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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 15 de marzo de 2012

El papa en América Latina

El encuentro del papa con Nuestra Señora de Guanajuato
Historias en el camino de Benedicto XVI a América Latina

Santa Sede

Un matrimonio compone los textos del Via Crucis del papa
Danilo y Anna Maria Zanzucchi, iniciadores del movimiento "Familias Nuevas"

Pésame de Benedicto XVI por la muerte de 22 niños en accidente en Suiza
Obispos celebraron vigilia de oración con las familias en Bélgica

El papa nombra gran maestre de la Orden del Santo Sepulcro
El cardenal Frederick O'Brien sucedió al cardenal Foley

Ratificación del acuerdo entre la Santa Sede y la República de Mozambique
Firmado en Maputo en 2011

Mundo

Te prometo una vida apasionante
La Conferencia Episcopal española lanza un video para el Día del Seminario

China, católicos encuentran consuelo al conocer lo que dice el Papa
Entrevista a un misionero europeo clandestino

"Jesús, el hombre que era Dios"
Un poderoso relato de Max Gallo

Argentina: "Este fallo debilita mucho la defensa de la vida", dice la Iglesia
La Corte Suprema de Justicia declaró no punible el aborto en caso de violación

Flash

España: Un sacerdote predica a través de Facebook
Usa las nuevas teconologías en su ministerio pastoral

Día del Seminario: Pasión por el Evangelio
Setenta y dos futuros sacerdotes en la diócesis de Orihuela-Alicante

Documentación

El sacerdocio, la «profesión» más feliz
Reflexión teológico pastoral en el Día del Seminario 2012


El papa en América Latina


El encuentro del papa con Nuestra Señora de Guanajuato
Historias en el camino de Benedicto XVI a América Latina
Por Paloma Rives, enviada especial

GUANAJUATO, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- Faltan ocho días para el inicio del viaje de su santidad Benedicto XVI a México. Medios de comunicación, fieles católicos y la sociedad civil --que está dispuesta a recibir un mensaje de fraternidad y esperanza- se encuentran a la expectativa de esta visita que se realiza en el marco del vigésimo aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre el México moderno y el Vaticano (1992).

De hecho, merecen especial atención las acciones, los esfuerzos y llamados que ha realizado la Santa Sede en materia de derechos humanos, además de la defensa irrestricta de la vida humana y su rechazo a la violencia y al terrorismo. Todo ello derivado de las relaciones diplomáticas que mantiene el Vaticano con 172 países, las misiones especiales --ante la Federación Rusa, la Autoridad Nacional Palestina y la Unión Europea- además del estatus de Observador Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas, y su inclusión como miembro de otros organismos internacionales como la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa y el Consejo de Europa. Acciones dirigidas al ser humano, a las personas, sin importar creencias religiosas. De ahí la expectativa ante el mensaje de Benedicto XVI.

Los tiempos actuales requieren precisamente la unión de quienes buscan –por encima de su preferencia espiritual- un bien mayor, un bien comunitario que permita elevar las necesidades del ser humano ante las dificultades que enfrenta toda sociedad.

Por ello el papa Benedicto XVI sostendrá un encuentro con el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, el sábado 24 de marzo por la tarde, en la Casa del Conde Rul de la ciudad de Guanajuato.

Esta mansión está situada en la plaza de la Paz, a unos pasos de la basílica de Nuestra Señora de Guanajuato, y perteneció a don Antonio de Obregón, conde de Valenciana. Fue erigida con la riqueza obtenida tras treinta años de excavación ininterrumpida en la mina que le da nombre a su título nobiliario (de Valenciana).

Tales fueron los beneficios del descubrimiento de esta mina que --cuentan los guanajuatenses- don Antonio de Obregón mandó poner un camino de láminas de plata desde su anterior casa (que se ubicaba cerca de la mina) hasta la iglesia de San Cayetano (500 metros aproximadamente) para que su hija caminara rumbo al altar, el día de su boda.

El conde de Valenciana –don Diego de Obregón- construyó la mansión que referimos hace un momento y se dice que fue un hombre justo y respetado por ser el primero que dio participación en los beneficios a los mineros. Sin embargo, el escudo sobre la fachada y el nombre de la casa se deben a Diego Rul. Al morir el segundo conde de Valenciana, joven y sin descendencia, su hermana mayor --Ignacia- se casó con el coronel Diego Rul quien consiguió el título de conde de Casa Rul en 1804.

Ahí, desde los balcones de esa mansión obra del arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras, el papa Benedicto XVI saludará a cientos de niños que se darán cita en la plaza de la Paz, posterior al encuentro del santo padre con el presidente de México.

Es necesario recordar que, debido a la cercanía descrita al inicio de este artículo, en el camino hacia la casa del Conde Rul, su santidad pasará frente a la entrada principal de la basílica donde se encuentra la patrona de esa ciudad. He ahí un especial encuentro de Benedicto XVI.

Nos referimos al encuentro con María, madre de Cristo y del sucesor de san Pedro, en su advocación de Nuestra Señora de Guanajuato.

Para una pequeña charla al respecto, el abad de dicha basílica monseñor Juan Rodríguez Alba, nos recibe en sus oficinas donde se puede percibir la constante actividad que se genera en ocasión de la primera visita de Benedicto XV. Reuniones, personas en su escritorio realizando su trabajo y sobre todo un agradable ambiente de sonrisas y paz. Monseñor Rodríguez Alba nos comenta: “Se sacará la imagen a la puerta de la iglesia para que el papa le dé la bendición, y la Virgen le dé la bendición al papa.

Monseñor, ¿cuándo fue la última vez que bajaron del altar la imagen de la Virgen de Guanajuato? –“cada año, el 9 de agosto, el grupo de la Hermandad de Cargadores baja a la Virgen. Se pone cierto tiempo en cada una de las tres puertas de la basílica para que quienes la visitan, reciban su bendición y al día siguiente, la gente puede pasar bajo su manto, cerca del altar”. Hace una pausa y reflexiona con una mirada envuelta en la convicción y la fe.

