24.03.12

Grave falta de caridad contra el cardenal Martini

A las 7:21 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

 

En todas las familias cuando el abuelo o la abuela comienzan a decir tonterías los hijos los tapan, les quitan protagonismo, pues dejan, con sus salidas de pata de banco, a la familia a los pies de los caballos.

En la Iglesia no existe esta costumbre. La libertad se vuelve rápidamente en libertinaje y se pasa al papel escrito en un libro.

El caso del cardenal Martini es un ejemplo palpable. Un hombre de 85 años, supuesto papable en su tiempo, enfermo de parkinson, residente en Jerusalén, sigue hablando con personas que colocan por escrito esas conversaciones.

Ahora, un senador italiano se forra los bolsillos con la venta de un libro titulado Creer y conocer, donde el cardenal Martini se sale por los cerros de Úbeda.

Admite la supresión del celibato en los sacerdotes, propone un diaconado femenino inimaginable, habla a favor de la unión de personas del mismo sexo y defiende el preservativo en determinados casos como un mal menor.

Desde siempre el cardenal ha militado y pensado en la izquierda eclesial. Entonces él era el responsable de sus palabras y sus silencios.

Pero, ahora, en la situación personal que vive me parece un abuso por parte de ese senador italiano de someterle a que diga, y le cuesta hablar bastante por su dolorosa enfermedad, la ristra de cuestiones tan radicales como las que ha soltado.

Además, los superiores dentro de la Compañía de Jesús, a la que pertenece el cardenal Martini, deberían haber impedido la publicación de ese libro, porque no les hace ningún favor a los jesuitas, todo lo contrario les aleja del Magisterio de la Iglesia y del sistema de equilibrio que deben mantener con el cuarto voto de obediencia directa al Papa, legítimo sucesor de San Pedro.

Es cierto que el cardenal Martini es muy conocido y sus lectores no tendrán en cuenta sus disparatadas opiniones actuales, pero la izquierda política e ideológica, enemiga de la Iglesia Católica, recibe munición suficiente para seguir pegando tiros a todo lo que se mueva en el paisaje eclesial.

Cuando una persona chochea mentalmente lo más caritativo es dejarle que diga lo que le parezca, pero elevar a categoría sus pensamientos y plasmarlo en un libro es índice de tener mucha mala idea y no querer al cardenal Martini, ni tampoco a la Iglesia Católica, que vuelve a estar en la diana de los tiros de un príncipe de la propia Iglesia.

Para conocer más hagan clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez