que ha sido, un obstáculo para acceder a la igualdad?
3.- ¿Por qué la Iglesia católica ha sido, si es que ha sido, un obstáculo para acceder a la libertad?
4.-¿Por qué la Iglesia católica ha sido, si es que ha sido, un obstáculo para acceder a la justicia?Y, en todo caso, y para que nadie se lleve a engaño y crea que se trata de la intromisión de la Iglesia católica en la vida social, económica, etc. la Constitución Pastoral Gaudium et Spes (34) dejó escrito que
“el mensaje cristiano no aparta a los hombres de la edificación del mundo ni los lleva a despreocuparse del bien ajeno, sino que, al contrario, les impone como deber el hacerlo”
Y, ahora, que cada cual, aporte lo que crea importante y necesario para dilucidar si la Iglesia católica es lo que dicen algunos que es.
Eleuterio Fernández Guzmán