Monseñor Rodríguez de Alba continúa: “Esta ocasión es especial. Cuando vemos o escuchamos a un hijo buscando a su madre de inmediato nos llenamos de ternura, pero cuando una madre busca a su hijo, sabemos que además de esa ternura existe la protección, la guía y la esperanza. La Virgen saldrá al encuentro del santo padre durante su recorrido hacia la casa del Conde Rul. Le pedimos a nuestra patrona siga ayudándole en esta labor difícil de realizar la misión de vicario de Cristo”.

Nos llama la atención la mención de la Hermandad de Cargadores de Nuestra Señora de Guanajuato y por ello buscamos una breve charla con el “celador mayor”, don Leonardo Ávila Luna quien lleva 40 años siendo parte de quienes tienen el honor de cargar la imagen cuando es necesario. –“Es una emoción difícil de describir, de tal manera que hasta siente uno escalofríos de poder llevar a nuestra Virgen”.

Don Leonardo ¿que significado podemos darle al momento en que la Virgen esté en la puerta del atrio de la basílica? --“No son tiempos fáciles para la labor del papa. Así como María estuvo siempre al lado de Cristo en el Vía Crucis, así Nuestra Señora de Guanajuato saldrá al encuentro de su hijo, de Benedicto XVI”.

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Santa Sede


Un matrimonio compone los textos del Via Crucis del papa
Danilo y Anna Maria Zanzucchi, iniciadores del movimiento "Familias Nuevas"
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- Los textos de meditación para las Estaciones del Via Crucis en el Coliseo del Viernes Santo de este año han sido compuestos, por encargo del santo padre, por el matrimonio Danilo y Anna Maria Zanzucchi, iniciadores del movimiento "Familias Nuevas", en el ámbito del movimientos de los Focolares. Las reflexiones tendrán referencias al tema de la familia.

El esquema del Via Crucis será el de las catorce estaciones "tradicionales".

El movimiento "Familias Nuevas" nació en 1967, dentro del movimiento de los Focolares de Chiara Lubich. Cuenta con más de trescientos mil adherentes en el mundo y cuatro millones de simpatizantes.

"Familias Nuevas", en su más de cuarenta años de vida ha trabajado para poner a punto un nuevo modo de ser familia y una innovadora cultura familiar construida a lo largo de cuatro líneas guía: espiritualidad, educación, sociabilidad y solidaridad.

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Pésame de Benedicto XVI por la muerte de 22 niños en accidente en Suiza
Obispos celebraron vigilia de oración con las familias en Bélgica
ROMA, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- El papa Benedicto XVI ha enviado un telegrama de pésame por las víctimas de accidente de tráfico que tuvo lugar el martes por la tarde a la salida del túnel de autovía en Sierre, Suiza, en el que perdieron la vida 28 personas, de las cuales 22 eran niños de dos grupos escolares de Flandes, Lommel y Heverlee. El telegrama ha sido enviado a través del secretario de Estado Tarcisio Bertone al arzobispo de Malinas Bruselas, monseñor André Léonard.

El telegrama dice lo siguiente: “Habiendo sabido del trágico accidente de autocar que tuvo lugar en Suiza, con numerosas víctimas, de las cuales muchas niños, su santidad el papa Benedicto XVI se asocia con la oración a la pena de las familias en duelo, y confía a las víctmas a la misericordia de Dios, rogándole que las acoja en su luz. Expresa su profunda simpatía a las personas heridas y a sus familias, a los socorristas, rogando al Señor que les aporte ayuda y consuelo en su prueba. En prenda de consuelo, el santo padre dirige una particular bendición apostólica a todas las personas afectadas por este drama”.

El nuncio en Bélgica, monseñor Giacinto Berloco leyó el mensaje de Benedicto XVI mientras presidía junto al arzobispo de Malinas-Bruselas, monseñor André-Joseph Léonard, una vigilia de oración en la iglesia de San Pedro de Lovaina, por los 22 niños víctimas del accidente.

Los obispos de Bélgica quieren así “expresar sus condolencias y rodear con la oración a las familias afectadas por el adrama”, explica un comunicado.

Monseñor Berloco transmitió el “mensaje de pésame y de apoyo” de Benedicto XVI a los padres, a los miembros de las familias y a todas las personas afectadas.

Monseñor Léon Lemmens, obispo auxiliar de Malinas-Bruselas, tomó el avión para Suiza con los padres de las víctimas el miércoles por la mañana.

“En nombre de los obispos belgas, desea así acompañar a estos padres y sostenerles en esta prueba tan dolorosa”, añaden los obispos.

El accidente se cobró 28 vidas, de las que 22 eran niños, en la noche del 13 al 14 de marzo, en el cantón de Valais. El autocar que se encastró en la pared del túnel transportaba a dos clases de escolares de Bélgica. Otros 24 niños quedaron heridos.

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El papa nombra gran maestre de la Orden del Santo Sepulcro
El cardenal Frederick O'Brien sucedió al cardenal Foley
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- El papa Benedicto XVI ha nombrado gran maestre de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén al cardenal Edwin Frederick O'Brien, hasta ahora pro gran maestre de la misma Orden.

Siendo arzobispo, O'Brien sucedió en agosto del año pasado al cardenal estadounidense John Patrick Foley como líder de la asociación milenaria de fieles laicos dedicada a proveer a las necesidades del Patriarcado Latino de Jerusalén, y a sostener los Lugares Sagrados y a la pequeña comunidad cristiana de Tierra Santa, como pro gran maestre. Posteriormente fue creado cardenal, en el último consistorio.

Nacido en el Bronx, Nueva York, O'Brien estuvo al mando de la diócesis católica más antigua del país desde julio de 2007. Antes de ocupar ese cargo, sirvió durante diez años como arzobispo de la archidiócesis para los Servicios Militares, un cargo adecuado para alguien que había prestado servicio como capellán en la academia militar de West Point y en las selvas de Vietnam durante la guerra. Además, ha visitado zonas golpeadas por la guerra de Afganistán e Irak, durante los conflictos que recientemente se desarrollaron en esos territorios.

