14.04.12

Vida Nueva, Progresismo Muerto

A las 10:35 AM, por Luis Fernando
Categorías : Anti-magisterio

 

¿Ustedes se imaginan que una revista católica se dedicara a atacar a obispos que predican conforme a la fe de la Iglesia a la vez que defiende a un teólogo cuya obra está alejada del magisterio en al menos siete puntos? Pues esa revista existe. Y se llama Vida Nueva. Su director, el sacerdote jienense Juan Rubio, ha escrito una “crónica del director” y un “a ras de suelo” en los que arremete contra Mons. Reig Pla y llega a considerar que su homilía de Viernes Santo, a la que califica de incendiaria, puede ser más peligrosa que las elaboraciones teológicas de Queiruga.

La primera de sus crónicas la titula “Una palabra oportuna que aliente al hermano”. Recomiendo que le lean ustedes, pero no sin antes hacer lo que llevo pidiendo que se haga en relación a lo que predicó Mons. Reig Pla. A saber, escuchen entera la homilía del obispo. Y si de paso se escuchan las otras dos homilías del Triduo Pascual, tanto mejor. Vuelvo a poner los enlaces:

 

Jueves Santo
http://www.rtve.es/alacarta/videos/otros/santos-oficios-05-04-12/1368979/
(A partir del minuto 29:10)

Viernes Santo
http://www.rtve.es/alacarta/videos/otros/triduo-pascual-santos-oficios-06-04-12/1369592/
(A partir del minuto 29:50)

Vigilia Pascual
http://www.rtve.es/alacarta/videos/otros/triduo-pascual-santos-oficios-07-04-12/1370242/
(A partir de 1:13:30)

Dice Juan Rubio:

“no son solo las alusiones a la homosexualidad las inoportunas. El texto entero es preocupante. Cuando la Iglesia contempla la palabra de perdón, ternura y de misericordia en la soledad de la cruz, este prelado lanza una espada hiriente en un foro público, como es la televisión".

 

Y se queda tan ancho después de decir semejante barbaridad. Perdonen que insista en lo mismo. Escuchen las palabras de Mons. Reig Pla. Luego vuelvan a leer lo que el director de Vida Nueva dice de las mismas. Y díganme ustedes si no es como para poner en duda la condición católica de esa revista.

Estimados hermanos en la fe católica. Homilías como las del obispo de Alcalá de Henares son las que provocan conversiones. Describe la fealdad del pecado, las consecuencias fatales que provoca en las almas, en la vida de las personas, y luego presenta a Cristo como el Salvador que carga con nuestros pecados, los lleva a la cruz y nos ofrece el perdón por su gracia. ¿A cuento de qué un sacerdote, y director de un semanario católico, puede desautorizar de esa manera a un sucesor de los apóstoles? ¿Es que nos hemos vuelto locos? ¿Es que vamos a tener que consentir que desde dentro de la propia Iglesia haya gente que se sume a la campaña de ataques brutales contra ese obispo, que es como decir contra la fe católica?

Escribe Juan Rubio:

No podían dar crédito muchos de los que, imposibilitados para acudir a los templos, seguían los oficios por televisión. Madres, esposas, hijas. Padres que abrían los ojos escuchando cómo mandaba al infierno a sus hijos por ir de botellón o por dudar de su identidad sexual y afrontarla con serenidad y altura de miras.

¿Qué habría dicho este sacerdote si hubiera escuchado a San Juan el Bautista llamar generación de víboras a su “parroquia"? ¿Qué del mismísimo Jesucristo, que dijo que era mejor arrancarse el ojo o amputarse una mano antes que pecar con ellos e ir al infierno? ¿Qué pensará y que dirá este señor sacerdote de la práctica totalidad de los santos, doctores y padres de la Iglesia que han hablado y predicado en términos muy similares a los de Mons. Reig Pla?

¿Se puede ser sacerdote católico y escandalizarse porque se denuncie el pecado a la vez que se ofrece la salvación? ¿en qué cabeza cristiana, e incluso no cristiana, cabe eso?

Y por si fuera poco, se permite el lujo de considerar que una homilía preciosa, que es instrumento de gracia para la conversión, es más peligrosa que las herejías de un señor que va por la vida diciendo, entre otras lindezas, que Jesucristo no resucitó corporalmente, con el mismo cuerpo glorificado que sufrió la muerte en la cruz, tal y como los evangelios y la Iglesia enseñan que resucitó. Y no contento con eso, asegura que le han preguntado si la Inquisición ha regresado a España y él, santo varón, prefiere beatamente “el silencio, porque lleva el germen de la más elocuente de las palabras, la de Jesucristo“.

Miren ustedes, es momento de combatir por la fe católica de nuestra querida Iglesia. Aquí no caben medianías, no caben tibiezas, no cabe una falsa caridad que deja que el error acampe en el seno de la Iglesia. Toca hacer uso del tono fuerte y claro que emplearon en el combate contra la herejía Cristo -raza de víboras, sepulcros blanqueados, hijos del padre de la mentira, etc-, San Pedro, San Pablo, San Juan, San Esteban, San Agustín…. todos, absolutamente todos, San Buenaventura…. San Pío X, etc. Todos emplearon de forma unánime ese tono fuertemente combativo. Solamente alguno, como San Jerónimo, se salió un poco de esa línea continua, pero para ser aún más duro y restallante. ¿Qué antecedentes reales tiene en el Evangelio y en la Tradición católica el trato versallesco hacia los herejes o el silencio cómplice?

Ahora bien, este que escribe no es ni santo, ni doctor de la Iglesia, ni obispo, ni Papa. Soy solo un seglar. Y como yo, otros cuantos desarrollan esa labor de defensa de la fe católica. También algunos sacerdotes. En InfoCatólica, concretamente, tenemos unos cuantos ejemplos, pero los hay por todo internet. Lo que yo pregunto es, ¿por qué hemos de ser laicos o curas rasos los que mantenemos viva en vanguardia solitaria la línea combativa por la fe en la forma fuerte y clara que ha sido constante en la Tradición de la Iglesia Católica?

Luis Fernando Pérez Bustamante