«Pidan la clase de religión católica para sus hijos»

Card. Martinez Sistach: La falta de formación religiosa influye en la atracción de la juventud hacia sectas o fundamentalismos

 

En la carta pastoral que publica la hoja dominical de la archidiócesis de Barcelona, titulada «La clase de religión enriquece a los hijos», el cardenal-arzobispo Lluís Martínez Sistach anima a todas las familias que estos días empezarán a matricular a sus hijos en el próximo curso para que «pidan la clase de religión católica para sus hijos». Según el prelado, las clases de religión y moral católica ofrecen valores «serios y auténticos» a los adolescentes y los jóvenes.

19/02/12 7:59 PM


 

(Agencias/InfoCatólica) El cardenal Lluís Martínez Sistach opina esta enseñanza es “muy importante”, por lo que “al formalizar la matrícula de un hijo en la escuela, las familias católicas tienen que pedir la clase de religión”. “Difícilmente se puede comprender nuestra historia, nuestro arte y nuestra cultura si no se tiene un conocimiento notable de la religión católica. Forma parte de nuestra identidad”, abunda el cardenal.

”Hoy los niños y adolescentes padecen un analfabetismo de cultura religiosa y esto incide en su nivel cultural general, más bien bajo. La clase de religión contribuye a que los alumnos puedan comprender muchísimos contenidos de nuestra historia, de nuestra cultura que están tejidos de contenidos cristianos”, argumenta el prelado.

“Las familias que no desean ninguna formación religiosa para sus hijos o la escuela que no los facilita se pueden preguntar si la atracción de la juventud hacia las sectas o los fundamentalismos no son una consecuencia de haber ocultado algo tan normal y humano como es la experiencia religiosa seria”, explica Martínez Sistach.

El cardenal-arzobispo, que este fin de semana se encuentra en el Vaticano, insiste en su pastoral que solo las clases de religión ofrecen “valores sólidos y permanentes que puedan dar significado y finalidad a su vida”. “La clase de religión ayuda a encontrar estos valores que dan sentido a nuestra vida, satisfacen nuestro deseo innato de trascendencia y enriquecen nuestra cultura personal”, concluye.