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Ratificación del acuerdo entre la Santa Sede y la República de Mozambique
Firmado en Maputo en 2011
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- La Santa Sede y la República de Mozambique, con respectivas notas verbales del 12 de marzo del corriente, han notificado la ratificación del "Acuerdo sobre Principios y Disposiciones Jurídicas para la Relación entre la Santa Sede y la República de Mozambique", que había sido firmado en Maputo el 7 de diciembre de 2011.

El Acuerdo se compone de un Preámbulo y de veintitrés Artículos, que regulan varios ámbitos, entre los cuales el estatuto jurídico de la Iglesia católica en Mozambique, el reconocimiento de los títulos de estudio y del matrimonio canónico, y el régimen fiscal. Con su entrada en vigor se consolidarán los vínculos de amistad y de colaboración existentes entre las dos partes.

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Mundo


Te prometo una vida apasionante
La Conferencia Episcopal española lanza un video para el Día del Seminario
MADRID, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- Con motivo de la celebración del Día del Seminario, que se celebra en la mayoría de las diócesis el próximo 19 de marzo, la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha lanzado un vídeo de dos minutos y medio de duración, que se puede ver en Youtube y compartir en las redes sociales con el mismo objetivo que la campaña: suscitar vocaciones sacerdotales mediante la sensibilización, dirigida a toda la sociedad, y en particular a las comunidades cristianas.

En el vídeo, aparecen nueve sacerdotes diocesanos que lanzan un mensaje valiente, de ánimo, de comprensión, de admiración pero sobre todo de testimonio, de una apuesta firme por vivir “una vida apasionante”.

La narración comienza con una interpelación directa: “¿Cuántas promesas te han hecho que no se han cumplido?” y va desgranando promesas reales hechas, en principio, por personas anónimas.

A medida que avanza el vídeo, descubrimos que son sacerdotes quienes nos hablan y quienes nos cuentan en muy pocas palabras, y de forma muy atractiva, la grandeza de ser sacerdote, testigo de Jesucristo. Con la imagen del rostro de Cristo, el vídeo concluye afirmando: “No te prometo una vida de aventuras, te prometo una vida apasionante”. El guión ha sido elaborado a partir de las respuestas dadas por más de un centenar de sacerdotes de toda España que han sido preguntados para la ocasión.

La Conferencia Episcopal vuelve a realizar de esta manera una apuesta innovadora de comunicación, coordinada por la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, la Dirección General de Publicaciones y la Oficina de Información de la CEE. La realización técnica ha corrido a cargo de la productora “Dos cincuenta y nueve Films”.

El vídeo es un formato más que se añade a los que habitualmente se difunden con motivo de las Campañas de la CEE: carteles, subsidios litúrgicos y materiales para la catequesis y la formación permanente. Asimismo, se ha adaptado el cartel general de la campaña y se han elaborado banners para su difusión en internet.

La Campaña tiene este año como lema general “Pasión por el Evangelio” y en el cartel podemos ver a los jóvenes, en Cuatro Vientos, levantando la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud, momentos antes de que Benedicto XVI clausurara la JMJ de Madrid 2011.

Todas las iniciativas que se irán desarrollando en torno a esta Campaña se articularán en torno a un nuevo micrositio web que servirá como punto de encuentro. En www.teprometounavidaapasionante.com se pueden encontrar el vídeo y el resto de materiales. La web contará con información de los seminarios españoles y con testimonios de seminaristas y sacerdotes.

El micrositio estará enlazado desde la web de la CEE y, a su vez, tendrá enlaces con las principales redes sociales. Entre otras acciones, la Campaña se lanza en Twitter con el hashtag #unavidaapasionante.

Se puede leer la reflexión teológico pastoral para este Día hecha por la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades en este enlace: http://www.zenit.org/article-41725?l=spanish.

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China, católicos encuentran consuelo al conocer lo que dice el Papa
Entrevista a un misionero europeo clandestino
Por H. Sergio Mora

ROMA, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- La palabra del papa se logra conocer en China continental a pesar de las limitaciones de internet que prohiben el acceso a ciertos portales, y esto es un elemento de consuelo para los católicos. La web del Vaticano es accesible, e incluso en las iglesias de la Asociación patriótica, contrarias al vínculo con Roma, ponen fotos visibles del papa.

Lo indicó este jueves un misionero europeo radicado en Oriente y de paso por Roma, quien estuvo diversas veces haciendo apostolado y dando los sacramentos en China continental de manera clandestina.

Lo hizo en una entrevista concedida a ZENIT, de la cual transmitimos algunos particulares interesantes, aunque por motivos obvios no el nombre del sacerdote.

Una situación compleja la de China, --indicó- pues como dijo el cardenal John Tong Hon, las autoridades chinas quieren encuadrar en la Asociación Patriótica, a obispos y sacerdotes para separarlos de Roma, lo que la vuelve incompatible con la doctrina católica.

El sacerdote indicó que la visa para ir a China continental tiene que ser por turismo u otros motivos pues está prohibida la actividad pastoral. Y cuando rarísimamente lo permite, tiene que ser con el control de las autoridades. Las misas para grupos de occidentales son toleradas, en cambio no lo son para las personas locales.

La revolución cultural y Asociación patriótica

El sacerdote entrevistado recordó que Pekín, después de haber expulsado a los misioneros y sacerdotes en 1953, impuso cuatro años después la Asociación patriótica que rechaza la universalidad de la Iglesia y su vínculo con Roma. Los católicos fieles al papa pasan a ser parte de la Iglesia clandestina.

Iglesia no oficial y clandestina

“Hoy en día en China --indicó el misionero- hay una cierta libertad de culto pero no religiosa. A pesar de ello los católicos no piensan en irse y quieren vivir su fe en su casa”.

