23.02.12

 

A 29 ascendió el número de fallecidos en un accidente de tránsito ocurrido el pasado 19 de febrero en la provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador, según informó a Efe una fuente de la central de Bomberos de la ciudad andina de Ibarra. En el accidente, que se produjo cuando un autobús chocó contra un muro y cayó por una pendiente, también quedaron heridas otras 28 personas.

Entre los fallecidos y heridos hay comerciantes, turistas y un grupo de miembros de la congregación de testigos de Jehová, publicó el diario El Universo. El accidente del autobús ocurrió en la vía Ibarra-San Lorenzo, que une las provincias de Imbabura con la de Esmeraldas, esta última fronteriza con Colombia. Los heridos fueron trasladados a centros de salud cercanos al lugar del accidente y a Quito.

El Comercio cuenta el bus de la cooperativa Espejo iba con 54 pasajeros, 12 personas más de su capacidad. Seis integrantes de una agrupación religiosa local que perecieron en el hecho se velaron, junto a los demás, en el coliseo de Ibarra. Cristian Moreno, hijo de Nelly Oviedo, una de las sobrevivientes y que también pertenecía a aquel grupo de testigos de Jehová que viajaba a Lita, recorría los pasillos del Eugenio Espejo muy preocupado. Su madre, de 55 años, estaba con pronóstico reservado. Estuardo Reina, el tercero de los heridos que llegó a este centro, fue operado para drenar la sangre de sus pulmones debido al impacto que se dio con el asiento.

Según Doris Viteri, jefa de Control de Tránsito de Imbabura, el parte policial del accidente ya fue entregado a la autoridad. “El informe en el que se determinará la causa del percance todavía no está listo y se prevé entregarlo mañana. Con base al parte se puede presuponer que las causas del accidente fueron el exceso de velocidad y las llantas lisas”. Víctor Jiménez, director ejecutivo de la Covial, dijo que “aparentemente el bus no estuvo asegurado. No obstante, eso se verificará el miércoles. Igual, el exceso de velocidad sería la causa del accidente, según testigos”.

Según el diario ecuatoriano Telégrafo, la mañana del domingo, Wilman Castillo volvió a su casa luego de jugar al fútbol. Su casa está cerca del hospital San Vicente de Paúl. Él fue testigo de la conmoción de la gente, pues las víctimas de la unidad número 28 de la cooperativa Espejo habían sido trasladadas al recinto. “Vi a la gente que estaba desesperada, pero me fui tranquilo a la casa porque no sabía de qué se trataba”, dijo.

El movimiento en el ala de emergencia fue incontenible, contó la fiscal Gladys Muñoz. “Los cuerpos no paraban de llegar y el hospital no tenía suficiente contingente para abastecer a la cantidad de muertos y heridos que ingresaba”, recordó. En los exteriores de la morgue se agolpó la gente para entrar a reconocer los cadáveres. Una vez que los cuerpos eran identificados salían de la morgue en ataúdes que fueron donados por la Secretaría de Gestión de Riesgos.

Algunos cuerpos fueron trasladados al cementerio San Miguel de Ibarra. Otras víctimas fueron veladas en el coliseo de la Unión Nacional de Educadores. Todos eran integrantes de una congregación de testigos de Jehová que tomaron el bus por casualidad, según dijo Ricardo Ruiz, miembro del grupo. Según Ruiz, se dirigían a Esmeraldas para predicar. Tenían un transporte particular, pero el conductor se ausentó y el grupo decidió viajar en el transporte interprovincial.

En el diario El Universo leemos sobre la angustia de los 11 miembros de los testigos de Jehová que sobrevivieron y están hospitalizados. A dos de ellos, Estuardo Reina y Nelly Ramírez, los trasladaron en helicóptero al hospital Eugenio Espejo, de Quito. Otros siete murieron y fueron velados en el Coliseo de la Unión Nacional de Educadores (UNE).

Wilfrido Ortiz, miembro de la secta, cuenta que hace pocos meses iniciaron la lectura pública de la Biblia en Lita, poblado que marca la frontera con Esmeraldas. “Somos organizados y visitamos el poblado, antes contábamos con un pequeño camión, pero la Policía impidió que lo usemos por un tema de seguridad, contratamos entonces un transporte que continuamente nos ayudaba, pero no apareció, entonces tomaron la cooperativa”, narra.