Mons. Zerbo, arzobispo de Bamako pide ayuda

Un arzobispo describe la dantesca situación en Malí provocada por la sequía y la guerra

 

Mons. Jean Zerbo, Arzobispo de Bamako, capital de Malí, cuya parte septentrional se ve sacudida desde hace meses por la rebelión de los tuareg, que han obligado a miles de civiles a huir ha asegurado que «la situación humanitaria en Malí ya era bastante grave, incluso antes de la reanudación de los combates en el norte del país, debido a la sequía que ha causado una emergencia alimentaria». Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, son alrededor de 130.000 los desplazados internos y los refugiados en los estados vecinos.

29/02/12 9:51 AM


 

(Fides) “En una situación que ya era crítica ha estallado de nuevo el conflicto en el norte, que tiene su origen en un tiempo lejano, pero que ahora ha adquirido aspectos más complejos, porque junto a las reivindicaciones de autonomía o de independencia de la zona, aparecen el tráfico de drogas y de personas que son difíciles de controlar. La guerra ha causado no sólo víctimas, sino también un gran número de personas desplazadas, tanto en el norte como en el sur” afirma Mons. Zerbo.

“Hemos apelado a Caritas Internationalis para que nos ayude, como Iglesia de Malí, a sostener a los pobres, para poner en práctica el Evangelio, dar de comer y beber a los sedientos y hambrientos, y sanar a las personas necesitadas de atención médica”, continúa el Arzobispo de Bamako.

Mons. Zerbo también ilustra los demás campos en los que se lleva a cabo la acción de la iglesia local: “En primer lugar, la Iglesia participa en el ofrecer una información veraz y precisa sobre lo que está sucediendo en nuestro país. La gente debe ser informada, no mal informada, sin minimizar o exagerar la situación. En segundo lugar, la Iglesia ora por la paz en esta zona. Por lo tanto, hemos pedido que todos los domingos en todas las iglesias del país, se recite la oración de San Francisco. En tercer lugar, la Iglesia está involucrada en todas las discusiones llevadas a cabo para resolver el conflicto mediante el diálogo y para preservar la unidad nacional”. “Todos los cambios deben hacerse a través de los medios democráticos y no de las armas”, concluye el Arzobispo de Bamako.