Y precisó que “existe además la Iglesia no oficial, no sometida al gobierno aunque bajo el control del mismo. Entre las tres Iglesias en algunos casos hay colaboración y en otros no. En las grandes ciudades todo pasa más desapercibido, no en cambio en los poblados, donde todos saben todo de todos y donde es más fácil ser individuado y denunciado por los mismos compatriotas”.

Una cierta libertad de culto pero no de religión

“Puedes ir a misa en la catedral de Shangai, confesarte, ir a misa. Es entretanto la Iglesia oficial. El problema es la zona gris, aunque la comunión tiene que ser visible. Una religiosidad que puede ser practicada aunque no en su plenitud a no ser que uno quiera ser mártir. De todos modos tarde o temprano hay compromisos que revelan lo que la persona es. O sea  hay una relativa libertad de culto pero no libertad religiosa”.

Entretanto el entrevistado consideró que “no se puede condenar a priori a quienes frecuentan la Iglesia patriótica y de los cuales muchos desean la comunión con Roma, pues no todos deben responder con el mismo grado de heroicidad”.

Indicó que obispos y miembros de la Asociación patriótica han relatado su comunión con Roma, si bien ahora no puedan manifestarlo. Entretanto precisó que ellos no tienen otras discordancias, sea en materia de dogmas o de fe.

“Conozco a obispos y sacerdotes con convicciones espirituales sinceras --indicó- aunque reconozco también que puede ser un medio apetecible para un oportunista”.

“Claro que la patriótica o la no oficial --prosiguió- es una iglesia amordazada, donde por ejemplo no se puede hablar contra la política del hijo único, que significa aborto e infanticidio”.

Se estima que en China haya 21 millones de católicos, aunque no hay estadísticas, un número importante que entretanto es un porcentaje mínimo en una población de 1.300 millones de habitantes. “Un número de fieles que aumenta y la situación de persecución hace que estos sean muy sinceros” indicó.

El sistema

Un sacerdote enamorado de su misión en China, que precisa “No soy un disidente y reconozco las dificultades objetivas”. En la opinión del sacerdote, el régimen necesita tener el control absoluto. No solamente en la política pero también en el sector religioso pues considera que ésta es un mal que hay que extirpar, mismo el budismo y otros credos. Particularmente la católica que por su naturaleza está vinculada al mundo entero y autoridad moral”.

“El sistema tiene temor de la Iglesia, pues predica la dignidad y la verdad, mensajes que para el sistema son muy peligrosos --indicó el misionero- pues el comunismo es de masa, arrollador en el que uno es nada. Las pocas gotas de agua que brotan y se sienten son de la Iglesia católica que recoge a los niños abandonados, en un país en donde el aborto en tantos casos además de obligatorio es considerado normal”.

Un retiro clandestino

Contó de un retiro que se realizó clandestinamente. “Allí una señora trabajadora en la sanidad me confió que estaba embarazada. Yo le dije que era una alegría. Ella precisó llorando que en el hospital tienen que llevar el control del embarazo y por lo tanto si no abortaba iba a perder su trabajo, pero ella estaba decidida a proteger a su niño”.

Por realizar un retiro o una reunión se puede terminar en la cárcel, como hace poco le sucedió a Joseph WangHu, un ex alumno en Roma, de la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, que fue arrestado por tener una reunión sobre religión con unas pocas personas y que pocos días atrás fue liberado. “Ahora se encuentra en libertad controlada, tiene que participar en clases de adoctrinamiento político y sin la posibilidad de tener un teléfono. Entretanto el sabe de otros dos sacerdotes detenidos” dijo.

Y concluyó recordando que “el desafío inicia por no ser superficial. No se puede hablar mucho porque son pocos los que logran conocer la realidad profunda de China”.

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"Jesús, el hombre que era Dios"
Un poderoso relato de Max Gallo
Por Nieves San Martín

MADRID, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- Ediciones Cristiandad acaba de publicar en España Jesús, el hombre que era Dios, una novela del escritor y periodista francés Max Gallo centrada en la figura de Jesús.

Esta novela tiene todo el poder de evocación y la sutileza de Max Gallo para hacer un relato sobre uno de los mayores misterios de este mundo: Jesús hombre y Dios.

El relato se inicia con el testimonio del centurión, al que llama Flavio, que le atravesó el costado y exclamó: "Verdaderamente este era el Hijo de Dios". Este relata como testigo la muerte de Jesús y las horas posteriores en que da cuenta de que el cadáver de jesús ha desaparecido y se pregunta si realmente ha resucitado. Va recogiendo testimonios que le hacen llegar a la conclusión de que Jesús verdaderamente ha resucitado y se ha aparecido a los apóstoles.

La curiosidad y las preguntas que le consumen le hacen lanzarse a una búsqueda para reconstruir la aventura humana de Jesús. Va recogiendo testimonios de los apóstoles a los que se aparece tras la resurrección, de Mateo, de Marcos y se pone a recorrer los lugares que han visto a Jesús.

Mientras va revisitando los lugares que fueron escenario de la vida de Jesús, va contando los hechos de su existencia como si estuvieran sucediendo ante sus ojos, con una gran fuerza gráfica, haciendo al lector asistir a la película de la vida de Jesús.

Los personajes de la novela, los que conocieron a Jesús, van desfilando ante el lector y reconstruyendo el relato de su historia.

María, la madre de Jesús, cobra un gran protagonismo en este relato. Es ella la que dice a Jesús que debe ir al encuentro de los hombres para decirles lo que había aprendido, tras bajar del monte de las tentaciones. "Ella tiene fe en él. Ella es la señal. Ella le ha dado la fuerza de aparecer tal como es", dice Max Gallo de María en Caná.

Una obra que no deja indiferente y que, a pesar de usar el recurso de la narración novelada, es completamente fiel a los relatos evangélicos.

Max Gallo nació en Niza, Francia, en 1932, hijo de inmigrantes italianos. Es historiador y doctor en Literatura, novelista, ensayista y político. Empezó su carrera como periodista. Miembro de la Academia Francesa desde 2007.

De intensa vida política empezó militando en el Partido Comunista. En 1974, se adhirió al Partido Socialista Francés. Ha sido miembro del Parlamento francés y europeo, así como ministro y portavoz del gobierno. En 1992-93 abandonó también el Partido Socialista para fundar el Movimiento de los Ciudadanos, del que se convirtió en presidente.

En 1994, dejó definitivamente la actividad política y desde entonces se dedica exclusivamente a la literatura.

Autor de más de un centenar de obras de novela, ensayo, historia, destacan especialmente sus biografías y los ensayos sobre temas clave de la historia contemporánea.

Para obtener el libro: http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss?__mk_es_ES=%C5M%C5Z%D5%D1&url=search-alias%3Daps&field-keywords=jesus+el+hombre+que+era+dios&x=0&y=0&tag=zenit058-21.

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Argentina: "Este fallo debilita mucho la defensa de la vida", dice la Iglesia
La Corte Suprema de Justicia declaró no punible el aborto en caso de violación
BUENOS AIRES, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- Apenas un día después de que el máximo tribunal firmara por unanimidad un fallo, que confirmó que el aborto no es punible en caso de violación, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, fue recibido este miércoles por el titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti.

Al salir del Palacio de Tribunales, el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz reiteró la preocupación de la Iglesia por la resolución al asegurar que ahora la posibilidad de practicarse un aborto aparece "mucho más fácil".

"Este fallo debilita mucho la defensa de la vida. El aborto se justifica solamente en una declaración jurada de que la mujer ha sido violada, sin la necesidad de que haya que ver quién ha sido el violador. El violador acá parecería que es inocente", sostuvo monseñor Arancedo en diálogo con la prensa.

“Cuando perdemos el sentido de que la vida es un límite, corremos el peligro de trastocar mucho valores”, agregó.

El arzobispo santafesino reveló que la respuesta de Lorenzetti a su planteo fue que con el fallo la Corte “responde a algunas necesidades” sociales alrededor del aborto.

Tras insistir en que la resolución del máximo tribunal “culturalmente no nos hace bien”, advirtió que “puede abrir una puerta al aborto que nunca es una solución, nunca hay razones que justifiquen optar por una vida frente a la otra”.

“Para la Iglesia, el aborto nunca es una solución y no hay razones que lo justifiquen porque es una muerte. Habrá que buscar soluciones de contener a la madre, de acompañarla, pero nunca el aborto”, aseveró.

Al referirse a la declaración jurada que permite a una mujer certificar que fue violada, monseñor Arancedo reiteró que “ha quedado mucho más abierta la posibilidad de abortos sin tiempo, porque puede ser un embarazo de dos meses o cinco meses”.

Al ser consultado sobre qué le diría a una mujer violada, el prelado respondió: “Que confíe en la vida, tampoco es una solución matarle lo que está en su vientre. Más que alentar a la chica a que aborte hay que decirle ‘serenate, lo que está en vos es vida humana. La violación siempre va a ser para ella una mancha pero no pongamos otra con la muerte de su hijo”.

Monseñor Arancedo, quien concurrió al Palacio de Tribunales acompañado por el presbítero Andrés Tello Cornejo, definió la reunión con el ministro de la Corte como “muy serena, tranquila, cordial”, y aclaró que estaba programada de antemano.

Por su parte, la Facultad de Derecho de la Universidad Pontificia Católica Argentina (UCA) expresó, en un comunicado, su “preocupación” ante el fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre el aborto y advirtió que “introduce una profunda herida en la protección de los derechos humanos fundamentales de los niños por nacer”.

Asimismo, insistió en considerar que la decisión del máximo tribunal “introduce un profundo quiebre en las bases del Estado de Derecho y del sistema de derechos humanos”.

“La incertidumbre en torno a los supuestos de abortos no punibles se debería resolver a través de decisiones judiciales, legislativas y administrativas que siempre den prioridad al derecho a la vida y procuren por todos los medios salvar la vida tanto del niño como de su madre. No se puede imponer a operadores jurídicos y profesionales de la salud la realización de acciones que impliquen quitar la vida de seres humanos. La importancia del derecho a la vida exige que se extremen los recaudos para una interpretación que preserve el derecho de todos y que se adopten las medidas para proteger integralmente a las víctimas de violencia sexual a través de una adecuada asistencia integral”, concluyó.

Por su parte, el obispo de Nueve de Julio, monseñor Martín de Elizalde OSB, afirmó: “La conciencia de los cristianos no puede aceptar que la vida de un niño por nacer sea considerada como algo del cual es posible deshacerse. El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación no sólo abre las puertas a un trámite abreviado para hacer posible el aborto y sin las necesarias garantías de defensa de la vida inocente, sino que disimula la gravedad de su decisión convirtiéndolo en un simple paso aclaratorio de un proceso que se considera normal, y que es objeto de un derecho presuntamente adquirido, pero solamente de la madre”.

El prelado advirtió que “detrás de este fallo no es difícil prever que se darán situaciones injustas, y vendrá también la confusión de las conciencias, como si las situaciones verdaderamente condenables, como la violación, justificaran una reacción que convierte en víctima a un inocente”.

Monseñor Elizade señaló que “se pretende distinguir ahora entre la acción legislativa, que no se ha pronunciado claramente todavía sobre la cuestión, y la decisión judicial, como ésta dada por la Corte Suprema”, y consideró que “es legítimo pensar que se está indicando así la dirección que tomará en adelante la legislación en materia del respeto por la vida y el derecho de familia, de lo cual hay anticipos en la anunciada reforma del Código Civil”.  

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España: Un sacerdote predica a través de Facebook
Usa las nuevas teconologías en su ministerio pastoral
MÁLAGA, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- Un sacerdote malagueño aficionado a las nuevas tecnologías predica a través de Facebook y otras redes sociales, en las que cuelga mensajes pastorales, y se sirve de una tableta electrónica, para transmitir sus misas y controlar el volumen de la música en la iglesia.

Andrés Pérez, de 39 años, y párroco de la iglesia de El Salvador de Nerja, explica que le gustan mucho las nuevas tecnologías y que hace un par de años descubrió las redes sociales, a las que se refiere como "herramientas de utilidad" que le permiten "un cierto tipo de comunicación que de otro modo, a lo mejor no podría tener".

Pérez, ordenado sacerdote en 2000, tiene cuenta en Facebook, Tuenti y Twitter, pero es la primera de estas redes, en la que supera los 380 amigos, la que más emplea, "casi exclusivamente, para introducir contenido religioso".

El párroco utiliza internet para predicar el Evangelio y son habituales sus notas con reflexiones sobre las lecturas que van a protagonizar la misa de ese día o con respuestas a cuestiones espirituales que le plantean sus feligreses virtuales.  

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Día del Seminario: Pasión por el Evangelio
Setenta y dos futuros sacerdotes en la diócesis de Orihuela-Alicante
ORIHUELA-ALICANTE, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- Este domingo se celebra el Día del Seminario, bajo el lema “Pasión por el Evangelio”. En la diócesis de Orihuela-Alicante, serán ordenados presbíteros cinco de sus setenta y dos seminaristas.

La diócesis de Orihuela-Alicante celebra este próximo domingo, 18 de marzo, el Día del Seminario, que este año tiene por lema “Pasión por el Evangelio”. Este día será la culminación de una campaña, que comenzó hace unas semanas, y gracias a la cual los seminaristas han salido a todas las parroquias y pueblos de la diócesis para dar a conocer cuál es la realidad del Seminario.

En la actualidad el Seminario Diocesano de Orihuela-Alicante cuenta con 72 seminaristas, una quincena más que en estas mismas fechas en 2011. De ellos, 49 son alumnos internos, repartidos entre los Seminarios de Orihuela y Alicante, 18 seminaristas externos, de los que 12 pertenecen al Seminario en Familia (debido a su corta edad), 6 son frailes, y los 5 restantes ya está en la etapa final de su preparación, el diaconado. Estos cinco diáconos serán ordenados sacerdotes el mismo domingo 18 de marzo en la concatedral de San Nicolás de Alicante.

En cuanto a la procedencia de estos 49 seminaristas internos cabe destacar que 6 son de la Diócesis hermana de Albacete y el resto se reparten por el resto de las zonas de Orihuela-Alicante.

Si los clasificamos por edad podemos especificar que 26 se encuentran en la actualidad en el Seminario Menor, ubicado en Orihuela, siendo 20 de ellos estudiantes de ESO y 6 de Bachillerato.

En el paso siguiente, en el Seminario Mayor, con sedes tanto en Orihuela como en Alicante hay 29 seminaristas, 11 de ellos están cursando en Orihuela los dos primeros años de estudios eclesiásticos y el resto, 18, residen ya en el Teologado de Alicante donde finalizan su preparación al sacerdocio.

Por otra parte, el Secretariado de Pastoral Vocacional trabaja en el llamado “PreSeminario” y en el “Seminario en Familia”, que cuenta a día de hoy con 12 seminaristas denominados externos, 4 más que el año pasado. Gracias a estos dos programas se preparan en sus casas varios jóvenes para ingresar en el Seminario cuando alcancen la edad necesaria.

En la preparación y formación académica de los seminaristas participan medio centenar de profesores así como más de una decena de formadores.

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Documentación


El sacerdocio, la «profesión» más feliz
Reflexión teológico pastoral en el Día del Seminario 2012
MADRID, jueves 15 marzo 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos el texto de la reflexión teológico pastoral elaborada por la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades de España, con motivo del Día del seminario 2012.

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El sacerdocio, la «profesión» más feliz

A finales del pasado mes de noviembre, la prestigiosa revista norteamericana Forbes, especializada en el mundo de los negocios y las finanzas y conocida habitualmente por la publicación anual de la lista de las personas más ricas del mundo, publicaba una lista de las diez profesiones más gratificantes, a juzgar por el grado de felicidad de quienes las ejercían. Los sacerdotes católicos y los pastores protestantes –los clérigos– lideraban el ranking.

¿Es el sacerdocio la profesión más feliz del mundo? Según el parecer de la revista Forbes, sí. La razón esgrimida en el artículo para justificar la felicidad inherente al ejercicio del sacerdocio consiste en que este otorga a la vida un sentido que hace de la propia existencia algo digno de ser vivido. Según el estudio, ni la remuneración económica ni el status social que se deriva del ejercicio de una profesión inciden en la felicidad que reporta.

La afirmación de que los sacerdotes eran las personas más satisfechas y realizadas en el ejercicio de su profesión causó sorpresa tanto entre creyentes como en no creyentes. La imagen que habitualmente se tiene del sacerdocio apunta más bien en dirección contraria. Los sacerdotes son presentados con frecuencia como hombres algo amargados, apartados del mundo y escasamente comprometidos con los problemas reales de la sociedad. Por eso, afirmar que el sacerdocio es la profesión más “feliz” causa cierta perplejidad e invita a formular una cuestión: ¿qué es lo que hace del sacerdocio la profesión más feliz del mundo? Responder a esta cuestión no es fácil. Hoy quizá más que nunca somos conscientes de que los obstáculos y las dificultades del camino sacerdotal no son escasos, y que las sombras acompañan siempre los momentos luminosos. El sacerdote experimenta el gozo de la entrega y el servicio desinteresado, pero también padece, como tanta gente en nuestro mundo tecnificado, la soledad. Acompaña a las personas, es instrumento de la misericordia de Dios, pero muchas veces se siente indigno y pecador. Preside la Eucaristía, predica la Palabra, anima y guía a la comunidad cristiana, pero son pocos los que le escuchan o parecen interesados en el mensaje del que es portador. Si las sombras en el ejercicio del sacerdocio son tan evidentes como las luces, el interrogante que planteábamos no se despeja describiendo las tareas del sacerdote.

Esta última constatación nos induce a pensar que la pregunta por los motivos que hacen del sacerdocio la “profesión” más feliz quizá no esté bien planteada. ¿Es el sacerdocio una profesión? Es verdad que podemos identificar algunas tareas que son propias del sacerdocio, y que el sacerdocio está considerado socialmente como un “trabajo cualificado”, pero si se le pregunta a cualquier sacerdote por la índole de su sacerdocio, ninguno dirá que se trata de una profesión. Dirá más bien que se trata de una vocación.

¿Profesión o vocación?

El estudio de Forbes se hace eco de una equívoca identificación entre profesión y vocación, ampliamente difundida en nuestra cultura, y que da lugar a no pocos malentendidos. Aunque es cierto que algunas profesiones tienen un componente vocacional elevado (en general las profesiones arquetípicas, como el médico, el psicólogo o el maestro), no es menos cierto que un gran número de profesiones carecen de este carácter.

En la siguiente tabla aparecen algunos indicadores que establecen algunas diferencias entre una profesión y la vocación, en este caso la sacerdotal.

Profesión

Se refiere a una actividad externa

Se determina en función de los gustos, las cualidades y las posibilidades

Se pone en funcionamiento la dimensión creativa-generativa

Remunerado

Puede cambiar

Pide disciplina y dedicación

Vocación

Tiene que ver con el interior de la persona

Exige una determinación espiritual

Se ponen en funcionamiento todas las dimensiones de la vida: afectiva, de la existencia racional, creativa, etc.

Gratuito

Permanece

Exige exclusividad, entrega absoluta,

nace de una pasión

Las diferencias enumeradas no han de ser consideradas dialécticamente, como opuestos excluyentes, sino como matices distintivos. El que la vocación sacerdotal requiera de una determinación espiritual, es decir, de una elección libre del individuo que responde ante Dios, no significa que los propios gustos se marginen o que las propias cualidades permanezcan sin explotar. Hay sacerdotes que son excelentes músicos, escritores o profesores. Lo que significa es que estos, contra lo que muchas personas opinan, no constituyen el elemento fundamental de la vocación sacerdotal.

Si observamos con detenimiento las notas mencionadas, enseguida nos percatamos de que mientras los indicadores de la profesión tienen que ver sobre todo con el hacer, los de la vocación apuntan más bien al ser. La vocación, en efecto, afecta a nuestra identidad profunda, dice quiénes somos en realidad, más allá de toda apariencia. De este modo, podemos decir que el sacerdocio es una profesión en la medida que el sacerdote “hace” cosas, desempeña diversas funciones, pero con eso no está dicho todo. Lo que verdaderamente define al sacerdocio es su carácter vocacional; es decir, el hecho de que se trata de un proyecto de vida que exige una determinación espiritual (una respuesta a una llamada), que afecta a todas las dimensiones de la vida (corpórea, afectiva, intelectual, etc.), que pide exclusividad, entrega y fidelidad absolutas, y que es animado por una pasión: la pasión por el Evangelio.

El lema escogido para la campaña del Día del Seminario en este año reza precisamente así: “Pasión por el Evangelio”. Esta expresión alude a la energía interior, al movimiento del corazón, que nutre toda vocación sacerdotal tanto en su origen como en su crecimiento. La vocación al sacerdocio está animada por esta pasión, un arrebato que desinstala a quien posee de sus coordenadas habituales y le ofrece un espacio diverso en el que integrarse.

El sacerdocio, una cuestión de pasión…

La pasión es un movimiento del alma, una exaltación de nuestro ser, que surge espontáneamente, sin que medie determinación alguna por parte de quien es presa de ella. Es un elemento fundamental de la experiencia del amor, aunque esta no se agota en la pasión. La pasión embruja, hechiza, desinstala de la realidad habitual para hacer entrar a quien posee en una dimensión distinta, en otro orden de realidad. Es la condición indispensable del enamoramiento.

Con frecuencia se piensa que la pasión es instintiva e irracional, que irrumpe intempestivamente, arrasando toda consideración racional o moral. «La pasión es ciega», dice el dicho popular. El genial escritor Stendhal, en cambio, afirma: «la pasión no es ciega, sino visionaria». Frente a la creencia popular, la pasión no es arbitraria y voluptuosa, sino que recrea la realidad, imagina un nuevo orden, un mundo diverso, precisamente para hacer más habitable el mundo real. En este sentido, se puede decir que la pasión no es “razonable”, ya que cuestiona la prudencia de la razón, el realismo de la sensatez que no pocas veces enmascara un larvado pesimismo.

La pasión, señalábamos antes, es un ingrediente fundamental del enamoramiento y, consecuentemente, de la experiencia del amor. La pasión, por tanto, es provocada siempre por una persona que suscita en nosotros un deseo de proximidad y unión. Las cosas o las ideas no poseen esta capacidad. Cuando en el lenguaje cotidiano se utilizan expresiones como «me apasiona el fútbol» o «siento pasión por los toros», el término pasión es usado en un sentido analógico, porque solo una persona es capaz de suscitar pasión.

por el Evangelio

Sentir pasión por el Evangelio es posible porque el Evangelio no es primariamente un mensaje, un conjunto de ideas encomiables, sino fundamentalmente una persona, Cristo, el Hijo de Dios, que nos ha invitado a la conversión y a creer en el Evangelio (Mc 3,14), o sea, en Él mismo, portador y realizador de la salvación. Él ha llevado a cabo la salvación por los caminos de Galilea, curando a los enfermos, expulsando a los demonios, acogiendo a los pecadores y excluidos, predicando la buena noticia de la misericordia de Dios. Él ha constituido la Iglesia para perpetuar el anuncio del Evangelio, y le ha dejado el Espíritu para que suscite la pasión por el Evangelio en todos los creyentes, para que sean testigos de Cristo, Hijo de Dios, que murió por nuestros pecados y resucitó (1 Cor 15, 1ss). El anuncio del Evangelio es, en efecto, una empresa tan urgente y personal que, sin duda, requiere grandes dosis de pasión.

Una pasión así solo puede nacer del corazón de Dios, quien se ha apasionado primero por el hombre. El mismo Dios, que siente predilección por sus criaturas, es quien toca el corazón en la intimidad de cada hombre, quien suscita la pasión por el Evangelio en cada ser humano, especialmente en aquellos a quienes llama a ser testigos en la Iglesia de la incesante fecundidad del Evangelio: los sacerdotes.

Los profetas utilizan el lenguaje de la pasión para dar cuenta de esta especial relación que se constituye entre Dios y aquellos a quienes elige de entre su pueblo para una misión especial a la que no pueden sustraerse: «Yo me decía: “No lo recordaré; no volveré a hablar en su nombre”; pero había en mis entrañas como fuego, algo ardiente encerrado en mis huesos. Yo intentaba sofocarlo, y no podía» (Jr 20,9). La pasión, avivada por el Espíritu, empuja a la proclamación del Evangelio, hace de este anuncio una tarea insoslayable, urgente, necesaria para quien lo proclama, pues su vida se haya estrechamente vinculada al mensaje anunciado.

Tener pasión por el Evangelio solo es posible si se contempla a Cristo como origen y raíz del Evangelio. De los episodios de la vida de Jesús, de sus palabras incisivas y de sus gestos de misericordia brota un estilo de vida evangélico del que el sacerdote es testigo y portador. En la contemplación de Cristo, presente y actuante en la Eucaristía y la Palabra, fermenta el estilo evangélico, la gestualidad cristiana, que se alimenta de una incesante pasión por el Evangelio, avivada por el contacto habitual con Cristo en la oración y los sacramentos.

La pasión en cierto modo va impresa en la misma lógica del Evangelio. El Evangelio no es para gente “razonable”, para gente que tiene “los pies en la tierra”. El Evangelio subvierte la lógica del mundo, valora la realidad terrena con criterios ajenos a los comunes. En este sentido, el Evangelio difiere del “sentido común”, del modo habitual de comprender los retos de la existencia. Quien acoge el Evangelio eleva la mirada, entra en una esfera de conocimiento diferente, aprende a observar la realidad desde otro ángulo, con los ojos de Dios. Solo puede entrar y permanecer en esta lógica quien está animado por una pasión por el Evangelio.

La pasión posibilita el surgimiento de la esperanza allí donde la razón solo constata la imposibilidad, donde el sentido común desaconseja cualquier inversión. Esta realidad se constata claramente en la experiencia del amor. La literatura nos da cuenta de amores imposibles –Abelardo y Eloísa, Calixto y Melibea, Romeo y Julieta–, que prosperan en virtud de la pasión, capaz de suscitar la esperanza de un amor logrado, no obstante la aparente imposibilidad de llevarlo a cabo. La pasión por el Evangelio nos abre también a la esperanza, desplegando una mirada nueva sobre la realidad, hasta entonces percibida como cerrada en sí misma. No se trata de una esperanza cualquiera, sino de la Esperanza con mayúsculas: la esperanza de la salvación, del advenimiento del Reino de Dios. Esta esperanza tiene como garante el Evangelio predicado –Cristo muerto y resucitado– y constituye el dinamismo esencial de la fe cristiana.

Así, la pasión por el Evangelio emerge como una fuerza que empuja a crecer, a estrechar la distancia entre Cristo y cada uno de nosotros. Se trata de un dinamismo necesario en el seguimiento de Jesús, pues nos alerta ante cualquier acomodamiento.

La pasión por el Evangelio libera de las certezas adquiridas, nos obliga a distanciarnos de ellas para cuestionarlas. El Evangelio es para quien lo acoge y lo hace vida una fuente constante de riesgo, pues abre una brecha entre la realidad –personal y social– tal como es y la realidad tal como debería o podría ser.

«Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos…» (2 Tim 1, 6)

A veces, cuando se rompe una pareja, se aduce como razón que “se había extinguido la pasión”. Es verdad. En toda historia de amor –y la vocación sacerdotal lo es– existe el riesgo de que la pasión se apague, de que deje de alumbrar y dar calor a la propia existencia. ¿Cómo conjurar este riesgo?

Hemos comenzado este escrito haciéndonos eco de la sorprende noticia aparecida en la revista Forbes en la que se afirmaba que el sacerdocio es la profesión más feliz del mundo. Al explicar la diferencia entre una profesión y la vocación, señalábamos que la vocación sacerdotal se caracterizaba por estar animada en su origen y desarrollo por una verdadera pasión por el Evangelio. Lamentablemente, esta pasión puede decaer, dejar de dar luz y calor al corazón sacerdotal.

Por esto, el saludo de Pablo a Timoteo contiene una exhortación a reavivar el don de la vocación recibida. Pablo es consciente de que si esta pasión no se alimenta se desvanece azotada por los vaivenes de la vida y las dificultades. La crisis vocacional de nuestro tiempo aparece así como una crisis de pasión, una mengua de la vitalidad y el entusiasmo en la vivencia de la vocación sacerdotal, que repercute en la capacidad de suscitar en los jóvenes el deseo de unirse más estrechamente a Cristo. Recordar que el núcleo de la vocación sacerdotal está habitado por una inextinguible pasión por el Evangelio invita a volver la mirada sobre ella para reavivarla y contagiar así a otros de esta fuerza salvífica que no conoce fronteras.

«Al verlos, compruebo de nuevo cómo Cristo sigue llamando a jóvenes discípulos para hacerlos apóstoles suyos, permaneciendo así viva la misión de la Iglesia y la oferta del Evangelio al mundo» (Homilía de Benedicto XVI en la celebración eucarística con los seminaristas durante la JMJ 2011).

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